martes, 4 de agosto de 2015

Asesinados por decir una "imprudencia"


ASESINADOS POR DECIR UNA “IMPRUDENCIA”

A continuación recopilamos una lista de personas que fueron asesinadas por haber dicho una o dos frases que el régimen consideraba una ofensa al dictador, a su familia o al gobierno, lo que automáticamente era suficiente motivo para eliminar a la persona. Varias de estas personas fueron torturadas antes de ser eliminadas. En muchos casos también mataron a personas que los acompañaban o a familiares.

Estos casos no son originales, ya han sido discutidos en las cuatro secciones sobre CRIMENES.

Esta lista no empieza a agotar, en absoluto, los casos de las personas que fueron asesinadas o desaparecidas por decir una imprudencia durante los 31 años. Precisamente debido a que este motivo era tan superfluo, muchas de las víctimas que osaron decir algo impertinente eran personas sencillas, pobres, sin apellido que fueron despachadas sin pena ni gloria, casos nunca conocidos más allá de la familia y vecinos.

En las diferentes secciones de este portal, también encontrarán personas asesinadas por otras razones caprichosas (por ser pariente de una víctima, por ser empleado de algún antitrujillista, por no querer vender su tierra, para no tener que pagarle el sueldo, etc.). Sin embargo, aquí nos limitamos a los que mataron exclusivamente por decir una "imprudencia".

Esta lista consiste de casos ya descritos en este mismo portal por lo que nos limitamos a mencionar su nombre y la frase condenatoria. Si tienen interés en conocer los detalles de estos asesinatos, pueden encontrar dichos casos en las cuatro secciones sobre CRIMENES y también investigarlos en la red.

Jorge Alejandro Nin y su chofer – Este joven abogado dijo en una fiesta que Trujillo le había robado la fábrica de sal a su papá (hecho verídico). Ver CRÍMENES II (Los convenientes accidentes)

Alferez Jesús María Boñuela – Por haber exclamado “Qué barbaridad” al presenciar la forma brutal en que mataron al sargento José Mesón. Ver CRÍMENES II (Los convenientes accidentes)

Eduardo Colón Piris – Joven puertorriqueño, fue detenido cuando dijo que el desfile que todos esperaban en el malecón seguro estaba atrasado porque Trujillo venía montado en una mula. (Ver CRÍMENES IIICasos Breves)

Dr. Enrique W. Lithgow-Ceara – Por haber hecho un comentario burlón sobre la salud del Jefe. Ver CRÍMENES II (Los convenientes accidentes)

Rafael Yepez – Maestro que comentó en la clase que no sólo María Martínez merecía elogios en el día de la madre sino también muchas buenas madres dominicanas. (Ver CRÍMENES IIICasos Breves)

Antonio Rúa – Por haberse quejado en voz alta frente a otros por el asesinato de su yerno, Tavito de la Maza, diciendo que fue una injusticia. Ver CRÍMENES III (Los convenientes accidentes)

Juan Antonio Moreno Martínez –Adolescente que contestó a la invitación de hacer un discurso laudatorio a Trujillo durante su visita, diciendo que él no tenía interés en hacer ese discurso. (Ver CRÍMENES IIICasos Breves)

Ramón Marrero Aristy y su chofer –Por haberle dicho en Nueva York a un periodista que en el gobierno de Trujillo había corrupción. Ver CRÍMENES II (Los convenientes accidentes)

Rev. Charles Raymond Barnes –Por haberles escrito una carta a sus parientes en EUA comentándoles la masacre de los haitianos. (Ver CRÍMENES IIICasos Breves)

Jose Paredes – Alancista que primero apoyó el golpe de 1930, fue asesinado en un parque en 1932 por haber expresado su oposición al giro que habia tomado el proyecto del nuevo gobierno y a la dictadura en gestación. (Ver CRÍMENES IIICasos Breves)

Rodolfo Peña – Por haber expresado que ojalá cayera la dictadura, fue enviado a la cárcel de Nigua donde quedó sometido a torturas, desnutrición y enfermadades. Murió joven a raiz de la condición fisica en que quedó su cuerpo. Este caso lo menciona José Almoina en su libro Una satrapia en el Caribe, pag. 114. (Ver CRÍMENES III - Catorce casos más)

Ramón Silverio Sandoval - Empleado del First National City Bank de Santiago, en 1931, cuando dijo: “qué buen blando” al ver a Trujillo bailar en el Centro de Recreo (ver CRIMENES IV).

García, pintor - Por dibujar en el suelo un letrero que decía: “Trujillo ayúdame”, pues el SIM consideró que el nombre del dictador no podía escribirse en el piso. Probablemente lo hizo cuando Trujillo iba pasando para llamar la atención del Jefe a su situación. (Ver  Breves en CRIMENES III) 

Lic. Balcacer- Por insultar a Trujillo en un discurso que le toco dar en el Partido Dominicano del pueblo de Banico. El Joven abogado habia estado tomando ron el día entero por ser día de fiesta (precisamente, dia del natalicio del Jefe). Cuando esa noche le tocó dar un discurso en loor a Trujillo en Banico donde acababa de llegar desde Moca, en su estado de embriaguez no pudo controlar su subconciente e insultó a Trujillo. Pocos dias después llegó al pueblo una misión militar a buscarlo, se lo llevó preso y más nunca se supo de este mocano. (ver BREVES, sección CRÍMENES III.)

También podríamos hacer una lista de aquellos que fueron eliminados por no decir nada, pues como dijo don Moisés Franco y Franco, en dicho régimen “no había libertad ni siquiera para el silencio”. Por ejemplo, tenemos el caso del Dr. Manuel Tejada Florentino quien fue detenido como sospechoso por nunca mencionar a Trujillo cuando le tocaba dar un discurso en la Logia Masónica de Santiago. Murió en la silla eléctrica de La 40 (ver BREVES, sección CRÍMENES III).

COMPARTIR