LAS SIGUIENTES ENTRADAS Y LOS SIGUIENTES CASOS SE REFIEREN A LAS VICTIMAS DE LAS REPRESALIAS POR EL AJUSTICIAMIENTO DE TRUJILLO
(Suma Teológica,Parte II, Santo Tomás de Aquino)
“La eliminación física de la Bestia es
bien vista por Dios si con ella se libera a un pueblo.”
(Suma Teológica,Parte II, Santo Tomás de Aquino)
"Si yo fuera
dominicano, que gracias a Dios no lo soy, estaría en favor de la destrucción de
Trujillo como el primer paso necesario para la salvación de mi país y, de
hecho, lo consideraría como mi deber cristiano. Si recuerdan a Drácula,
recordarán que fue necesario meterle una estaca en el corazón para evitar que
continuara con sus crímenes.”
Extracto de una carta escrita por
Henry Dearborn en octubre de 1960 a sus superiores del Departamento de Estado.
Henry Dearborn fue Embajador y Cónsul General de EUA en RD. Al romper Estados Unidos
relaciones diplomáticas con el régimen y al tener que salir el personal de la CIA del pais,
Dearborn asumió las funciones de agente de facto de la CIA mientras era Cónsul.
UN BAÑO DE SANGRE TRAS EL TIRANICIDIO
Más de 69 asesinados
UN TOTAL DE 69 PERSONAS, POR LO MENOS, FUERON ASESINADAS Y DOS
MÁS SE SUICIDARON COMO CONSECUENCIA DEL AJUSTICIAMIENTO DE TRUJILLO:
18
conjurados ejecutados (ver arriba)
14
militares bajo el mando de Pupo Román ejecutados (por lo menos 14; ver arriba)
20
presos politicos asesinados por Radhamés Trujillo (por lo menos 20;ver CRIMENES I)
1 José René Román Fernández (Pupo), despiadamente torturado y ejecutado
1 José René Román Fernández (Pupo), despiadamente torturado y ejecutado
3 presos comunes por orden de Ramfis para
simular policias asesinados (ver abajo)
2 suicidios cuando el SIM los fue a buscar para llevarlos a prisión (ver a continuación)
1 el hijo de Miguel Angel Báez Díaz torturado y asesinado (ver
sección TORTURAS)
1 Tomasito Díaz, torturado y asesinado (hijo de Juan Tomás Diaz)
1 Lucas Díaz (Luquita), sobrino de Modesto Díaz, muere de las torturas (ver más abajo)
1 Segundo Imbert Barrera, hermano del conjurado sobreviviente, Antonio Imbert Barrera
1 hermano de Salvador Estrella Sahdalá se ahorcó o ahorcado en la cárcel (ver abajo)
2 choferes, el de Pedro Livio Cedeño y el de Ernesto de la Maza (ver más abajo)
2 desconocidos, fueron confundidos con Ubencio Solano, chofer de J. Tomás Díaz
1 Virgilio Peña Tejada, asesinado por ser el barbero y jardinero de Juan Tomás Díaz
1 ama de llaves de uno de los conjurados por no delatar el complot a tiempo (ver abajo)
1 oficial del SIM por no interrogar a la ama de llaves en las oficinas del SIM (ver abajo)
1 teniente por no avisar que el carro del Jefe no pasó por el puesto de vigilancia
en la autopista como se esperaba (ver más abajo)
También fueron detenidos y desaparecidos un número indeterminado de empleados y amigos de Juan Tomás Díaz y de otros conjurados. Cuando obtengamos los nombres de algunos de estos desaparecidos, los incluiremos en esta sub-sección.
DETALLES:
Lucas Díaz (Luquita), sobrino de Modesto y Juan Tomás Díaz. Fue detenido pocos días después del ajusticiamiento por ser pariente de los conjurados. Como era agente del SIM, se sospechó que Lucas estaba informado del complot y que no lo delató. Él y su hermano (agente del SIM también) fueron ferozmente torturados y después fueron liberados (no se sabe si con intenciones de desaparecerlos). Lucas y su hermano fueron a la casa de Lipe Collado (conocido autor y periodista) a que la madre de Lipe los curara (ella era enfermera) de las heridas. En una entrevista con Pedro de León para el AGN, Lipe Collado cuenta que Lucas tenía “chichones”, la sangre coagulada, etc. Uno o dos días después Lucas murió debido a las heridas. Al principio Lipe Collado menciona casualmente que los dos hermanos murieron, pero como no da detalle sobre el hermano, ni menciona su nombre, por ahora no incluremos al hermano de Lucas en la lista de los 68 eliminados por la dictadura.
El 3 de junio, Ismael Estrella Núñez, medio hermano del conjurado Salvador Estrella Sahdalá, se ahorcó en la cárcel debido a las presiones sicológicas que sufrió de parte de los organismos de represión. Posteriormente, su hijo, Juan Reynoso Estrella, le relató al periodista Héctor Tineo, que la familia recibió la versión de que en realidad fue ahorcado en el Palacio de la Policía Nacional, donde era investigado en torno al complot contra Trujillo.
El chofer de Pedro Livio Cedeño, detenido en el patio de la Clinica Internacional donde su patrón se encontraba herido. Aunque él juraba que no sabía nada de lo que estaba pasando, lo obligaron a escribir una nota suicida, se la colocaron en un bolsillo del pantalón y lo ahorcaron en el patio de la misma clínica por órdenes de Johnny Abbes.
Ubencio Solano Toledo "Mirito", chofer de Juan Tomás Díaz, después de manejar el carro que todavía llevaba el cadáver de Trujillo (sin que él lo supiera, pues “Mirito” no sabía nada del complot) y de llevar a algunos de los complotados de casa en casa, tuvo que esconderse él mismo en varios lugares y finalmente en una cueva. Él después supo que habían matado a dos personas en diferentes ocasiones porque los esbirros creyeron que eran él.
El chofer de Ernesto de la Maza, Enerio Perez (Gumarra), fue detenido y torturado en La 40 junto a su patrón y asesinado el 1ro de junio.
Cuando obtengamos el número preciso y los nombres de los empleados y amigos asesinados, lo publicaremos en esta página. Estamos investigando esta información.
Cuando Trujillo viajaba de incógnito, sin escolta, sólo con su chofer, el SIM tenía varios “puestos” que reportaban sobre el
trayecto del automovil, confirmando que el carro había pasado sin ningún
problema. La noche del 30 de mayo, “el primer puesto no dio el aviso. De la
Central esperaron algún tiempo. Después, lo llamaron, sin resultado. Alguna
cosa debía haber sucedido. Más tarde, el encargado de ese puesto, un teniente
dijo que, posiblemente, cuando el coche de Trujillo pasó, él se encontraba en el
reservado. Esto le costó la vida.” (Ver revista Ahora!, Edición No. 1, 15 de
enero, 1962, pág. 42).
Los tres presos comunes acribillados en el autobus con placa oficial 1530 por orden de Ramfis, quienes habían sido indultados e incorporados al ejército para “servicios especiales,” fueron Pedro Maria Romero Alcántara, Félix Calderón Castillo, José Fabriziano Cruz Guaba. Aparte de la confesión de uno de los ejecutores de estos tres ex presos, una de las inconsistencias garrafales de esta simulación fue señalada en el oficio de la investigación en el sentido de que el supuesto asalto del autobus por los 6 ajusticiadores fue próximo a las 10:00 de la noche cuando “habían salido antes de las 5:00 de la tarde del Palacio de Justicia “…o sea, 5 horas después de su partida cuando sólo se necesitan 30 minutos para realizar este viaje.
Este baño de sangre no incluye, naturalmente, a los que murieron en las calles durante las manifestaciones y enfrentamientos en los siguientes meses cuando el pueblo presionaba para que se fueran los Trujillos del pais.
Mas de la mitad de esas 69 personas que fueron asesinadas habían sido torturadas antes de ser eliminadas. Además, uno de los dos que se suicidaron también había sido torturado y el otro se suicidó precisamente para evitar las torturas antes de que lo mataran (ver abajo). El paroxismo demencial de los Trujillos quedó puesto de manifiesto hasta el final cuando Ramfis mandó a arrestar a todos los varones De la Maza mayores de 2 años.
El que más de 70 personas pagaran con sus vidas como represalia por la muerte de un solo hombre (por demás traidor, corrupto, criminal y sexualmente perverso toda la vida), no conmovió en absoluto a los hijos y hermanos del tirano. Todo lo contrario: Radhamés no mató a más presos políticos el 31 de mayo en San Isidro porque lo detuvieron y le quitaron la ametralladora.
Con este baño de sangre de por lo menos 71 personas eliminadas terminó la dictadura más sanguinaria del continente americano hasta mediados del siglo XX.
Poco tiempo después de zarpar de la isla, Ramfis se arrepintió de su decisión de abandonar el poder. Desde Europa empezó a coordinar estrategias con militares trujillistas en el país para regresar y retomar el poder con fuerza decisiva y con planes de hacer una limpieza de arriba abajo en todo el país con el fin de eliminar de una vez por todas cualquier resistencia, inclusive, hasta el ejército privado de Petán Trujillo si fuera necesario. Como algunos militares trujillistas clave sabían que dicho plan significaría necesariamente una persecución y represión de gran envergadura, es decir, un baño de sangre de cientos o miles de personas no visto desde la matanza de los haitianos, pero principalmente porque los americanos se oponian decididamente a su retorno, algunos traicionaron su lealtad trujillista, se le opusieron y decidieron apoyar el nuevo proyecto de apertura, fuera ésta real o superficial. En 1969 Ramfis todavia acariciaba ocasionalmente la idea de regresar al poder cuando murió a raíz de un accidente automovilístico. Para entonces, el país ya se encontraba bajo el yugo de un nuevo dictador: Joaquin Balaguer.
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*************************************************1 Tomasito Díaz, torturado y asesinado (hijo de Juan Tomás Diaz)
1 Lucas Díaz (Luquita), sobrino de Modesto Díaz, muere de las torturas (ver más abajo)
1 Segundo Imbert Barrera, hermano del conjurado sobreviviente, Antonio Imbert Barrera
1 hermano de Salvador Estrella Sahdalá se ahorcó o ahorcado en la cárcel (ver abajo)
2 choferes, el de Pedro Livio Cedeño y el de Ernesto de la Maza (ver más abajo)
2 desconocidos, fueron confundidos con Ubencio Solano, chofer de J. Tomás Díaz
1 Virgilio Peña Tejada, asesinado por ser el barbero y jardinero de Juan Tomás Díaz
1 ama de llaves de uno de los conjurados por no delatar el complot a tiempo (ver abajo)
1 oficial del SIM por no interrogar a la ama de llaves en las oficinas del SIM (ver abajo)
1 teniente por no avisar que el carro del Jefe no pasó por el puesto de vigilancia
en la autopista como se esperaba (ver más abajo)
También fueron detenidos y desaparecidos un número indeterminado de empleados y amigos de Juan Tomás Díaz y de otros conjurados. Cuando obtengamos los nombres de algunos de estos desaparecidos, los incluiremos en esta sub-sección.
DETALLES:
Lucas Díaz (Luquita), sobrino de Modesto y Juan Tomás Díaz. Fue detenido pocos días después del ajusticiamiento por ser pariente de los conjurados. Como era agente del SIM, se sospechó que Lucas estaba informado del complot y que no lo delató. Él y su hermano (agente del SIM también) fueron ferozmente torturados y después fueron liberados (no se sabe si con intenciones de desaparecerlos). Lucas y su hermano fueron a la casa de Lipe Collado (conocido autor y periodista) a que la madre de Lipe los curara (ella era enfermera) de las heridas. En una entrevista con Pedro de León para el AGN, Lipe Collado cuenta que Lucas tenía “chichones”, la sangre coagulada, etc. Uno o dos días después Lucas murió debido a las heridas. Al principio Lipe Collado menciona casualmente que los dos hermanos murieron, pero como no da detalle sobre el hermano, ni menciona su nombre, por ahora no incluremos al hermano de Lucas en la lista de los 68 eliminados por la dictadura.
El 3 de junio, Ismael Estrella Núñez, medio hermano del conjurado Salvador Estrella Sahdalá, se ahorcó en la cárcel debido a las presiones sicológicas que sufrió de parte de los organismos de represión. Posteriormente, su hijo, Juan Reynoso Estrella, le relató al periodista Héctor Tineo, que la familia recibió la versión de que en realidad fue ahorcado en el Palacio de la Policía Nacional, donde era investigado en torno al complot contra Trujillo.
El chofer de Pedro Livio Cedeño, detenido en el patio de la Clinica Internacional donde su patrón se encontraba herido. Aunque él juraba que no sabía nada de lo que estaba pasando, lo obligaron a escribir una nota suicida, se la colocaron en un bolsillo del pantalón y lo ahorcaron en el patio de la misma clínica por órdenes de Johnny Abbes.
Ubencio Solano Toledo "Mirito", chofer de Juan Tomás Díaz, después de manejar el carro que todavía llevaba el cadáver de Trujillo (sin que él lo supiera, pues “Mirito” no sabía nada del complot) y de llevar a algunos de los complotados de casa en casa, tuvo que esconderse él mismo en varios lugares y finalmente en una cueva. Él después supo que habían matado a dos personas en diferentes ocasiones porque los esbirros creyeron que eran él.
El chofer de Ernesto de la Maza, Enerio Perez (Gumarra), fue detenido y torturado en La 40 junto a su patrón y asesinado el 1ro de junio.
Cuando obtengamos el número preciso y los nombres de los empleados y amigos asesinados, lo publicaremos en esta página. Estamos investigando esta información.
Los tres presos comunes acribillados en el autobus con placa oficial 1530 por orden de Ramfis, quienes habían sido indultados e incorporados al ejército para “servicios especiales,” fueron Pedro Maria Romero Alcántara, Félix Calderón Castillo, José Fabriziano Cruz Guaba. Aparte de la confesión de uno de los ejecutores de estos tres ex presos, una de las inconsistencias garrafales de esta simulación fue señalada en el oficio de la investigación en el sentido de que el supuesto asalto del autobus por los 6 ajusticiadores fue próximo a las 10:00 de la noche cuando “habían salido antes de las 5:00 de la tarde del Palacio de Justicia “…o sea, 5 horas después de su partida cuando sólo se necesitan 30 minutos para realizar este viaje.
Este baño de sangre no incluye, naturalmente, a los que murieron en las calles durante las manifestaciones y enfrentamientos en los siguientes meses cuando el pueblo presionaba para que se fueran los Trujillos del pais.
Mas de la mitad de esas 69 personas que fueron asesinadas habían sido torturadas antes de ser eliminadas. Además, uno de los dos que se suicidaron también había sido torturado y el otro se suicidó precisamente para evitar las torturas antes de que lo mataran (ver abajo). El paroxismo demencial de los Trujillos quedó puesto de manifiesto hasta el final cuando Ramfis mandó a arrestar a todos los varones De la Maza mayores de 2 años.
El que más de 70 personas pagaran con sus vidas como represalia por la muerte de un solo hombre (por demás traidor, corrupto, criminal y sexualmente perverso toda la vida), no conmovió en absoluto a los hijos y hermanos del tirano. Todo lo contrario: Radhamés no mató a más presos políticos el 31 de mayo en San Isidro porque lo detuvieron y le quitaron la ametralladora.
Con este baño de sangre de por lo menos 71 personas eliminadas terminó la dictadura más sanguinaria del continente americano hasta mediados del siglo XX.
Poco tiempo después de zarpar de la isla, Ramfis se arrepintió de su decisión de abandonar el poder. Desde Europa empezó a coordinar estrategias con militares trujillistas en el país para regresar y retomar el poder con fuerza decisiva y con planes de hacer una limpieza de arriba abajo en todo el país con el fin de eliminar de una vez por todas cualquier resistencia, inclusive, hasta el ejército privado de Petán Trujillo si fuera necesario. Como algunos militares trujillistas clave sabían que dicho plan significaría necesariamente una persecución y represión de gran envergadura, es decir, un baño de sangre de cientos o miles de personas no visto desde la matanza de los haitianos, pero principalmente porque los americanos se oponian decididamente a su retorno, algunos traicionaron su lealtad trujillista, se le opusieron y decidieron apoyar el nuevo proyecto de apertura, fuera ésta real o superficial. En 1969 Ramfis todavia acariciaba ocasionalmente la idea de regresar al poder cuando murió a raíz de un accidente automovilístico. Para entonces, el país ya se encontraba bajo el yugo de un nuevo dictador: Joaquin Balaguer.
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DIECIOCHO CONJURADOS ASESINADOS A RAÍZ DEL AJUSTICIAMIENTO DE TRUJILLO, EL 30 DE MAYO, 1961
(Más tres presos comunes asesinados para usar sus cadáveres como pantalla)
Con
la excepción de tres que cayeron en enfrentamiento desigual en la calle
(Amado García Guerrero, Juan Tomás Díaz y Antonio de la Maza) y uno que
se suicidó, todos fueron vilmente torturados en los centros de tortura antes de ser eliminados. Estos asesinatos ocurrieron después del 30 de mayo hasta el 18 de noviembre.
Como casi todos conocemos las historias de la forma en que estos héroes fueron torturados y asesinados y como en la red hay gran cantidad de artículos sobre los héroes de la Gesta del 30 de Mayo, nos limitamos a rendirles un simple homenaje nombrándolos en silencio.
Como casi todos conocemos las historias de la forma en que estos héroes fueron torturados y asesinados y como en la red hay gran cantidad de artículos sobre los héroes de la Gesta del 30 de Mayo, nos limitamos a rendirles un simple homenaje nombrándolos en silencio.
DIECIOCHO CONJURADOS ASESINADOS A RAÍZ DEL AJUSTICIAMIENTO DE TRUJILLO, EL 30 DE MAYO, 1961
Modesto Díaz
Juan Tomás Díaz
Miguel Ángel Báez Díaz
Amado García Guerrero
Salvador Estrella Sadhalá
Pedro Livio Cedeño
Huáscar Tejeda
Roberto Pastoriza
Luis Manuel Cáceres Michel
Antonio García Vásquez
Severo Cabral
Antonio de la Maza
Bolívar de la Maza
Mario de la Maza
Ernesto de la Maza
Pablo de la Maza
Augusto Sanchez Sanlley
Segundo Imbert Barrera
Seis de los conjurados fueron transferidos a la Hacienda
María donde fueron fusilados después de ser vejados por Ramfis, José León
Estévez y otros. Este múltiple asesinato de los seis conjurados, ya muy
conocido por todos, fue corroborado recientemente al encontrar el expediente de
la extradición que el gobierno había dictado en 1962.
Parte del plan fríamente calculado por Ramfis para
ejecutar este múltiple asesinato horas antes de partir en el yate Angelita, fue
el asesinato por disparos en las espaldas de tres delincuentes a quienes
vistieron de policía y pusieron en el autobús en que habían transportado a los
seis conjurados. Estrellaron el autobús con los tres cadáveres contra un árbol
para que sirviera como evidencia de la "fuga" y desaparición de los
seis conjurados. Declaraciones posteriores de militares que estuvieron
presentes durante los hechos del 18 de noviembre niegan totalmente la
versión que Ramfis fabricó para encubrir la masacre a sangre fría. Además, recientes documentos confirman la versión de los testigos (ver
artículo más abajo: Documentos prueban asesinato...).
En una entrevista, el politico, senador y lider antitrujillista, el doctor Mario Read Vittini, contó lo que le dijo una vez en privado Modesto Díaz: "Yo contribuí a crear este monstruo y tengo que contribuir a destruirlo". Ver articulo de José Pimentel Muñoz en Hoy.com: Resulta imposible descartar la figura de Rafael Trujillo.
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Nota: Hemos omitido extensas partes de la sección dedicada al baño de sangre que se produjo después del ajusticiamiento de Trujillo. Los lectores que deseen leer todo lo referente a estas masacres, pueden ir a la sección CRIMENES IV de este portal, parte abajo.
En una entrevista, el politico, senador y lider antitrujillista, el doctor Mario Read Vittini, contó lo que le dijo una vez en privado Modesto Díaz: "Yo contribuí a crear este monstruo y tengo que contribuir a destruirlo". Ver articulo de José Pimentel Muñoz en Hoy.com: Resulta imposible descartar la figura de Rafael Trujillo.
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Nota: Hemos omitido extensas partes de la sección dedicada al baño de sangre que se produjo después del ajusticiamiento de Trujillo. Los lectores que deseen leer todo lo referente a estas masacres, pueden ir a la sección CRIMENES IV de este portal, parte abajo.
EXTRACTO (Este extracto ha sido parafraseado en algunas partes para simplificarlo.)
PREFIRIÓ
EL SUICIDIO ANTES QUE LAS TORTURAS
En su artículo Cacería por muerte de Trujillo, el periodista del Listín Diario Fernando Quiróz señala:
“A pocas horas del ajusticiamiento del dictador Rafael Leonidas Trujillo la noche del 30 de mayo de 1961, hace 52 años, se desató casa por casa el arresto no sólo de la mayoría de los conjurados, sino de sus esposas, padres, hijos, hermanos, primos, amigos, trabajadores domésticos, choferes, profesores de hijos, sacerdote, médicos, barbero, entre otros, quienes fueron interrogados e incluidos en el voluminoso expediente de unas 1,000 páginas. Esa noche el país prácticamente no durmió por los aparatajes de las fuerzas de seguridad e inteligencia en las calles y los allanamientos en la noche y la madrugada; mientras el cadáver del dictador permanecía en el baúl del carro de Antonio de la Maza, uno los principales implicados en el complot".
Esa cacería continuó días después y el terror se intensificó durante semanas y meses.
Ramón H. Román Fernández, gerente de ventas de una empresa particular y hermano de Pupo Román (ver más abajo El martirio del General Román), fue detenido el 5 de junio, 1961 por ser parte de los conjurados para tumbar a Trujillo y fue puesto en libertad el 6 de junio. Lo tiraron deshecho frente a su casa con múltiples heridas, por las torturas. “Se le veían los huecos de las descargas eléctricas”, revela el hijo.
En su artículo Cacería por muerte de Trujillo, el periodista del Listín Diario Fernando Quiróz señala:
“A pocas horas del ajusticiamiento del dictador Rafael Leonidas Trujillo la noche del 30 de mayo de 1961, hace 52 años, se desató casa por casa el arresto no sólo de la mayoría de los conjurados, sino de sus esposas, padres, hijos, hermanos, primos, amigos, trabajadores domésticos, choferes, profesores de hijos, sacerdote, médicos, barbero, entre otros, quienes fueron interrogados e incluidos en el voluminoso expediente de unas 1,000 páginas. Esa noche el país prácticamente no durmió por los aparatajes de las fuerzas de seguridad e inteligencia en las calles y los allanamientos en la noche y la madrugada; mientras el cadáver del dictador permanecía en el baúl del carro de Antonio de la Maza, uno los principales implicados en el complot".
Esa cacería continuó días después y el terror se intensificó durante semanas y meses.
Ramón H. Román Fernández, gerente de ventas de una empresa particular y hermano de Pupo Román (ver más abajo El martirio del General Román), fue detenido el 5 de junio, 1961 por ser parte de los conjurados para tumbar a Trujillo y fue puesto en libertad el 6 de junio. Lo tiraron deshecho frente a su casa con múltiples heridas, por las torturas. “Se le veían los huecos de las descargas eléctricas”, revela el hijo.
Por temor a perder sus propias vidas, como habia ocurrido con otros doctores, los médicos se negaron a
auxiliarlo. Pocos dias antes, el Dr. Manuel Durán Barrera habia sido detenido horas después de haberle prestado primeros auxilios a tres de los ajusticiadores. El Dr. Durán Barrera fue apresado y sometido a horrendas torturas (ver sección TORTURAS). Sobrevivió milagrosamente. Finalmente, el doctor Delgado Billini, pariente de Ramón Román, curó las heridas de éste.
Ramón Román había dicho que si el SIM venía a buscarlo otra vez, prefería
suicidarse. Efectivamente, el 15 de junio, cuando agentes del SIM se
presentaron a su residencia de la Arzobispo Nouel, se disparó en la sien con
una pistola calibre 32. Su esposa describiria años después el sangriento espectáculo en el dormitorio.
La familia Román Piñeiro quedó con apenas 28 pesos. La
casa fue saqueada. “Perdimos todo, no sabíamos si nos levantábamos vivos”,
expresa José Ramón. El suicidio de su padre dejó en él una carga tan grande de
resentimiento que enfermó. Sanó cuando conoció el valor de perdonar. Su
testimonio lo publicó en el libro: “La vida que nace del perdón”.
Desdicha
llega a los Román Fernández
Ángela
Peña
Hoy.com.do
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EL SUICIDIO DEL DR. ROBERT REID CABRAL
Juan Tomás Díaz, Antonio de la Maza,
Salvador Estrella Sadhala y Marcelino Vélez Santana. Era hermano de Donald Reid Cabral,
quien figuraba en el grupo político del complot contra el tirano.
El doctor Reid había sido interrogado en un cuartel. Lo soltaron para que regresara a su casa a ordenar sus asuntos personales con la idea de que volverían a llevárselo para continuar con la investigación. Cuando agentes del SIM regresaron y rodearon su casa, el doctor Robert Reid Cabral se suicidó cortándose las venas del cuello para evitar el destino seguro que le esperaba (tortura y muerte) y para evitarle complicaciones a su familia. Se desangró antes de llegar a la Clínica Internacional. Hoy el principal hospital infantil lleva su nombre. Tenía apenas 31 años de edad.
Su sentido humanitario le había llevado a crear “La casa de la Providencia", la cual ofrecía servicios gratuitos a los sectores más desposeídos de la sociedad.
La familia Escobar Cello les salvó la vida a decenas de jóvenes perseguidos por la dictadura, arriesgando sus propias vidas al darles refugio en su residencia diplomática, al salir a buscar al médico de noche y al recoger de casa en casa ropa, dinero y cartas de los familiares de los asilados antes de que éstos partieran hacia la Argentina. La familia vivió hacinada con unos 50 asilados en su residencia y en la oficina. Hasta hoy, ni el gobierno ni el pueblo dominicano han tenido un gesto de agradecimiento hacia esta solidaria y valiente familia que hizo suya la lucha del pueblo dominicano por su libertad en los dias más oscuros de la represión.
Desde estas páginas, le extendemos nuestro humilde homenaje y sincero agradecimiento a la familia Escobar Cello por salvar todas esas vidas.
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EXTRACTO
EJECUTAN A 14 MILITARES DE PUPO ROMAN POR SER SUS SUBALTERNOS
Declaraciones de José René Román García, hijo de Pupo Román, Secretario de las Fuerzas Armadas.
Pupo Román fue detenido como sospechoso de ser parte del complot que eliminó a Trujillo y fue horrendamente torturado, especialmente por Ramfis Trujillo en persona, antes de matarlo. Ramfis Trujillo también supervisó todo lo concerniente a la venganza de los conjurados y la ejecución de los oficiales subalternos.
Pupo Román fue detenido como sospechoso de ser parte del complot que eliminó a Trujillo y fue horrendamente torturado, especialmente por Ramfis Trujillo en persona, antes de matarlo. Ramfis Trujillo también supervisó todo lo concerniente a la venganza de los conjurados y la ejecución de los oficiales subalternos.
A
sus dos hijos, José René Román y a su hermano, también los detuvieron
por varios meses pero no los ejecutaron como a los demás oficiales,
obviamente porque eran hijos de una sobrina de Trujillo.
A continuación el extracto del artículo:
Señala,
que en la celda donde encerraron a su padre, había dos camas, sacaron
una y dejaron solamente la de él. Ahí se lavó la cara. “Por una hendija
que tenía la cárcel yo lo observaba, él no me veía a mí. Luego salió de
nuevo caminando hacia la Jefatura. Fue la última vez que lo vi, no volví
a verlo más.
"Como
a las cinco de la mañana fueron a buscarme y yo pensé, bueno ahora nos
toca a nosotros. Pero vi con tranquilidad que quien venía a buscarnos
era el capitán Virgilio García hijo, primo mío, hijo del general
Virgilio García Trujillo, y éste nos conduce a la Fortaleza Ozama.
"De la Fortaleza Ozama, nos trasladan al otro día al
campamento 18 de Diciembre, donde estaba la jefatura del Ejército que
comandaba el general Tunti Sánchez. Ahí me quitan las insignias, nos
acusan de traidor y ordena que nos envíen a la Torre del Homenaje “hasta
que pensemos cuándo lo vamos a fusilar”, narra el ex teniente Román
García.
“En
la Torre del Homenaje es que me doy cuenta que todos los oficiales que
estamos ahí, estábamos comprometidos con papá, habíamos 16 ó 17
oficiales presos, excepto uno que murió esa noche y que lo habían
llevado herido desde Constanza, pero no sabíamos, ni supimos después
quién era”, explica José René.
“De
esos 17 oficiales y alistados, hoy solamente tres quedamos vivos,
porque después de tener un período de tiempo estando presos en la Torre
del Homenaje, todas las noches sacaban uno y lo fusilaban”, añade.
Uno
de esos oficiales, fue el escolta de Pupo Román, el teniente del
Ejército Nacional, José Manuel Núñez y Núñez y sus dos hijos muy
jovenes, los sargentos del Ejército Nacional Wenceslao y Jorge Taveras,
fusilados junto a los demás oficiales
que de una forma u otra estaban relacionados con el entonces Secretario
de las Fuerzas Armadas (Guerra y Marina) y familiar de Trujillo por
estar casado con una sobrina del dictador.
“Meses
más tarde, nos sacaron de la Torre del Homenaje y nos entregaron a
nuestra abuela materna, Marina Trujillo Molina, bajo arresto
domiciliario, con la advertencia de Ramfis de que si salíamos de ahí,
nos fusilaban”, relata Román García.
Agrega,
que por la mediación de un familiar muy cercano, Petán Trujillo, que
estaba distanciado de Ramfis, a petición de mi abuelo, nos consigue pasaportes
y nos manda al consulado de Estados Unidos donde nos dan visa a mí, a
mi hermano Alvaro, a mi cuñado Papito, mi esposa y mi hija y mi hermana
Lucía.Pueden leer el articulo completo en www.soldominicano.com:
El articulo se titula: La venganza de Ramfis Trujillo con los tiranicidas del 30 de mayo
Escrito por Víctor Manzueta Espaillat, periodista
20 de Febrero, 2012
Documentos prueban asesinato de ejecutores de Trujillo de Jesús Sanchis (EFE), www.diariolibre.com.do. (Ver artículo más abajo)
NOTA:
Victor Martinez Díaz lleva décadas tratando de averiguar con los funcionarios del gobierno, las Fuerzas Armadas y los periodistas dónde enterraron los cuerpos de su padre, el teniente E.N. José Manuel Núñez y Núñez, y de sus dos medio hermanos, los sargentos E.N. Wenceslao Taveras "Martin" y Jorge Taveras. Los tres eran militares bajo el mando directo del Jefe de las FFAA, José René “Pupo” Román. Nadie le ha dado respuesta excepto uno de los jefes militares regionales quien le contestó una carta diciéndole que lo más probable es que sus cuerpos fueron tirados al mar porque era lo que generalmente hacían, no los enterraban para no dejar evidencia en futuras investigaciones.. Estos tres militares estuvieron entre los que fueron fusilados por órdenes de Ramfis Trujillo después de la detención del general José “Pupo” Román simplemente por estar bajo el mando de éste.
Entre los 14 subalternos de Pupo Román, también hemos podido identificar al teniente Garcia "Riverón", el teniente Mercedes, el sargento García, chofer de Román, y a su hijo un cabo escribiente, los 4 asesinados por órdenes de Ramfis. Algunos de estos 14 ejecutados, según versiones de testigos, fueron fusilados personalmente por Ramfis. Quedan 7 por identificar, lo que estamos investigando.
Hay que señalar que el fusilamiento de estos 14 militares simplemente por estar bajo el mando de Pupo Román, sospechoso entonces de ser uno de los conjurados del 30 de mayo, fue totalmente injustificado puesto que en un régimen tan peligroso, paranoico y tan controlado por los servicios de inteligencia, ningún alto oficial iba a correr el riesgo de revelar a sus subalternos sus planes de matar a Trujillo y dar un golpe de estado, especialmente a militares de tan bajo rango. Cometer semejante imprudencia en un país bajo semejante control y sistema de terror hubiera sido suicida porque aún cuando un sargento no tuviera la intención de delatarlo, la posibilidad de que se descuidara y compartiera la información con familiares o amigos era un riesgo que jamás se podría permitir, especialmente cuando las consecuencias de ser descubierto eran no solo la muerte segura sino también días, semanas o meses de torturas. Además, no faltaba alguien quien, por lealtad al Jefe o por oportunismo, estuviera dispuesto a delatarlo. Pupo Román sabía demasiado bien lo que hubieran hecho con él (y lo que efectivamente hicieron) como para permitirse semejante descuido. Aparentemente, solo dio indicios de que algo grande iba a pasar al teniente José Manuel Núñez, su mano derecha y hombre de total confianza.
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Para ver los detalles completos sobre Un baño de sangre tras el ajusticiamiento y los articulos relacionados, pueden ir a la sección CRIMENES IV, parte abajo.
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