“¿Qué clase de dictador es ese? ¿A eso le llaman dictador en Colombia?. Dictador soy yo, que dispongo de una de las más grandes fortunas del mundo. "
Rafael Trujillo Molina (refieriéndose al dictador de Colombia, Rojas Pinilla)
Citado por el Dr. Hans Paul Wiese Delgado
Administrador de los ingenios azucareros de Trujillo
¿SACÓ EL DICTADOR TRUJILLO PARTE DE SU FORTUNA DEL PAÍS O NO?
Rafael Trujillo Molina (refieriéndose al dictador de Colombia, Rojas Pinilla)
Citado por el Dr. Hans Paul Wiese Delgado
Administrador de los ingenios azucareros de Trujillo
¿SACÓ EL DICTADOR TRUJILLO PARTE DE SU FORTUNA DEL PAÍS O NO?
En esta exposición dejamos de lado el tema de la totalidad de la fortuna que la familia Trujillo disfrutó en el exterior para concentrarnos específicamente en los millones que sacó el propio Generalísimo Trujillo (Benefactor de la Patria) debido a que el principal portavoz de los Trujillos actualmente ha sido terminante y enfático en referencia a los fondos del propio Generalísimo y ha afirmado repetidas veces con tono terminante y dramático que el Generalísimo “no tenía un solo centavo fuera de la República Dominicana”.
Con base en nuestras investigaciones, discrepamos plenamente de esas rotundas declaraciones y podemos afirmar que no cabe duda de que Rafael Trujillo Molina tenía parte de su propia fortuna (aparte de la de Ramfis, su esposa, etc.) en varios países, tanto en capital líquido como en inversiones en propiedades y negocios.
Antes de compartir con los lectores el resultado de nuestras investigaciones, deseamos explicar las preponderantes circunstancias que limitaron el acceso a otra parte importante de la información y datos concretos sobre los fondos del jefe, limitaciones de las cuales se aprovechan los apologetas del dictador para hacer todo tipo de alegatos improvisados, imaginativos e infundados. En primer lugar, se trata de un régimen que fue el más totalitario del continente y, según algunos medios de esos años, el más totalitario del mundo durante su época, así como uno de los peores regímenes de terror del mundo. Esto significa que la gran mayoría de los funcionarios, testaferros, agentes y testigos (dentro o fuera del país), es decir, los que le manejaban la fortuna al Jefe, no se atrevían a compartir una mínima jota de información concreta sobre el manejo y el destino de los fondos de Trujillo. Algunos de los funcionarios, allegados o simples críticos que se atrevieron a difundir información sobre el régimen (Galíndez, Almoina, Marrero Aristy, Requena, Mauricio Báez, etc.) sufrieron las consecuencias de ser eliminados. Otros fueron amenazados o sufrieron atentados (Germán Ornés, Homero Hernández, Albert Hicks, Tancredo Martínez, Betancourt, Figueres, etc.) y muchos otros nunca han hablado en todas estas décadas porque de hacerlo pondrían al descubierto su propia complicidad en la corrupción e inclusive revelarían que han estado disfrutando todas estas décadas de los recursos del Jefe que ellos le manejaban como testaferros por lo que se han mantenido completamente herméticos hasta dejar esta vida.
En segundo lugar, hay que tomar en cuenta que ésta es una investigación realizada a más de 50-60 años después de los hechos y que, inexorablemente, el tiempo ha logrado lo que mejor sabe hacer: sencillamente borrar o encubrir gran parte de los hechos concretos y detalles. De esto, obviamente, han sabido aprovecharse ampliamente los actuales apologetas del régimen.
En tercer lugar, en los últimos 55 años no ha habido ningún esfuerzo, ni oficial ni extra oficial, ni mucho menos coordinado, de parte de los gobiernos dominicanos (aparte de los infructuosos esfuerzos iniciales del breve gobierno de Juan Bosch) por identificar el destino de esos fondos multimillonarios extraídos criminalmente de nuestro país con el fin de iniciar un proceso legal de repatriación de ese caudal para el beneficio del pueblo dominicano, un pueblo aterrorizado, desposeído, explotado y en muchos sectores, esclavizado por el régimen despótico de la familia Trujillo durante 31 años. Esto tampoco debe sorprendernos: después de la violenta “transición” (golpe de estado, gobierno de facto, revolución de abril, intervención militar, ocupación) hacia un nuevo proceso de institucionalidad político-militar, Balaguer (fiel servidor de Trujillo) y los trujillistas reciclados dominaron durante 22 años de los siguientes 30 años y manejaron a sus anchas las palancas de la administración pública. Después de recibir una generosa ayuda material de parte de los Trujillos (se dice que US$5 millones, excepto de María Martínez) solicitada por Balaguer para su campaña de 1966, como reciprocidad Balaguer no levantó un dedo en sus 22 años en el poder para identificar el paradero de la fortuna en el exterior, mucho menos tratar de repatriarla y con esos recursos evitar un mayor endeudamiento del Estado dominicano. Además, el balaguerato incurrió en este incumplimiento de su deber siendo éste, de todos los gobiernos que le han seguido al trujillato, el que más gozo de un poder preponderante y prolongado tanto porque siempre contó con el apoyo incondicional de las Fuerzas Armadas (cuyos altos oficiales se vieron materialmente muy favorecidos) como con el apoyo del gobierno americano...menos se podría esperar del PRD y el PLD, concentrados en sencillamente lograr una estabilidad política democrática. Así pasaron los años y las décadas hasta la situación actual, con el desconcierto político y moral que estamos viviendo, décadas en que ha quedado un profundo vacío de información sobre la fortuna, vacío que ha sido bien aprovechado por los actuales demagogos trujillistas para repetir con falsa postura de indignados que Trujillo era tan patriota que “no tenía un solo centavo fuera del país”.
Esa gran laguna significa que sólo tenemos disponible la evidencia proveniente de la sociedad civil: la prensa internacional, testigos, confesiones, gobiernos extranjeros, instituciones bancarias, historiadores y algunos documentos que han surgido. De esto se desprende que nunca conoceremos gran parte de la fortuna que Trujillo extrajo del país durante sus 31 años en el poder, una fortuna considerada por historiadores y periodistas extranjeros como entre las tres o seis fortunas más grandes del mundo en su época.
No obstante, si bien por las razones antes expuestas la evidencia no es tan robusta como debería ser por tratarse de una de las más grandes fortunas del mundo, lo que sí hemos podido recabar no deja de ser, sin duda, plenamente contundente: que aparte de lo que sacaron su viuda, sus hijos y sus hermanos, el propio Benefactor de la Patria también contaba con millones acumulados e invertidos en el exterior por él mismo.
Antes de pasar a desglosar la evidencia, deseamos anotar que una parte de la evidencia de la fortuna específicamente del jefe en el exterior ya la habíamos presentado en informes anteriores sobre la fortuna en el exterior de la familia Trujillo en general (ver sección FORTUNA y en nuestra edicion de abril 2017, Los Trujillos sacaron...). Sin embargo, también presentamos aquí pruebas que no han sido expuestas anteriormente.
Si sumáramos uno a uno los montos de los capitales exportados por el dictador, según el total de la evidencia que hemos recabado, el total del capital exportado por el propio Trujillo en realidad alcanzaría casi US$2,000 millones de dólares. Naturalmente, no incurrimos en el descuido de sumar todas las cifras identificadas como si fueran fondos independientes uno del otro porque podría ser que varios de esos montos se traslapan y terminaríamos contando un mismo monto más de una vez. Por ejemplo, cuando por un lado un periódico americano informa que Trujillo sacó US$200 millones y, por otro lado, descubrimos un documento que menciona US$55 millones en un banco de NY, no asumimos automáticamente que son fondos independientes uno del otro. Si bien podrían ser capitales totalmente separados, adquiridos en diferentes etapas, para evitar incurrir en el error de duplicaciones, nos abstuvimos de sumar esas cantidades como si cada una fuera independiente de las demás. Preferimos pecar por omisión y no por exceso para no correr el riesgo de caer en exageraciones. Entonces, como dijimos, según la evidencia que pudimos encontrar, la fortuna total de Trujillo en sus 31 años en el poder bien podría llegar a US$2,000 millones (hoy, US$16,000 millones), pero también podría ser menor si los montos están duplicados. En definitiva, parte de los fondos o inversiones identificados son independientes unos de otros y éstos se podrían sumar sin incurrir en errores.
(Para no abarrotar el desglose con todos los detalles bibliográficos y citas entre comillas, los lectores podrán encontrar las referencias, recortes, citas, páginas, etc. de gran parte del desglose en los posts que le siguen a esta exposición. Colocamos dichos posts en el mismo orden en que aparecen en el siguiente desglose.)
Veamos a continuación, entonces, lo que hemos recabado sobre la fortuna que el propio dictador Rafael Leonidas Trujillo tenía fuera de la República Dominicana, aparte de la fortuna extraída por su viuda y sus hijos:
El portal del Royal Bank of Canadá (www.rbc.com) expone en su libro sobre la historia del RBC (Quick to the Frontier, pág. 343) que Trujillo transfería fondos de su cuenta en RD a la sucursal del RBC en París.
El presidente de la Comisión Dominicana del Azúcar, el Dr. Salvador Ortiz, declaró en junio de 1962 ante el Senado norteamericano que Trujillo mantenía una fortuna de unos US$500 millones en el exterior (ver recorte más abajo). Esta cifra se dedujo de la diferencia entre el valor de los bienes exportados de RD y las divisas que eran reintegradas al país. No olvidemos que los Trujillos monopolizaban las transacciones de exportación/importación del país. Declaró, además, que los Trujillos habían sacado US$60 millones en 1961 (hoy, unos US$480 millones). Esto lo han declarado historiadores/investigadores tales como (Moya Pons, Michael Hall, Bernardo Vega). Los Trujillos eran los dueños de todas las empresas exportadoras (los productores internos tenían que venderles sus productos de exportación a éstas). Talvez no todos los US$500 millones entraban y se quedaban en las arcas del jefe en el exterior, sino que parte iría a parar a las arcas de sus hermanos, sobrinos y cuñados quienes también controlaban las exportadoras.
Un artículo en el Washington Observer Newsletter de octubre 1 de 1955 (ver recorte más abajo) informa que Trujillo había facultado al contratista millonario Louis Berlanti (con conexiones con la mafia) a que retirara de una cuenta en un banco de Nueva York (probablemente el New York City Bank con el cual Trujillo tenía tratos) la suma de US$53 millones (hoy US$424 millones). El artículo no especifica el propósito de este retiro. Señala que cuando Berlanti presuntamente murió en un accidente de avioneta, él llevaba consigo US$30 millones de esos fondos. En otra noticia, se informa que antes de estrellarse Berlanti había invertido US$18 millones en un proyecto de desarrollo en la Florida y que los fondos provenían de un inversionista anónimo o misterioso. Este dato sobre el retiro de los US$53 millones de Trujillo por Berlanti y el accidente aéreo con la mitad de ese capital a bordo la avala una publicación alemana Mafia, Geheimdienste und Politik der USA Teil 7 (1963 bis November 1963 – http://www.us-politik.ch/teil7.htm; ver texto más abajo), una extensa investigación alemana publicada en unas 10 partes sobre las conexiones y manejos entre las mafias, los servicios secretos y los gobiernos de varios países.
El Fiscal de Nueva York y ex fiscal federal, Robert Morris Morgenthau, declaró en varias entrevistas que Richard Nixon (amigo de Trujillo) le había abierto al dictador una cuenta bancaria en Suiza y que Morgenthau fue destituido de su puesto como fiscal federal precisamente por la investigación que estaba realizando sobre esta transacción y otros manejos de Nixon.
En varios artículos de la prensa internacional publicados a principios de 1960 (más de un año antes del ajusticiamiento, ver recorte más abajo), se informa que el ex dictador argentino, Juan D. Perón, estaba adquiriendo propiedades en Suiza y al sur de España para Trujillo y también depositando fondos del jefe en bancos en Suiza. El propio Perón declaró, sin siquiera tratar de negar lo que decía la prensa sobre las propiedades de Trujillo, que no le parecía que Trujillo pensaba ir a vivir a Suiza sino al sur de España por el clima más agradable. (Ver The Miami News más abajo, entre otros). Después de un periplo por varios países, Perón encontró refugio en las tierras del jefe dominicano, a quien le asignaron una estancia con sirvientes, junto al grupo de allegados que lo acompañaba. De hecho, fue Trujillo quien le costeó a todo el grupo de Perón e Isabelita el viaje a España. Por tanto, Perón le debía favores al dictador dominicano, además de que, como queda obvio en las memorias de sus acompañantes y de otros testigos, Perón salió casi sin un centavo de Argentina por lo que, naturalmente, le convenía ponerse al servicio del multimillonario dictador dominicano y sus hijos. Además, Perón e Isabelita se quejaron de la indiferencia de Franco quien nunca se comunicó con ellos ni mucho menos se reunió con ellos en los años en que estuvieron en España. Como gesto mínimo, Franco apenas les concedió una pequeña vivienda en un barrio obrero. Por tanto, Perón estaba marginado en España y necesitaba ponerse al servicio de gente con dinero. Algunos historiadores indican que esta indiferencia de Franco, defensor a rajatablas de la Iglesia Católica, se debió al asedio// que le hizo Perón a la iglesia católica en Argentina. Años después, un rico empresario peronista de Argentina le consiguió en España una vivienda digna de un ex mandatario de la entonces poderosa Argentina. Por cierto, en las memorias del secretario de Ramfis Trujillo, César Saillant dice que ya en Europa, cuando conversaba con Ramfis entró una llamada desde Madrid, era Radhamés. Oyó mencionar el nombre de Juan Domingo Perón un par de veces. Cuando Ramfis colgó Saillant le preguntó si sabía algo sobre Perón a lo que Ramfis le contestó que Perón y Radhamés hablaban casi todos los días, lo que apoya la información de que Perón cooperaba con los Trujillos en el exilio.
El Pittsburgh Post Gazette (18 de junio, 1961, pág. 8) reveló que Trujillo había dejado una fortuna de US$1,000 millones (hoy, unos US$8,000 millones). Suponemos que esa cifra incluye las más de 100 empresas, haciendas, viviendas, etc. que el dictador tenía dentro de RD. El artículo señala que cuando RD logró una balanza comercial de US$87 millones, Trujillo transfirió al exterior US$88 millones (“Trujillo transferred a cool $88,000,000 abroad”). No sorprende que muchos de estos artículos no mencionan la fuente porque, al igual que las publicaciones dedicadas a revelaciones sobre los manejos de las mafias, la costumbre es no revelar la fuente para que la vida del informante no corra peligro o debido a que para poder entrevistarlo la condición previa que el informante exige es que lo mantengan en el anonimato.
El estudio técnico-económico Income Distribution Theory (1971, pág. 91) declaró que Trujillo había transferido US$200 millones a cuentas en Suiza y US$35 millones al Banco de Nova Scotia en Canadá. (ver extracto más abajo}.
El historiador José C. Novas expone que “la revista TIME Magazine, edición del 4 de junio de 1956 (en medio del escándalo generado por la desaparición del profesor Jesús de Galíndez en la ciudad de Nueva York) reportó que el dictador Trujillo le pagaba 30 mil dólares anuales al abogado Franklin D. Roosevelt Jr. en honorarios por representar sus cuentas en bancos de Estados Unidos a través de la firma legal Roosevelt and Freiden Associates de New York (ver articulo: El Jefe, la fortuna y su nieto, almomento.net).
El periódico español El Confidencial y otros rotativos españoles revelaron que Trujillo en vida había invertido, junto con el español Julio Muñoz Ramonet, en dos almacenes de Madrid: El Águila y El Siglo. Años después, hubo un litigio entre los Trujillo-Martínez y Muñoz Ramonet por el control de estos almacenes. Ver artículo en dicho periódico titulado Julio Munoz Ramonet, el industrial millonario que jamás se dejaba afeitar (marzo 24, 2012).
Igualmente había invertido en Puerto Rico, como lo informan algunos artículos de prensa, tales como The Economic Review of Puerto Rico de la Cámara de Comercio de Puerto Rico). ya en su edición de mayo de 1938, George L. Holliday afirmó: Un inventario de los edificios y las propiedades que se presume pertenecen al presidente Trujillo en San Juan....indica que el dictador tiene invertido en San Juan cerca de medio millón de dólares. Sería imposible señalar con precisión sus muchas inversiones en San Juan, porque éstas han sido hechas a través de terceras, cuartas y quintas personas (Fin de la cita; ver Republica. Dominica: Análisis de su pasado y presente, pág. 215, Juan Isidro Jiménes Grullón. (Nota: Según el CPI Inflation Calculator del gobierno norteamericano, un dólar de 1936 equivale a US$17.15 dólares de hoy, es decir, Trujillo tenía en 1936 unos US$8.5 millones invertidos en propiedades en San Juan, PR, apenas las que se conocían).
El extenso y detallado artículo del reconocido periódico alemán Die Zeit titulado Los millones del dictador (Die Millionen des Dictators, del 2 de diciembre de 1966) indica que el dictador Trujillo había depositado en bancos de Estados Unidos US$57 millones de dólares (hoy, unos US$456 millones), pero que su viuda e hijos temían que, con la desaparición del dictador, el gobierno americano congelara estas cuentas y que el gobierno dominicano exigiera esos fondos. Por tanto, la familia Trujillo transfirió esos fondos a Suiza. [No confundir estos US$57 millones con los US$53 millones que extrajo Berlanti de una cuenta del dictador en NY pues para cuando los Trujillos se encargaron de transferir esos fondos desde EUA a Suiza, ya Berlanti había retirado años atrás los $57 millones. Por otro lado, no olvidemos que también tenían muchos millones más en Canadá que también fueron transferidos a Europa y que, además de estos fondos transferidos después del ajusticiamiento, desde antes del ajusticiamiento ya había millones en bancos en Francia, Suiza y otros países.
Además, cuando en julio de 1964 las autoridades encarcelaron a Radhamés en las afueras de Paris, acusado de apropiación indebida de unos US$150 millones depositados por su padre (el dictador) en una cuenta privada en Suiza y de falsificación y fraude por los abogados de sus medio hermanos (Flor de Oro, los Lovatón, etc.), él se defendió en los tribunales diciendo que esos US$150 millones eran la fortuna que él habia heredado de su padre. El revuelo estalló porque su hermana mayor, Flor de Oro Trujillo, y los hijos de Trujillo con Lina Lovatón hicieron un reclamo de herencia a la entidad bancaria. Después del arresto, Radhamés Trujillo fue extraditado de Francia a Suiza, le pusieron impedimento de salida y ganó su libertad con una fianza millonaria hasta que el diferendo fue resuelto en una corte. (Ver, entre otros, The Cincinnati Enquirer del 30 de julio, 1964 (pág. 13; también, J. C. Novas: El Jefe, la fortuna y el nieto; almomento.net ). En un rotativo suizo (por ahora se nos ha extraviado el recorte y lo incluiremos tan pronto lo encontremos en los archivos) Radhamés dijo, tratando de que no lo juzgaran por apropiación ilícita de dinero, que esos fondos habían sido depositados en el banco suizo por su padre, no por él, y que, por tanto, él no saco ese dinero de RD ilegalmente sin informar a sus medio hermanos.
Documentos desclasificados de diversas instituciones del gobierno de EUA (Depto. de Estado y la CIA), elaborados durante la Era y pocos años después, han declarado que Trujillo mantenía parte de su fortuna fuera de RD (ver documentos más abajo).
Una reseña del St. Petersburg Times de la Florida del 28 de marzo, 1978 (pág. 10B, Greenbelt Law Goes Askew) menciona 330 acres de tierra en la Florida adquiridas por el dictador Rafael L. Trujillo Molina y que en 1978 pertenecían a un trust creado por Trujillo (ver recorte más abajo).
En las páginas 192-193 de su libro My Song (recuerdos de su vida, sus luchas y su carrera), el cantante y actor Harry Belafonte cuenta que el edificio de apartamentos (13 pisos) en que él y su familia se habían mudado en Manhattan (300 West End Avenue) era propiedad de Ramfis Trujillo y que debido a que casi lo obligaron a mudarse por ser una familia negra, él y otros socios lograron comprárselo a Ramfis a finales de los años cincuentas. Por su parte, Herman Rottemberg, uno de los tres socios que compraron el edificio, dijo que el inmueble pertenecía a una compañía pantalla propiamente del dictador Rafael Trujillo llamada Dominican Realty Corporation.
También estamos tratando de encontrar un nuevo artículo que menciona apartamentos en la Florida (EUA), propiedades de Rafael L. Trujillo, publicado durante la dictadura en que los inquilinos se estaban quejando por la falta de mantenimiento de los apartamentos.
El historiador cubano Dr. Elíades Acosta sostiene que Trujillo tenía propiedades en Cuba a través de testaferros (ejemplo, dos casas compradas a José Bellon). También tenía propiedades en Puerto Rico y habíamos encontrado un artículo que mencionaba que Trujillo tenía inversiones en Brasil conjuntamente con el canciller de ese país. Cuando encontremos el recorte de nuevo, lo incluiremos en esta página.
Entre las inversiones en Estados Unidos, Trujillo compró varios periódicos, como el importante periódico americano Miami Herald con el propósito de atacar y difamar a sus críticos en el exterior usando especialmente su mote favorito de “comunista” y para divulgar propaganda positiva sobre su régimen. Esto lo revelan el ex secretario de la Presidencia José Almoina (Una satrapía en el Caribe, pág. 194) y otros investigadores. Antes de comprarlo, Trujillo ya tenía a sueldo a Morrison, uno de sus principales periodistas.
En su libro Everything you need to know about Latino history (pág. 224), Himilce Novas menciona un artículo de la prestigiosa revista TIME Magazine que sostiene que Trujillo tenía aprox. US$100 millones (hoy, aprox. US$800 millones) invertidos en EUA y Puerto Rico (ver extracto más abajo). El libro en realidad se concentra en la historia reciente de los paises de donde proviene la mayoria de los “latinos” que viven en EUA. Si bien por su título este libro da la impresión de que es una obra superficial para un público que conoce poco de Latinoamérica, la obra sorprende por lo detallada que es y lo bien informada que está la autora sobre la dictadura trujillista y la historia dominicana después del ajusticiamiento. A ese período de nuestra historia le dedica un capítulo entero. Hemos tenido interés en citar la revista TIME directamente en relación a ese dato de los US$100 millones, pero, lamentablemente, la autora no indicó la edición precisa de esta revista semanal en que aparece el dato.
El reconocido profesor de criminología e investigador Alan A. Block describe las inversiones de Trujillo en el exterior en su libro sobre las mafias (sus conexiones, influencias, políticos) titulado Space, Time and Organized Crime:
Él [Trujillo] también invirtió fuera del país, especialmente en empresas americanas de la construcción, petróleo, transporte, finanzas, seguros, hoteles, azúcar y en bienes raíces en Manhattan, New Orleans y Miami. Se dice que tiene grandes extensiones de tierra en Cuba, inversiones en minería en Canadá y una fortuna guardada en bancos suizos. (pág. 182).
Un artículo sobre la mafia en Estados Unidos respalda lo que habíamos leído antes: que Trujillo tenía negocios en Nueva York con el famoso jefe de la mafia Joe Bonanno (ver americanmafia.com, artículo 181) y dice que Trujillo llegó a intercambiar drogas por armas. Por cierto, otro gánster, Joe Zicarelli, le había vendido ametralladoras y otras armas a Trujillo cuando el gobierno americano le suspendió a Trujillo el suministro de armas.
Ahora bien, ¿cómo creen que Trujillo pagaba en esas transacciones ilícitas o comprometedoras con mafiosos en que el gobierno dominicano no debía o no podía figurar como parte involucrada? Estamos seguros de que en ningún récord contable del Estado dominicano aparecieron desembolsos hacia miembros de la mafia, así como la generosa paga a los gatilleros y pandilleros al servicio del dictador en diversos países o los cuantiosos sobornos a los numerosos funcionarios y militares de gobiernos extranjeros que estaban al servicio de los intereses del dictador. Sin duda los fondos provenían de cuentas bancarias en el exterior. (Ver sección FORTUNA especialmente y CORRUPCION y MONOPOLIO para apreciar largas listas de nombres de sobornados y los muy bien remunerados agentes de propaganda y apoyo legal en el exterior.)
En la pág. 33 de su libro Red Heat Conspiracy (libro rico en datos concretos), la historiadora Alex Von Tunzelmann informa que Trujillo le transfirió al senador Hamilton Fish US$25,000 (hoy, US$450,000) desde su cuenta en el National City Bank de Nueva York lo que de inmediato frenó las fuertes criticas que este legislador americano le hacía al régimen de Trujillo y lo convirtió en uno de sus leales admiradores. No debe sorprendernos que esa no seria la unica transferencia hacia este legislador (como a muchos otros) para mantener el flujo de elogios.
Se sabe que también la "Pan American Sales Corporation" en Manhattan (29 Broadway Ave., NY), encabezada por un individuo de apellido Nicolás, era una compañía pantalla de Trujillo. En una noticia de 1962 aparecen unas cuentas bancarias en RD a nombre de la Pan American Holding & Investment Corp., fondos a nombre de Flor de Oro (ver recorte más abajo). No olvidemos que las 'holding companies' son compañías creadas con el propósito de comprar y mantener las acciones de otras empresas, por lo que se deduce que esta empresa de los Trujillos tenía que ser dueña de otras empresas que solo ellos y sus testaferros conocían.
En su artículo ¿Cuántos millones sacaron los Trujillos del país? el historiador Rafael Darío Herrera señala que la propia hija del dictador, Angelita Trujillo, en la pág. 23 de su libro (Trujillo, mi padre en mis memorias) indicó que en el informe financiero que Tirso E. Rivera le entregó a Ramfis Trujillo (después del ajusticiamiento) figuraban US$10 millones (hoy, US$80 millones) depositados a nombre del dictador en un banco en el exterior. Por tanto, la misma Angelita, sin proponérselo, contradice a su propio hijo cuando éste dice y repite enfáticamente que su abuelo “no tenía un solo centavo fuera del país.”
El propio Gral. Arturo Espaillat, uno de los oficiales militares de mayor confianza del tirano, comenta en su libro, Trujillo, el último César, que Trujillo tenía varios millones en Canadá.
No olvidemos que ya para 1954 Trujillo contaba con una fortuna de por lo menos US$400 millones (hoy, unos US$3,650 millones, ver usinflationcalculator.com). Esto se lo reveló personalmente Anselmo Paulino (antiguo administrador de las empresas de Trujillo) a Juan Bosch (ver Social Composition of the Dominican Republic por Juan Bosch, pág. 254, edición en inglés). Por lo menos, éste era el monto de la parte de la fortuna que Paulino conocía. Naturalmente, en los siguientes años de poder absoluto y corrupto, esa fortuna continuó aumentando. Ver, por ejemplo, cómo se manejó en 1956 la adquisición del gran complejo azucarero Río Haina en que el Estado dominicano quedó endeudado y Trujillo terminó adquiriendo varios ingenios azucareros.
En su artículo El Jefe, la fortuna y su nieto (13/11/2017, almomento.net), el periodista e historiador José C. Novas nos informa lo siguiente sobre bonos que Trujillo adquirió en la bolsa de valores de NY:
“Tenemos en nuestro poder la copia de una carta que fuera enviada al dictador en 1939 por el abogado y activista para la defensa de los judíos James N. Rosenberg, a raíz de la oferta que hizo Trujillo de otorgarle cien mil visas a refugiados hebreos para que se establecieran en el territorio dominicano. El ofrecimiento fue hecho en el marco de la Conferencia de Evian, en 1938."
"En la nota, James N. Rosenberg comunicaba a Trujillo que como un gesto de gratitud y en retribución a su buena voluntad, la organización que él dirigía (DORSA) depositaba en la Bolsa de Valores de Nueva York el total de 200 mil dólares en bonos a su nombre. Era una compensación por las tierras facilitadas por Trujillo para el asentamiento en Sosúa, Puerto Plata.”
Este tipo de transacción se conoce en Estados Unidos como “kick-back”, un tipo específico de soborno en que hay un intercambio de valores o de bienes pero que no figuran como tal en los documentos. Los dominicanos ya estamos muy familiarizados con este tipo de soborno. Las tierras que Trujillo “generosamente le donó” a la DORSA para el asentamiento de los judíos en Sosúa, el dictador se las había comprado a la United Fruit Co. por US$50,000 dólares. Luego, “en agradecimiento” por ese acto altruista, (no como simple “paga", claro que no!), a Trujillo le depositan US$200,000 como bonos suyos en el mercado de valores de NY. De esta forma, la prensa trujillista se da el lujo de enarbolar por todo lo alto la generosidad desprendida del Benefactor en ayudar materialmente a los refugiados regalándoles el terreno y a la vez, por otro lado, el Benefactor obtiene una jugosa ganancia afuera. El Sr. Rosemberg lo que hizo fue sencillamente comprar esas tierras a un alto precio con el dinero de los donantes a DORSA. Naturalmente, nada de esto figura como una compra de los terrenos si no como nobles gestos de apreciación mutua entre dos filantrópicos caballeros. Les recordamos que, además, este mecanismo se usa mucho para obtener deducciones de impuestos en EUA pues las donaciones o regalos (como el regalo en bonos a Trujillo) son deducibles. No sabemos si el Sr. Rosemberg obtuvo otros beneficios. Lo que sí sabemos es que el Sr. Rosemberg y Trujillo mantuvieron excelentes relaciones por muchos años. No olvidemos que la primera iniciativa de invitar a los judíos a venir a RD la tuvo Virgilio Trujillo, hermano del dictador, quien usando su cargo diplomático desde años atrás se había especializado en sacar jugosas ganancias de la venta a alto precio de visas de entrada a RD a europeos desesperados por salir.
Epílogo
Les recordamos a los lectores que este informe se refiere exclusivamente al capital e inversiones que el propio Trujillo tenía fuera de la República Dominicana, no a la fortuna de toda la familia Trujillo (hijos, viuda, hermanos, etc.) puesto que en exposiciones anteriores ya nos habíamos referido a los cientos de millones de dólares que la viuda y sus hijos disfrutaron y despilfarraron fuera de la República Dominicana, especialmente durante las primeras décadas de su exilio dorado, de los cuales una parte sería el capital que el propio Trujillo había sacado del país y la otra parte los cientos de millones de dólares que María Martínez, sus hermanos, Ramfis y demás hijos sacaron por su propia cuenta. No olvidemos tampoco que esa fortuna total de la viuda e hijos fuera del país oscilaba entre US$500 millones y US$800 millones: US$400 millones de Ramfis (él mismo lo reveló, ver César Saillant), US$100-150 millones de María Martínez (op. cit. Juan Bosch, pág. 256) y US$150 millones de Radhamés (ver prensa internacional). Aún más, según lo que le reveló Ramfis Trujillo a su secretario César Saillant, Radhamés tenía una fortuna igual a la suya, es decir unos US$300-$400 millones. Aparentemente, Angelita era la que menos tenía a su nombre, posiblemente unos US$10-$15 millones (ver juicio legal en 1973 en la sección FORTUNA de este portal) y esto talvez explica la frustración que proyecta esa parte de la familia. (Los lectores deben multiplicar estas cifras por 8 para obtener el valor aproximado de la fortuna en dólares de 2017, ver www.usinflationcalculator.com).
Repetimos que esto es apenas lo que hemos podido identificar a más de 50 años de la misteriosa fortuna acumulada por el dictador Trujillo y su familia, el régimen más totalitario, hermético y terrorista de su época, cuando compartir o exponer cualquier información comprometedora casi siempre representaba una condena de muerte.
No debe sorprender a nadie que en esos años los propios hijos y la viuda del dictador no estuvieran al tanto de todas las cuentas bancarias e inversiones que Trujillo tenía en el exterior (especialmente en EUA, Canadá, Suiza, PR, Cuba), producto de las ganancias azucareras no repatriadas, las transferencias bancarias y depósitos bancarios secretos e inversiones a través de múltiples testaferros extranjeros. Sería ingenuo creer, ademas, que después del ajusticiamiento los testaferros en dichos países iban a contactarse voluntariamente con los herederos del tirano y a identificarse gratuitamente para informarles que había determinada cantidad de activos en tal empresa o cuenta bancaria con el fin de que los codiciosos, vanos y arrogantes herederos del tirano, ya de por sí demasiado ricos, exigieran que también les entregaran esa parte de la herencia. Por eso y por otras razones siempre hemos creído que Trujillo dejó a muchos testaferros (discretos y callados) muy bien parados, especialmente en EUA, Canadá y en varios países latinoamericanos.
Al sumario contenido en esta ponencia sobre el caudal en el exterior propiamente del dictador Trujillo en cuentas bancarias, inversiones y propiedades, le podemos añadir otra vertiente de los recursos del dictador en el exterior: Trujillo generosamente gastó millones desde la década de 1930 y durante los 31 años en lobbyists, publicistas, abogados, senadores, diputados, altos oficiales militares, jefes de policía, líderes sindicales, los servicios logísticos de las mafias y sicarios en numerosos países tales como Cuba, México, Puerto Rico, Venezuela, Centroamérica, Colombia, Brasil y hasta en Chile y Argentina, pero principalmente en Estados Unidos donde, además, el costo de esos servicios es muchísimo más elevado. Por ejemplo, en el rigurosamente documentado libro Trujillo vs. Betancourt ¡Rivalidad Perpetua!, “el médico y catedrático venezolano Santiago Castro Ventura menciona entre los amigos y/o favorecidos y asalariados venezolanos de Trujillo a Luis Herrera Campins, Marcos Pérez Jiménez, los esposos José Vicente Pepper y Graciela Rincón-Calcaño de Pepper, Jorge Pocaterra, Leonardo Altive Carrillo, Eleazar López Contreras, León Jurado, Pedro Paredes Urdaneta, Néstor Maya, Maldonado Peña, José Vicente Gutiérrez” y, dice él, cientos más.En realidad, son contados los países del continente en los cuales no hemos encontrado indicios o evidencia de desembolsos hechos por agentes del dictador para ese tipo de servicio (ver sección LA FORTUNA de este portal EGC). Con base en documentos y revelaciones en la prensa, hasta ahora hemos identificado a 67 agentes o sobornados en Estados Unidos y a 19 en Latinoamérica (los conocidos) que estaban en la nómina del dictador.
Si todo lo anterior sobre los fondos exportados, depositados o invertidos en el exterior por el propio dictador todavía no es suficiente evidencia para algunos crédulos o ciegos fanáticos del trujillismo, entonces esos lectores deben plantearse la siguiente pregunta:
Dado que Trujillo era el dueño o el socio principal de unas 70 empresas en RD como mínimo (hay datos que indican hasta 110 empresas), ¿a dónde fueron a parar todas las ganancias obtenidas de semejante monopolio económico? No olvidemos que esas numerosas empresas de Trujillo eran “exitosas” gracias a que gran parte no pagaba impuestos y otras obligaciones y a que eran monopolios protegidos por el Estado y privilegiados, cuyos clientes exclusivos eran el Estado dominicano y todo el pueblo, como mercado cautivo, quienes estaban obligados a comprar exclusivamente sus productos al precio que los testaferros del dictador les impusieran arbitrariamente, sin importar la calidad o la sobreoferta. Además, es importante recordarles a los lectores que las empresas extranjeras que operaban en RD, tales como la Falconbridge, la United Fruit Co., la ALCOA, la Joint & Pipe (la "Yompai") las cuales tenían que pagarle altos sobornos a Trujillo, los cuales él cobraba indirectamente a través de sus hermanos o testaferros (ver NUEVAS ENTRADAS de junio de 2016, entre otros).
En su libro, La fortuna de Trujillo, Juan Bosch señala que el informe que Tirso E. Rivera le entregó a Ramfis Trujillo después del ajusticiamiento indicaba que “Trujillo tenía en la República Dominicana bienes a su nombre por valor de 55 millones, 110 mil 728 pesos con 28 centavos” e inversiones y efectivo “que le debían por 69 millones 342 mil 176 con 87, y a nombre de su esposa María Martínez 24 millones 358 mil 124 con 60, lo que sumaba un total de 148 millones 811 mil 29 con 75” (el peso estaba a la par del dólar). Por tanto, vale repetir la pregunta: ¿A dónde fueron a parar las ganancias de todos esos monopolios, cuantiosos sobornos y empresas que los mismos trujillistas alegan que eran sumamente exitosas, así como los cuantiosos fondos que le extrajo a los bancos estatales por medio de préstamos y transacciones amañadas (ver Trujillo y la deuda externa, junio de 2017, EGC)? ¿Acaso andaba Trujillo en R. Dominicana regalando decenas o cientos de miles de dólares por doquier? Todo lo contrario, como explotador compulsivo siempre buscaba la manera de sacarle provecho material a cualquier situación a la vez que se aseguraba de que nadie le robara un solo centavo. Lo que "El Benefactor" le regalaba al pueblo llano muy públicamente (leche, dádivas, billetes de $5 pesos, etc.) para aumentar su apoyo popular era literalmente moneda de bolsillo para uno de los cuatro o seis hombres más ricos del mundo. Otras de sus generosas contribuciones tenían mucho más valor simbólico que material, como cuando a veces Trujillo generosamente costeaba de su propio bolsillo la construcción de una estatua de su propia figura en honor a sí mismo y de esta forma patrióticamente le ahorraba al Estado dominicano o al PD ese tipo de gasto.
Es menester recordarles de nuevo a los lectores que el sumario anterior sólo consiste de lo que hemos podido recabar 55-70 años después de los hechos cuando ya prácticamente no quedan testigos vivos a quienes consultar (personal bancario, testaferros, administradores, familiares, Balaguer, Álvarez Pina, etc.) y contados documentos reveladores en los archivos después de que fueran sistemáticamente depurados por los propios trujillistas y balagueristas en los meses, años y décadas posteriores al ajusticiamiento. Pero más importante aún, hay que tomar en cuenta que estamos tratando de un régimen hermético como ninguno, donde la transparencia era inexistente, donde las transacciones (especialmente las que pondrían en entredicho el supuesto patriotismo financiero del dictador) se realizaban en la sombra, bajo reserva extrema con la amenaza real de quedar “accidentado” por cualquier denuncia o filtraje de información. Todos sabemos el precio en sangre que pagaron ex funcionarios por exponer o por comentar sobre las interioridades del régimen (Galíndez, Almoina, Marrero Aristy) mientras que otros fueron perseguidos, amenazados o sufrieron atentados infructuosos.
A menos que milagrosamente ocurra un importante hallazgo en archivos en el exterior, probablemente jamás podremos identificar gran parte de las transacciones e inversiones del propio Benefactor fuera de República Dominicana a través de sus numerosos agentes. Sin embargo, lo que sí hemos identificado hasta ahora no deja lugar a dudas de que Trujillo tenía en el exterior una fortuna de decenas o de cientos de millones de dólares (hoy, miles de millones) en capital líquido, propiedades e inversiones y que dista mucho de lo que repiten enfáticamente los Trujillos, la exótica idea de que el "Benefactor" fue tan patriótico que (citamos literalmente) “no tenía un solo centavo fuera de la República Dominicana”.'
Extractos, recortes y documentos
No hemos incluido a continuación algunas de las referencias contenidas en la exposición anterior principalmente por cuestiones de derechos de autor. Sin embargo, al mencionarlas en el texto anterior, incluimos el título, el autor y, en el caso de los libros, el número de la página para que los lectores puedan encontrarlas fácilmente en la red. Otras citas o referencias las pueden encontrar fácilmente en este mismo portal (EGC).
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A continuación, artículo sobre la demanda de los medio hermanos de Radhamés Trujillo presentada ante los tribunales de Suiza hacia donde Radhamés fue extraditado desde la prisión en Francia. Alegando su derecho a parte de la herencia dejada por el dictador, los medio hermanos (Flor de Oro, los Lovatón, etc.) reclamaban parte de los US$150 millones (hoy, unos US$1,200 millones) que Radhamés habia transferido a Francia desde una cuenta bancaria en Suiza. Posteriormente, otros artículos de la prensa francesa daban cuenta de la investigación policial sobre la contratación hecha por los Trujillos de sicarios franceses, pero no se supo concretamente quien o quienes serían el blanco de esos servicios.
No hemos incluido a continuación algunas de las referencias contenidas en la exposición anterior principalmente por cuestiones de derechos de autor. Sin embargo, al mencionarlas en el texto anterior, incluimos el título, el autor y, en el caso de los libros, el número de la página para que los lectores puedan encontrarlas fácilmente en la red. Otras citas o referencias las pueden encontrar fácilmente en este mismo portal (EGC).
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A continuación, artículo sobre la demanda de los medio hermanos de Radhamés Trujillo presentada ante los tribunales de Suiza hacia donde Radhamés fue extraditado desde la prisión en Francia. Alegando su derecho a parte de la herencia dejada por el dictador, los medio hermanos (Flor de Oro, los Lovatón, etc.) reclamaban parte de los US$150 millones (hoy, unos US$1,200 millones) que Radhamés habia transferido a Francia desde una cuenta bancaria en Suiza. Posteriormente, otros artículos de la prensa francesa daban cuenta de la investigación policial sobre la contratación hecha por los Trujillos de sicarios franceses, pero no se supo concretamente quien o quienes serían el blanco de esos servicios.