OBRAS Y LOGROS DEL GOBIERNO DE HORACIO
VASQUEZ (1924-1930)
Introducción
Horacio Vásquez tomó posesión el 24 de octubre de 1924 y
fue depuesto por un golpe de Estado el 26 de febrero de 1930. Duró 5 años y 5
meses en el poder. Sin embargo, durante los tres últimos meses de su gestión Horacio Vásquez, con sus 70 años encima, cayó
postrado en cama con serios problemas de salud y tuvo que ausentarse por más de dos meses para
someterse a una seria operación en EUA en la que le extirparon un riñón, por lo que en realidad gobernó
activa y efectivamente por 5 años y 2 meses.
Cuando se consideran los logros que el presidente Vásquez
obtuvo en UNA SEXTA PARTE del tiempo que la dictadura trujillista duró en el poder (casi 32 años), nos damos
cuenta de que si multiplicáramos dichas obras de Vásquez por seis (6 x 5.2 años de Vásquez =
31 años) los logros que Horacio Vásquez hubiera acumulado en 31 años casi le pisarían los talones a
los pregonados logros de la dictadura trujillista de 31 años.
De hecho, lo que sería una comparación más precisa es comparar el gobierno de Horacio Vásquez con algún período de 5 1/2 años de la dictadura puesto que comparar los 5 1/2 años de Vásquez con el cúmulo de las obras de Trujillo en 31 años, aún multiplicando las obras de Vásquez por 6, sigue siendo una comparación asimétrica dado que, con la acumulación de los muchos años al mando, Trujillo logró un poder absoluto con el que eliminó toda oposición o trabas a sus proyectos en las décadas posteriores, lo que le permitió una mayor capacidad ejecutoria con base en el terror, la amenaza y la superexplotación. Pero aún con esas ventajas del poder absoluto de la dictadura, veremos que Vásquez no se le queda muy atrás.
Tampoco olvidemos que una gran parte de las numerosas y glorificadas
"empresas de Trujillo" fueron producto de las iniciativas, esfuerzo y
riesgos asumidos por otros empresarios pero que a través del chantaje y la coacción, Trujillo y sus familiares las adquirieron a precios irrisorios y otras ni las pagaron.
Además, a Trujillo le tocó gobernar durante las décadas de mayor industrialización, modernización y desarrollo en infraestructura en toda América Latina debido a la gran recesión
que hubo en nuestras principales fuentes de importaciones (EUA y Europa) y a la Segunda Guerra Mundial (sustitución de importaciones y aumento de nuestras exportaciones en cantidad y en precios), así como los modelos proteccionistas y desarrollistas promovidos por varias iniciativas en la región desde 1930 hasta aproximadamente 1979. Por tanto, habría que investigar para determinar qué porcentaje de ese desarrollo nuestro de 1930-1961 se debió en realidad a las condiciones internacionales que impulsaron la industrialización/modernización y cuáles
se debieron al pregonado "genio creador" del Benefactor. Noten que
estos otros importantes factores influyentes regionales e
internacionales nunca los mencionan los propagandistas trujillistas.
(Ver más detalles de todo lo anterior en la sección CORRUPCION/MONOPOLIO.)
Durante
la Era de Trujillo los intelectuales y la prensa totalmente controlada
practicamente borraron de la historia los logros del último
gobierno de Horacio Vásquez, limitándose a mencionar algunos eventos de tipo
cultural o social, como si esas nimiedades fueran lo único remarcable de esa gestión de gobierno; eso sí, sin dejar de mencionar las debilidades y
los fracasos políticos de dicho gobierno.
Esa
deformada versión de ese interregno entre la
ocupación norteamericana y la larga dictadura fue la versión que se impuso con
todo
rigor durante los 31 años de la dictadura para satisfacer el insaciable
ego
narcisista de Trujillo, cuyo delirio de grandeza no soportaba la más
mínima
competencia a su esplendor como el gran constructor de la Patria. Tener el atrevimiento de escribir algo sobre
los logros de Horacio Vásquez significaba caer en desgracia o sufrir peores
consecuencias. Practicamente todo logro en el país anterior
a la Era tuvo que ser suprimido o trivializado.
Lamentablemente, esa apocada versión presentada por la legión de adulones trujillistas continuó hasta
nuestros días debido una serie de circunstancias abrumadoras. Durante los convulsos
años de 1961-1968 y en las siguientes décadas, los historiadores se concentraron
en la impostergable labor de analizar, asimilar y reinformar el dilatado
régimen trujillista, el cual había monopolizado toda la información durante 31 años, con el fin de contrarrestar la versión
fabulada de la Era de Trujillo con todas sus deformantes exageraciones.
A esto se le suman las exigencias urgentes de los convulsos episodios
en los años sesentas y
la represora
dictadura de Balaguer, la cual fomentaba olvidar el pasado, promovía una mediocre cultura consumista y conformista y el vivir sumido irreflexivamente el presente. Durante todas esas violentas décadas (el trujillato, los sesentas y el balaguerato), el gobierno
de
Horacio Vásquez quedó reducido a un descolorido y olvidable paréntesis
entre la
intervención norteamericana de 1916-1924 y la férrea dictadura
trujillista. No hubo oportunidad ni voluntad de revisar a fondo la versión trujillista de ese periodo 1924-1930 y es esa versión apocada la que ha sobrevivido hasta nuestros días.
Lo siguiente nos debe llevar a la reflexión sobre la
injusticia que se ha cometido durante más de 80 años al no rescatar ese breve período de desarrollo en democracia borrado intencionalmente por los intelectuales trujillistas (motivados tanto por el
miedo como por la ambición), injusta omisión que por desinterés y descuido ha sido prolongada por los
historiadores de las últimas cinco décadas. Lo siguiente es un esfuerzo por
enmendar dicho abandono histórico. Estamos seguros de que han quedado excluidos
otros logros debido a nuestra falta de acceso a la información o porque parte importante de la
documentación quedó destruida para siempre por las dos dictaduras.
A continuación hacemos un inventario de lo que hemos
podido recopilar de las obras y los logros realizados en el gobierno de Horacio
Vásquez de 5 años y 5 meses (1924-1930). Este es un inventario incompleto al
cual le iremos añadiendo otras entradas que esperamos encontrar en el futuro.
OBRAS Y LOGROS DEL GOBIERNO DE HORACIO
VASQUEZ (1924-1930)
Veamos los programas del gobierno de 5 años y 5 meses de
Horacio Vásquez.
El gobierno de Horacio Vásquez se concentró en la realización de obras
públicas, fomento del desarrollo agrícola y de la educación y mejora de los
servicios sanitarios.
En 1926, se construyó el acueducto de Santo Domingo
con tecnología moderna y entró en operación el alcantarillado sanitario de la
capital. La construcción de acueductos no se limitó a la capital
durante la presidencia de Vásquez. Por ejemplo, en su libro biográfico (Pioneros: De agricultores a comerciantes),
al hablar de los adelantos en la ciudad de Sánchez, William Galván menciona en
la pág. 70 que a Sánchez también le habían construido un acueducto durante el
gobierno de Vásquez.
En 1925, se continúa con el desarrollo del acueducto de Santiago que se había iniciado en 1915. También se construyeron acueductos en otras ciudades tales como Sanchez, mientras que ya el de Puerto Plata existía desde el Siglo XIX por haber tenido ese puerto un gran desarrollo en dicho siglo. Además, en Santiago se establecen las primeras estaciones radiotelegraficas durante el gobierno de Horacio Vásquez.
Se realizó la mejora y dragado de los puertos de Santo
Domingo, Puerto Plata y San Pedro de Macorís.
En 1927 se creó la Secretaría de Estado de la
Presidencia y en 1929 la Secretaría de Estado de la Defensa Nacional
y la Contraloría General de la República.
Gracias a la protección otorgada por una ley (Ley No.
190) que aumentó los impuestos al consumo de ciertos productos importados y
funcionó como un arancel disfrazado para proteger las manufacturas locales,
muchas empresas y comercios resurgieron entre 1924-1930.
Para fomentar el desarrollo de la industria nacional, el
gobierno dominicano promulgó la «Ley de Franquicias Industriales»,
pero no logró entrar completamente en vigencia pues tuvo que ser derogada pocos
meses después debido, entre otras causas, a que contradecía la Convención
Domínico-Americana de 1924 que establecía que el gobierno dominicano no podía
alterar el arancel sin consentimiento expreso de los Estados Unidos.
En los años siguientes, el gobierno dominicano hizo uso
generoso del nuevo Artículo 90 de esta Constitución y favoreció con
contratos y concesiones fiscales a muchos empresarios dominicanos y extranjeros
que establecieron industrias de sustitución de importaciones.
Se construyó el hospital Padre Billini en 1925, se
mejoró notablemente el Hospital Nacional, se construyó
el Sanatorio de San José
de las Matas (1927), el cual no se pudo dotar de camas, muebles y
equipos por el repentino crash de 1929 que de inmediato se hizo
sentir en la economía dominicana. En 1926 fue inaugurado el Hospital
Regional San Vicente Paul en San Francisco de Macorís. Igualmente en
Moca y en otras ciudades se construyeron hospitales pero no
tenemos los nombres de los demás hospitales, en gran medida porque
la educación en la Era de Trujillo borró de las páginas de
historia toda obra construida antes de 1930,
Se emprendieron activas campañas sanitarias en varias
comunas para extirpar el paludismo, la buba, la uncinariacis y otras
enfermedades.
Todos los programas iniciados por el gobierno de
ocupación norteamericano se continuaron y se concluyeron (ver De Lilis a Trujillo, AGN).
Horacio Vásquez trató de construir un nuevo puerto en
la capital; se consultó al gobierno francés, el cual realizó los estudios,
pero éste concluyó que era imposible. El mandatario insistió y contrató una
compañía americana para que arreglara el puerto existente. La supervisión y el
estudio fueron confiados a la firma C. E. Young Co. establecida
en New York y adjudicados en
subasta pública a los señores González y Ferrer. Debido a inconvenientes
imprevistos como la muerte de Young y la falta de personal experto en
RD, la firma no pudo levantar el proyecto. Este proyecto, iniciado con
mucho interés por Vasquez, finalmente pudo materializarse a mediados de
los años treintas gracias en gran parte al empeño del ingeniero puertorriqueño Felix Benitez Rexach, quien financió la obra de su bolsillo como préstamo al gobierno dominicano.
En 1925 se toman los primeros pasos para la creación
de la Compañía de Generación y Distribución de Electricidad en la Zona de Santo
Domingo, ejecutada por la compañía norteamericana Stone & Western,
iniciando su expansión e interconexión inmediatamente.
En 1928 se autorizó la creación de la Compañía
Eléctrica de Santo Domingo, la cual quedó encargada de generar, construir,
rehabilitar y extender las redes de transmisión y distribución de energía
eléctrica del país, concesión de la cual era propietaria la Stone &
Wenstern. Este acontecimiento marcó el inicio del Sistema Eléctrico Nacional.
En este mismo año 1928, por medio del Decreto No.96, se crea una línea de
transmisión entre Santo Domingo y San Pedro de Macorís, marcando los inicios
fundamentales de lo que hoy conocemos como el Sistema Eléctrico Nacional Interconectado
(SINI).
Entre 1921 y 1922 se establecen por primera vez plantas eléctricas en las ciudades de Salcedo, La Vega y San Juan de la Maguana a través de una empresa privada. Desde años atrás ya Puerto Plata tenia su propio sistema de luz eléctrica.
El 17 de mayo de 1926, Horacio Vásquez ordenó que se
ejecutara el contrato firmado en el año anterior entre el Gobierno Dominicano y
la International Standard Electric Corporation para la instalación en la
ciudad de Santo Domingo de un Sistema Automático de Teléfonos Urbanos. El
Sistema Automático de la Ciudad de Santo Domingo estableció el 30 de
Noviembre de 1927 en la Dirección General de Correo y Telégrafo. Esto marcó el
inicio de la Planta Externa Subterránea o Soterrada.
Las concesiones para seguir la expansión del servicio
telefónico continuaron en el año 1930. En este sentido, el presidente Horacio
Vásquez, mediante Decreto 1248, del 30 de enero, concedió a la Compañía
Eléctrica de Santo Domingo, C. por A. autorización para establecer en el
territorio de la República el servicio telegráfico, telefónico y radiográfico,
mientrás que con los decretos 1252 y 1253 del 14 de febrero, concedió iguales
derechos al señor Tirso Colón Morales, ciudadano norteamericano y la Cuba
Trasatlantic Radio Corporation. Estas fueron las bases concretas para la
consolidación de CODETEL en noviembre, 1930.
La primera estación
oficial de radio del Estado dominicano, HIX, salió al aire el 8 de abril, 1928 con
la asistencia del presidente Horacio Vásquez y su esposa Trina de Moya. Durante
ese evento, se transmitió por vez primera en las ondas hertzianas el himno nacional
del país.
Cuando Horacio Vázquez tomó el poder, casi todas las escuelas estaban cerradas desde hacía dos años debido a la ausencia de recaudación del impuesto escolar sobre la propiedad durante la ocupación. Los Marines tambien cerraron la Universidad Central de Santiago. Horacio Vasquez reabrió las escuelas y construyó nuevos planteles escolares en La Vega, Monte Cristi,
Puerto Plata, Santiago, Moca, Barahona, Seibo, Samaná, San Francisco, San
Cristóbal. Se
construyeron escuelas normales en San Francisco de Macorís, Moca,
Monte Cristi y el Seibo.También se financiaron becas de estudios tanto en el
extranjero como en el país.
El Gobierno de Horacio Vásquez dispuso de fondos para la
reconstrucción de las edificaciones universitarias que se encontraban en mal
estado. También estableció los concursos de oposición para la selección del
personal docente de la Universidad y medidas de cambios en lo referente a la
modificación del régimen de estudios libres, en lo tocante a los requisitos de
estudios para obtener el título de Doctor en Derecho, prohibió por ley que se
otorgaran permisos para el ejercicio profesional de parte de personas sin
título.
En 1926 abrió sus puertas el Museo Nacional de
Antropología y en 1928 el Presidente Horacio Vasquez promulgó la Ley 66 que
crea los fondos para la construcción del Museo Nacional.
En 1927 se creó la Academia Dominicana de la Lengua
que después sería renombrada durante la Era de Trujillo. En 1928, tuvo lugar la
celebración oficial del Congreso Musical en Santo Domingo. Ese mismo año, se promulgó la ley que asignaba los fondos para la construcción de la
Biblioteca Nacional pero ésta no se llego a construir. En
1926
se intentó la construcción del Teatro Nacional aunque esta obra no se
pudo
materializar hasta mucho después. Aunque estos dos proyectos y otros no
se materializaron, es importante notar el compromiso que tenia el
presidente Vasquez con el desarrollo cultural del pais.
Si bien la fundación de la
Cruz Roja Dominicana en 1927 fue una
iniciativa privada, lo mencionamos aquí para corregir a algunos trujillistas
que alegan que Trujillo fue el que facilitó la creación de la CRD al principio de su
dictadura, lo que es falso.
Se contrataron los servicios aéreos para el
transporte del correo que salía al exterior, y fueron firmados
contratos para la operación de líneas aéreas y el transporte de pasajeros en
1927. Ese año, inician oficialmente las operaciones de West Indian
Aerial Express en nuestro país.
En 1928, a través de la Ley 904 promulgada por Horacio
Vásquez se consignó la suma de 125 mil pesos para la compra de los terrenos para la primera escuela de aviacion y se constituyó el “Cuerpo de
Aviación”, adscrito al Ejército Nacional.
Este cuerpo estuvo compuesto inicialmente por
pilotos dominicanos que habían recibido entrenamiento por los Marines
norteamericanos. El primer aeropuerto en tierra del pais, el Aeródromo
Lindbergh, fue puesto a funcionar en estos terrenos por Horacio
Vasquez. Luego, en 1932 el gobierno de Trujillo le cambiaría el nombre a
este cuerpo por
“Armada de Aviación” y el aeródromo seria rebautizado con el nombre Aeropuerto Andrews.
Ordenó la construcción de los puentes sobre el río Yuna,
Iguamo y Nizao.
Todos los puentes de madera fueron
sustituidos por obras de cemento armado. Los colgantes de acero fueron
encargados y pagados en Estados Unidos, aunque debido al golpe de estado de
Trujillo, el gobierno de Vasquez no logró completar esta obra. Trujillo la
completó y nombró a uno de los puentes “Presidente Trujillo” y al otro “Ramfis”.
También se iniciaron nuevos proyectos. Se ampliaron
las tres carreteras principales del país. El gobierno mantuvo las
carreteras existentes en perfecto estado las cuales facilitaron la salido de
los productos y estimularon el comercio.
Se continuó la construcción de carreteras
cuyo impacto se hizo aun mayor al abrirse los tramos que unieron a San Pedro
de Macoris con Higuey; a San Francisco de Macoris con Rincón y con Pimentel; a
Santiago de los caballeros con Puerto Plata y con San José de Las Matas; a Moca
con Salcedo y con Jamao; a Rincón con Cotui; a Jarabacoa con La Vega y a Hato
Mayor con Sabana de La Mar. Se aclara que algunos de estos caminos fueron
completados durante el gobierno de Vasquez pero otros fueron terminados años
más tarde cuando llegaron al país y fueron instalados sus puentes de acero
construidos en el extranjero por lo que la propaganda política atribuyó la gloria
de su construcción al gobierno que sustituyó a Vasquez [el de Trujillo]. Lo
cierto es que todos fueron iniciados y avanzaron grandemente durante estos años
y estaban casi terminados antes de 1930. De manera que el país pudo contar
a partir de entonces con una de las más completas redes de carreteras
existentes en todo el Caribe.
Nunca hasta entonces las comunicaciones habian sido tan provechosas lo que generó el gusto por los autos que desarrollaron los dominicanos de
aquellos años. Para cuando Vásquez fue depuesto, ya había tres estaciones de gasolina en la capital para surtir los autos privados. Según un calificado testigo de los cambios que ocurrían en
el pais, el año 1927 marca la cúspide de la prosperidad nacional. Habia trabajo, dinero, abundancia, paz, bienestar y un
aparente empeño general de superación. El comercio, la agricultura y las
industrias se ensanchaban florecientes y emprendedoras.
La nueva Constitución promulgada por el gobierno de
Horacio Vasquez declara abolida la pena de muerte e introduce el
sufragio universal para los varones. En Estados Unidos se legalizó
el derecho al voto de las mujeres en 1920 pero esos vientos del sufragio
universal llegarían a América Latina mucho después.
La ley de paternidad Nº 1051 fue
promulgada en noviembre de 1928 por Horacio Vásquez. Esta ley era una de las
obligaciones más demandadas por los ciudadanos. Su finalidad era obligar a
los padres al sustento de los hijos menores, fueran legítimos o naturales
reconocidos, fue la ley que estableció por primera vez el sistema del Bien
de Familia Inembargable entre otras.
Al
incendiarse el Palacio de Justicia, el Presidente Horacio Vásquez retomó el
proyecto de crear un cuerpo de bomberos en la capital, proyecto que había sido
discutido dos años antes y postergado debido a la atención prioritaria y los
recursos que requería la construcción del acueducto de SD. A instancias del
presidente, se creó una comisión con el propósito de crear el cuerpo de
bomberos y el 26 de octubre de 1927 se creó el primer Consejo Administrativo de
dicha dependencia el cual recibió del gobierno la suma de US$25,000 con lo que
fueron comprados 3 carros bomba American Lafrance, dos de ellos de bomba
rotatorias de 500 galones y un carro Extintor con 2 extintores de 40 galones, y
además equipo misceláneo. Luego, el 11 de marzo de 1928 quedó oficialmente
instalado el Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo el cual continúa hasta hoy
día. Como nota al pie, durante toda la Era se decía a sotto voce que había sido
Trujillo quien hizo que quemaran el Palacio de Justicia para destruir los
expedientes criminales de su pasado delincuencial y los de sus hermanos.
Sobre otras
ciudades, los historiadores nos cuentan que en el año 1880, el General Gregorio
Luperón, mediante decreto no.1851, ordenó la creación de Cuerpos de Bomberos en
las principales ciudades del país: Santo Domingo, Santiago, La Vega, Puerto
Plata, Montecristi, San Pedro de Macoris, Cotuí, Azua, El Seibo y Baní. Dicho
decreto se convirtió en ley el 29 de Junio del 1912 cuando fue promulgada. En
el caso de Santiago, ya para 1894 esta ciudad contaba con su cuerpo de bomberos
plenamente constituido y equipado.
Vasquez constituyó como única fuerza publica: la
Policía Nacional dominicana y luego la expandió.
Se trajo al país la denominada “Comisión Dawes”, que,
entre otras cosas, se encargó de establecer el primer sistema de
contabilidad pública en el país. Para manejar el nuevo sistema se
crearon la Oficina de Contabilidad General (Contraloría General de la
República), la Tesorería Nacional y la Oficina Nacional de
Presupuesto. La nueva ley dio origen a la institución que regularía la
contabilidad como profesión la cual aún mantiene su vigencia e incidencia en el
desarrollo de esta carrera, el Instituto de Contadores Públicos Autorizados de
la República Dominicana.
El sistema presupuestario se
estableció en el año 1929, a solicitud del Presidente de la
República, mediante la Ley No. 1111 denominada “Ley de
presupuesto”.
El 21 de enero de 1929, después de laboriosas
negociaciones, se firmó el Tratado de Fronteras entre Horacio Vásquez y el
presidente haitiano, doctor Louis Bornó. Algunos historiadores consideran
este tratado como el instrumento jurídico internacional más importante para
la República Dominicana en el Siglo XX. Este tratado puso fin a los
diferendos fronterizos, demarcó los límites territoriales y fue este tratado
el que rigió la división territorial de ambas repúblicas la mayor parte del
siglo XX. El Artículo 5 de la actual Constitución dominicana establece
que los límites fronterizos están fijados por ese tratado y su protocolo de
revisión. Trujillo lo que hizo, al firmar un protocolo al mismo, fue
entregar tierras a Haití que en el tratado firmado por Vásquez eran
dominicanas, a cambio de un pacto político bajo el cual el gobierno haitiano se
comprometió a no permitir la presencia de exilados antitrujillistas en su
territorio.
Podemos decir que la mayor preocupación que tenía Vasquez era el fomento y apoyo a la agricultura con el fin de que el país lograra autosuficiencia en materia alimentaria.
Cuando Horacio Vásquez llegó a la presidencia,
el país tenía que importar los alimentos básicos, tales como el arroz, maíz,
frijoles, cebollas, ajo, papas, carnes. El presidente Vasquez se abocó a
promover la sustitución de importaciones en el agro. Para aumentar la
producción agrícola inició una gran ampliación de tierras inexploradas y con el
fin de contener la expansión de los latifundios y la dominación del capital
extranjero, se compraron tierras incultas, cuya enajenación estaba en
negociaciones con compañías norteamericanas. Se emprendieron extensas
obras de regadío en Monte Cristi, Santiago, Azua y Baní. Regiones enteras,
antes áridas e incultas, empezaron a transformarse en arrozales, vegas de
tabaco y labrantíos de frutas menores. En 1926 se inauguró el canal de
irrigación del Yaque del Norte.
Como parte de esta política de fomento al agro y para
nacionalizar las regiones cerca de la frontera, se establecieron nuevas
colonias agrícolas en la frontera y se mejoraron los caminos vecinales, se
puso en ejecución el plan de canales de riego, la compra de terrenos para su
adecuación, la cientificación de la agricultura. Además de las colonias
fronterizas, creáronse otras en Guayubín, Jamao y Pedro García, con inmigrantes
extranjeros, en su mayoría finlandeses.
Se crearon Campos de Demostración Agrícola en todas las
provincias de la república a cargo de instructores de agricultura que enseñaban
las mejores formas de cultivo, el uso de la tierra, el abono, el arado y la selección de
la semilla. Además, regularmente les dictaban conferencias a los agricultores.
El gobierno de Vásquez promovió
los cultivos de arroz, plátano, yuca, maíz, cacao, café, frutas y habichuelas.
Se fundaron estaciones
de monta con sementales importados para ponerlos a disposición de criadores,
redundando en un significativo mejoramiento del ganado. Se importaron
nuevas maquinarias para fabricar azúcar. Creó un fondo inicial para la
organización de un Banco Agrícola que también sería financiado con otros
capitales (Trujillo no construyó ese banco sino hasta 1945, 16 años después).
Se estableció en 1926 la Escuela de Agricultura y Estación Nacional
Agrónoma de Moca, la cual fue suprimida definitivamente en 1934 por el
régimen de Trujillo.
En el año 1927, Horacio Vásquez emitió el Decreto Núm. 786, de fecha
16 de noviembre, creando la Comisión Nacional del Azúcar, con la
finalidad de sumarse a los esfuerzos que se estaban gestando a nivel
mundial en pro de alcanzar la normalización del mercado azucarero, a
fin de lograr la estabilidad mediante el control de la producción
de este producto.
Se procedió a la repoblación de los bosques con maderas preciosas, tales como caoba, cedro, guayacán, etc. y a la conservación
de las fuentes fluviales para lo cual fueron dictadas leyes especiales.
Para 1927, la realización de obras públicas, en todo su
apogeo, hacía circular dinero en abundancia.
La Dirección General de Obras Públicas estaba a cargo de ingenieros
americanos desde su creación en tiempos de Cáceres, a exigencias del Gobierno
de EUA, cuyo director americano estaba acostumbrado a obrar con absoluta
independencia del gobierno dominicano. El gobierno de Vásquez sustituyó a todos
los empleados americanos de esa dirección por dominicanos bajo la dirección del
Ing. Alfredo Ginebra.
El progreso
ecónomico y la abundancia monetaria permitieron que en 1928 se instalara el primer banco
dominicano en la historia: la Compañía Bancaria Nacional (CBN) de capital
netamente dominicano. Esta fue la primera entidad de capital nacional que
recibió depósitos del público e hizo operaciones crediticias. Anteriormente,
eran tres bancos extranjeros los que realizaban las operaciones internacionales
del país: Royal Bank of Canada, el National City Bank y el Bank of Nova Scotia. Sin embargo, este primer
banco dominicano, el CBN, fue forzado a cerrar sus puertas en 1933
porque los dueños (José R. Cordero Infante, Rafael Espaillat, José D. Alfonseca
y Andrés Pastoriza, entre otros) no eran “amigos” del General Trujillo, un
patrón típico de la primera etapa del proceso de monopolización a costa de sus
enemigos.
En 1927, el presidente Vásquez ordenó la
construcción en San José de las Matas del primer sanatorio del país para
enfermos de tuberculosis, el cual constaba de 300 habitaciones. Ya
en su etapa
final, este centro no pudo ser terminado adecuadamente para dichos
propósitos ni
dotado del mobiliario adecuado debido a la repentina debacle de la
economía a causa de la gran crisis mundial de 1929. El presidente
Vásquez, a quien junto a su esposa le gustaba la naturaleza
en San José de las Matas, en su último año de gobierno usó parte de este centro como sede alterna del gobierno donde se reunía con
su gabinete y diputados lejos del bullicio de la ciudad. Posteriormente,
Trujillo se adueñaría de La Mansión y la usaría como una de sus muchas
residencias privadas en RD. Hoy funciona como un hotel de montaña llamado Hotel La Mansión.
El gobierno de Horacio Vásquez se caracerizó por su empeño
en respetar los derechos y las libertades ciudadanas, entre éstas la libertad
de prensa, de organización política, de disentir. Este hecho resulta más
relevante cuando recordamos los viejos tiempos de las revoluciones o la
dictaduras militares, la ocupación norteamericana con su censura, sus cortes
militares, sus patrullas de caminos, sus procedimientos violentos de requisamiento
y sus torturas a los sospechosos o acusados de oponerse a la ocupación.
El historiador Frank Moya Pons anota: “Por primera
vez en toda la historia dominicana existía un Gobierno estable, capaz de
mantener el orden y las libertades ciudadanas al mismo tiempo. Las pocas veces
que hubo políticos de la oposición detenidos, Vásquez los hizo libertar a pesar
de haber declarado públicamente su oposición al Gobierno incitando al asesinato
del Presidente de la República”.
No había presos por delitos políticos ni de
prensa, no había exiliados, no había perseguidos. Se
hablaba libremente en contra del régimen, aún en presencia de sus
partidarios. Los adversarios transitaban sin tropiezos, celebraban
reuniones, mítines y manifestaciones. Tal como lo señala Luis F. Mejía en De Lilis a Trujillo: “Se vivió
una vida de libertad y seguridad tan absolutas como las que reinan en las más
sólidas y antiguas democracias”.
Sin embargo, la campaña por la reelección y la division
del Partido Nacional terminaron debilitando al gobierno. A pesar de la campaña
candente de 1929, la crisis económica internacional y su deteriorada salud,
Vásquez continuaba con sus programas de obras públicas y su política de
colonización y desarrollo agrícola.
Si bien hubo muy justificadas acusaciones de corrupción y
malos manejos (los que también hubo durante el Trujillato, sólo que en éste no
se podía acusar públicamente), la honradez personal y decencia de Horacio Vásquez fueron cualidades que nunca fueron puestas en duda. Al
salir al exilio, su único capital eran sus propiedades rurales de Tamboril, de
un valor de treinta a cuarenta mil dólares, habidas antes de asumir la
Presidencia con su trabajo de toda una vida y unos diez mil dólares en un
banco, fruto de las economías de su sueldo como Presidente durante más de 5 años.
Señala el escritor y ex funcionario Luis Mejía: “Con contadas excepciones,
quienes se procuraron ilícitos beneficios, lo hicieron para gastarlos en la
política interna, en dádivas a amigos y partidarios, destinadas a acrecentar su
prestigio, no en provecho personal. Casi todos se encuentran hoy en la
mayor pobreza. En cambio, Trujillo, el fraguador de la revuelta que dio al
traste con aquel gobierno, a quien aclamaban los alzados como futuro
Presidente, habíase manifestamente enriquecido en el mando del ejército” (De Lilís a Trujillo).
Efectivamente, Horacio Vasquez invitó a que el gobierno americano le mandara la
Comisión Dawes con el propósito de investigar y de organizar la
administración de la economía dominicana y para que lo asesorara en la modernización
del manejo de las finanzas públicas. Precisamente, el Ejército Nacional (dirigido por el general
Rafael L. Trujillo) y Obras Públicas, fueron los dos ministerios donde con más
descaro y extendida impunidad se
practicó el robo y el despilfarro de los dineros del pueblo. El historiador Frank Moya Pons señala: “En 1929, en
ocasión de un estudio administrativo-financiero que hizo una misión
estadounidense contratada por Vásquez para modernizar diversos departamentos
del gobierno, se descubrieron las vías de escape del presupuesto militar que
Trujillo utilizaba en su provecho.”
El historiador Alejandro Paulino Ramos cita el informe de la Comisión Dawes:
“Gastos
tales como: compra de ropa, raciones, compra de gasolina, de aceite,
reparaciones y gastos de contingencias, son arbitrariamente
calculados. (…). La Comisión presenta varias partidas que agregan
la suma de $529,875.00 que son infundadamente calculados. La Comisión
opina que se podría lograr un gran ahorro siempre y cuando se haga
una supervisión más científica y más estrecha”.[4]
Lo que estaba destacando la Comisión, de manera discreta, era la
corrupción que existía en el Ejército Nacional bajo la jefatura de
Trujillo, quien, solo en 1929 se había “embolsillado” más de
medio millón de dólares. (Artículo: Rafael L.Trujillo: La utilización del Estado en provecho personal.)
No obstante las recomendaciones de esa comisión para que
fuese corregida la situación y a pesar de las demandas de los alfonsequistas
para que Trujillo fuese removido de su cargo, Vásquez siguió dándole todo su
apoyo y se negaba a creer las informaciones que le advertían sobre los planes de
Trujillo para derrocarlo en combinación con varios políticos coalicionistas.
En cuanto a la ciudad de Santo Domingo, antes los mejores edificios comerciales de la capital tenian un aspecto ruinoso, con
gruesas paredes de mampostería y techos romanos, recias puertas de tablones y
planchas de acero aseguradas por pesados aldabones. Ahora se levantaban
modernas construcciones y edificios comerciales de concreto reforzado, algunos
de ellos de varios pisos como el "Edificio Baquero", levantado en
1927 en la calle El Conde, con amplias vitrinas de exibición que en el pasado
se desconocían. Surgieron hermosas residencias con preferencia en las
afueras de la capital, en lo que se conoce como Gazcue y Avenida Independencia.
Poco a poco aquellas casas de tablas de palma, tejamasi y techos de canas que
aún existían en algunas calles importantes de la capital fueron desapareciendo
para ceder a modernas construcciones de hormigón armado, cómodas, vistosas,
atractivas e higiénicas. El barrio de Villa Francisca empezó a poblarse rápidamente.
Por último, hay que señalar que muchas de las obras que
se iniciaron en los primeros años de la Era de Trujillo habían
sido planificadas durante el gobierno de Horacio Vásquez.
En lo que Vásquez se quedó corto fue en la propaganda
porque, vergonzosamente, lo que más destacó la obra de Trujillo, aparte del
terror institucionalizado, fue la poderosa maquinaria propagandística,
incesante, desbordante y abrumadora que no cesaba de elevar a Trujillo como el
primer y gran constructor de la nación, el que lo hizo todo en este país, a
través de una megafonía que ahogaba a la población, valiéndose de todos los
medios disponibles: los periódicos, la radio, los letreros, discursos,
desfiles, las escuelas y, por último, también a través de la televisión.
Horacio Vásquez se dejó influenciar por sus colaboradores quienes le aconsejaron que él tenía el derecho de gobernar hasta 1930 y no hasta 1928 debido a que él fue elegido bajo la Consititución de 1908 según la cual el mandato presidencial duraba 6 años. Los que se oponían (los seguidores de Velásquez quien tenía aspiraciones presidenciales expresas) sostenían que como Vasquez se juramentó el 12 de julio y la nueva Constitución habia sido aprobada un mes antes, el 13 de junio, su mandato solo duraba 4 años. En 1927 la Constitución fue modificada para que mantuviera lo estipulado por la constitución anterior: un periodo presidencial de 6 años.
A pesar de su gran popularidad entre el pueblo, el clima de libertad y
respeto que había durante su mandato, así como el auge económico que se hizo sentir en la vida cotidiana, esta decisión
produjo fuerte resentimiento entre varios sectores políticos, lo cual
fue aprovechado por Trujillo para fraguar y coordinar el golpe de Estado
que depuso a Vásquez antes de que éste terminara el mandato de seis años. Poco tardaron los eventos posteriores en demostrar que lo único que motivaba a Trujillo, como ya lo sabían los que lo rodeaban, era su ambición personal por el poder arbitrario para beneficio propio y de su familia. Trujillo traicionó a su protector y mentor Horacio Vásquez no sólo al derrocarlo mientras le juraba total lealtad hasta el último minuto, sino que después se apropió de los méritos de muchos de los logros de Vásquez y finalmente extendió la traición al hacer que los historiadores borraran todo vestigio del legado que Vásquez había forjado en su último gobierno, un vacío que hoy tratamos de llenar y de rectificar con esta investigación, la cual sabemos que quedará incompleta.
También pueden leer el artículo Hato Mayor progresó en
gobierno de Horacio Vásquez (1924-1930) escrito por Manuel Antonio Vega en
www.atacandodigital.blogspot.com. Sería bueno que otras personas
de las diferentes
ciudades, pueblos y provincias recopilaran información de sus
respectivas
comunidades para que nos revelen los proyectos regionales y municipales
que se
realizaron durante el gobierno de Horacio Vásquez, el gobierno más
respetuoso de los derechos civiles y derechos humanos desde la
colonia hasta 1978.
Además, invitamos a los lectores a descargar gratis el grueso volumen titulado El Siglo XX Dominicano, escrito por cuatro historiadores encabezados por Frank Moya Pons. En uno de los capítulos de este interesante estudio, los autores discuten la política de incentivos a la industrialización del presidente Vásquez, los resultados y los cambios que sufrió la economía con la llegada deTrujillo al poder, etc.
El Siglo XX Dominicano: Economía, politica, pensamiento y literatura
Frank Moya Pons, et al
CODETEL
http://www.claro.com.do/libros_pdf/Historia/Historia_1%20(1999).pdf
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