CRÍMENES IV


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Quien no está conmigo, está contra mí. - Rafael Leonidas Trujillo Molina

El Poder del Jefe – René Fortunato (Productor y Director) 

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TENIENTE CORONEL DECLARÓ SER TESTIGO DEL ASESINATO DE 14 PERSONAS


El 20 de agosto, 1964, el principal periódico del país,  EL Caribe,  publicó el siguiente artículo:

EX TENIENTE CORONEL HACE OPOSICION A PROVIDENCIA

Entre otras cosas lo siguiente:  

"En uno de los considerandos de la providencia se expresa que Balcacer declaró en instrucción, el 9 de julio de 1962, entre otras cosas, que sabia que en el kilómetro 9 de la carretera Mella se había matado 14 personas, 12 de las cuales fueron vistas por él, y a los pocos días dos personas más.  Declaró que “todas esas personas fueron victimadas allí con excepción de dos, y que recordaba la cifra porque el mismo general Fernando Sánchez hijo (Tunti) entregó la lista al Coronel Johnny Abbes García, ordenándole que los matara.  Dijo que los hechos ocurrieron más o menos a fines de enero de 1960 y que él estaba  presente en la ejecución.”

Entre las personas asesinadas estaban:

Dimas Faneytte
Clemente Silverio
Salvador Estrella
Gustavo Estrella Infante
Rafael Ariza Cabral
Miguel Angel Tauil
Néstor J. Pichardo
Ramón A. Peña
Leonardo Del Valle
Máximo Soriano
Rafael Abreu Durán
Leovigildo Ramírez
Ramón Maria Suriel

Balcacer estuvo preso en espera de juicio hasta abril de 1965 en la Fortaleza Ozama de Santo Domingo, pero se escapó de ahí al inicio de la revolución de abril 1965.  Se decía que se había ido a Miami y que trabajaba en la tienda Jordan Marsh. El nombre completo del oficial es Octavio Balcacer Bonilla (alias Tavito). 
 
Balcacer, además,fue identificado por el expedicionario José D. Ariza Cabral como el que dirigía las torturas en el centro de torturas del Km. 9, en su libro Testimonio de un combatiente revolucionario  (pág. 159).

Conocemos el caso de una de las 14 víctimas que aparecen en la lista. Este es un resumen:


Leonardo del Valle Ortíz – Químico de la Azucarera Haina, recién padre de su primer hijo. Oficiales de la policía fueron a buscarlo a su casa. Como no estaba, dieron órdenes de que se reportara al cuartel de la Policía Nacional de Puerto Plata donde compareció tan pronto pudo. Ni sus familiares, amigos, ni compañeros de trabajo le conocían ninguna militancia o afiliación política. Nunca más volvieron a verlo. Cuando la esposa fue al cuartel días después a indigar, Balcacer insistió en que ya lo habían soltado y amenazó con meter a la esposa presa por insistir en que todavía lo tenían detenido. Además, se rehusó a decirle por qué lo habían detenido. Después de la caída de la dictadura se entabló un juicio en contra del jefe de esa comandancia, Balcacer. Investigaciones y declaraciones de testigos indicaban que Leonardo había sido trasladado a San Isidro donde fue interrogado por Johnny Abbes. De ahí no se supo más sobre su paradero hasta el juicio en contra de Balcacer en que reveló que habia sido ejecutado en la masacre. 

En varios artículos, militantes del 1J4 mencionan a Leonardo como miembro de esa organización antitrujillistas. Pueden leer la narración completa de este caso en:

Leonardo Rafael del Valle Ortiz
MonteLlano.net

Un lector (Dr. Castillo Sánchez) contribuye con la siguiente información sobre otra de las víctimas en esa lista:

"El joven Miguel Angel Tawir ( no Tawil ) pertenecía al 14 de Junio.Fue detenido un 21 de Enero en el bar 3 rosas de Ocoa y nunca se supo de él. Su padre era dueño de casi todos los pinares de Constanza y era de ascendencia árabe. Hasta este relato no se sabía cómo había muerto."

Dr. Sócrates A. Castillo Sánchez (Médico psiquiatra)
http://facebook.com/socratescastilloMD
 
Otro lector ha identificado en esa lista a su tío:

"Entre los asesinados por la brutal tiranía, en esta lista está mi tío Rafael Ariza Cabral !!! 

Miguel Ariza

Una lectora, Marina Galan de Silverio, escribio:

"Mi esposo estuvo preso en la 40, Rafael Silvèrio Messon, y alli vio à Leornado del Valle q fue à decirle q lo iban à soltar y q queria él q le digera à su mama. Mi esposo le dijo dile q estoy bien hasta ahora y nunca mas se supo de él, su ESPOSA movio cielo y tierra pero hoy veo con tristeza después de tantos años en esa lista, su ESPOSA hoy en dia muy enferma no puede leer este articulo."

https://www.facebook.com/marina.galandesilverio

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De 84 expedicionarios fusilados en la cárcel de San Isidro, rescataron 67 osamentas


Relación de los expedicionarios de la Gesta del Junio del 1959, identificados, sus cadáveres

De 84 héroes fusilados en el patio del Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas, en San Isidro, solo se recataron 67 osamentas en 14 fosas comunes, de las cuales solamente se pudieron identificar unas 26.

Estos trabajos se iniciaron en el mes de abril del 1986, y terminaron en el mes de junio del mismo año.

De los expedicionarios de Constanza

Félix de los Santos Peralta
Rafael Tomas Perelló
José A. Patiño Martínez (Chepito)
Augusto Juan Alfonseca (Purro)
Alejandro Fidel Torres (Langué)
Federico Pichardo
Víctor Eligio Mainardi Méndez
Antonio J. Achécar Kalaf (Tonito)
Miguel Ángel Feliú Arzeno
Rinaldo Santiago Pou
Dr. Rafael Mejía
Juan Enrique Puigsubiera Miniño (Johnny)

De Maimón y Estero Hondo

Lucas Pichardo Saldaña
Manuel Perache
Héctor Olivier (Angelito)
Antonio Mota Ricard (Tony)
José R. Cordero Michel
Rubén Rey
Víctor Manuel Mainardi Reyna (Silín)
Andrés Santana Read (Tontón)
Cesar Larancuent Rijo
Alfonso José Santiago Flores
Augusto Eufemio Dohse Jorge (Budy)
Ramón José Asencio Valverde
Miguel Ángel Menéndez Vallejo
Enrique Belliard Sosa

Fuente: estos datos fueron tomado de la obra CONSTANZA, MAIMON Y ESTERO HONDO, Testimonios e investigación sobre los acontecimientos, editora taller 1993, de Anselmo Brache Batista, Publicado por Veganos en la Gesta Heroica de Constanza, Maimón y Estero Hondo.

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TAMBIÉN PUEDEN LEER MÁS ABAJO: 
- OTRA LISTA: 107 víctimas individuales (NO REPETIDAS) 
- Asesinados por decir una imprudencia
- La sangre fría de un psicópata
- Su fama lo precedía - 1939
- Servio Tulio Castaños Espaillat
- Héroes de Maimón
- Alberto Abreu Morel: Asesinado frente a esposa e hijos 
- Declaraciones del esbirro Candido Torres-Tejeda
- Victor Rafael Estrella Liz

REPRESALIAS POR EL AJUSTICIAMIENTO DE TRUJILLO (30 de Mayo):

- Dieciocho conjurados asesinados a raíz del ajusticiamiento
- Ejecutan a 14 militares de Pupo Román por ser sus subalternos 
- RESUMEN: Más de 70 eliminados como represalia por el asesinato de    
  Trujillo 
- Prefirieron el suicidio antes que las torturas 
- Familia dominicana denuncia tenaz persecusión
- Memorias de un médico de la base de San Isidro 
- Hilaria ¿por qué pagaste los platos rotos?
- Una empleada asesinada por no contar y un oficial por no preguntar
- Ramfis, tras la masacre, la fuga
- Documentos prueban asesinato de ejecutores de Trujillo 
- El calvario de Pupo Román
- Cacería por muerte de Trujillo

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DE LOS ARCHIVOS DEL PASADO


LISTA DE MÁS DE 107 VÍCTIMAS INDIVIDUALES (asesinadas o desaparecidas)

A continuación compartimos con los lectores una lista de más de 107 víctimas individuales (asesinadas o desaparecidas) durante los 31 años de la dictadura trujillista, NO REPETIDAS EN ESTE PORTAL

Esta lista fue publicada originalmente por el periódico El Nacional en 1981 en dos partes. El historiador Rafael Darío Herrera (miembro de la Academia de Historia) reprodujo íntegramente las dos listas (recopiladas hace más de 30 años) en su portal Historia y Educación. La primera lista consiste de 47 nombres de víctimas asesinadas y la segunda de 202 víctimas más (un total de 249 nombres), además de que mencionan a varias víctimas sin nombre.

Nosotros hicimos una comparación electrónica entre los nombres y apellidos juntos y luego, solo los apellidos, de estas dos listas de El Nacional y los nombres y apellidos en nuestras cuatro secciones dedicadas a los crímenes. Eliminamos 141 nombres en las dos listas porque estaban repetidos en alguna de nuestras cuatro secciones sobre crímenes. Luego, consolidamos los nombres que quedaron (un total de 107 nombres) de las dos listas de El Nacional en una sola lista para facilitar la lectura.

Todos los nombres que aparecen en la siguiente lista SON VÍCTIMAS NO REPETIDAS EN ESTE PORTAL. La única lista con la cual no hemos podido realizar una comparación electrónica ha sido la lista de Albert Hicks (ver CRÍMENES I) porque dichas páginas de su libro fueron escaneadas y copiadas como tal en esa sección, lo que no permite una lectura electrónica de su contenido. Para poder comparar las dos listas, habría que hacerlo visualmente nombre por nombre con mucha paciencia. Ese trabajo se lo dejaremos a los interesados en encontrar repeticiones.

A pesar de que hemos modificado las listas originales de El Nacional al eliminar los 141 nombres, hemos tratado de mantener los 107 nombres que quedaron, agrupados tal como estaban en las listas originales porque creemos que los agruparon de esa manera por alguna razón, posiblemente porque los asesinatos en cada grupo están relacionados de alguna forma.

También mencionan en las listas originales dos masacres o exterminio en serie, una de 200 víctimas y otra de unas 50 víctimas, pero no revelaron ninguno de los nombres. Mencionan, además, la ejecución extrajudicial de la familia Maldonado y sus secuaces (los que asaltaron la sucursal del Royal Bank of Canada), pero no los incluimos en nuestra lista de 107 víctimas porque no mencionan el número de víctimas, si bien se trata de delincuentes. No incluimos tampoco a unas 6-8 victimas mencionadas en las dos listas, identificadas unicamente por el pueblo en que los mataron, debido a que no especifican los nombres en concreto.

Los que deseen ver las dos listas originales con los 250 nombres pueden ir a los siguientes links:


LA LISTA:

RECUERDAN CRÍMENES HORRIPILANTES COMETIDOS POR RÉGIMEN DE TRUJILLO (I y II)

(Lista publicada originalmente en El Nacional en 1981, versión reducida a 107 individuos)

José Roca, en La Herradura, en 1930; Pedro Canela en Imbert; Julio Pou (padre de Poncio Pou Saleta, mencionado en seccion CONTROL) y Expedy Pou; José Morel (no confundir con Emilio Morel, también asesinado), en 1936.

Doctor Ramón Helú B. el 28 de octubre de 1952 (no confundir con Luis Helu, quien murió loco por las torturas); Santiago Lozano en 1931; Miguel Larrazábal, español; Ramón Hernández en 1953.

Juan Canto en la década de 1940; Quírico Feliú hijo; Hugo Cabrera, sargento del servicio de Inteligencia en 1960; Roberto Monagas en 1932; doctor Federico Rojas; García, pintor, por dibujar en el suelo un letrero que decía: “Trujillo ayúdame”, pues el SIM consideró que el nombre del dictador no podía escribirse en el piso. 

Martín Taveras en la década de 1950, chofer de Rafael Estrella Ureña; Pablo Estrella en 1938; A. Campos*, fotógrafo en 1948, a raíz de la invasión de Luperón; licenciado Joaquín Santaella (Bibo)** en 1930; Miguel Ángel Roca; Virgilio Martínez Reyna hijo en 1940 en Moca.

José Gonzáles cuando se ordenó matar a Jacobo de Lara; Al Durán en Montecristi; Manuel Torres en Villa Lobos en 1930; Chichí Montes de Oca en Gurabo en 1932 (no confundir con Francisco Montes de Oca, también asesinado); Vico García, radiotécnico, en 1933; Ruddy García (no confundir con Ruddy Balina, también asesinado), hijo de Vico, en la década de 1950.

Manuel González Franco; los hermanos Brito, oficiales de la Marina de Guerra cuando el caso del buque Quetzal en 1961.

Ramón Montes de Oca, ahorcado en la cárcel (no confundir con Francisco Montes de Oca, también asesinado); Manuel Valera (no confundir con Chichi Valera, también asesinado), Saúl Domínguez, Sixto Hernández, Yuyo Alfau, Agustín Alfau, los cuatro de Salcedo.

Juan Odalís Cepeda en Moca; Doroteo Rodríguez en Moca, Chiche Sánchez en Moca, Narciso Antonio Viloria en San Francisco de Macorís, Octavio Peña (Tavito), Maraño García en Moca.

Los tenientes Ángel Vásquez Rivera, José Vásquez Rivera y cabo Carmelo Vásquez Rivera, (hermanos del General Ramón Vásquez Rivera, éste ultimo ya repetido) cabo Domingo Cunillera y José López, vinculados a la trama antitrujillista dirigida por el general Vásquez Rivera.

Cincuenta (50) soldados, clases y alistados que se dijo secundaron al Capitán Eugenio de Marchena, asesinado en 1948. Los involucrados fueron asesinados en distintos cuarteles para que sirvieran de “ejemplo” a sus compañeros de armas (no revelan los nombres).

Camilo Suero, Guillermo Martínez en Villa Isabel, Pedro Julio Báez****, Emilio Pérez Díaz, cerca del Banco Nova Skotia de la Capital; Pablo A. Martínez.

A Sixto Molina, capitán Candela, exteniente policial Ricardo Gross, Leovigildo y Amado Maldonado, A. Frías Meyreles.

Palmolo Arias, condenado a 30 años por Cayo Confites, antiguo jugador de béisbol que se acogió a la “amnistía”; Miguel Payano, antiguo astro del béisbol; Luis de Peña Santos, Bonafón Miniño (no confundir con otros Miniños en otras listas, el nombre es diferente), Felipe Peguero (no confundir con Ramon Peguero, también asesinado), don Antonio Rus, Jacinto Lora Lara, Lorenzo Valdez Sánchez, Manuel Álvarez Escobar, P. Soralensky, Julio Gutiérrez (Media Mixta), doctor Luis Manuel Santana Hirujo, Manuel H. Pimentel.

Doctor Pedro Livio Fanduiz, Grullén Medina, ingeniero Bienvenido Creales Guerrero (no confundir con Guarionex Creales, también asesinado), raso Javier Ferreras Herasme, doctor W. Duarte Mendoza; Justino Vallejo.

Emirto de Lima Meriño, R. Linares (El Básica o País Gorda) (no confundir con Pedro Linares, también asesinado), Pepín Pérez, José Rafael Mejía D’Acosta, Manuel Cabrera Martínez, José Ignacio Cerda, Julián Ramón Hernández, Guarionex Contreras, Alejandro del Carmen, José Almánzar, sargento de la marina, Alberto Feliciano Abreu, Manuel Roca Rodríguez, Juan B. de los Santos (no confundir con Juan Bautista Mendez, tambien asesinado).

Rafael B. Santos Moreno, teniente de navío Carlos T. Rodríguez Quezada, Teodoro Peña Santos, B. Virgil, José María del Rosario, alférez Rod. Quezada, sargento Alfonso Santamaría Calderón, Pedro A. Díaz Santana, profesor Amado Ventura, profesor Ramírez, especialista en matemáticas; Luis Eugenio Méndez Cohén, los dos hermanos Baez.

NOTAS:

*No confundir a A. Campos, asesinado en 1948 a raíz de la invasión de Luperón con José Antonio Campos Navarro (Tony) quien fue muerto en el desembarco de Estero Hondo, exped. de junio 1959.

**A pesar de que tienen el mismo nombre (Joaquín Santaella), uno aparece que fue asesinado en 1930 y otro, según Rodriguez Demorizi (quien lo conocía personalmente), que fue asesinado en 1960. Que estas dos personas tengan el mismo nombre, aunque tengan un apellido poco común, no debe sorprender. Yo encontré un Joaquín Santaella alrededor de 1900 y encontré otro Joaquín Santaella que está vivo, es joven y tiene una página en FaceBook.  

***A Chichi Montes de Oca lo menciona Angela Peña en su artículo  sobre la “psiquiatria” durante la dictadura (ver seccion CRIMENES II) como uno de los torturados, pero como ella no especifica que a él efectivamente lo mataron, en realidad no está repetido como asesinado y por tanto no lo eliminamos de esta lista.


****El reportaje Las víctimas de Trujillo de Esperanza Ceballos en Univisión 41 (Feb. 22, 2018), nos brinda detalles sobre esta víctima (su hija Milagros Baez fue entrevistada):

Mi papá [Pedro Julio Baez] desde el momento en que mi hermano cayó preso se puso una corbata negra que era como un símbolo como de que estaba en contra de lo que estaba pasando.”

Su hermano fue torturado en la cárcel de la 40 y su padre fue un reconocido abogado litigante de casos civiles. “Se lo llevaron preso a las tres de la tarde delante de todo el mundo, sin ninguna vergüenza...” Nunca más se supo del paradero de Pedro Julio Baez hasta hoy en día. 
 
REPETIDOS (no incluidos en los 107 casos)


Los siguientes 11 nombres de las dos listas de El Nacional no están incluidos entre las 107 víctimas mencionadas arriba porque éstos están repetidos en otras listas de este portal. Sin embargo, los mencionamos abajo por aparte porque El Nacional ofreció algunos detalles que no teníamos sobre ellos los cuales no queríamos que se perdieran ya que podrían ser de interés para los investigadores.
 
David Vidal Recio, el 23 de marzo de 1931, asesinado en plena ciudad de Santiago.

Abigaíl Montalvo, líder de San José de las Matas, en 1932, denunciado por un pariente suyo. 

Rigoberto Cerda A. en el parque Colón en 1936.

Olegario Varga el 24 de junio de 1932 en Moca. 

Ramón Silverio Sandoval, empleado del First National City Bank de Santiago, en 1931, cuando dijo: “qué buen blando” al ver a Trujillo bailar en el Centro de Recreo (Este último decidimos incluirlo en nuestra lista de los que fueron eliminados por decir una imprudencia. Ver lista a continuación).

Víctor Capellán en 1945 en Santiago. 

Eugenio Litghow en Navarrete, en la década de 1950.

General Evangelista Peralta, alías Tío Sánchez, asesinado en la Línea Noroeste en 1930.

Juan Steffani y dos compañeros en Gurabito en 1937.

José Daniel Ariza en la cárcel en 1935.

Ney Pimentel en Barronco, La Vega (ver CRIMENES III)

La cancionera de rancheras mexicanas apodada “La chamaquita” (aparece en una de las listas de la Revista 1J4.

Un sincero agradecimiento a El historiador Rafael Darío Herrera por recuperar estas listas para la posteridad.


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ASESINADOS POR DECIR UNA “IMPRUDENCIA”

A continuación recopilamos una lista de personas que fueron asesinadas por haber dicho una o dos frases que el régimen consideraba una ofensa al dictador, a su familia o al gobierno, lo que automáticamente era suficiente motivo para eliminar a la persona. Varias de estas personas fueron torturadas antes de ser eliminadas. En muchos casos también mataron a personas que los acompañaban o a familiares.

Estos casos no son originales, ya han sido discutidos en las cuatro secciones sobre CRIMENES.

Esta lista no empieza a agotar, en absoluto, los casos de las personas que fueron asesinadas o desaparecidas por decir una imprudencia durante los 31 años. Precisamente debido a que este motivo era tan superfluo, muchas de las víctimas que osaron decir algo impertinente eran personas sencillas, pobres, sin apellido que fueron despachadas sin pena ni gloria, casos nunca conocidos más allá de la familia y vecinos.

En las diferentes secciones de este portal, también encontrarán personas asesinadas por otras razones caprichosas (por ser pariente de una víctima, por ser empleado de algún antitrujillista, por no querer vender su tierra, para no tener que pagarle el sueldo, etc.). Sin embargo, aquí nos limitamos a los que mataron exclusivamente por decir una "imprudencia".

Esta lista consiste de casos ya descritos en este mismo portal por lo que nos limitamos a mencionar su nombre y la frase condenatoria. Si tienen interés en conocer los detalles de estos asesinatos, pueden encontrar dichos casos en las cuatro secciones sobre CRIMENES y también investigarlos en la red.

Jorge Alejandro Nin y su chofer – Este joven abogado dijo en una fiesta que Trujillo le había robado la fábrica de sal a su papá (hecho verídico). Ver CRÍMENES II (Los convenientes accidentes)

Alferez Jesús María Boñuela – Por haber exclamado “Qué barbaridad” al presenciar la forma brutal en que mataron al sargento José Mesón. Ver CRÍMENES II (Los convenientes accidentes)

Eduardo Colón Piris – Joven puertorriqueño, fue detenido cuando dijo que el desfile que todos esperaban en el malecón seguro estaba atrasado porque Trujillo venía montado en una mula. (Ver CRÍMENES IIICasos Breves)

Dr. Enrique W. Lithgow-Ceara – Por haber hecho un comentario burlón sobre la salud del Jefe. Ver CRÍMENES II (Los convenientes accidentes)

Rafael Yepez – Maestro que comentó en la clase que no sólo María Martínez merecía elogios en el día de la madre sino también muchas buenas madres dominicanas. (Ver CRÍMENES IIICasos Breves)

Antonio Rúa – Por haberse quejado en voz alta frente a otros por el asesinato de su yerno, Tavito de la Maza, diciendo que fue una injusticia. Ver CRÍMENES III (Los convenientes accidentes)

Juan Antonio Moreno Martínez –Adolescente que contestó a la invitación de hacer un discurso laudatorio a Trujillo durante su visita, diciendo que él no tenía interés en hacer ese discurso. (Ver CRÍMENES IIICasos Breves)

Ramón Marrero Aristy y su chofer –Por haberle dicho en Nueva York a un periodista que en el gobierno de Trujillo había corrupción. Ver CRÍMENES II (Los convenientes accidentes)

Rev. Charles Raymond Barnes –Por haberles escrito una carta a sus parientes en EUA comentándoles la masacre de los haitianos. (Ver CRÍMENES IIICasos Breves)

José Paredes – Alancista que primero apoyó el golpe de 1930, fue asesinado en un parque en 1932 por haber expresado su oposición al giro que habia tomado el proyecto del nuevo gobierno y a la dictadura en gestación. (Ver CRÍMENES IIICasos Breves)

Rodolfo Peña – Por haber expresado que ojalá cayera la dictadura, fue enviado a la cárcel de Nigua donde quedó sometido a torturas, desnutrición y enfermedades. Murió joven a raiz de la condición fisica en que quedó su cuerpo. Este caso lo menciona José Almoina en su libro Una satrapía en el Caribe, pág. 114. (Ver CRÍMENES III - Catorce casos más)

Ramón Silverio Sandoval - Empleado del First National City Bank de Santiago, en 1931, cuando dijo: “qué buen blando” al ver a Trujillo bailar en el Centro de Recreo (ver CRIMENES IV).

"El Inglés" - Humilde ordenanza que trabajaba en las oficinas de la base aérea de San Isidro. Por escribir secretamente en una pared de los baños "El general Trujillo hijo es un hijo de la gran puta". Cuando lo descubrieron, fue despiadadamente torturado por el coronel César Báez y sus secuaces y luego asesinado por Sánchez Rubirosa. (Ver Breves en CRIMENES III)

García, pintor - Por dibujar en el suelo un letrero que decía: “Trujillo ayúdame”, pues el SIM consideró que el nombre del dictador no podía escribirse en el piso. Probablemente lo hizo cuando Trujillo iba pasando para llamar la atención del Jefe a su situación. (Ver  Breves en CRIMENES III) 

Lic. Balcacer- Por insultar a Trujillo en un discurso que le tocó dar en el Partido Dominicano del pueblo de Banico. El Joven abogado habia estado tomando ron el día entero por ser día de fiesta (precisamente, dia del natalicio del Jefe). Cuando esa noche le tocó dar un discurso en loor a Trujillo en Banico donde acababa de llegar desde Moca, en su estado de embriaguez no pudo controlar su subconciente e insultó a Trujillo. Pocos dias después llegó al pueblo una misión militar a buscarlo, se lo llevó preso y más nunca se supo de este mocano. (ver BREVES, sección CRÍMENES III.)

También podríamos hacer una lista de aquellos que fueron eliminados por no decir nada, pues como dijo don Moisés Franco y Franco, en dicho régimen “no había libertad ni siquiera para el silencio”. Por ejemplo, tenemos el caso del Dr. Manuel Tejada Florentino quien fue detenido como sospechoso por nunca mencionar a Trujillo cuando le tocaba dar un discurso en la Logia Masónica de Santiago. Murió en la silla eléctrica de La 40 (ver BREVES, sección CRÍMENES III).
 
 Hasta los niños sabían que no se podía hablar. Para muestra, un botón:

F. Casado: (2:39) “Yo dejé de ver a don Arquímedes y yo le pregunté a alguien del barrio ‘ven acá, ¿y don Arquímedes?’ Y me dijo [en susurro] ‘se desapareció’. Ya tú sabías lo que eso significaba. Esa es la primera referencia, yo de muchachito, la primera referencia que me espanta, que nadie tuvo que…. porque tú no te atrevías a comentar ni siquiera con tu mamá. Ni siquiera yo comenté con mamá: ‘Mira, mamá, que me dijeron que...’, no, tú no. Ya yo, a esa edad, a esa edad, ya yo sabía lo que significaba ‘se desapareció’.”

Fernando Casado
Reconocido cantante y escritor
La ferocidad criminal de la tiranía Trujillista
(AGN)
https://www.youtube.com/watch?v=rurBweQlRZc




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La sangre fría de un psicópata

En su extenso artículo titulado Trujillo contra Betancourt: Una explosión en los Próceres, el periodista Miguel Guerrero relata paso a paso la preparación y ejecución del atentado contra el presidente de Venezuela, Rómulo Betancourt. Guerrero menciona un intercambio con Trujillo que ocurrió cuando ensayaban el atentado con una poderosa bomba en una de las fincas de Trujillo, un diálogo revelado (entre otras fuentes) en el libro Cisne: yo fui un espía de Franco, escrito por Luis M. González Mata, un agente internacional de Franco que en esos meses estaba al servicio de Trujillo por orden de Franco.

 Luis M. González Mata
Agente del dictador Francisco Franco

El agente español González Mata estuvo presente en el ensayo del atentado. Con el fin de asegurarse de que nada fallara, Trujillo había insistido en que se reconstruyera un trozo de la Avenida de los Próceres de Caracas en una zona apartada de su enorme finca Fundación. La poderosa bomba a control remoto que usaron en el ensayo era de igual hechura y potencia que la que usarían en Caracas.

González Mata, en su libro Cisne, describe la escena:

Queríamos conocer con exactitud los efectos que produce la explosión de un coche inmovilizado cuando pasa por delante de él un automóvil en marcha. En el automóvil en marcha se suponía, desde luego, que iba Betancourt.

Pero quiso suponerlo mejor: cuando el encargado de provocar el estallido del artefacto se disponía accionar el disparador, Trujillo decidió que se procedería a un ensayo real. Eso significaba que no sólo se provocaría la explosión del TNT, sino también un automóvil, rodando a la velocidad del de Betancourt, pasaría por delante del coche cargado de explosivos en el momento del estallido.

-Y quiero ver pasajeros en el automóvil –completó el dictador.

- Pondremos muñecos, Excelencia.

- ¿Quién habla de muñecos? ¡Ya he dicho que haremos un ensayo real!

El vehículo avanzó con un conductor, un ayudante de campo y un presidente Betancourt; tres hombres, tres presos comunes, interpretaban esos papeles.

Explosión.

No se encontró más que trozos de cuerpos humanos entremezclados con la chatarra retorcida.

-¡Ya está! –dijo Trujillo- ¡Ahora a Caracas!"

(Hasta aqu
í la cita.)

 Esta sangre fría de matar a hombres inocentes como si fueran objetos desechables, simplemente porque necesitaban algunos actores para sus experimentos o simulacros, la compartía el hijo del tirano, Ramfis. Un ejemplo
es cuando horas antes de abandonar el país para siempre en noviembre de 1961 Ramfis personalmente (junto a tres esbirros) acribilló a seis de los ajusticiadores de Trujillo en una de las haciendas de los Trujillos. Para encubrir el múltiple asesinato, Ramfis ordenó que tomaran a tres presos, que los vistieran de policía y que los mataran. Luego, montaron los tres cuerpos de los “policías” en una guagua (autobús) y chocaron la guagua contra un árbol. La explicación sería que los seis conjurados habían atacado y matado a los tres policías que los trasladaban y que los conjurados se habían escapado sin que se supiera de su paradero. De esta forma, Ramfis encubría su asesinato sin juicio de seis de los conjurados en el complot del 30 de mayo (ver confesión en el juicio del coronel Dante Minervino).

Historiadores han documentado la práctica del régimen de matar a una o a varias personas (presos o ciudadanos) y colgarlos en los parques o en lugares visibles para infudir el terror y mantener a la población insegura. El embajador americano Joseph McGurk informó en 1945 sobre esta práctica a Washington (ver CRIMENES II. En el programa El gobierno de la mañana, el ex senador trujillista Euclides Gutiérrez Félix mencionó un caso de un preso común que mataron y colgaron en un parque. En la sección VARIOS de este portal pueden ver el testimonio de Enrique Martí quien cuenta que a varios de sus parientes los mataron y los colgaron en la carretera para amedrentar a esas familias campesinas con el fin de que abandonaran sus tierras porque Trujillo deseaba apropiarse de esa zona. También ver los crímenes del general Alcántara en los arrozales de Nagua en el (sección CRIMENES II).

Otro ejemplo es el plan que tenían en 1950 de asesinar a los diplomáticos dominicanos de la embajada dominicana en Haití para echarle la culpa al gobierno de Dumarsais Estimé y con esto darle a Trujillo el pretexto para que invadiera a Haití con el fin de tumbar y asesinar al presidente Estimé (ver copia de documento desclasificado de la CIA en Veintitres asesinatos en el exterior y..., CRIMENES II)


Peor aún fue la propuesta que hizo un representante de Trujillo en 1953 en un par de reuniones secretas con agentes especiales de la CIA, de Venezuela (dictadura de Pérez Jiménez) y de Nicaragua. Documentos desclasificados de la CIA informan que el agente de Trujillo expresó que su jefe (Trujillo) les proponía matar a varias familias políticas de Guatemala (unas 15-20 personas) para echarle la culpa a los comunistas guatemaltecos con el fin de desestabilizar el gobierno centro-izquierda de Jacobo Arbenz. Dicha propuesta fue rechazada y no se llegó a ejecutar. (Ver Crímenes III en este portal)

Claro que esta frialdad con que los Trujillos convertían a personas en cadáveres por cualquier antojo no debe sorprender a nadie puesto que Trujillo subió al poder y se mantuvo en el poder por 31 años cercenando vidas por las razones más injustas o insignificantes (por ser pariente de algún opositor, por ser testigo, por alguna imprudencia, por rehusarse a entregar su tierra, porque necesitaban a algún chivo expiatorio, etc.),  afectando a decenas de miles de padres, hijos y hermanos. Esto fue posible porque para un psicópata como el Benefactor sus semejantes son simples objetos manipulables, cuya dignidad y humanidad no tienen ninguna trascendencia.


Referencias:

Trujillo contra Betancourt: Una explosión en los Próceres de Miguel Guerrero www.acento.com.do

Cisne: Yo fui espía de Franco de Luis M. gonzalez Mata

También pueden leer sobre la labor de espionaje para Franco que paralelamente el agente González Mata realizaba mientras estuvo al servicio de Trujillo en la edición del 11 de julio, 1977 de la revista Ahora, pág. 6-10. El título del artículo es Franco espiaba a Trujillo.

NOTA:

Los dominicanos dirán que dudan de crímenes excepcionales como éste principalmente porque nunca en su vida lo habían oído de sus padres y otros ancianos que vivieron en la Era. Pero, ¿por qué nadie había hablado sobre esto? La respuesta tiene su simple lógica: ¿Quiénes fueron los testigos exclusivos de asesinatos como éste? Los mismos calieses, militares y esbirros del régimen quienes, al caer la dictadura, se volvieron invisibles y mudos o se fueron del país para infiltrarse disimuladamente en la inocente colectividad de otros países para el resto de sus vidas. Hacer de conocimiento público este tipo de crímen por haber sido un testigo de excepción también sería, inevitablemente, una confesión de que uno era un agente de confianza en este tipo de operaciones siniestras y entonces los periodistas y otros empezarían a hurgar investigando nuestro pasado. Se pueden contar con los dedos de una mano los esbirros que años después confesaron su participación en torturas y masacres, tal como este agente extranjero quien, décadas después, lo hizo porque puede defender su nombre alegando que él no era parte integrante de ese sistema y que la fría masacre supuestamente lo tomó por sorpresa y lo estremeció.

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Su fama lo precedía - 1939


En julio de 1939, Trujillo viajó a Europa y de paso visitó Washington con la esperanza de reunirse con Roosevelt como ya lo habían hecho otros jefes de estado latinoamericanos semanas y meses antes como parte de la políticia del Buen Vecino promovida por Washington con el fin de afianzar la cooperación de Latinoamérica con Estados Unidos y no con el Eje.

Aunque para 1939 Trujillo ya no era oficialmente Jefe de Estado, sí lo era de facto y todos los gobiernos lo sabían, pero ni él ni su presidente títere fueron honrados con una invitación para conferenciar con el Presidente norteamericano, a diferencia de otros jefes de estado latinoamericanos, incluyendo al propio Somoza y al presidente de Haití. Trujillo se sintió menospreciado y, para no quedarse atrás, a través de sus contactos logró la posibilidad de reunirse informalmente con Roosevelt por breves minutos. 

A pesar de que no se trataba de una reunión oficial, varios medios de prensa en Estados Unidos criticaron la visita a Washington del sanguinario dictador dominicano en julio de 1939 y la posibilidad de que se reuniera con altos funcionarios del gobierno. Encontramos una de estas críticas en la edición del 10 de julio de 1939 de los periódicos Reading Times (pág. 4) y el New York World Telegram. El artículo sindicado, Not Consistent In Our Attitude Toward Dictators, dijo lo siguiente sobre el tirano dominicano: 

"Of all the bloodstained terrorists that encumber the earth, his record is the worst." 

(Traducción: "De todos los terroristas ensangrentados que agobian la Tierra, su récord es el peor".) 

Este reconocimiento le fue conferido a Trujillo porque la prensa internacional en 1939 todavía no conocía plenamente las barbaridades cometidas por los Nazis hasta 1939 y porque, además, los más masivos y peores exterminios de los nazis todavía estaban por ser ejecutadas entre 1939-1945, especialmente en el Frente Este (exterminios masivos en pueblos y ciudades, exterminio sistemático en campos de concentración, bombardeos indiscriminados, esclavización, etc.). 

Truillo no incurrió en una política estatal de exterminio sistemático como Hitler, no porque no fuera tan desalmado, sino porque nuestra situación demográfica era muy diferente a la de Europa. Nuestro país estaba subpoblado no sólo en relación a su territorio, sino especialmente en relación a su necesidad de desarrollo: necesitaba urgentemente una mayor población para aumentar la productividad tanto en el campo como en la industria y comercio. Esto explica la política de Trujillo de fomentar el crecimiento demográfico (Premio Julia Molina a la madre que tuviera más hijos, etc.). En 1930, nuestra población era de 900,000 a 1 millón de personas y en 1960 la población era de 3 millones 047 mil personas (ver 4to censo nacional). Lo que menos le interesaba a Trujillo era diezmar la población sistemáticamente por razones demográficas, muy diferente al interés de los Nazis de exterminar a las "razas inferiores" de Europa (eslavos, judios, gitanos, mixtos, etc.) para sustituir esas regiones con alemanes y nórdicos. Sería interesante pensar en qué hubiera hecho Trujillo si un país poderoso le hubiera sugerido un plan para eliminar a los dominicanos con el fin de repoblar la isla de europeos... con garantías para él y su familia, naturalmente. 

Ahora bien, quedar aventajado por las atrocidades de los nazis no ha de ser ningún motivo de orgullo para un déspota sanguinario que se respete a sí mismo como Trujillo. Pero no seamos injustos, debemos juzgar a nuestro nazi caribeño con ecuanimidad: En 1939 Trujillo sólo tenía a un millón y medio de dominicanos a quienes aterrorizar a su antojo mientras que Hitler podía tiranizar y diezmar a más de 200 millones de europeos que a partir de 1939 quedaron bajo su dominio: Alemania (69.5 millones), Francia (41), Austria (7?), Polonia (30), Holanda (8 ó 9), Bélgica (8.3), Ucrania (40). Esto sin contar otras regiones dominadas tales como las regiones más pobladas de la URSS, Noruega y varios países de Los Balcanes cuyas cifras no tenemos pero que representan muchos millones más. La cifra podría llegar a unos 300 millones bajo dominio nazi. Nunca olvidemos las proporciones: Nuestra población era ínfima en comparación con la que Hitler tuvo bajo su bota, además de que el tirano alemán contaba con la capacidad de destrucción eficiente, sistemática y masiva que le proporcionaba uno de los tres países más industrializados del mundo: Alemania.

El propio artículo dice que si Trujillo no ha alcanzado la alta cantidad de víctimas que otros dictadores han acumulado "...es porque su campo de acción es tan limitado, sólo la mitad de una islita. Pero en proporción a la población, su promedio de bateo es lo más alto" (...that is merely because his field Is so limited just half a little island. But in proportion to population, his batting average is tops.).

Más adelante en el artículo se refiere al Congreso dominicano como "el congreso lamebotas" que "lo declaró Generalísimo y Benefactor de la Patria", se refiere a Trujillo como "este carnicero",  "matón ensangrentado" {blood-spattered bully) y "pomposo engreído". Señala la gestapo que Trujillo tiene operando en EUA para eliminar a sus opositores y dice, entre otras críticas al tirano, que "el Presidente [de Estados Unidos] y otros funcionarios le podrán dar la mano, pero no hay suficiente agua en el Potomac [el río que cruza la ciudad de Washington] para lavar las manchas de sangre que les quedarán en las manos." El articulo cierra sugiriendo, a manera de sarcasmo, que entonces por qué no invitar a Washington también a Hitler y a Mussolini. 

Para leer el art
ículo completo, pueden ir al siguiente link:
http://www.newspapers.com/newspage/48192567/
Tambien se encuentra en: The Pittsburgh Press, 8 de julio, 1939, pág. 9 (Democracy! by General Johnson). 

Con el fin de complementar esta información, copiamos un párrafo del artículo de Julio M. Rodríguez Grullón sobre este viaje del Generalísimo:

"Aunque no ostentaba ninguna posición oficial, Trujillo estaba acompañado de una comitiva propia de un rey europeo del Siglo XVIII. No fue recibido oficialmente por los funcionarios norteamericanos, pero sí se pudo reunirse informalmente con el presidente Roosevelt, el Secretario de Estado Cordell Hull, el General Marshall y otros, pero por encima de todo, fue recibido con grandes demostraciones de júbilo por los oficiales de la infantería de marina que había conocido durante la ocupación de 1916-24." 

(Ver El viaje de Trujillo a Estados Unidos y Europa en 1939 de dicho autor.)

La efusiva recepción de sus viejos compañeros de los Marines no debe sorprender puesto que Trujillo fue uno de los reclutas voluntarios dominicanos más eficientes y despiadados (si no el que más) en la cruel persecución de los gavilleros, matándolos, quemando sus casas y sus parcelas en la campaña para someter a la población al control del ejército de ocupación. 

Según otros artículos, la reunión que por fin tuvo con Roosevelt se limitó a un saludo de 5 minutos y otras versiones dicen que llego a tomarse un te con Roosevelt, pero jamas una cena forma. Un brevisimo encuentro con el Presidente de Estados Unidos a pesar de que entre 1939 y 1941 Trujillo viajo a EUA seis veces. Obviamente, los funcionarios norteamericanos permitieron la reunión apenas para cumplir con la más mínima cortesía y no herir el orgullo del tirano para que no fuera a cooperar con los Nazis. Tampoco descartamos del todo que la muy espléndida generosidad de Trujillo hacia sus cabilderos en Washington posiblemente tuvo mucho que ver con lograr este encuentro. No encontrarán fotos de dicha "reunión" porque el gobierno norteamericano no permitió que los fotografiaran juntos. Pero, ni lerda ni perezosa, la prensa trujillista en RD se refirió a este ligero y trivial encuentro comentando que el Generalísimo estuvo en Washington "conferenciando con Roosevelt".

Su viaje por Europa politicamente fue un fracaso. Ningún Jefe de Estado europeo lo recibió, ni siquiera Franco quien acababa de triunfar en la guerra civil, y en Francia la prensa se burló de él. A pesar de esto y de que en Washington tuvo una efímera recepción, para celebrar el retorno del Perínclito a RD de su viaje a Europa, se declaró el 30 de octubre de 1939, el día de su llegada, día de fiesta nacional. "El pueblo entero fue a recibirlo con flores y con banderas" comenta la socióloga Eulalia Flores. Se creó, además, un "Comité Ejecutivo para la Recepción del Benefactor" el cual se encargó, entre otras cosas, de organizar un multitudinario desfile para el 5 de noviembre como parte de las celebraciones de "el retorno". El Congreso emitió dos decretos designando al Perínclito como Embajador Plenipotenciario a Gran Bretaña y a Francia (Ver The Galíndez Files, Stuart McKeever, pág. 33). Esto no fue sólo para satisfacer la vanidad del Benefactor sino que dicho status le permitiría realizar sus viajes de placer a a las atractivas capitales, París y Londres, sin gastar un solo centavo de su propio peculio y a portar la valija diplomática inviolable en la cual podía trasladar dinero, joyas y todo lo que quisiera sin que fuera revisada.

Nota: El cambio posterior en la actitud de Franco hacia Trujillo se debe a que para 1954, después de la Segunda Guerra Mundial, Franco (ex aliado de facto del Eje y fascio-autoritario por ideología) se encontraba totalmente aislado económicamente y política e ideológicamente también. Los únicos dos aliados con que contaba eran Trujillo y Perón. De hecho, cuando Franco le organizó a Trujillo ese gran recibimiento en 1954, España sufría los embates de un cerco económico-comercial como la oveja negra de Europa Occidental por lo que necesitaba proyectar la imagen de estadista que gozaba de gran apoyo popular y de que todavía contaba con aliados en el exterior, aunque fuese un ridículo emperador caribeño. Además, con ese gesto Franco le mostraba su reconocimiento a Trujillo por el leal apoyo moral que el ferviente tirano hispanófilo le brindó en sus años de aislamiento. 


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EXTRACTO

Servio Tulio Castaños Espaillat

Una advertencia. Después alguien deslizó una nota por debajo de la puerta: “Julio, te escribe un amigo, asílate con tu familia porque te van a matar a ti también. A tu hermano lo mató Trujillo”.

Escrito por Ángela Peña
Hoy.com.do

Maestro, jurista, productor de radionovelas, poeta, escritor, catedrático universitario, granjero, periodista y un economista tan competente que le llamaban “el Paul Samuelson dominicano” comparándolo con quien luego sería Premio Nobel de Economía. Trujillo lo mandó a matar a los 36 años de edad haciendo creer que se había suicidado.

Roberto Cassá lo consideró un antitrujillista honesto, eficiente, buen profesor y gran pensador por planteamientos de diversa índole que dejó escritos en El Caribe y La Nación y propuso una calle a su memoria. En la universidad solo pagó la inscripción porque por sus notas sobresalientes le exoneraron las cuotas hasta graduarse con honores. Ganó tres veces consecutivas el premio anual de literatura “Francisco J. Peynado” y los Premios Florales Literarios de 1950.

Servio Tulio comenzó a tener problemas con el régimen desde que asumió la defensa de campesinos de San Cristobal y Baní a los que personas influyentes  les  despojaron de sus tierras. También acogió la querella de una doméstica que demandaba de un empleado de Pipí Trujillo el pago de la pensión alimenticia para su hijo. Castaños, entonces fiscal del Distrito, exigió la manutención y en una reunión en Palacio donde se ponderaba su inteligencia el tirano manifestó que ese hombre le estaba creando problemas, que no era trujillista y lo destituyó.

Alcahuetes del trujillato ya habían descubierto en su radionovela “Venganza maldita” denuncias a la situación social del país pues aunque ambientada en la colonia para despistar, la serie, transmitida por La Voz Dominicana, exponía la crudeza de la prostitución infantil  que un hermano del sátrapa explotaba en un burdel y se sintió aludido. “Caímos en una situación económica muy estrecha”, cuenta Tulio Salvador quien recuerda que el progenitor debió dedicarse a hacer “caramelitos peloteros” que él distribuía en colmados, lo que comenzó “a marcarme”. Estrechamente vigilados pasaron un tiempo hasta que Castaños Espaillat “se tranquilizó un poco políticamente” y lo designaron vicesuperintendente de Bancos en diciembre de 1957.
Había sido consultor jurídico de la secretaría de Educación, impartía cátedras de economía política y cálculo financiero. En la Superintendencia fue antes jefe de la sección de seguros.

Desgracia final.  El destino de Servio Tulio, segundo de sus hermanos Julio César y Blanca Ligia, quedó marcado cuando se negó a firmar la autorización de salida de divisas ordenada por Trujillo, alegando que había otras personas por encima de su posición. También se dice que  declaró a periodistas puertorriqueños detalles relacionados con 30 millones de dólares que  supuestamente había traído desde Cuba Fulgencio Batista y Trujillo se había quedado con ellos pues no reposaban en las arcas del Estado.

Además comentaba a parientes y amigos cercanos, tras las expediciones de 1959, que la situación se había tornado insoportable. 

La noche del suceso, “como a las 11 llegó mi tío Julio César con Jariel Espaillat y me dijo: cámbiate para que te vayas con nosotros que hay un problema con tu papá”. Luego le comunicaron que habían recibido informes de que se lanzó al mar frente al hotel Jaragua.

Encontró silencio absoluto en la casa de los abuelos. Todos se miraban conscientes de la mentira fabricada. Un fiscal  les llevó la cartera con documentos, un peso y un peine  presuntamente aparecidos en los arrecifes. Al otro día Julio César Castaños  salió por la costa a encontrar el cadáver y el capitán  le aconsejó abandonar la búsqueda “para que no haya un muerto sobre otro muerto. Mi tío entendió el mensaje

Después alguien deslizó una nota por debajo de la puerta: “Julio, te escribe un amigo, asílate con tu familia porque te van a matar a ti también. A tu hermano lo mató Trujillo”. Días después cayó asesinado en un fingido accidente el doctor Fernando Tavárez, amigo de Servio Tulio. Trujillo mandó a buscar a Julio César para darle el pésame por la pérdida de “ese muchacho tan joven, tan inteligente”.

Dicen que la noche del 11 de noviembre se fue la luz en la universidad y que lo mataron en un baño. Otra versión  es la de que lo sacaron en un Volkswagen, lo llevaron a La 40, lo torturaron y mataron luego lanzaron el cadáver en La Incineradora.

La familia fue acosada y vigilada hasta la muerte de Trujillo. Cuando recibió la noticia del “suicidio” de su hijo, don León reaccionó: “No, él no se suicidó, y esas fueron casi sus últimas palabras pues murió de tristeza al mes y 13 días. Se sentaba a la mesa sin hablar y no ingería alimentos. Falleció el 24 de diciembre de 1959 a las siete de la noche”.

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Héroes de Maimón

Angela Peña
Hoy.com
6 de junio, 2009

El expedicionario Frank Grullón se quitó las botas, el chaleco, una cadena de oro y 150 pesos y los obsequió a “Obispo y a un hermano de Marín”. Había sido descubierto por un niño que lo delató en la pulpería donde se enteró “Bulán Tineo” y al momento llegaron los guardias, le amarraron y enviaron a Puerto Plata donde lo recibió el capitán Renato Hungría. “Trasladado a Santo Domingo fue sometido a las vejaciones más criminales por Ramfis Trujillo y sus compinches, quienes le graparon las orejas, le aplicaron bastones eléctricos y otras torturas, antes de fusilarlo”. 

Larry Bivins anduvo solo, “con toda la guardia que comandaba el general Juan Tomás Díaz atrás. Detectado en la tierra de Cholo Santana, donde bajó a Los Caños de la gotera, en La Lagunita, fue acribillado en El Pozo de Casabito”. Lo habían llevado “amarrado de un palo y lo enterraron en El Corozo, frente a la casa de Plácido Brugal”. José Ruiz y sus hijos Lino y Cristóbal, que lo habían protegido, fueron llevados a la fortaleza de San Felipe y desde allí tirados al mar. A Luz, su sobrina, la tenían desnuda en una solitaria, al declarar que había quedado embarazada de un barbudo”: Larry.

Rosita, fruto de su vientre, nació, pero a los seis meses la mujer la llevó al hospital “Angelita” por una gastroenteritis y al día siguiente la desaparecieron. “Le dijeron que había muerto y la enterraron, no se la dejaron ver ni le entregaron el cadáver”.

Moisés Rubén Agosto Concepción, después “de ser engañado y llevado a la muerte  por el campesino Juanito Reynoso, en el cruce de Pescado Bobo,  pidió que le aflojaran las amarraduras de las muñecas para sacarse algo de un bolsillo de los pantalones:  fotos de dos niños y una señora. Dijo: “Son mis hijos y mi madre, por si no los vuelvo a ver… Calmadamente preguntó a sus captores: ¿Ustedes creen que me maten?…”.

Revela Modesto Rodríguez que ya en Río Grande, el nefasto alcalde Carlos Rivas lo colocó frente a un negocio del puertorriqueño Arsenio García y lo mataron a tiros, ocasionándole convulsiones en las que vomitaba unos mangos que se había comido. A todo esto se agrega “la acción criminal del entonces anciano Félix Coca, que en estas circunstancias introdujo un cuchillo al cadáver del mártir, caso que se recuerda con asco”.

Al cubano Mario Muñoz lo apresaron con las municiones agotadas después de un fuerte asedio en Las Guamas. En el destacamento de Río Grande lo exhibieron en una esquina donde, amarrado, se mantenía parado, mirando para todos lados, en silencio y en pantaloncillos. Trujillistas y oportunistas que querían adquirir privilegios comenzaron a abusar de él, halándole los cabellos, diciéndole mujercita. Le hicieron de todo…”. 

El lienzo del  torniquete

Un revolucionario agradecido, al que “un tal Guayubín le cortó parte de las mejillas para arrancarle las piezas de oro de los dientes”, dejó grabada por siempre su gratitud en un mantel del humilde bohío donde desayunó: “Gracias, que Dios los ayude”. Los dueños de la casa identificaron el cadáver por un trozo del vestido de una sobrina que había tomado para hacerse un torniquete que todavía tenía amarrado en el brazo herido”.

José Ramón Enrique Cordero Michel, que se entrenó y vino al combate siendo asmático y teniendo los pies planos, antes de haber sido sorprendido y agarrado prisionero a orillas del río escuchó a un niño gritando, “salió de las espesuras y dijo a la madre: “No se asuste, déjeme cargar a su niño, que yo dejé a uno así antes de venir para acá, mientras se les salían las lágrimas… La madre dejó que lo cargara”.

Reportado a la guardia “y ya amarrado, fue abofeteado por un cabo, siendo llevado a San Isidro y lanzado sobre la pista por orden del mayor Tavito Balcácer, produciéndole una gran herida en la frente que aguantó estoicamente. Ya antes, Ramfis intentó escupirlo. Previo a fusilarlo le rajaron el vientre 

Augusto Eufemio (Buby) Dhose Jorge fue auxiliado por Juanito Cun “que le cambió las ropas por unas de él mientras Javiela, su mujer, le dio algo de beber que tuvo que tomar despacio porque se le había trancado la garganta” por falta de alimentos. Al momento llegaron los guardias con el general Juan Tomás Díaz a la cabeza, procurando uno, y aunque Juanito Cun les había dicho que no dijeran nada, tuvieron que delatarlo”.

La trágica y conmovedora historia del patriota Pedro Julián Bonilla Aybar es extensa. “Un día estaba dando un cordón de oro para que si lo mataban e iba algún familiar a saber de su destino se lo entregaran, y en otra ocasión quiso dar “una pistola bellísima” pero el campesino que lo trató,  Antonio Tejada, estuvo tan temeroso de que lo descubrieran “que no quiso coger nada de eso”. Bonilla fue de los últimos en caer, “combatiendo entre Altamira y Bajabonico, dicen que acompañado de tres más”.

Libro estremecedor

Estos y otros estremecedores relatos están contenidos en el libro “Maimón 1959. Cincuenta años después hablan los campesinos”, inédito, obra de Guaroa Ubiñas Renville. Es el primer homenaje escrito dedicado exclusivamente a los héroes de Maimón que arribaron el 20 de Junio de 1959, en la lancha “Carmen Elsa”. No quedaron sobrevivientes.

El médico se internó durante meses en las ensenadas y la playa y entrevistó agricultores, alcaldes pedáneos, maestros rurales y campesinos que conocieron, ocultaron, traicionaron o entregaron a los valientes antitrujillistas. De cada miembro de la llamada “Raza Inmortal” cuenta la historia de sus pasos, estrategias, estilo de pelear, profesiones, hasta llegar a sus dramáticos e inhumanos finales. 

Se aprecia que los ejércitos trujillistas no sólo asesinaron con crueldad a los denominados “invasores” sino también a sus protectores. En los incesantes tiroteos también cayeron familias inocentes. 

Ubiñas publica, además, extraños casos de misterio que aún se viven y sienten en aquel lugar donde la conciencia remordió a delatores que, años después, terminaron suicidándose, aguijoneados por la carga que les producían sus denuncias.El que buscó a los guardias que mataron a dos de los cuatro expedicionarios en la casa de Mercedes Cabrera, en el sitio de El Cojo, murió ahorcado. A una niñita que se divertía jugando sobre donde enterraron los cadáveres, se le rompieron las piernitas”.
El libro, que no oculta nombres de criminales, villanos y samaritanos, será publicado por la Academia Dominicana de la Historia.

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Nota: Es importante señalar que el General Juan Tomás Díaz se opuso a la forma en que los jóvenes expedicionarios sobrevivientes (la mayoría) fueron maltratados y, además, trató de evitar que los sobrevivientes que estuvieron bajo su control fuesen enviados a Ciudad Trujillo porque sabía que en La 40, El 9 o en la base de San Isidro serían vilmente torturados y luego eliminados. Sin embargo, contra su voluntad, lo obligaron a que los enviara a la capital donde, efectivamente fueron torturados y eliminados, excepto 6 sobrevivientes de las mazmorras. Señala el historiador Euclides Gutierrez que el Gral. Díaz "fue relevado del mando acusado por oficiales y políticos trujillistas de tratar con indulgencia y amabilidad a los expedicionarios prisioneros."


 
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Alberto Abreu Morel 
Asesinado frente a hijos y esposa cuando buscaba asilo 

(Su esposa e hijos también fueron heridos)

Escrito por: Ángela Peña
Hoy.com.do

Fue un homicidio brutal, quizá de los más salvajes de la dictadura de Trujillo. Un padre asesinado frente a sus cuatro hijos pequeños y a su esposa, heridos el trágico 7 de julio de 1960 cuando se asilaron en la embajada de Brasil tras años de vigilancia y persecución del régimen por su labor de oposición y denuncia en una organización secreta que logró penetrar el tenebroso Servicio de Inteligencia Militar.

Alberto Conrado Abreu Morel es tan desconocido como el funesto caso, aunque un instituto evangélico de Santo Domingo lleva su nombre, pues pertenecía a la Iglesia Metodista Libre.

Iba detrás de mi hermano Héctor y vi que lo sacaban del recinto a punta de pistola sobre su sien. Al salir vi a mi hermano Alberto tirado en la calle con dos agujeros de bala en el estómago. Al pisar la acera miré hacia la derecha y ahí me impactó la horrible imagen de mi papá que nunca se borrará de mi mente. Le habían disparado en la cabeza y su rostro estaba deformado. Todavía respiraba por la boca llena de sangre pero no sabía si estaba consciente. Sabía que respiraba porque la sangre le hacía burbujas en la boca. Yacía en la sotana de religioso con los brazos abiertos… Todavía el crucifijo le colgaba en el pecho”. 

Eva Abreu Piña contaba 11 años cuando ocurrieron los hechos, muy frescos en su recuerdo. Con su experiencia, el testimonio de los mayores y consultas en los periódicos extranjeros de la época ha construido ese pasaje atroz que ha marcado la vida de esta sufrida familia.

Al atropello siguió el terror del hospital al que fueron conducidos los sobrevivientes, de la cárcel de La 40 donde no se sabe con qué intenciones llevaron a Eva y a su hermano Héctor, los únicos ilesos, y después el futuro en un país extraño, con un idioma distinto al nativo.

Luz María Piña de Abreu, su madre, todavía tiene la cicatriz del balazo que recibió en la muñeca; Ricardo la del que le propinaron en la cabeza y Alberto las dos del tiro en el estómago. Héctor se volvió esquizofrénico y murió en forma trágica después de años de sufrimientos para él y los suyos. Alberto “sufre demencia”. 

Con ellos se asiló Eugenio “Ligó” Cabral, amigo de Alberto Conrado. Herido, comenzó a tener convulsiones y cayó de la cama por el efecto de una inyección sospechosa. Otra inyección de emergencia, quizá un antídoto, le salvó la vida y alertó a la embajada de Brasil, que colgó banderas brasileñas en las puertas de las habitaciones.

“Mientras los heridos se recuperaban, la embajada y el Gobierno de Brasil estuvieron muy activos negociando y tramitando el salvoconducto para que pudiéramos salir del país”. El diplomático visitaba a los niños que después de La 40 y una larga detención en un destacamento policial fueron entregados a su abuela materna. En el hospital aconsejaba a Luz María no desesperarse porque estaba bajo su protección.

Eva agradece al embajador Jaime de Barros “por salvar a nuestra familia y sacarnos de República Dominicana sanos y salvos, así como al hospitalario pueblo brasileño que nos dio su calor y apoyo mientras vivimos exiliados”.

“Los decenarios”.  Alberto Conrado Abreu Morel nació el 17 de marzo de 1912 en San Francisco de Macorís y a partir de un año lo llevaron a Santiago, donde vivió hasta que se hizo adulto. Era hijo del general Elías Abreu y de Josefa Morel. Josefa enfermó de tuberculosis  y las hermanas Eva y Nellie Whiffen, esta última enfermera, le prestaban auxilio médico.
Un día en que el militar andaba en “alzada” revolucionaria por el monte las misioneras la encontraron muerta, rodeada de sus ocho niños, la mayor con Alberto de nueve meses en brazos. Eva y Nellie se llevaron a los pequeños a la Misión hasta que el padre regresó, excepto al menor, que estaba enfermo. Lo adoptaron y educaron.

“Los años de mi padre en esa Misión Libre Metodista probablemente fueron los más felices de su vida”, refiere Eva describiendo el ambiente en que creció su progenitor, que ya grande “fue cristiano a conciencia, en su práctica diaria y sus creencias”. Conoció a Luz María cuando esta pasaba cerca de la Iglesia Evangélica Dominicana de Santo Domingo, de la que él era miembro activo. Ella se convirtió, casaron y vivieron en Santiago donde él era profesor de matemáticas e inglés en el Instituto Libre Metodista. Había estudiado contabilidad y cuando se mudaron a Puerto Plata, donde nació Eva, trabajó en las oficinas de la Chocolatera Sánchez. También en el Central Romana y fue gerente de “Squib” en la Capital. A veces colocaba anuncios ofreciendo sus servicios como perito contador y traductor “y desafortunadamente varias veces lo llamaron de la Presidencia”, expresa Eva. También sirvió a Guido D’Alessandro y fue auditor del hotel “El Embajador”. 

Se dice que empezó a tener problemas con el régimen cuando trabajaba para el Gobierno y reportó irregularidades. Comenzó a hacer resistencia clandestina. Colocaba afiches de denuncia en restaurantes, oficinas, parques

Héctor, de 14 años, era su ayudante.  Fundó la organización “Los decenarios” que constaba de células como protección por si alguno era arrestado. Al cabo de un tiempo, la dictadura lo tenía en la mira.

El asilo

Escogió la embajada de Brasil pensando que el régimen no se atrevería a violarla. Situada en la avenida Máximo Gómez, no era aislada. Preparó a sus hijos, incluida Eva, la menor, sobre el paso que darían. Junto a Cabral los recogió en una esquina acordada. Se detuvieron en un lugar donde los dos hombres y el mayor de los hijos se colocaron sotanas color crema y crucifijos sobre la ropa para aparentar ser sacerdotes que protegían a una viuda y su prole en busca de asilo.

Como a las 9:30 de la mañana llegaron. Cabral aceleró la marcha y viró rápidamente hasta penetrar. Al notarlo, un espía parado en la esquina corrió hacia ellos, sacó una pistola, disparó y gritó: “¡Alto!”. “Empecé a oír voces de hombres alrededor del carro. Alguien golpeaba los vidrios tratando de romperlos…”. Lograron abrir las puertas y ordenaron: “¡Salgan todos!”. Eva recuerda que vio a Cabral con un balazo en el estómago

Los agentes les obligaron a salir de la embajada desde cuyas ventanas el personal observaba horrorizado.

Numerosos calieses empujaban a Luz María para que no se acercara al esposo moribundo. Un esbirro la haló con un bastón y la golpeó en la cintura forzándola a arrodillarse. Gracias a que los funcionarios brasileños salieron a reclamar, no los ultimaron. “Nos obligaron a arrodillarnos al lado de mamá”, narra Eva que, como sus hermanos, gritaba de espanto.

Vi cómo recogieron el cuerpo de mi papá y lo tiraron como un saco en la parte trasera de un jeep militar”. Se asegura que llegó vivo al hospital, lo sentaron en una silla, amarrado, hasta que dejó de respirar.

El 4 de agosto de 1960, tras mucha resistencia de Trujillo,  lograron salir. “Gracias a nuestro caso la dictadura se vio después obligada a retirar a sus agentes de las cercanías de las embajadas”, afirma Eva. Luz María volvió a residir en la República Dominicanma y luego se fue a Nueva York. Algunos de sus hijos han viajado al país. Hoy viven en Estados Unidos.

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También pueden ver más detalles sobre este caso y muchos otros casos de agresiones a las embajadas en RD, con fotos y recortes de periódicos en: http://undiadejulio.blogspot.com

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Los lectores pueden descargar el siguiente documento completo del Justice Department de EUA, en el siguiente link:

https://www.justice.gov/sites/default/files/eoir/legacy/2012/08/27/1316.pdf
 
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Declaraciones del esbirro del SIM, Cándido Torres, ante una corte de migración en EUA (1964)

Extracto (pág. 436):

El acusado testificó que el SIM fue creado para la seguridad personal de Trujillo y para investigar y castigar a aquellos que se oponían a la dictadura. Dijo que las tal llamadas “investigaciones represivas” incluían torturas físicas aplicadas por un cuerpo especial de oficiales.”

El acusado admite que durante su desempeño como jefe de SIM, unos 50 ó 60 presos políticos fueron ejecutados. Niega toda responsabilidad directa por tales actos afirmando que él sólo transmitía órdenes directas del propio Trujillo o de Johnny Abbes García, uno de los lugartenientes de confianza de Trujillo.”

Dijo que si él se hubiera rehusado a transmitir las órdenes a las personas que las ejecutaban, a él mismo lo hubieran matado. También dijo que él no hubiera podido rechazar el cargo de Jefe del SIM cuando se lo ofrecieron.”

Nota: Cándido Torres-Tejeda hizo estas declaraciones (pág. 436) ante una corte de migración de Estados Unidos durante un proceso realizado entre julio y octubre de 1962. La corte finalmente decidió sobre el caso en 1964. Cándido Torres fue jefe interino del SIM de Ciudad Trujillo por sólo 7-8 meses y noten que él admite que bajo su mando mataron a unos 50-60 presos políticos... esos son los asesinatos que él estaba dispuesto a admitir. No olvidemos que los criminales normalmente minimizan sus fechorías ante los tribunales y la prensa. Por cierto, Cándido Torres también fue uno de los asesinos de las hermanas Mirabal. 
 
Nota: Cándido fue jefe interino del SIM por 6-7 meses en 1960.

Ver documento de la corte norteamericano en los siguientes enlaces:

https://www.justice.gov/sites/default/files/eoir/legacy/2012/08/27/1316.pdf
 
https://casetext.com/admin-law/in-the-matter-of-torres-tejeda
 
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Victor Rafael Estrella Liz

Profesor, estudió medicina en la USD

Lo mataron el 12 de septiembre. Según dijeron, un carro Mercedes Benz propiedad de Ramfis Trujillo transportaba a un tal Cholo Villeta que disparó a la multitud con ametralladoras. Víctor Rafael preguntó qué pasaba, no se tiró al suelo ni salió huyendo, dio el frente, y ahí lo eliminaron. El cadáver estaba lleno de orificios”, confiesa la viuda, también maestra, graduada en contabilidad y diplomacia.

En realidad, las versiones periodísticas señalaban en principio a César Rodríguez Villeta, pero al condenar a los responsables, cuatro meses después, aparecieron otros nombres. Ciertamente, al día siguiente de la desgracia se dijo que “los hechos principiaron cuando Nieves Luisa Trujillo, dentro de un carro azul, acompañada de otra mujer desconocida, fue abucheada por la multitud respondiendo la mencionada a la burla con gestos provocativos y groseros insultos. El pueblo, enardecido, empezó a gritar ¡Libertad! y otras consignas democráticas. Entonces, un carro Mercedes Benz color vino, conducido por Cheo Pérez y llevando en su interior a César Rodríguez Villeta, se detuvo frente a la multitud descendiendo de él sus ocupantes”.

Leer el resto del artículo publicado el 2007 en Hoy.com: http://hoy.com.do/victor-rafael-estrella-lizmeritorio-profesor-asesinadopor-agentes-trujillistas-en-el-ano-1961/
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LAS SIGUIENTES ENTRADAS Y LOS SIGUIENTES CASOS SE REFIEREN A LAS VICTIMAS DE LAS REPRESALIAS POR EL AJUSTICIAMIENTO DE TRUJILLO





La eliminación física de la Bestia es bien vista por Dios si con ella se libera a un pueblo.”  

(Suma Teológica,Parte II, Santo Tomás de Aquino) 

"Si yo fuera dominicano, que gracias a Dios no lo soy, estaría en favor de la destrucción de Trujillo como el primer paso necesario para la salvación de mi país y, de hecho, lo consideraría como mi deber cristiano. Si recuerdan a Drácula, recordarán que fue necesario meterle una estaca en el corazón para evitar que continuara con sus crímenes.”

Extracto de una carta escrita por Henry Dearborn en octubre de 1960 a sus superiores del Departamento de Estado. Henry Dearborn fue Embajador y Cónsul General de EUA en RD. Al romper Estados Unidos relaciones diplomáticas con el régimen y al tener que salir el personal de la CIA del pais, Dearborn asumió las funciones de agente de facto de la CIA mientras era Cónsul.


DIECIOCHO CONJURADOS ASESINADOS A RAÍZ DEL AJUSTICIAMIENTO DE TRUJILLO, EL 30 DE MAYO, 1961

(Más tres presos comunes asesinados para usar sus cadáveres como pantalla)

Con la excepción de tres que cayeron en enfrentamiento desigual en la calle (Amado García Guerrero, Juan Tomás Díaz y Antonio de la Maza) y uno que se suicidó, todos fueron vilmente torturados en los centros de tortura antes de ser eliminados. Estos asesinatos ocurrieron después del 30 de mayo hasta el 18 de noviembre.

Como casi todos conocemos las historias de la forma en que estos héroes fueron torturados y asesinados y como en la red hay gran cantidad de artículos sobre los héroes de la Gesta del 30 de Mayo, nos limitamos a rendirles un simple homenaje nombrándolos en silencio.

DIECIOCHO CONJURADOS ASESINADOS A RAÍZ DEL AJUSTICIAMIENTO DE TRUJILLO, EL 30 DE MAYO, 1961
Modesto Díaz
Juan Tomás Díaz
Miguel Ángel Báez Díaz
Amado García Guerrero
Salvador Estrella Sadhalá
Pedro Livio Cedeño
Huáscar Tejeda
Roberto Pastoriza
Luis Manuel Cáceres Michel
Antonio García Vásquez
Severo Cabral
Antonio de la Maza
Bolívar de la Maza
Mario de la Maza
Ernesto de la Maza
Pablo de la Maza
Augusto Sanchez Sanlley
Segundo Imbert Barrera                                          
Seis de los conjurados fueron transferidos a la Hacienda María donde fueron fusilados después de ser vejados por Ramfis, José León Estévez y otros. Este múltiple asesinato de los seis conjurados, ya muy conocido por todos, fue corroborado recientemente al encontrar el expediente de la extradición que el gobierno había dictado en 1962.

Parte del plan fríamente calculado por Ramfis para ejecutar este múltiple asesinato horas antes de partir en el yate Angelita, fue el asesinato por disparos en las espaldas de tres delincuentes a quienes vistieron de policía y pusieron en el autobús en que habían transportado a los seis conjurados. Estrellaron el autobús con los tres cadáveres contra un árbol para que sirviera como evidencia de la "fuga" y desaparición de los seis conjurados. Declaraciones posteriores de militares que estuvieron presentes durante los hechos del 18 de noviembre niegan totalmente la versión que Ramfis fabricó para encubrir la masacre a sangre fría. Además, recientes documentos confirman la versión de los testigos (ver artículo más abajo: Documentos prueban asesinato...).

En una entrevista, el politico, senador y lider antitrujillista, el doctor Mario Read Vittini, contó lo que le dijo una vez en privado Modesto Diaz: "Yo contribuí a crear este monstruo y tengo que contribuir a destruirlo". Ver articulo de José Pimentel Muñoz en Hoy.com: Resulta imposible descartar la figura de Rafael Trujillo.

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EXTRACTO

(Aparte de los 18 conjurados ejecutados)

EJECUTAN A 14 MILITARES DE PUPO ROMAN POR SER SUS SUBALTERNOS
Declaraciones de José René Román García, hijo de Pupo Román, Secretario de las Fuerzas Armadas. 

Pupo Román fue detenido como sospechoso de ser parte del complot que eliminó a Trujillo y fue horrendamente torturado, especialmente por Ramfis Trujillo en persona, antes de matarlo. Ramfis Trujillo también supervisó todo lo concerniente a la venganza de los conjurados y la ejecución de los oficiales subalternos.

A sus dos hijos, José René Román y a su hermano, también los detuvieron por varios meses pero no los ejecutaron como a los demás oficiales, obviamente porque eran hijos de una sobrina de Trujillo.
A continuación el extracto del artículo:
Señala, que en la celda donde encerraron a su padre, había dos camas, sacaron una y dejaron solamente la de él. Ahí se lavó la cara. “Por una hendija que tenía la cárcel yo lo observaba, él no me veía a mí. Luego salió de nuevo caminando hacia la Jefatura. Fue la última vez que lo vi, no volví a verlo más.

"Como a las cinco de la mañana fueron a buscarme y yo pensé, bueno ahora nos toca a nosotros. Pero vi con tranquilidad que quien venía a buscarnos era el capitán Virgilio García hijo, primo mío, hijo del general Virgilio García Trujillo, y éste nos conduce a la Fortaleza Ozama.
"De la Fortaleza Ozama, nos trasladan al otro día  al campamento 18 de Diciembre, donde estaba la jefatura del Ejército que comandaba el general Tunti Sánchez. Ahí me quitan las insignias, nos acusan de traidor y ordena que nos envíen a la Torre del Homenaje “hasta que pensemos cuándo lo vamos a fusilar”, narra el ex teniente Román García.
“En la Torre del Homenaje es que me doy cuenta que todos los oficiales que estamos ahí, estábamos comprometidos con papá, habíamos 16 ó 17 oficiales presos, excepto uno que murió esa noche y que lo habían llevado herido desde Constanza, pero no sabíamos, ni supimos después quién era”, explica José René.
De esos 17 oficiales y alistados, hoy solamente tres quedamos vivos, porque después de tener un período de tiempo estando presos en la Torre del Homenaje, todas las noches sacaban uno y lo fusilaban”, añade.
Uno de esos oficiales, fue el escolta de Pupo Román, el teniente del Ejército Nacional, José Manuel Núñez y Núñez y sus dos hijos muy jovenes, los sargentos del Ejército Nacional Wenceslao y Jorge Taveras, fusilados junto a los demás oficiales que de una forma u otra estaban relacionados con el entonces Secretario de las Fuerzas Armadas (Guerra y Marina) y familiar de Trujillo por estar casado con una sobrina del dictador.
“Meses más tarde, nos sacaron de la Torre del Homenaje y nos entregaron a nuestra abuela materna, Marina Trujillo Molina, bajo arresto domiciliario, con la advertencia de Ramfis de que si salíamos de ahí, nos fusilaban”, relata Román García.
Agrega, que por la mediación de un familiar muy cercano, Petán Trujillo, que estaba distanciado de Ramfis, a petición de mi abuelo, nos consigue  pasaportes y nos manda al consulado de Estados Unidos donde nos dan visa a mí, a mi hermano Alvaro, a mi cuñado Papito, mi esposa y mi hija y mi hermana Lucía.
Pueden leer el articulo completo en www.soldominicano.com:

El articulo se titula: La venganza de Ramfis Trujillo con los tiranicidas del 30 de mayo

Escrito por Víctor Manzueta Espaillat, periodista
20 de Febrero, 2012
Documentos prueban asesinato de ejecutores de Trujillo de Jesús Sanchis (EFE), www.diariolibre.com.do. (Ver artículo más abajo)

Además de los 14 militares ejecutados, varios investigadores señalan que también mataron a los guardianes de las fincas de Pupo Román (ver, entre otros, Trujillo, el final de una tiranía de José Rafael Vargas, pág. 25)
NOTA:

Victor Martinez Díaz lleva décadas tratando de averiguar con los funcionarios del gobierno, las Fuerzas Armadas y los periodistas dónde enterraron los cuerpos de su padre, el teniente E.N. José Manuel Núñez y Núñez, y de sus dos medio hermanos, los sargentos E.N. Wenceslao Taveras "Martin" y Jorge Taveras. Los tres eran militares bajo el mando directo del Jefe de las FFAA, José René “Pupo” Román. Nadie le ha dado respuesta excepto uno de los jefes militares regionales quien le contestó una carta diciéndole que lo más probable es que sus cuerpos fueron tirados al mar porque era lo que generalmente hacían, no los enterraban para no dejar evidencia en futuras investigaciones.. Estos tres militares estuvieron entre los que fueron fusilados por órdenes de Ramfis Trujillo después de la detención del general José “Pupo” Román simplemente por estar bajo el mando de éste.   

Entre los 14 subalternos de Pupo Román, también hemos podido identificar al teniente Luis Garcia Riverón, el teniente Mercedes, el teniente Rubiera (guardaespalda de Pupo Román), el sargento García, chofer de Román, y a su hijo un cabo escribiente, el ex sargento de la policía apodado "Gallito", los 5 asesinados por órdenes de Ramfis. Algunos de estos 14 ejecutados, según versiones de testigos, fueron fusilados personalmente por Ramfis. Estos cinco más el teniente Nunez y sus dos hijos suman ocho. Quedan seis por identificar, lo que estamos investigando.

Hay que señalar que el fusilamiento de estos 14 militares simplemente por estar bajo el mando de Pupo Román, sospechoso entonces de ser uno de los conjurados del 30 de mayo, fue totalmente injustificado puesto que en un régimen tan peligroso, paranoico y tan controlado por los servicios de inteligencia, ningún alto oficial iba a correr el riesgo de revelar a sus subalternos sus planes de matar a Trujillo y dar un golpe de estado, especialmente a militares de tan bajo rango. Cometer semejante imprudencia en un país bajo semejante control y sistema de terror hubiera sido suicida porque aún cuando un sargento leal no tuviera la intención de delatarlo, la posibilidad de que se descuidara y compartiera la información con familiares o amigos era un riesgo que jamás se podría permitir, especialmente cuando las consecuencias de ser descubierto eran no solo la muerte segura sino tambien días, semanas o meses de torturas. Además, no faltaba alguien quien, por lealtad al Jefe o por oportunismo, estuviera dispuesto a delatarlo. Pupo Román sabía demasiado bien lo que hubieran hecho con él (y lo que efectivamente hicieron) como para permitirse semejante descuido. Aparentemente, solo le dio indicios de que algo grande iba a pasar al teniente José Manuel Núñez, su mano derecha y hombre de total confianza.  

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RESUMEN

UN BAÑO DE SANGRE TRAS EL TIRANICIDIO

Más de 70 asesinados

UN TOTAL DE 70 PERSONAS, POR LO MENOS, FUERON ASESINADAS Y DOS 
MÁS SE SUICIDARON COMO CONSECUENCIA DEL AJUSTICIAMIENTO DE TRUJILLO:

18  conjurados ejecutados (ver arriba)
14  militares bajo el mando de Pupo Román ejecutados (por lo menos 14; ver arriba)
20  presos politicos asesinados por Radhamés Trujillo (por lo menos 20; ver CRIMENES I)
  1  José René Román Fernández (Pupo), despiadamente torturado y ejecutado
  3  presos comunes por orden de Ramfis para simular policias asesinados (ver abajo)
  2  suicidios cuando el SIM los fue a buscar para llevarlos a prisión (ver a continuación)
  1  Miguel A. Baez Perelló, hijo de Miguel A. Báez Díaz torturado y asesinado (ver    
      TORTURAS)
  1  Tomasito Díaz Astasio, torturado y asesinado (hijo de Juan Tomás Díaz)
  1  Lucas Díaz (Luquita), sobrino de Modesto Díaz, muere de las torturas (ver más abajo)
  1  Segundo Imbert Barrera, hermano del conjurado sobreviviente Antonio Imbert Barrera
  1  hermano de Salvador Estrella Sahdalá se ahorcó o ahorcado en la cárcel (ver abajo)
  2  choferes, el de Pedro Livio Cedeño y el de Ernesto de la Maza (ver más abajo)
  2  desconocidos, fueron confundidos con Ubencio Solano, chofer de J. Tomás Díaz
  1  Virgilio Peña Tejada, asesinado por ser el barbero y jardinero de Juan Tomás Díaz 
  1  ama de llaves de uno de los conjurados por no delatar el complot a tiempo (ver abajo)
  1  oficial del SIM por no interrogar a la ama de llaves en las oficinas del SIM (ver abajo)
  1  teniente por no avisar que el carro del Jefe no pasó por el puesto de vigilancia. 
      en la autopista como se esperaba (ver más abajo).
  1  Enerio Modesto Peña, un ex guardia desempleado a quien doña Chana le habían   
      dado alojamiento la noche antes del ajusticiamiento. Otro conjurado lo menciona con  
      el nombre de Modesto Enero Tavera. Fue eliminado por asociación (ver más abajo).
  
También fueron detenidos y desaparecidos un número indeterminado de empleados y amigos de Juan Tomás Díaz y de otros conjurados. A los 70 anteriores también se les suman los guardianes no militares que fueron asesinados en las fincas de Pupo Román. Si obtenemos los nombres de algunos de estos desaparecidos y asesinados, los incluiremos en esta sub-sección.

DETALLES:

Lucas Díaz (Luquita), sobrino de Modesto y Juan Tomás Díaz. Fue detenido pocos días después del ajusticiamiento por ser pariente de los conjurados. Como era agente del SIM, se sospechó que Lucas estaba informado del complot y que no lo delató. Él y su hermano (agente del SIM también) fueron torturados y después fueron liberados (no se sabe si con intenciones de desaparecerlos). Lucas y su hermano fueron a la casa de Lipe Collado (conocido autor y periodista) a que la madre de Lipe los curara (ella era enfermera) de las heridas. En una entrevista con Pedro de León para el AGN, Lipe Collado cuenta que Lucas tenía “chichones”, la sangre coagulada, etc. Uno o dos días después Lucas murió debido a las heridas. Al principio Lipe Collado menciona casualmente que los dos hermanos murieron, pero como no da detalle sobre el hermano, ni menciona su nombre, por ahora no incluremos al hermano de Lucas en la lista de los 70 eliminados por la dictadura. 

El 3 de junio, Ismael Estrella Núñez, medio hermano del conjurado Salvador Estrella Sahdalá, se ahorcó en la cárcel debido a las presiones sicológicas que sufrió de parte de los organismos de represión. Posteriormente, su hijo, Juan Reynoso Estrella, le relató al periodista Héctor Tineo, que la familia recibió la versión de que en realidad fue ahorcado en el Palacio de la Policía Nacional, donde era investigado en torno al complot contra Trujillo.

El chofer de Pedro Livio Cedeño, detenido en el patio de la Clinica Internacional donde su patrón se encontraba herido. Aunque él juraba que no sabía nada de lo que estaba pasando, lo obligaron a escribir una nota suicida, se la colocaron en un bolsillo del pantalón y lo ahorcaron en el patio de la misma clínica por órdenes de Johnny Abbes

Ubencio Solano Toledo "Mirito", chofer de Juan Tomás Díaz, después de manejar el carro que todavía llevaba el cadáver de Trujillo (sin que él lo supiera, pues “Mirito” no sabía nada del complot) y de manejar a algunos de los complotados de casa en casa, tuvo que esconderse él mismo en varios lugares y finalmente en una cueva. Él después supo que habían matado a dos personas en diferentes ocasiones porque los esbirros creyeron que eran él. 

El chofer de Ernesto de la Maza, Enerio Perez (Gumarra), fue detenido y torturado en La 40 junto a su patrón y asesinado el 1ro de junio. En su libro En las garras del terror, Tomás Báez Díaz menciona a un Modesto Enero Taveras (asociado con la familia Díaz) como uno de los detenidos y asesinados a raíz del complot, a quien él vio en la cárcel desnudo antes de ser ejecutado.

Otro de los conjurados que sobrevivió a las torturas, el español Miguel Angel Bissié, menciona en la pág. 137 de su libro El 30 de Mayo, en honor a la verdad, a un ex-guardia que fue a buscar trabajo en la casa de Juan Tomás Díaz esa misma noche del ajusticiamiento a quien doña Chana, mujer generosa y solidaria, le había dado albergue. Fue eliminado por simple asociación. Lamentablemente no menciona su nombre, pero bien podria ser el Modesto Enero Taveras que Tomás Báez Díaz vio en la cárcel desnudo antes de que lo ejecutaran, o bien podrían ser dos víctimas diferentes, por lo que el número de víctimas contadas ascendería a 71. Sin embargo, como no estamos seguros si se trata de dos personas diferentes, sólo incluiremos a uno de los dos en la lista de víctimas. 

Cuando obtengamos el número preciso y los nombres de los empleados y amigos asesinados, lo publicaremos en esta página. Estamos investigando esta información.

Cuando Trujillo viajaba de incógnito, sin escolta, sólo con su chofer, el SIM tenía varios “puestos” que reportaban sobre el trayecto del automovil, confirmando que el carro había pasado sin ningún problema. La noche del 30 de mayo, “el primer puesto no dio el aviso. De la Central esperaron algún tiempo. Después, lo llamaron, sin resultado. Alguna cosa debía haber sucedido. Más tarde, el encargado de ese puesto, un teniente dijo que, posiblemente, cuando el coche de Trujillo pasó, él se encontraba en el reservado. Esto le costó la vida.” (Ver revista Ahora!, Edición No. 1, 15 de enero, 1962, pág. 42).

Los tres presos comunes acribillados en el autobus con placa oficial 1530 por orden de Ramfis, quienes habían sido indultados e incorporados al ejército para “servicios especiales,” fueron Pedro Maria Romero Alcántara, Félix Calderón Castillo y José Fabriziano Cruz Guaba. Aparte de la confesión de uno de los ejecutores de estos tres ex presos, una de las inconsistencias garrafales de esta simulación fue señalada en el oficio de la investigación en el sentido de que el supuesto asalto del autobus por los 6 ajusticiadores fue próximo a las 10:00 de la noche cuando “habían salido antes de las 5:00 de la tarde del Palacio de Justicia “…o sea, 5 horas después de su partida cuando sólo se necesitan 30 minutos para realizar este viaje.

Este baño de sangre no incluye, naturalmente, a los que murieron en las calles durante las manifestaciones y enfrentamientos en los siguientes meses cuando el pueblo presionaba para que se fueran los Trujillos del pais. 

Más de la mitad de esas 70 personas que fueron asesinadas habían sido torturadas antes de ser eliminadas. Además, uno de los dos que se suicidaron también había sido torturado y el otro se suicidó precisamente para evitar las torturas antes de que lo mataran (ver abajo). El paroxismo demencial de los Trujillos quedó puesto de manifiesto hasta el final cuando Ramfis mandó a arrestar a todos los varones De la Maza mayores de 2 años. 

El que más de 70 personas pagaran con sus vidas como represalia por la muerte de un solo hombre (por demás traidor, corrupto, criminal y sexualmente perverso toda la vida), no conmovió en absoluto a los hijos y hermanos del tirano. Todo lo contrario: Radhamés no mató a más presos políticos el 31 de mayo en San Isidro porque lo detuvieron y le quitaron la ametralladora.

Con este baño de sangre de por lo menos 72 personas eliminadas terminó la dictadura más sanguinaria del continente americano hasta mediados del siglo XX.

Poco tiempo después de zarpar de la isla, Ramfis se arrepintió de su decisión de abandonar el poder (ver entre otros las Revelaciones... de César Saillant). Desde Europa empezó a coordinar estrategias con militares trujillistas en el país para regresar y retomar el poder con fuerza decisiva y con planes de hacer una limpieza de arriba abajo en todo el país con el fin de eliminar de una vez por todas cualquier resistencia, inclusive, hasta el ejército privado de Petán Trujillo si fuera necesario. Como algunos militares trujillistas clave sabían que dicho plan significaría necesariamente una persecución y represión de gran envergadura, es decir, un baño de sangre de cientos o miles de personas no visto desde la matanza de los haitianos, pero principalmente porque los americanos se oponian decididamente a su retorno, algunos traicionaron su lealtad trujillista, se le opusieron y decidieron apoyar el nuevo proyecto de apertura, fuera ésta real o superficial. En 1969 Ramfis todavia acariciaba ocasionalmente la idea de regresar al poder cuando murió a raíz de un accidente automovilístico. Para entonces, el país ya se encontraba bajo el yugo de un nuevo dictador: Joaquin Balaguer.

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EXTRACTO (Este extracto ha sido parafraseado en algunas partes para simplificarlo.)


PREFIRIÓ EL SUICIDIO ANTES QUE LAS TORTURAS 

En  su artículo Cacería por muerte de Trujillo, el periodista del Listín Diario Fernando Quiróz señala: 
 
“A pocas horas del ajusticiamiento del dictador Rafael Leonidas Trujillo la noche del 30 de mayo de 1961, hace 52 años, se desató casa por casa el arresto no sólo de la mayoría de los conjurados, sino de sus esposas, padres, hijos, hermanos, primos, amigos, trabajadores domésticos, choferes, profesores de hijos, sacerdote, médicos, barbero, entre otros, quienes fueron interrogados e incluidos en el voluminoso expediente de unas 1,000 páginas. Esa noche el país prácticamente no durmió por los aparatajes de las fuerzas de seguridad e inteligencia en las calles y los allanamientos en la noche y la madrugada; mientras el cadáver del dictador permanecía en el baúl del carro de Antonio de la Maza, uno los principales implicados en el complot".

Esa cacería continuó días después y el terror se intensificó durante semanas y meses.

Ramón H. Román Fernández, gerente de ventas de una empresa particular y hermano de Pupo Román (ver más abajo El martirio del General Román), fue detenido el 5 de junio, 1961 por ser parte de los conjurados para tumbar a Trujillo y fue puesto en libertad el 6 de junio. Lo tiraron deshecho frente a su casa con múltiples heridas, por las torturas. “Se le veían los huecos de las descargas eléctricas”, revela el hijo.

Por temor a perder sus propias vidas, como habia ocurrido con otros doctores, los médicos se negaron a auxiliarlo. Pocos dias antes, el Dr. Manuel Durán Barrera habia sido detenido horas después de haberle prestado primeros auxilios a tres de los ajusticiadores. El Dr. Durán Barrera fue apresado y sometido a horrendas torturas (ver sección TORTURAS). Sobrevivió milagrosamente. Finalmente, el doctor Delgado Billini, pariente de Ramón Román, curó las heridas de éste.

Ramón Román había dicho que si el SIM venía a buscarlo otra vez, prefería suicidarse. Efectivamente, el 15 de junio, cuando agentes del SIM se presentaron a su residencia de la Arzobispo Nouel, se disparó en la sien con una pistola calibre 32. Su esposa describiria años después el sangriento espectáculo en el dormitorio.

La familia Román Piñeiro quedó con apenas 28 pesos. La casa fue saqueada. “Perdimos todo, no sabíamos si nos levantábamos vivos”, expresa José Ramón. El suicidio de su padre dejó en él una carga tan grande de resentimiento que enfermó. Sanó cuando conoció el valor de perdonar. Su testimonio lo publicó en el libro: “La vida que nace del perdón”.

Desdicha llega a los Román Fernández
Ángela Peña
Hoy.com.do

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EL SUICIDIO DEL DR. ROBERT REID CABRAL

El Dr. Reid Cabral, médico pediatra, les dio refugio a los ajusticiadores de Trujillo,
Juan Tomás Díaz, Antonio de la Maza, Salvador Estrella Sadhala y Marcelino Vélez Santana. Era hermano de Donald Reid Cabral, quien figuraba en el grupo político del complot contra el tirano.

El doctor Reid había sido interrogado en un cuartel. Lo soltaron para que regresara a su casa a ordenar sus asuntos personales con la idea de que volverían a llevárselo para continuar con la investigación. Cuando agentes del SIM regresaron y rodearon su casa, el doctor Robert Reid Cabral se suicidó cortándose las venas del cuello para evitar el destino seguro que le esperaba (tortura y muerte) y para evitarle complicaciones a su familia. Se desangró antes de llegar a la Clínica Internacional. Hoy el principal hospital infantil lleva su nombre. Tenía apenas 31 años de edad.

Su sentido humanitario le había llevado a crear “La casa de la Providencia", la cual ofrecía servicios gratuitos a los sectores más desposeídos de la sociedad.

El Dr. Reid Cabral estaba muy familiarizado con las horrendas torturas a que eran sometidos los presos "políticos" puesto que había arriesgado su vida varias veces en 1960 cuando, escondido en el baúl de un carro, lo llevaban a la embajada argentina donde les prestaba atención médica a las decenas de asilados que estaban hacinados en la embajada de Argentina. Estos asilados se habían metido desesperados en la embajada después de salir de los centros de tortura cuando la dictadura los soltó (temporalmente) por presiones de la OEA y la comunidad internacional. Sabían que la costumbre era "desaparecer" a los presos políticos después de que los "liberaban". El embajador, el Dr. Enrique Escobar Cello, y su familia personalmente recogían al Dr. Reid Cabral de noche y ayudaban a curar las heridas. Según las declaraciones de la propia hija del embajador argentino, María Magdalena Escobar Cello, estas heridas consistían en quemaduras de cigarrillos, uñas arrancadas de raíz, genitales destruidos o lacerados por la picana eléctrica, hematomas, quemaduras en la piel con periódicos encendidos, electrocuciones en la silla eléctrica, etc.

La familia Escobar Cello les salvó la vida a decenas de jóvenes perseguidos por la dictadura, arriesgando sus propias vidas dándoles refugio en su residencia diplomática, al salir a buscar al médico de noche y al recoger de casa en casa ropa, dinero y cartas de los familiares de los asilados antes de que éstos partieran hacia la Argentina. La familia vivió hacinada con unos 50 asilados en su residencia y en la oficina. Hasta hoy, ni el gobierno ni el pueblo dominicano han tenido un gesto de agradecimiento hacia esta solidaria y valiente familia que hizo suya la lucha del pueblo dominicano por su libertad en los dias más oscuros de la represión.

Desde estas páginas, le extendemos nuestro humilde homenaje y nuestro profundo agradecimiento a la familia Escobar Cello por salvar todas esas vidas. 

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MEMORIAS DE UN MÉDICO DE LA BASE DE SAN ISIDRO, TESTIGO DE LAS TORTURAS


El director de ortopedia de la base de San Isidro, el Dr. Eliseo Rondón Sánchez, fue testigo de torturas físicas. A continuación reproducimos un par de párrafos de la reseña de sus memorias La aventura de vivir que mencionan la condición fisica de algunos de los conjurados del 30 de mayo ya detenidos:
  
A Huáscar [Tejeda] lo sacaron del asiento trasero de un vehículo “hecho un guiñapo, en ese cuerpo no había espacio que no estuviera lesionado. Sin compasión lo tiraron sobre la camilla y apenas se movió…”. el director del hospital ordenó a Rondón: “Atiéndelo, no quieren que se muera”.

Dice el autor de La aventura de vivir que “apenas se le veían los ojos, la mitad de las uñas descarnadas, las rodillas negras e inflamadas, tobillo, codo, muñecas, parecía que le habían pasado un rodillo por encima”. Los antiinflamatorios, antibióticos, sueros vitaminados y alimentos lo revitalizaron a los pocos días.

[Mas adelante]

Al general Pupo Román lo llevaron al hospital “reducido a la mitad. Aquel hombre de mirada fuerte y responsable, grueso, es ahora una porquería humana. Llegó bañado en sangre de pies a cabeza, pero salió erguido del carro a pesar de que la sangre le brotaba de ambas manos como manantial de montaña: se había cortado las arterias de ambas muñecas con un vidrio de un globo de bombillo tratando de quitarse la vida”. Rondón suturó sus heridas. Relata que a Román lo habían trasladado a los centros de torturas y sometido a las burlas y los traumas más terribles. Cuando los abogados de la base militar le preguntaron por qué había traicionado a Trujillo, éste según el autor, supuestamente respondió: “Trujillo era un asesino, ladrón. Yo solo no conspire, fue todo el pueblo dominicano y si hay que matarlo otra vez, coño, lo matamos de nuevo y ustedes son unos cobardes abusadores”.

Le detuvieron el discurso y salieron corriendo con él, llevándolo de nuevo al kilómetro 9 a donde lo metieron desnudo en un cuarto lleno de fogaraté. Cuando estaba a punto de despedazarse le dieron un jabón para que se bañara, con el que rompió el globo del bombillo”, refiere. Al poco tiempo le dieron de alta pero regresó al hospital otra vez bañado en sangre con varias heridas en la cabeza pues “se ponía en la celda a la mayor distancia posible de la pared y se lanzaba de cabeza contra ella. Esto lo hizo cinco o diez veces antes de que lo encontraran casi muerto. Esposado, con su mirada faraónica, me decía: “coño, sólo saben torturar a las personas indefensas, jamás se han enfrentado a nada y es mejor morir que seguir en esto”.

Ver artículo:

Un médico expone su versión sobre acontecimientos nacionales
30 octubre, 2004
Hoy.com.do
Angela Peña

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EXTRACTO

HILARIA ¿POR QUÉ PAGASTE LOS PLATOS ROTOS?

Para incluir una muestra del trato que recibieron los muchos empleados de los conjurados que fueron detenidos para ser interrogados, maltratados y algunos desaparecidos, reproducimos aquí el relato que hace el reconocido periodista Tony Piña sobre la detención, tortura y falsa acusación contra Hilaria Balbuena, humilde empleada doméstica de Juan Tomás Díaz. Silvio era el jardinero, quien también fue detenido y torturado. Franklin es el hijo de Juan Tomás Díaz. Ninguno de los tres sabía nada del complot ni de los sucesos trascendentales de esa noche. Otros empleados de otros conjurados fueron asesinados. Estamos investigando esos casos.

Lo siguiente es un extracto de un largo artículo que escribió Tony Piña sobre la noche del 30 de mayo, 1961 con base en la bibliografía al final (ver abajo) que incluye libros de los dos más cercanos colaboradores de Trujillo (Balaguer y Alvarez Pina) y sus propios conocimientos sobre los eventos.  

Artículo: Hilaria, ¿porque pagaste los platos rotos? 
Por Tony Piña
Diariodigitaldominicano.com

A continuación reproducimos la parte en que la guardia y agentes del SIM van a la casa de Juan Tomás Díaz a detenerlo la noche del 30 de mayo, 1961 y no lo encuentran:

“Ocho policías y cuatro hombres vestidos de civil, armados con ametralladoras, se dirigieron a la casa de Juan Tomás Díaz. -¿Dónde está Juan Tomás?, preguntó uno de los oficiales del grupo a Franklin. –“No sé nada, cuando yo regresé a la casa ni mamá ni papá se estaban”, respondió al tiempo que era esposado y abofeteado cuando a empujones era introducido a uno de los vehículos. 

Hilaria, pegada a la pared por un sujeto que le apunta con una metralleta, fue igualmente esposada y golpeada, y a empujones también metida a uno de los carros cepillos. Silvio salió con las manos arriba de su habitación, contigua al garaje, y cayó de bruces cuando recibió un culatazo en el estómago.

-Ay, Dios mío, aquí, vengan, aquí está el cadáver del Jefe-, gritó uno de los policías que revisaba el garaje y de un disparo había roto el cerradura del llavín del baúl del automóvil. En tropel llegaron los demás agentes a presenciar el suceso. Un coronel, radio en mano, llamó a la jefatura de la Policía Nacional y comunicó la noticia.

Militares y policías fueron desplazados a las inmediaciones de las residencias de los sospechosos y hacia lugares estratégicos de Santo Domingo, como en los puentes y en las afueras. 

El aparato represivo del SIM incursionó violentamente en las casas de los principales cabecillas del ajusticiamiento. Gazcue se convirtió en una zona militarizada.

Lejos de donde se movilizaba la represión del régimen, Hilaria Balbuena atravesaba por la prueba de su vida.

-“Sí, sí, ésos son; no me den más; ¡yo soy sólo la sirvienta…!”, decía entre gritos Hilaria, implorando que no le dieran más golpe, la primera vez que esa misma madrugada fue interrogada en la cárcel de La 40.

-Me desnudaron todo mi cuerpo, desgarrándome la ropa, me acostaron en una mesa de espaldas y luego me amarraron los pies y las manos.

¡Ay, qué momentos más terribles y dolorosos fueron para mía esos días! Nadie preguntaba por mí; no me daban comida, y, lo peor, mi familia nunca se imaginaba por el infierno que estaba viviendo…, y eso, luego me decía, que era lo mejor para evitar que ellos [su familia] sufrieran”. 

No pasaba una hora, cada vez que querían saber algún detalle de los Díaz, sin que Hilaria no fuera torturada, y cuando creyó, como le aseguró un policía, que después que la bajaran donde el fiscal del Distrito Nacional sus suplicios terminarían, cuán equivocada, porque esa tarde recibió una de las peores palizas.

¿Y cuándo fue la última vez que vio juntos a Chana y Juan Tomás?, le preguntaban y otra vez repetía: “Cuando salieron al cumpleaños de su hija, después de la cena; y yo me queden lavando los platos de la cena…”. Y otra vez otra bofetada.

A los tres días, cuando terminó el interrogatorio, Hilaria pidió a uno de los agentes que le permitiera leer el periódico que estaba encima del escritorio, y creyendo que se lo negarían, el policía, en cambio, se lo pasó; y ella, ya en su celda, viendo los titulares del tiranicidio y las fotos de Trujillo y las de quienes les mataron, leyó el réquiem que por el alma del tirano escribió en El Caribe Manuel Luna Vásquez: “Haz que suenen las célicas trompetas y se abran los divinos portales, para que entre a las mansiones celestiales, el Inmortal Padre de la Patria Nueva…”.

Haz que suenen las célicas trompetas y se abran…., ¿y quién, quién abriría los ‘divinos portales’ a esta infeliz mujer inocente y, sin embargo, cruelmente masacrada?

Vestida con la ropa de una reclusa, acusada de matar a puñaladas a su marido en el sector de Villas Agrícolas [acusación falsa], Hilaria fue presentada ante el juez de la sumaria, dos semanas después de su confinamiento.

Ahí volvió a ver Silvio, que trabajosamente podía sostenerse de pie, y a otras personas a las cuales no conocía. No pudo decirle nada, pese a que estaban juntos, pero ambos se decían las calamidades que habían pasado a través de sus miradas.

Y en ese momento la secretaria del tribunal les leyó la providencia calificativa que los enviaba a todos por ante un tribunal criminal…, y en lo que respecta a ella “encontrada culpable del delito de ocultación de criminales que acabaron con la vida del Ilustre Jefe y Generalísimo Rafael Leónidas Trujillo Molina, además de sustraer, para provecho propio, un maletín con una suma extraordinaria de dinero, el cual le fue entregado por Antonio de la Maza, muerto días después durante un enfrentamiento con los agentes al servicio del orden público…” (6).

BIBLIOGRAFÍA:


1)Memorias de Virgilio Alvarez Pina, presidente del Partido Dominicano y secretario de Interior y Policía durante períodos intercalados durante los 31 años de la dictadura trujillista.

2)Memorias de un Cortesano en la Corte, Joaquín Balaguer, presidente títere cuando el ajusticiamiento y luego cinco veces presidente constitucional de la República Dominicana (1966-68 y 1984-94).

3)La Trágica Aventura del Poder Personal, John B. Wassler.

4)Interrogatorio practicado a Hilaria Balbuena por el juez de Instrucción.

5)El complot que acabó con la vida de Trujillo, Víctor Grimaldi (Listín Diario, 29-5-1989).

6)Conclusiones de la providencia calificativa que envió a juicio de fondo a los acusados de matar a Trujillo.


Nota del autor: Algunas secuencias de los hechos fueron cruzadas con otros autores, a fin de procurar la versión que más se corresponda con la verdad histórica, la cual, sin embargo, no necesariamente es la verdad absoluta, tan contradictoria y difícil de establecer en cualquier circunstancia de la vida.

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RESUMEN

Una empleada asesinada por no contar y un oficial por no preguntar


Trujillo: el final de una tiranía
Lic. José Rafael Vargas
Editora Universitaria, UASD, 1985
Págs. 178-183

En las págs. 178-183 de este libro uno de los calieses del SIM rinde declaraciones de sus conversaciones el 28, 29 y 30 de mayo, 1961 con una ex amante suya que trabajaba como ama de llaves en la casa de uno de los conjurados. Ella había ido al SIM el 28 de mayo a delatar directamente ante Johnny Abbes el complot de que se había enterado al oír diversas conversaciones en la casa, pero Abbes no se encontraría en la ciudad por 2 días. Como ella quería obtener una jugosa recompensa de parte del más alto jefe del SIM o directamente del propio Jefe, se rehusó a compartir su secreto con un alto oficial que se encontraba en la sede central del SIM, a pesar de la insistencia del oficial de que le contara a el lo que tenía que declarar. La muchacha dijo que preferia esperar para hablar directamente con Abbes. Sin embargo, esa tarde compartió bastantes tragos con su viejo novio con quien se encontró por casualidad en el SIM ya que él era un agente y, bajo el efecto del acohol, le contó lo que sabía. Éste, nervioso y emocionado, porque también se interesó en una importante recompensa para si, no compartió la información con otros en el SIM al dia siguiente sino que quiso esperar hasta que regresara el máximo jefe de ese organismo para sacarle mayor provecho. Sin embargo, como los dos sabían cuando seria la fecha designada para el magnicidio, los hechos se les adelantaron y el 30 de mayo, el ajusticiamiento, para su sorpresa, se consumó demasiado pronto. Ahora, aún más nerviosa por miedo a quedar implicada en el complot,  la muchacha se fue a su casa en el interior del país a esperar a que se disipara la tensa situación en Ciudad Trujillo. Días después, el agente del SIM supo que encontraron a su ex-amante ahorcada en su casa. El cuerpo del oficial que no insistió lo suficiente con la joven para que declarara lo que sabia, fue encontrado dias después dentro de su carro en la Avenida George Washington, supuestamente accidentado fatalmente. El agente del SIM, ex amante de la joven, dice que no sabe cómo él quedó vivo, aunque no se descarta la posibilidad de que él fuera el delator de los dos (con las tergiversaciones necesarias para quedar él impune) cuando se dio cuenta de que ya no podía sacarle provecho al valioso secreto y que ahora su vida corria peligro por saber demasiado. 

A pesar de que este libro está cargado con datos concretos y documentos de la corte, al compartir estas declaraciones del agente del SIM (calié), el autor del libro (la primera edicion parece haber sido publicada mucho antes de 1985) opta por omitir el nombre del calié para proteger su identidad y evitar violentos ataques a su persona. Tampoco nos ofrece el nombre de las dos victimas, posiblemente para proteger a las familias de represalias de trujillistas por no contar a tiempo. Estamos investigando para ver si en el transcurso de los años esos nombres han sido revelados.

Mientras tanto, los lectores pueden descargar gratis en www.inabima.gob.do este interesante libro que contiene documentos de fiscales, declaraciones de testigos y otros escritos sobre los hechos del ajusticiamiento entre finales de mayo de 1961 hasta la salida de los Trujillos.

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Ramfis: tras la masacre, la fuga

Por José C. Novas
Historiador
Almomento.net


La historiografía no es clara en los detalles sobre la fuga del hijo mimado del dictador Trujillo, cuyo mandato su familia y amigos fueron privilegiados y acumularon una fortuna, de la que nunca se supo el monto, y de la que aun disfrutan los descendientes la condición de millonarios. Han transcurrido varias décadas y los trujillos siguen gastando sin control. Destacadas plumas nacionales y extranjeras atribuyen a Ramfis una falta de vocación política, otros lo califican un don Juan Tenorio, de lo primero tengo mis dudas, de lo segundo sobran las pruebas.

Hay quienes afirman que era torpe en cuestiones de cultura, cosa que no se corresponde el lenguaje de las cartas escritas por Ramfis o se toma en cuenta el valor intelectual de quienes fueron sus tutores en sus días de estudios. Los hechos a raíz muerte de su padre y la forma que Ramfis partió hacia el exilio, en algunos aspectos siguen cubiertos con una espesa nube, y aun persisten las dudas y las suspicacias sobre su fuga

Largo seria el relato si se trata de exponer la etapa turbulenta en que Ramfis asumió control de los cuerpos armados, o sea entre el 2 de Junio y el 18 de Noviembre de 1961 cuando se avandonó el país en forma secreta. Todo parece indicar que a su viaje le precedió un plan cuidadosamente orquestado, que se puso en marcha tras el regreso de sus tíos Petan y Negro Trujillo, que habían salido del territorio nacional mediante acuerdo del gobierno de Balaguer y la OEA, a fin de que se levantaran las sanciones impuestas al país en San José, Costa Rica.

Resulta sorprendente que el dia 14 de Noviembre de 1961 Ramfis le notifica al Presidente Balaguer su renuncia como Jefe de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, coincidiendo con el regreso de Negro y Petan Trujillo, que fueron forzados a salir del país  desde el 5 de Octubre. Otros miembros de la familia Trujillo ya habían partido, incluso la viuda María Martínez, que se fue en Agosto a Europa, y desde alli ejerccía presión para que Ramfis y el resto de la familia salieran del país.

Resulta dudoso que la cúpula del gobierno, los cuerpos militares y policiales ignoraban el plan de Ramfis, cuando para esos días fue destapada la sepultura donde estaban los restos del jefe y sacados de la iglesia de San Cristóbal; el periodista Bernard Diedrich afirma en su obra que cuando el sacerdote Mario Fernandez demando una explicación sobre lo ocurrido en su parroquia, el gobernador de la provincia y a las autoridades militares, le dijeron "que no se preocupara". Sacar el cadáver del pais era el deseo de la viuda de Trujillo, y para ello contaba con Ramfis y con el doctor Balaguer.

Al parecer, a ejecución del plan de Ramfis fue armado en varias fases, una de ellas fue desviar la atención de la opinión publica; la prensa anuncio que el 16 de Noviembre, el general  Ramfis y algunos de sus intimos se enfrentarían en un partido de polo en las cercanías del Hotel El Embajador, al encuentro asistirían Porfirio Rubirosa y Khalil Hache. Pero quizás el mayor montaje se hizo en torno a los prisioneros acusados de matar a Trujillo. Circuló la especie que el Presidente Balaguer le habría dicho a Ramfis "que le dejara el asunto de los conjurados resuelto", era una referencia a la masacre con la que se despidió Ramfis matándolos a tiros en una finca en el poblado de Nigua y con seguridad después dio la orden de que los lanzaran al mar desde un helicóptero, como era la costumbre, al lugar le llamaban "La Piscina".

En todo esto Ramfis no actuó sólo, al crimen se unieron otros, entre ellos el mayor Américo Dante Minervino, jefe de la cárcel La Victoria, el jefe la Policía Marcos A. Jorge Moreno, ambos dedicaron el dia 18 de Noviembre a despachar mensajes en un va y ven con el fiscal Fabio Rodriguez, para justificar los movimientos de los detenidos el dia 18 de Noviembre, antes de ejecutar la masacre que tuvo lugar en la Hacienda Maria de Nigua.

No se sabe con certeza los que estaban presentes durante la orgía de sangre, se ha especulado sobre ello, pero no se necesita ser genio para suponer quienes eran, ya que en aquellos días no se apartaban de Ramfis el coronel Luis José León Estevez, Fernando A. Sanchez hijo, Gilberto Sanchez Rubirosa, Cesar A. Saillant y el esbirro de la cárcel de Nueve, el mayor Octavio Balcárcer, esa gente con alta probabilidad fue la que junto a Ramfis accionaron los gatillos para cegar la vida de los conjurados del 30 de Mayo y con ello se colocaron por encima de la Ley. Al día siguiente, o sea el 19 de Noviembre, la prensa anuncia que los prisioneros escaparon, que habían despojado de sus armas los policías que los custodiaban y los agentes aparecieron muertos en una carretera en la ruta hacia La Victoria. Tres policías asignados a la custodia pagaron con sus vidas, en lo que aparenta fue parte del plan de Ramfis y sus malandrines, a esos infelices policías no les reconoce el sacrificio de sus vidas, que equivale casi al de los que conspiraron para matar a al dictador Trujillo en 1961. Pero hubo mas, al conocerse la noticia sobre la fuga de Ramfis, el jefe de la Aviación Militar en Santiago, íntimo de Ramfis, miembro de su Estado Mayor  y antiguo jefe del centro de torturas llamado "Carcel del Nueve", se pronuncio contra los Trujillos y ordenó un bombardeo a la pista aérea de San Isidro, quedando esta parcialmente destruida. Lo sorprendente es que no hubo una respuesta al ataque a pesar ese que era el recinto militar con mejores recursos y estaba dotado con un radar para detectar cualquier ofensiva aérea.

El Presidente Balaguer y el general Ramfis mantuvieron vínculos estrechos desde su regreso apresurado de Francia donde fue informado sobre la muerte del dictador, hasta la noche de su partida el 18 de Noviembre de 1961. Ell Dr. Balaguer en sus Memorias de un Cortesano de la Era de Trujillo, afirma que desconocía las intenciones de Ramfis respecto a los prisioneros acusados la muerte de su padre.

Resulta aun mas sospechoso, que al producirse la salida de Ramfis, el Presidente Balaguer designo Secretario de Estado de las Fuerzas Armadas al general Pedro Rafael Ramón Rodriguez Echavarría, quien hasta esos dias obedecia con absoluta lealtad a Ramfis, lo que da la impresión que el general Rodriguez Echavarría era parte del montaje, del cual Ramfis y Balaguer quizas eran los guionistas, aunque no se tratara del argumento para una película, pero si parte de la historia del pueblo dominicano.Ranfis Trujillo, con lentes, junto a sus padres, el dictador Trujillo y su esposa.*EL AUTOR de este artículo es comunicador e historiador. Reside en Nueva York.

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Documentos prueban asesinato de ejecutores de Trujillo
Ramfis y sus colaboradores mataron uno a uno a los conjurados

Por Jesús Sanchís-EFE
5 de diciembre, 2012
Diariolibre.com.do

Un expediente obtenido por investigadores dominicanos ha sacado a la luz el asesinato de seis de los hombres que intervinieron en el plan para matar al gobernante dominicano Rafael Trujillo (1930-1961), una historia conocida, pero de la que hasta ahora no se habían hallado pruebas documentales.

El expediente acredita que la ejecución de Trujillo, considerado uno de los más crueles dictadores de América Latina, fue vengada en noviembre de 1961 por su hijo Ramfis, quien, junto a varios colaboradores asesinó a tiros a los seis hombres, capturados por su participación en el plan para asesinar al jefe del Estado.

El Museo Memorial de la Resistencia Dominicana ha recuperado el expediente de extradición de Ramfis y sus colaboradores en la masacre y lo presentará hoy, en forma de libro, con el título "El crimen de la Hacienda María", que alude al lugar donde fueron asesinados los seis conjurados, quienes gozan de la consideración de héroes nacionales.

La extradición del grupo nunca llegó a solicitarse a España, donde se refugiaron los cuatro prófugos, pero el expediente tiene interés porque recoge los hechos, que culminaron el 18 de noviembre con el asesinato y posterior desaparición de Pedro Livio Cedeño, Salvador Estrella Sadhalá, Luis Manuel "Tunti" Cáceres, Modesto Díaz, Roberto Pastoriza y Huáscar Tejeda.

La solicitud de extradición se dirigió contra Ramfis; Gilberto Sánchez Rubirosa; Fernando Sánchez hijo y Luis José León Estévez, pero el expediente desapareció y hasta hace poco no ha sido posible su recuperación, gracias a la labor del museo, cuya directora, Luisa de Peña, destacó el valor de los documentos, que han sido registrados por la Unesco como "Memoria del Mundo".

"La verdad siempre sale a la luz. Siempre hay alguien que cuenta, alguien que sabe, siempre queda un rastro", declaró a EFE De Peña, quien subrayó el derecho de los familiares de las víctimas "a saber qué pasó".

La responsable del museo dijo que tras conocerse la intención de la institución de hacer público este expediente sus responsables han recibido presiones y amenazas de familiares de personas que aparecen en él.

Los documentos revelan que en aquella jornada de noviembre de 1961 Ramfis y sus colaboradores mataron uno a uno a los conjurados, a quienes previamente habían sacado de la cárcel con el pretexto de llevarlos a participar en una diligencia sobre la investigación de la ejecución de Trujillo.

El plan incluyó también el asesinato de tres delincuentes a quienes se vistió de policías y cuyos cadáveres fueron colocados en el autobús en el que fueron trasladados los seis héroes para simular que éstos los habían matado y habían huido, según cuenta en la introducción del libro el historiador Franklin Franco.
El investigador alude, además, al papel del entonces presidente Joaquín Balaguer, de quien dice que "dejaba al hijo del tirano hacer y deshacer y además, guardaba silencio".

Luisa de Peña añadió al respecto que Balaguer conocía los planes de Ramfis y aun así garantizó la vida de los detenidos 24 horas antes de su muerte y desaparición. "Si Ramfis fue autor material, Balaguer fue cómplice", dijo a Efe la museóloga.
Uno de los personajes que aparecen en el expediente es Dante Minervino, quien narra en su declaración, "con frialdad que espanta (...) los últimos momentos de vida de los mártires de la hacienda María", revela el historiador.

Para este investigador, el expediente, que contiene "pasajes verdaderamente terroríficos", es "una pieza clave donde se describe uno de los capítulos más angustiosos de la vida nacional" y se refleja "con toda claridad el ambiente de absoluto desenfreno vandálico" que reinaba en el país en esa época.

La Federación de Fundaciones Patrióticas, a la que pertenece el Museo Memorial de la Resistencia Dominicana, señala en el libro que el objetivo de su publicación es "fortalecer la conciencia histórica" de la nación sobre estos hechos, acerca de los que "se han construido versiones que confunden y rayan en lo fantasioso".

La recopilación de documentos, de 500 páginas, reproduce declaraciones, interrogatorios y testimonios, actas, oficios, mandamientos de prisión, fotografías y documentos personales de los extraditables, así como el auto en el que el juez Simón Bolívar Scheker solicita al Ministerio Público la extradición, nunca tramitada.

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El calvario del general Román
Por Victor Manzueta Espaillat
Periodista  
En su carta a Sánchez Cabral, el que fuera secretario particular de Ramfis Trujillo, y ex administrador del ingenio Boca Chica, César A. Saillant Valverde, narra de cómo se enteraban los que trabajaban en la Jefatura del Estado Mayor General Conjunto que operaba en la Base de San Isidro, tanto militares como el personal civil asimilado, de la suerte que corrieron algunos de los implicados en la trama del 30 de mayo.
 “De otro de aquellos desgraciados de quien ocasionalmente nos esterábamos, a través de las indiscreciones de Pirulo (coronel Gilberto Sánchez Rubirosa) y del coronel Balcácer, era del general Román (José René Román Fernández –Pupo). Siendo un miembro de las Fuerzas Armadas, escapaba, de acuerdo con las reglamentaciones de nuestro Código de Justicia Militar, a la acción de los tribunales ordinarios, lo que ofrecía a Ramfis la oportunidad de cebarse en él impunemente. A juzgar por las atrocidades que permitía, el odio que debía sentir hacia el general Román escapa a las fantasías de la imaginación. Son hechos que no deben olvidarse mientras la justicia no haya cumplido con su deber”, expresa Saillant.
Agrega: “Varias veces oí desde mi escritorio aquellos sádicos comentarios del eficiente discípulo de Abbes (se refiere a Jhonny Abbes García el sádico y temido jefe del Servicio de Inteligencia Militar durante la dictadura de Trujillo padre), Pirulo Sánchez Rubirosa: Papá -a todo el mundo le decía papá- si tú supieras lo que le hice ayer a ese hijo de la …. (haciendo referencia a Pupo Román), lo amarré desnudo en la cama y lo cubrí con gratey. Hoy tu lo ves y es una roncha entera, parece un camarón”.
 “Y otro día: -Papá, pero qué maldito tan duro ese. Ayer le saqué las planchas, les puse un alambre por dentro, se las puse otra vez  y le di corriente (electricidad). Brincaba como un chivo. Ya yo no sé qué inventar con él”.
 “¡Ya no sabía qué inventar con él! Aquellas declaraciones eran recibidas con burlas y sarcasmos. ¡Ya no sabía qué inventar con él! Me detengo un instante buscando una palabra con qué calificar aquel sadismo, aquella barbarie, y no la encuentro. Precisamente uno de los hechos que mantenían callado a aquel personal civil, honesto y limpio, era que las barbaridades que salían de las bocas de aquellos verdugos eran tan inauditas, tan increíbles, que era fácil para uno forjarse la ilusión de que mentían”.
Saillant prosigue su relato a Sánchez Cabral, que en ese tiempo, año de 1962, era el presidente del Comité Ejecutivo de la Junta Pro Glorificación de los Héroes del 30 de Mayo de 1961, y expresa:
 “Recuerdo bien el 30 de junio de 1961. Se celebró una misa por el alma de Trujillo, que desde hacía un mes justo asistía con la mayor regularidad al pase de lista en las solitarias del Infierno. Ramfis llegó temprano a la oficina, uniformado de gala pero con el rostro tan ceñudo, tan grave, que fácilmente se leía en él que lo dominaban ideas lúgubres. Salió (Ramfis) con los jefes de Estado Mayor que lo esperaban para asistir a la misa y luego a otro acto oficial, regresando cerca de las 10 de la mañana. No olvidaré  la expresión de su rostro (de Ramfis), cuando un oficial le abrió la puerta de su despacho –a Ramfis siempre había que abrirle las puertas; en la base éste era un deber de su ayudante militar, que era en ese entonces el coronel Juan Disla Abreu, pero cuando el ayudante militar no lo acompañaba, el honor, que todos se disputaban, recaía sobre uno de los oficiales de servicio). Sin quitarse el quepis se sentó ante su escritorio y permaneció unos instantes inmóvil, con la mirada perdida, como presa de sombríos pensamientos. De repente se levantó como impulsado por un resorte y se dirigió nuevamente a la puerta.
-¡Dile al coronel Sánchez Rubirosa que venga seguido!”, ordenó.
Salieron y regresaron una hora después. Al entrar se notaba más tranquilo, como quien acaba de desprenderse de un gran peso. Algunos oficiales esperaban a Pirulo en su oficina. El les hizo una revelación:
-Nunca en mi vida había visto una pela tan bien dada como la que acaba de dar el general.
Y sin esperar que le preguntasen, les aclaró: “Le acaba de dar a Pupo una pela de película”.
Saillant, que fuera más que un allegado de Ramfis por su cercanía al ser secretario particular, un “testigo” de las crueldades, torturas y asesinatos cometidos contra los enemigos del régimen, exclama en su narración: “El calvario del general Román, sólo puede compararse al del capitán piloto Juan de Dios Ventura Simó, a quien Ramfis hacía sacar de las cámaras de torturas para que presenciase el fusilamiento de los mártires de junio de 1959 y lo obligaba a abrazar y besar los cuerpos sin vida de los ultimados”.
Saillant refiere además, que estando en París, en el mes de diciembre de 1961, Lita Milán, quien fuera esposa de Ramfis, le refirió, cómo ocurrió la muerte del general José René Román Fernández, según se lo contara a ella uno de los oficiales que gozaba de la absoluta confianza de Luis José León Estévez.
 “El día fijado para la ejecución (de Pupo), refiere Saillant Valverde, Ramfis salió de su casa acompañado por Luis José León Estévez, en ese tiempo esposo de María de los Angeles del Corazón de Jesús Trujillo Martínez (Angelita). Ramfis llevaba el revólver de Trujillo (Rafael Leónidas). Le confesó a Lita, después, que a juzgar por la mirada de alivio de Román, al verle aquella vez, comprendía que habían llegado sus últimos momentos. Su cuerpo exánime, ya casi sin vida, fue arrastrado hacia el lugar donde los verdugos esperaban para ultimarlo y manos culpables lo mantuvieron atado a algo para que se pudiera mantener en pie sin desplomarse. Aquel blanco viviente, donde sólo palpitaba ya la fuerza del espíritu, fue recibiendo los disparos que por turnos le hacían Ramfis y Luis José, poco a poco, poco a poco, a las manos, a los brazos, al hombro, a los pies, a las piernas, a las rodillas, a los muslos. Así lo fueron acribillando, con la misma impasible crueldad con que lo habían torturado. Román asistió a su propio exterminio con aquellos ojos más abiertos que nunca, sin voz ya para un quejido; nadie supo, ni él mismo quizás, en qué instante abandonó el cuerpo masacrado su alma cien veces pecadora, pero mil veces redimida en la lenta agonía del martirologio….Dios mismo, al juzgarle, le habrá visto con ojos de piedad”, termina Saillant al describir, la forma cruel y salvaje, más aún que el suplicio apache, con que Ramfis y León Estévez, dos seres sin piedad, llevaron a cabo su venganza.
El general José René Román Fernández, sufrió con entereza las crueles torturas a que se vio sometido por los más sádicos asesinos de la tiranía y fue incapaz de delatar a quienes deberían estar al tanto de la conjura en las filas militares, ni aún a los civiles que sabía participarían en la decapitación del dictador.
Murió, como sólo lo hacen los héroes y la historia, algún día lo reconocerá como uno de los mártires de la libertad del pueblo dominicano. 
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EL LEGAJO CONSTA DE 1,000 PÁGINAS 
Cacería por muerte de Trujillo 

LA COPIA FUE ENTREGADA A SOLICITUD DE RAMÓN PINA ACEVEDO EN 1968 

Fernando Quiroz
Listindiario.com.do

A pocas horas del ajusticiamiento del dictador Rafael Leonidas Trujillo la noche del 30 de mayo de 1961, hace 52 años, se desató casa por casa el arresto no sólo de la mayoría de los conjurados, sino de sus esposas, padres, hijos, hermanos, primos, amigos, trabajadores domésticos, choferes, profesores de hijos, sacerdote, médicos, barbero, entre otros, quienes fueron interrogados e incluidos en el voluminoso expediente de unas 1,000 páginas.
Esa noche el país prácticamente no durmió por los aparatajes de las fuerzas de seguridad e inteligencia en las calles y los allanamientos en la noche y la madrugada; mientras el cadáver del dictador permanecía en el baúl del carro de Antonio de la Maza, uno los principales implicados en el complot.

En la providencia calificativa del caso, presentada por el juez de instrucción Wilfredo Mejía Alvarado, se incluyeron a Juan Tomás Díaz Quezada, Antonio de la Maza Vásquez y al teniente Amado García Guerrero, pese a que habían sido asesinados unos dos meses antes por fuerzas trujillistas, luego de su participación en la muerte del tirano.

El LISTÍN DIARIO inicia hoy la serie especial Expedientes de los héroes del 30 de mayo, basado en las investigaciones e interrogatorios que realizaron fiscales y jueces.

El complot fue planificado en dos partes, primero la eliminación física de Trujillo, y después, el golpe de Estado para sacar a los Trujillo del poder y llamar a elecciones, para lo cual se contaba con el ministro de las Fuerzas Armadas, mayor general José René Román García (Pupo), quien no fue localizado la noche de la conjura, y que también fue torturado y muerto por los remanentes del régimen, aunque no incluido en el expediente.

SOMETIERON A CONJURADOS, FAMILIARES, EMPLEADA DOMÉSTICA, CHOFERES, SACERDOTE, MÉDICOS Y BARBERO 

Numerosos arrestados en las familias de los conjurados Las investigaciones en la justicia fueron iniciadas por el fiscal del Distrito Nacional, Teodoro Tejeda Díaz.

En los primeros siete días de junio de 1961 habían enviado a la cárcel La Victoria a casi todos los conjurados, pero a finales de julio el juez de la instrucción disponía contra ellos prisión provisional, y orden de conducencia hacia ese centro penitenciario.

El 19 de agosto de 1961 se informó que un auto en contumacia a cargo de los Antonio Imbert Barrera, Luis Amiama Tió, Ernesto de la Maza y Juan Tomás Díaz Astacio, “acusados indistintamente de varios crímenes resultantes de la conjura criminal que culminó con el asesinato del Generalísimo y Doctor Rafael Leonidas Trujillo Molina, Benefactor de la Patria, Padre de la Patria Nueva y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de la Nación, fue publicado en la Gaceta Oficial 8595, del 19 de agosto en curso, de la que me complace enviarle dos ejemplares”.

Una de las familias donde más arrestados hubo fue la de Juan Tomás Díaz, pues incluyó a su esposa Cristiana (Chana) Díaz de Díaz, Mariela Díaz de García, hija, Juan Tomás Díaz, hijo; Leda Montaña de Díaz, primos y sobrinos.

Otros procesados fueron Modesto Eugenio Díaz Quezada, Miguel Ángel Báez Díaz, Nazario Bienvenido Díaz Vásquez, Danilo Augusto Díaz Lovelace, Modesto Lucas Díaz Montaño .
También, la entonces esposa de Imbert Barrera, Guarina Tesón de Imbert; y una amplia representación de la familia Amiama, entre ellos Fernando Amiama Tió, Nassina Diná de Amiama, Altagracia Amiama Diná, Victoria Amiama viuda Cabral.

Cargos de trama y atentado 

La instrucción encontró cargos suficientes para inculpar a los procesados Modesto Eugenio Díaz Quezada, Miguel Ángel Báez Díaz, Bienvenido Tomás Báez Díaz, César Augusto Estrella Sadhalá, Luis Manuel Cáceres Michel (a) Tunti, Miguel Angel Bissie, Rafael Franklin Díaz Montaño, Luis Pedro Taveras Liz, Juan Alberto Rincón Jáquez, Nazario Bienvenido García Vásquez, Luis Amiama Tió (prófugo) y Ernesto de la Maza (prófugo), de haber ejecutado las infracciones que se citan a continuación: A).– El crimen de trama y atentado para cambiar o derrocar el gobierno legalmente constituido en la República; y B).– El crimen de complicidad en el asesinato perpetrado por los nombrados Antonio de la Maza Vásquez, Amado García Guerrero y compartes. También, declarar que había cargos suficientes para inculpar a los procesados Rafael Arturo Batlle Viñas, Plinio Antonio Jacobo Polanco, Benancio Arzaga Santidrian, Danilo Augusto Díaz Lovelace, Freddy de Jesús Tavárez Liz, Ricardo Antonio Mejía León y Juan Tomás Díaz Astacio (prófugo), del crimen de trama y atentado para cambiar o derrocar el gobierno legalmente constituido en la República.

Manuel Antonio Durán Barrera y Marcelino Bienvenido Vélez Santana, de haber ejecutado las infracciones que se enuncian a seguidas: a.– El crimen de trama y atentado para cambiar o derrocar el gobierno legalmente constituido en la República; y b.– El delito de ocultación de reos, susceptible de pena aflictiva.

PROCESADOS POR COMPLICIDAD

Entre los procesados figuran Silvilio Peña Tejeda, jardinero y barbero en la casa de Juan Tomás Díaz; Luis Pedro Taveras Liz, chofer de Antonio de la Maza hacía 17 años; América Pereyra García, tía del teniente García Guerrero; Otto Sosa Agramonte Mass, juez de la Primera Cámara penal del Distrito Nacional, amigo de César Estrella Sadhalá; Manuel Antonio Durán Barrera, curó en su casa heridas a Imbert Barrera, Salvador Estrella Sadhalá y teniente García Guerrero, doctor Marcelino Bienvenido Vélez Santana, llevó heridos a Clínida Internacional e Hilaria Balbuena, trabajadora doméstica en la casa de Juan Tomás Díaz. Ella fue sometida por robo al guardar el maletín que llevaba Trujillo.

También, el sacerdote Gabriel Maduro, acusado de ocultar en la parroquia a Salvador Estrella Sadhalá.

JUSTICIA CITÓ A “MUERTOS”  

El juez de la instrucción Wilfredo Mejía Alvarado envió por ante el Tribunal Criminal a los procesados por el ajusticiamiento de Luis Salvador Estrella Sadhalá, Antonio Imbert Barrera (prófugo), Roberto Rafael Pastoriza Neret, Huáscar Antonio Tejeda Pimentel, Pedro Livio Cedeño Herrera, Luis Manuel Cáceres Michel (a) Tunti, Miguel Ángel Bissie, Modesto Eugenio Díaz Quezada, Rafael Franklin Díaz Montaño, Miguel Ángel Báez Díaz, Bienvenido Tomás Báez Díaz, César Augusto Estrella Sadhalá, Luis Pedro Taveras Liz, Juan Alberto Rincón Jáquez, Nazario Bienvenido García Vásquez, Luis Amiama Tió (prófugo).

También, Ernesto de la Maza (prófugo), Rafael Arturo Batlle Viñas, Plinio Antonio Jacobo Polanco, Benancio Arzaga Santidrian, Danilo Augusto Díaz Lovelace, Freddy de Jesús Tavárez Liz, Ricardo Antonio Mejía León, Juan Tomás Díaz Astacio (prófugo), Manuel Antonio Durán Barrera, Marcelino Bienvenido Vélez Santana, Raudo Saldaña Soto, América Silvestre Martínez, Altaveira Saldaña Soto (a) Monjita, Manuel Enrique Tavárez Espaillat e Hilaria Balbuena.

‘Citan muerto’ 

En uno de los casos más dramáticos y sádicos, Miguel Ángel Báez Díaz, uno de los conjurados, primo de Juan Tomás, fue torturado y asesinado a principios de junio de 1961, pero era citado en los tribunales hasta septiembre siguiente, aun cuando desde la mayoría de las cárceles respondían con telegramas que no lo tenían recluido.

El 12 de septiembre de 1961, el doctor Abel Fernández Mejía, juez-presidente de la Primera Cámara de lo Penal del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Judicial Nacional, dio un plazo de diez días a Báez Díaz, para que se presentara al tribunal tras considerarlo como prófugo.

En los interrogatorios a principios de junio en la Fiscalía, Báez Díaz había dicho: “Hace más o menos dos meses Juan Tomás Díaz, quien aparte de ser mi primo, como todos lo saben, nos tratamos como hermanos, me dijo que la situación política estaba muy mala por el desacuerdo que había con los Curas y que se decía que vendría una invasión de Venezuela, le dije que no creyera en tonterías de invasión, porque los que venían aquí vinieron y estaban muertos; me dijo que el general Román estaba en disposición de respaldar cualquier movimiento para hacerse cargo de la situación”.

El 22 de agosto de 1961, el oficial encargado de la Penitenciaría Nacional de La Victoria, primer teniente policial José Altagracia García, informó al ministro de Justicia, Temístocles Messina, que recibió la orden de prisión preventina 48460 contra Báez Díaz, “pero no fue recibido el sujeto contra quien estaba expedida la mencionada orden, como dice el Procurador General de la República en el segundo párrafo del oficio 5807 del 21 de agosto de 1961.

Familia De la Maza 

Principales imputados

Se declaró que había cargos suficientes para inculpar a Luis Salvador Estrella Sadhalá, Antonio Imbert Barrera (prófugo), Roberto Rafael Pastoriza Neret, Huáscar Antonio Tejeda Pimentel y Pedro Livio Cedeño Herrera, de haber perpetrado las infracciones siguientes: “A).– El crimen de asesinato en la persona del Generalísimo y Doctor Rafael Leonidas Trujillo Molina, Benefactor de la Patria y Padre de la Patria Nueva y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de la Nación; B).– El crimen de trama y atentado para cambiar o derrocar el gobierno legalmente establecido en la República; C).– El crimen de tentativa de asesinato en la persona del Capitán E.N., Zacarías de la Cruz, A.M.; D).– El crimen de porte ilegal de armas de fuego de las denominadas de guerra; y E).– El crimen de robo ejecutado de noche, por más de dos personas, ejerciendo violencias en la persona de la víctima que le causaron la muerte a ésta, y llevando armas, en perjuicio del Generalísimo y doctor Rafael Leonidas Trujillo Molina, Benefactor de la Patria y Padre de la Patria Nueva”.

Aunque fueron incluidos en la providencia calificativa, “con generales ignoradas” contra Juan Tomás Díaz Quezada, Antonio de la Maza Vásquez y Amado García Guerrero, fue declarada extinguida la acción pública por fallecimiento. Díaz y de la Maza fueron muertos el 4 de junio de 1961 en la avenida Bolívar y García Guerrero el día 2 en la avenida San Martín, todos por agentes trujillistas.

Matan hermanos de la Maza 

Además de Antonio de la Maza, fueron asesinados sus hermanos Pablo, Ernesto, Bolívar y Mario. Todos estaban involucrados en el complot. Ramfis Trujillo mandó a arrestar a todos los varones De la Maza mayores de 2 años. La justicia declaró el 17 de agosto de 1961 que finalmente no había cargos para inculpar a Amado Hermógenes García Pereyra, Silvilio Peña Tejeda, Aníbal Reyes Rodríguez, Modesto Lucas Díaz Montaño, Antonio Sánchez Durán, Rubén Aquiles Díaz Montaño, Otto Sosa Agramonte Mass, Roberto Antonio Paulino Pérez, Vicente de la Maza, Eduardo García, Eduardo García Vásquez, Fernando Amiama Tió, Lucas Eugenio Díaz Quezada, Lucas Castillo Herrera, Luis Manuel Cáceres Ureña, Luis Guillermo Tejeda Guzmán, Dr. Mario Antonio Batlle Viñas, Manuel Antonio Sánchez (a) Cuchi, Ramón Antonio Emilio García Vásquez, Bienvenido de la Maza Soto, Baudilio Vélez Santana, Carlos Vélez Santana, Luis Octavio Vizcaíno Báez, Octavio Ramón Cáceres Michel, Máximo Bolívar Báez Ortiz, Indiana de la Maza de Batlle, Idalia Hortensia de la Maza de Rincón, Pura Concepción de la Maza de García, Glaris Teresita de la Maza Soto, Hilda Tactuk de la Maza, Lourdes Margarita de la Maza Soto, Dulce María de la Maza del Rosario, Colombina del Pilar de la Maza Soto, Luis Manuel Cabral Amiama, Padre Gabriel Maduro, Rosa América Pereyra García, Modesto Enerio Grullón Veras, Cristiana Díaz de Díaz, Marianela Díaz de García, Leda Montaño de Díaz, Nassina Diná de Amiama, Altagracia Amiama Diná, Ana María Amiama Diná, Victoria Amiama Vda. Cabral, Guarina Tesson de Imbert, y Mercedes Amiama Tió.

AMNISTÍA DE NOVIEMBRE  

El secretario de Justicia, Temístocles Messina, comunicó el texto de la Ley 5683, promulgada por el Presidente de la República, Joaquín Balaguer, en fecha 29 de noviembre de 1961, que textualmente indicaba: “Art. 1.– Los individuos que a la fecha de la publicación de la presente ley, se hayan hecho culpables de atentados contra la paz-pública y la seguridad del Estado, participando en tramas o conjuras dirigidas a perturbar la paz interna de la República o al derrocamiento de sus autoridades legalmente constituidas, y aún interviniendo en la preparación o en la ejecución de ataques armados encaminados al mismo fin, quedan amnistiados de los crímenes y delitos que hubieran cometido”.

“Art. 3.– Se declara amnistía total a favor de todas las personas que participaron en el atentado ocurrido la noche del 30 de mayo del presente, en la Autopista que conduce desde esta ciudad hasta San Cristóbal, y en la trama que culminó con el mismo”.

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En YouTube pueden ver un breve documental sobre el pueblo dominicano celebrando masivamente en las calles el fin de la infernal dictadura a finales de 1961 (Navidad con libertad).

El documental americano se titula Dominica: Trujillo's rule ends.
https://www.youtube.com/watch?v=7SFTdfgO2qA

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Por qué el 30 de Mayo


Los lectores no deben olvidar que con los últimos dislates del gobierno y la última ola de represión, la clase media dominicana y la población urbana ya estaban hastiadas del régimen. Además de la corrupción, el terror, la depredación y la prepotencia que siempre caracterizaron al régimen, hubo cinco últimos excesos violentos que rebasaron la copa y que condujeron a muchos dominicanos a buscar una manera desesperada de eliminar al tirano. Todo lo siguiente ocurrió en los dos últimos años de la dictadura:

1- Las torturas extremas y la eliminación de casi 200 expedicionarios de 1959 con solo seis     sobrevivientes
2- El asesinato de las hermanas Mirabal y su chofer
3- La persecusión violenta del amplio movimiento 1J4 seguida por encarcelamientos       
    masivos (más de 1,200 encarcelados), torturas y muerte
4- La persecusión de los sacerdotes y el sacrilegio de los templos
5- El atentado contra Rómulo Betancourt y el subsiguiente aislamiento economico-
    comercial

Si bien algunos de los conjurados tenían motivos personales para querer eliminar a Trujillo, consideramos que la conjura del 30 de mayo obedecía de manera indirecta en algunos y de manera directa en la mayoría de los conjurados a la indignación y desesperación generada  por estos últimos excesos y dislates de un régimen terrorista que no tenía justificación histórica ni social. Los conjurados materializaron ese 30 de mayo los profundos anhelos de amplios sectores desesperados de la población dominicana por lo cual casi todos los conjurados pagaron con el máximo sacrificio.








Cita de TIME Magazine:

En los cuatro meses y medio desde que partieron los últimos miembros de la familia de Rafael Leonidas Trujillo, miles de dominicanos que habían guardado silencio por el terror han surgido para describir los crímenes de la policía secreta, del ejército y de los escuadrones de matones del difunto dictador. La semana pasada, el Procurador General dominicano, Eduardo Antonio García Vásquez, quien investigó los relatos, reportó una cifra preliminar: los asesinatos conocidos y los desaparecidos que se consideran muertos llegan a 5,700 en los últimos cinco años. El total para los 31 años del régimen de Trujillo puede llegar a decenas de miles.”

(Párrafo traducido)

República Dominicana: Cámaras de terror
TIME Magazine
13 de abril, 1962

 
La cifra de 5,700 en 5 años nos da un promedio de 1,200 asesinados y desaparecidos al año. Naturalmente, no todos los familiares de víctimas en el país acudieron en ese primer año después de la dictadura a informar sobre sus muertos y desaparecidos ya sea por resignación, por indolencia, por la costumbre arraigada de temer a denunciar, por dificultad para viajar a la capital desde los pueblos y los campos. Con base en los antecedentes sobre este tipo de apertura democrática en otros países,y lo que conocemos del resignado y pasivo comportamiento de los pueblos oprimidos durante toda una generación, se deduce que la cifra de los que no fueron reportados en esos primeros meses después de la caída de la dictadura fue mayor que la cifra de los que acudieron a la procuraduría a reportar sus parientes asesinados o desaparecidos.  
 
Para empeorar ese vacío, a estas primeras investigaciones sobre los crímenes de la dictadura no se les dio un seguimiento sistemático e institucionalizado debido al dramático curso que tomó la vida política del país: A los siete meses de subir al poder, Juan Bosch sufre un golpe de Estado, en 1965 estalla la Revolución de Abril, la intervención americana y ocupación extranjera. A todo eso le siguieron las violentas elecciones de 1966 y los 12 anos de Balaguer, gobierno autoritario en cuyas filas abundaban ex funcionarios y ex militares trujillistas, de mediano y bajo nivel pero leales al trujillismo. Estamos seguros de que muchos de los archivos y documentos inconvenientes desaparecieron de las dependencias y de los archivos del gobierno. Para 1978, cuando subió al poder el gobierno legítimamente democrático de Antonio Guzmán, los dominicanos ya habían perdido interés en documentar exhaustivamente los crímenes de la ya casi remota dictadura trujillista, pasado que los dominicanos de esas décadas preferían olvidar. Además, el gobierno de Balaguer en sus 12 años y posteriormente, en los 10 años de su segundo período, siempre promovió una cultura de conformismo, desmemoria e impunidad.







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