miércoles, 1 de enero de 2020

Nuevas Entradas


NUEVAS ENTRADAS - Varios


En esta página colocamos cada semana los nuevos posts que en los próximos tres meses vamos incluyendo en las diferentes secciones de este portal y los posts que ya no caben en muchas de las secciones repletas (en las que el programa de Blogger ya no permite más textos ni imágenes). Por tanto, les sugerimos a los interesados que busquen cada semana en esta sección NUEVAS ENTRADAS la información o datos más recientes que vayamos encontrando en nuestras investigaciones. Incluiremos en esta sección también información y datos ya incluidos en diversas secciones de este portal, los cuales consideramos que, por su importancia, merecen ser reproducidos y releídos.

Entre los artículos latinoamericanos en la lista predominan los de El Tiempo de Colombia y La Nación de Costa Rica sencillamente porque sólo esos dos periódicos hispanoamericanos han colocado sus antiguos archivos en la red. 


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Trujillo el Sanguinario

El Tiempo (Colombia)
11 de junio, 1959, pág. 5 
 
(Transcripción del recorte)

De la satrapía que tiene instaurada desde hace casi tres décadas -que parecen otros tantos siglos- el señor Trujillo Molina se ha dicho reiteradamente que es el baldón de América. Y lo es. Por infinidad de razones. Entre ellas no está solo la deliberada minuciosidad con que el tirano se ha propuesto revivir los peores aspectos de épocas nefandas de la historia continental, sino sus sostenidas afrentas, deliberadas también, a la cultura política que el continente ha alcanzado en los últimos tiempos.

Todo en la omnímoda y bárbara dictadura trujillista tiene tintes de sangre y crueldad. Las palabras y los actos del déspota revelan con escalofriante integridad una personalidad infrahumana, capaz de todas las iniquidades imaginables. Hace poco el propio genizaro máximo condujo a un grupo de periodistas estadounidenses a un sitio de la costa para enseñarles, rebosante de vesánico júbilo, el cadáver de Enrique Jiménez Moya, caudillo de las fuerzas que luchan denonadamente por derrocar aquel ignominioso régimen. Días antes, en vano empeño intimidador de los invasores, había dicho en frase que se prestaría desesperadamente a un dictamen psiquiátrico: - Si los agresores quieren que sus barbas y sus sesos vuelen como mariposas, que se acerquen a las playas de la República Dominicana.

Los países latinoamericanos han padecido, por desgracia, muchos gobiernos autocráticos. Pero esa experiencia no ha sido bastante para impedirles el asombro y la indignación, cada día mayores, ante lo que significa la dictadura de Trujillo. Y esa cólera y ese estupor crecen de punto al advertir cómo existe una intransigencia práctica con un régimen de tan abominable carácter. Porque… ¿quién tiene armado a Trujillo hasta los dientes? ¿De dónde ha sacado los aviones con que bombardea inmisericordemente a poblaciones indefensas? ¿Quiénes toleran la presencia de representantes suyos en organismos internacionales de países decentes y propósitos civilizados? Ese baldón de América es, en parte, culpa de la propia América. Pero no ha de serlo para siempre a menos que se haya producido una crisis tan aguda de la moral a cuyo amparo siga violando impunemente todos los derechos humanos un régimen que no tiene ninguno de orden moral para subsistir. 

(Fin del artículo)

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Héctor Trujillo compartía con sus hermanos Rafael, Petán y Virgilio el uso del poder absoluto como arma para satisfacer su voracidad sexual. Como su hermano Rafael, el hermano menor estaba acostumbrado a que las jóvenes y mujeres casadas se plegaran a sus apetitos sexuales bajo la amenaza sobrentendida de que de no ceder a sus demandas, su esposo, hermanos o padre podría sufrir un accidente, perder el cargo, la casa o el negocio.

Se decía comunmente que a Héctor Trujillo le gustaban las mujeres casadas. Otro ejemplo, es el caso de la pintora venezolana Luchita Hurtado quien a los 19 años se mudó a RD en 1939 cuando su esposo periodista fue contratado para que dirigiese un periódico en el país. Ella se hizo amiga de Flor de Oro, la hija mayor de Trujillo. Cuando ya estaba embarazada con su primer hijo, Flor de Oro le hizo saber que su tío Héctor (entonces Jefe del Ejército) tenía un interés romántico en ella, aunque estuviese casada, y le advirtió que si ella trataba de salir del país abiertamente, legalmente, Héctor Trujillo se lo iba a impedir. Para poder salir pretendió ir de visita a una casa que Flor de Oro tenía cerca de la frontera con Haití y pudo cruzar la frontera clandestinamente y desde Haití tomar un barco que la llevaría a Nueva York. Nunca regresó. Hoy, Luchita Hurtado es una anciana de 100 años.

Esas dos mujeres, Luchita y la joven viuda Gloria Bolaños, pudieron escaparse de las garras de Héctor Trujillo porque eran extranjeras, no así con las incontables dominicanas adolescentes y casadas que fueron ultrajadas, violadas y explotadas sexualmente por Trujillo, Petán, Héctor, Virgilio y Pipí Trujillo, así como por Ramfis, Radhamés y otros secuaces de los Trujillos. El mismo nieto de Trujillo, Ramfis Domínguez Trujillo, dijo en el programa Revista 110 de Julito Hazím que Pipí Trujillo, uno de los hermanos menos conocidos, tuvo 64 hijos.

Luchita Hurtado: I live, I die, I will be reborn
Londres, 2019 - Pág. 208



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Informe confidencial de Enrique Gajardo Villaroel, embajador chileno, al canciller de Chile (1947)

(ver referencias al final)

Fdo. Enrique Gajardo Villaroel fue en 1947 el embajador chileno ante Cuba, República Dominicana y Haití simultáneamente con sede en La Habana. Durante su gestión, este experimentado diplomático se nutriría de detalles sobre el régimen trujillista de los informes del encargado de negocios de Chile, Oscar Echevarría, quien vivía en RD, de los círculos diplomáticos y políticos en La Habana, así como de la comunidad dominicana residente en Cuba. Además, durante su visita a RD, este observador y agudo diplomático, captó fácilmente la atmósfera de miedo, humillación y sufrimiento que existía en Dominicana. Antes de compartir extractos del largo informe confidencial de ocho folios enviado a su Canciller en Santiago de Chile, veamos algunos comentarios que el embajador Gajardo Villaroel hizo en una entrevista concedida en noviembre de 1981 al periodista y escritor Rafael Valdivieso Ariztía.

Cuando conoció a Trujillo personalmente al presentar sus cartas credenciales:

“Lo dominaba todo e intervenía en todo. En la ceremonia aludida me recibió acompañado del Arzobispo6 rodeado por sus ministros y altas autoridades. De inmediato pude captar el imperio que ejercía: si él hablaba, nadie osaba interrumpirlo, y si reía, todos se sentían obligados a manifestar igual hilaridad.”

Continúa:

“Disponía de un aparato de inteligencia o espionaje excepcionalmente eficaz. Nada de lo que ocurría en el Caribe le era ignorado, factor que explica la influencia que poseía en la zona. Tengo, por otra parte, razones para creer que sus informantes llegan bastante más lejos, lo que, en el ámbito de la información política, lo convertía en un adversario de cuidado. Por lo que entonces pude ver, pienso que, de los tres dictadores caribeños de entonces, era el más temido y el más temible”.7

[Fin de las citas extraidas de la entrevista]

A continuación, compartimos extractos del largo informe “estrictamente confidencial” (No. 318-28), fechado el 30 de agosto de 1947 (ocho folios), redactado y mecanografiado en La Habana, Cuba. Una copia de este documento se conserva en el Archivo Central del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) de Cuba del cual obtuvieron una copia completa los dos investigadores (ver referencias al final).

No olvidemos que se trata del ano 1947, o sea que ya para entonces, y desde mucho antes, el trujillato se destacaba como la dictadura más totalitaria y oprobiosa.

Tras describir el frondoso entorno del Hotel Jaragua donde se alojó durante su visita, rodeado de la rica flora tropical y el soleado malecón ante el cual se agitaba el azulado y reverberante mar Caribe, el embajador comenta:

“Mi primera visión de la Hispaniola fue, pues, romántica y seductora. Más tarde debía enfrentarme a la triste realidad política de un pueblo que gime desde hace 17 años en la más oprobiosa de las dictaduras.”

En la ceremonia de presentación de credenciales en el Palacio Nacional cuyas dimensiones y ostentación el embajador consideró desproporcionado en relación con la limitada importancia que tenía el país, además de tener una decoración ostentosa, recargada y de mal gusto:

“Más que un Presidente de una república democrática parecía un monarca absoluto sentado solo al fondo del Salón, en una especie de trono dorado, terriblemente rococó. A ambos lados del Salón y en sillones también dorados, aparecían los Ministros de su Gabinete y otros altos funcionarios del Estado con caras en que se reflejaba, a la vez, el temor y la adulación. Cuando el Presidente se levantó todos se pusieron de pie, como movidos por un resorte y con evidente preocupación de no moverse más allá de los centímetros de suelo que se les habían asignado.”

En una subsiguiente ceremonia en el Congreso, el embajador chileno observa:

“El 'Benefactor de la Patria' pronunció largo discurso en el que hizo el panegírico de su 'gloriosa' administración y de la 'libre expresión de la voluntad popular' que le 'exigió un nuevo sacrificio' de cinco años más en el Poder…

“Terminada la ceremonia que dejo someramente reseñada, nos trasladamos a la Catedral, donde se cantó un Tedéum en acción de gracias al Supremo Acedor [Hacedor] por la nueva era de prosperidad que se ha dignado acordar al pueblo dominicano, bajo la dirección del esclarecido estadista que preside sus destinos desde hace 17 años…

“En esta oportunidad, el Arzobispo Monseñor Ricardo Pittini, italiano de nacimiento y que ha tenido cinco nacionalidades distintas en el curso de su vida (actualmente viaja con pasaporte norteamericano) pronunció una oración dedicada enteramente a elogiar los beneficios de la actual administración."

Después de presenciar por tres horas un desfile militar en ocasión de la toma de poder del presidente, militares que él percibe como raquíticos y con deficiente formación o disciplina militar, el embajador chileno comenta:

“Cansado, transpirando, con el cuello y la camisa del frac en el estado que Ud. puede suponer, regresé a mi Hotel con el ánimo entristecido ante la visión de un pueblo dominado por el terror de una odiosa dictadura y sin posibilidades materiales, ni energías espirituales para arrojarla del Poder y devolver a la República Dominicana su dignidad y su prestigio.

“Esa misma noche el Presidente de la República dio un baile en Palacio al que concurrió todo el mundo oficial y palaciego, y muchos dominicanos que no están de acuerdo con el régimen pero que temen ser perseguidos si no concurren a rendir pleitesía al 'amo'.

“No deseo terminar este informe sin hacer llegar a US., en la forma más franca, el juicio que me merece el régimen político actualmente imperante en la República Dominicana. Creo cumplir así un deber de funcionario, a fin de que nuestro Gobierno tenga a su disposición los elementos de información necesaria y que es imposible que sean proporcionados por nuestro Encargado de Negocios en atención a la estricta censura a que es sometida la correspondencia oficial y privada.

“El RÉGIMEN. Don Rafael Leónidas Trujillo Molina, militar de profesión y de temperamento, subió al Poder por medio de una asonada revolucionaria en 1930. Desde entonces gobierna el país como amo absoluto y por medio del terror. Se cuentan por miles las víctimas del régimen: fusilamientos, asesinatos, deportaciones, persecuciones, confiscaciones de bienes, etc. La vida carece de valor y de significación cuando se trata de defender la dictadura. El crimen político no tiene sanción cuando sirve sus intereses. Los particulares no encuentran abogados que los defiendan, ni jueces que los amparen, ni médicos que los atiendan cuando son perseguidos por el Gobierno. Aún más, la gente se aleja de ellos y evita hablarles cuando están con lo que se ha dado en llamar la “lepra política”. Se dice de una persona que ha adquirido la “lepra” cuando ha perdido el favor del amo, o que se ha mejorado de la “lepra” cuando ha recuperado dicho favor. La “lepra política” es, pues, una especie de muerte lenta por la miseria, por el miedo y por el aislamiento.

“Los dominicanos viven hoy día en una atmósfera de terror, de desconfianza y de espionaje. Todo es dirigido con mano de hierro y se espían hasta los menores actos de la gente.

“La policía tortura y asesina sin control, en las calles, en los teatros y otros sitios públicos o en las casas particulares. Se cita el caso de un joven estudiante a cuyo domicilio llegó un policía preguntando por él y que al tenerlo frente a frente y en presencia de sus padres lo asesinó a mansalva, pudiendo volver tranquilamente a su cuartel sin que nadie lo molestara.

“El Gobierno tiene actualmente un campo de concentración en Jimaní, cerca de la frontera con Haití, en donde viven a la intemperie y en trabajos forzados alrededor de 130 personas considerados como enemigos políticos del Gobierno entre los que se cuentan políticos, funcionarios, hombres de negocios, profesores, estudiantes, etc.

“El Ejército y la Policía están formados por los “incondicionales”; reciben muy buenos sueldos y son los favoritos del régimen.

“La Iglesia Dominicana apoya con entusiasmo al actual Gobierno porque lo considera un dique contra el comunismo y porque ha obtenido pingües ventajas. En homenaje a Santo Domingo hay que decir que existen sólo 28 curas dominicanos; los restantes son extranjeros.

“El país es de una fertilidad asombrosa y muy rico si se toma en cuenta su extensión territorial y su población que no alcanza a dos millones de habitantes. Se calcula que el sesenta por ciento de su población es de raza negra; el resto son mulatos y un grupo reducido de gente verdaderamente blanca.

"Hombres y mujeres tienen aspecto raquítico y, en general, viven pobremente con pocas nociones de higiene. La tuberculosis y la sífilis hacen grandes estragos. La economía del país está bajo el control del Presidente, de los miembros de su familia y de sus amigos íntimos.

“Así, por ejemplo, existe en la República Dominicana un impuesto llamado de 'convoy' que deben pagar toda clase de mercaderías que salen del país y que consiste en abonar por convoyar el artículo que se va a exportar desde el sitio donde se produce hasta el puerto de embarque. Este sistema de convoy es nominal, en realidad no existe, y todo lo que se recauda por su concepto, que suma miles de dólares, va a engrosar directamente los fondos del Presidente de la República, constituyendo un aspecto más de este abusivo régimen.

“El Presidente posee grandes y numerosas propiedades entre las que se cuentan las más valiosas del país. Tiene principal participación en las mejores industrias como la fabricación de cerveza, chocolate, ingenios de azúcar, expendio de leche, etc.

“Es principal accionista del Hotel Jaragua, de los cines y del hipódromo, donde casi siempre ganan los caballos de su propiedad.

“Su fortuna personal se calcula en 60 millones de dólares (en 1947, hoy equivalen a US$656 millones), colocada principalmente en el extranjero. Posee un yate y un avión propio, que están siempre listos para casos de emergencia.

“EL AMO. El hombre que así gobierna la República Dominicana desde 1930 es pequeño de estatura y de aspecto físico poco atrayente. Tiene mezcla de sangre negra lo que tal vez explica su concupiscencia. Sus amantes son incontables. Hay padres que por medida de precaución envían a sus hijas al extranjero cuando llegan a la edad de la pubertad, a fin de evitar que sobre ellas recaiga la elección del “Jefe” o de sus hermanos y amigos. Una de estas hijas de familia fue raptada por el Presidente cuando tenía 18 años. Hoy día es su amiga y vive en un palacio en Miami y dispone de una cuenta corriente de dos millones de dólares. Tiene con ella dos hijos.14

[Partes omitidas: el informe describe con detalles los tres matrimonios del Benefactor, sus hijos, sus hermanos y los privilegios de que gozan sus familiares.]

“Con un gran sentido de la realidad, el Presidente ha hecho expulsar del país a los tres ex amantes de doña María de los Ángeles. En este matrimonio ha tenido los siguientes hijos: Ramfis, Angelita y Radhamés.

“El Presidente es, también, un gran bailarín y las orquestas tienen orden de no parar la música mientras el “Jefe” esté bailando, so pena de una armoniosa paliza.

“Así, en este ambiente de corrupción versallesca, se desarrolla la vida del “Benefactor” y de sus familiares, mientras la “claque” pagada o aterrorizada grita los beneficios y ventajas del régimen y proclaman al Presidente como el Mesías de la “Era de Trujillo”, expresión ya consagrada que se usa en todos los documentos escritos, ya sean privados o públicos y aún en los decretos que firma el propio Presidente.

“EL PARTIDO. Al igual que el Fascio en Italia, el Partido Dominicano domina la aparente vida política del país. Nada se puede hacer ni obtener fuera del Partido. Abstenerse de firmar sus registros significa condenarse a la miseria o exponerse a graves persecuciones.

“El Partido, tanto sus dirigentes como sus actividades, son estrechamente controlados por el Presidente. El Partido fue el que organizó el simulacro de las recientes elecciones en las que figuró un candidato de la oposición cuidadosamente escogido y que a raíz de su derrota publicó una noble carta en el único periódico de Ciudad Trujillo, “La Nación” (propiedad del Presidente) reconociendo su derrota y felicitándose porque el electorado hubiese hecho recaer nuevamente su elección en un hombre tan eminente como el Generalísimo Trujillo.17

“El Partido posee magníficos edificios en todas las ciudades del país y en sus fachadas están inscritas en letras de bronce las frases más famosas del 'Benefactor'.

“En uno de los sitios más céntricos y elegantes de Ciudad Trujillo, en la Avenida George Washington, el Partido ha hecho levantar un obelisco para recordar a la posteridad la “Era de Trujillo”. En su base se lee en letras de oro: 'La Patria agradecida a su benefactor… etc.'

“Tales son, señor Ministro, mis informaciones e impresiones de la Misión a la República Dominicana con que se honrara nuestro Gobierno.

“Traigo de ella una sensación de profunda tristeza ante el espectáculo de un pueblo envilecido y ultrajado por una de esas dictaduras de tipo tropical que no tiene, por cierto, ni la justificación, ni la grandeza de las de la antigua Roma y bajo la cual duerme su pesadilla de libertad la bella y noble Hispaniola de Colón.

Dios guarde a US.

Fdo. Enrique Gajardo
Embajador de Chile

Nota de los investigadores dominicanos:

17. Aunque en las tres anteriores oportunidades en que Trujillo se presentó como candidato a la presidencia (en 1930, 1934 y 1942) lo hizo sin rivales, en esta ocasión (1947) sí hubo un simulacro de oposición pues, además del Partido Dominicano que postuló a Trujillo, obteniendo 781,389 votos, también participaron en los comicios Rafael A. Espaillat por el Partido Nacional Democrático y Francisco Prats Ramírez por el Partido Laborista, que obtuvieron 29,765 y 29,186 votos respectivamente. Estos partidos fueron financiados por Trujillo para aparentar que el régimen se había democratizado, también permitió la actuación política del Partido Socialista Popular (PSP), aunque luego desató una persecución en su contra. Esta postura oportunista del régimen trujillista se debió al clima de apertura democrática propiciado en el ámbito internacional por la derrota del nazi-fascismo y el militarismo japonés, tras la Segunda Guerra Mundial, que presionó a muchos países de la región para que instauraran mecanismos institucionales para acceder al poder por medio de elecciones democráticas y competitivas, aunque solo fuese en apariencia, como ocurrió en el caso dominicano.

El anterior informe confidencial del 30 de agosto de 1947 sobre la República Dominicana bajo el titulo de La dictadura de Trujillo reseñada por el embajador de Chile en 1947 fue publicado en su totalidad en pdf por Manuel García Arevalo (historiador y miembro de la Academia Dominicana de la Historia) y Francis Pou de García (socióloga y Presidenta de las Fundaciones Patrióticas).

Este documento en pdf incluye extractos de la entrevista del embajador Gajardo, el informe confidencial de 1947, en su totalidad, dirigido a la cancillería chilena y las valiosas notas y comentarios de los dos investigadores que fue publicado por la revista Clio (No. 191-12, 2016) de la Academia Dominicana de la Historia. Animamos a los lectores a que descarguen este importante documento en el siguiente link:


http://www.clio.academiahistoria.org.do/…/Clio_2016_No_191-


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TRES MITOS FINANCIEROS DE LA PROPAGANDA TRUJILLISTA

En 1947 y durante el resto de la “Era Gloriosa”, Trujillo hizo que su maquinaria propagandística lo presentara como el gran patriota y estadista que, por su genial iniciativa propia, logró modernizar e independizar nuestro sistema financiero. La realidad es que esas iniciativas se originaron en Estados Unidos para proteger sus intereses y Trujillo, como buen “marine” acató fielmente sus “consejos”.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, las autoridades bancarias y financieras de Estados Unidos querían evitar y resolver varios problemas monetarios:

Durante la gran guerra, Estados Unidos había diseminado demasiados dólares en todo el mundo comprando masivamente alimentos, materia prima y productos semi-elaborados, prestando gran cantidad de dinero a sus aliados,comprando el apoyo de terceros países a favor de los Aliados, financiando numerosas bases navales y militares en muchas regiones del mundo. Además, el dólar era la moneda de cambio interna de muchos países como RD. Esas autoridades estaban preocupadas deque el valor real del caería por un exceso de su moneda circulante en todo el mundo lo que podría crear un grave problema monetario. Por eso, finalizada la guerra, tomó pasos para limitar y “recoger” su circulante en diversos países. Así, empezó a promover la creación de monedas nacionales en los países que no la tenían y que usaban dólares como su moneda oficial y comercial. Es así como enviaron consejeros (Wallich y Triffin) a RD y a otros países para que crearan sus monedas nacionales y recoger los dólares que estaban circulando libremente.

Su segunda preocupación económica después de la Guerra Mundial era evitar que se repitiera la gran crisis económica mundial que estalló en 1929 y el colapso de los mercados durante los años treintas debido, en gran parte, a la ineficiencia, aislamiento y falta de coordinación en los mercados internacionales. Esa crisis fue “superada” por la economía de guerra, pero al volver a producir principalmente para los mercados mundiales de consumo e insumo, se temía que resurgieran los mismos problemas estructurales que contribuyeron al colapso de los mercados en los años treintas.

Los países subdesarrollados no tenían la estructura financiera que facilitara el comercio fluido y eficiente, especialmente en la importación de los productos exportados desde los países industrializados. Es por eso que, para incorporarlos eficientemente al sistema monetario/comercial estable y seguro que Estados Unidos estaba reorganizando después de la gran guerra, las autoridades financieras de EUA promovieron la creación de bancos centrales en los países que todavía no los tenían, como RD. De esta forma, los bancos centrales se encargarían del manejo monetario/administrativo de las exportaciones/importaciones, divisas, tasa de cambio, inflación, etc. entre cada país y los mercados internacionales.

Es por eso que Estados Unidos mandó a los consejeros H. Wallich y Triffin a “convencer” a Trujillo de que creara el Banco Central y, como dijimos, el peso dominicano. Naturalmente, como siempre, a través de su poderosa maquinaria propagandística, Trujillo se adjudicó todos los méritosde estos programas americanos a su brillante iniciativa como gran estadista.

Por último, el mito de la deuda externa: Trujillo pagó la deuda externa en su totalidad y fuimos un país libre financieramente hasta el que lo ajusticiaron.

Para ahorrar espacio y palabras, los remitimos a la amplia exposición en elgritocontenido.blogspot.com:

https://elgritocontenido.blogspot.com/2017/07/trujillo-y-la-deuda-externa-en1931-el.html

Resumimos el tema de la deuda externa brevemente de la siguiente manera:

En 1930, Trujillo encontró una deuda externa de US$20 millones.

En 1934, el régimen solicitó en EUA un préstamo de US$50 millones y otrs US$5-10 millones

los cuales les fueron negados en EUA por incapacidad de pago y falta de detalles en la solicitud.

En 1940, el régimen obtiene 2 préstamos (US$5.5 millones) aumentando nuestra deuda externa.

Trujillo solicita varios préstamos antes de 1947, los cuales le fueron rechazados.

En 1947, el régimen paga el saldo de la deuda externa (US$9.274 millones), pero aumenta la

deuda interna por igual monto.

Engaña al pueblo diciéndole que había pagado la deuda externa en su totalidad y que había alcanzado la total soberanía financiera y control sobre las aduanas. No fue cierto.

Todavía quedaban otro saldo por pagar por lo que EUA mantuvo el control de las aduadas varios años después. En 1947 no fuimos totalmente independientes.

En 1956, solicita un préstamo al Eximbank, el cual le fue negado.

En 1957, inicia una etapa de endeudamiento con varios bancos extranjeros (Eximbank, Bank of Nova Scotia, FMI, entre otros), la mayor parte para financiar sus empresas (ingenios) con la deuda asumida por el Estado dominicano.

Al final de la dictadura, 1961, la República Dominicana tenía una deuda externa casi cuatro veces mayor que la deuda que encontró en 1930 (con ajustes para la devaluación del dólar en 1930 y 1961).

(ver detalles y documentos en: Trujillo y la deuda externa, Julio 1, 2017, elgritocontenido.blogspot.com.)

https://elgritocontenido.blogspot.com/2017/07/trujillo-y-la-deuda-externa-en1931-el.html

Es todo esto y más lo que la superficial propaganda trujillista trata de ocultar hasta nuestros días, siempre limitándose a frases superfluas, consignas, fanaticismo y simplonería para reducir la realidad histórica a un endormecedor o hipnotizante rosario de credos religiosos: El Jefe pagó la deuda externa, el Jefe nos dio el peso dominicano y el Jefe creó el Banco Central, el Jefe no duerme velando por el pueblo, el Jefe nos da agua, todo lo que tengo se lo debo a Trujillo.


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LAS FINANZAS INTERNACIONALES, EL BANCO CENTRAL Y EL PESO DOMINICANO




Resumen:

El anterior extracto discute la gran preocupación que tenían los economistas y las autoridades monetarias de Estados Unidos con la inflación de precios causada por la inflación monetaria, el exceso de dólares que estaban circulando en el mercado, el exceso de dinero sentado en los bancos, etc. Señala que había unos 300 mil millones en manos del público, lo que representaba 8-10 veces más que la cantidad que había 25 años atrás, la fuerza inflacionaria que causó los problemas de entonces.




Traducción de algunas líneas de la anterior lámina:

"La desdolarización llegó a ser una parte clave del rol que Estados Unidos envisionaba para los países del sur dentro del sistema multilateral de Bretton Woods." "

"Esto fue particularmente el caso de los funcionarios del Federal Reserve [equivalente al Banco Central de nuestros países] quienes enviaron representantes en la misión de "arreglar su sistema monetario". 

(Nota: La traducción no puede ser completamente literal porque el autor está usando un lenguaje idiomático en inglés.)






(Traducción de una de las líneas subrayadas en la anterior lámina, refiriéndose a los economistas enviados por EUA a los países del sur, “money doctors”)

Ellos alentaban a los gobiernos del sur a que eliminaran el uso de monedas extranjeras [entiéndase dólares] dentro de sus territorios donde eso se practicaba ampliamente.”

Esto también lo reitera Luciano Anzelini en su informe Las relaciones entre los Estados Unidos y la República Dominicana en perspectiva histórica (TeseoPress). Citamos:

Algo similar sucedió el mismo año [1947] cuando Trujillo creó el Banco Central de la República Dominicana; o en 1948 cuando adoptó el “peso oro” como moneda nacional. Lejos de la propaganda nacionalista del régimen, la medida estaba en línea con las recomendaciones de los nuevos “doctores monetarios” de la Reserva Federal y del Departamento del Tesoro, que ahora impulsaban una estrategia “desdolarizadora” (Helleiner 2003: 9).”

 

LAS FINANZAS INTERNACIONALES, EL BANCO CENTRAL Y EL PESO DOMINICANO


A causa del exceso de dólares que estaban flotando dentro de Estados Unidos y en el resto del mundo debido a los grandes gastos militares del gobierno americano pagados con emisiones inorgánicas, debido a los gastos de la creciente burocracia global como parte de la expansión americana en el mundo durante y después de la guerra y debido a significativos desembolsos en préstamos y ayuda económica a los aliados participantes en la guerra y a terceros países para mantener su lealtad durante la guerra, Estados Unidos estaba preocupado por el exceso de dólares flotando en el mundo, la inflación monetaria y la desestabilización de su economía.

Esta situación motivó a Estados Unidos a promover la “desdolarización” de las economías de numerosos países marginales, promoviendo la creación de monedas nacionales. Esto les permitiría cambiar los millones de dólares en circulación por las nuevas monedas nacionales con el fin de recoger y sustraer esos dólares de los mercados internos de esos países. Esta nueva estrategia contrastaba diametralmente con la estrategia de EUA entre 1900 y 1915 que en ese entonces promovía la dolarización de las economías latinoamericanas. 

Esos análisis en las anteriores tres láminas son sólo una pequeña muestra de la documentación que demuestra que el proyecto de crear bancos centrales y una moneda nacional en los países de la región que todavía no los tenían durante los años 40s y 50s del siglo pasado, fue una iniciativa que se originó en Estados Unidos, propiamente en las autoridades bancarias (Federal Reserve Board), las cuales enviaron a expertos para que diseñaran los programas de creación del banco central y la moneda nacional. Aunque simbólicamente el peso-oro ya existía en RD desde 1937, sólo existía en moneda metálica (1, 5, 10, 25, 50 centavos) usadas en pequeñas transacciones callejeras, no en billetes, de tal forma que todas las transacciones comerciales y bancarias en el país todavía se realizaban en dólares puesto que eran los únicos billetes que circulaban además de que tenían un valor estable. Trujillo también tenía interés en convertir el peso-oro en la moneda oficial exclusiva para tener mayor control sobre la economía interna y esto se logró porque Trujillo aprovechó los programas monetarios que con gran interés Estados Unidos promovía hacia la región hacia el final de la Segunda Guerra Mundial como parte de su política de organizar las finanzas internacionales en forma coordinada. Esto garantizaría un flujo comercial y monetario eficiente a través de entidades bancarias centralizadas que coordinarían el intercambio comercial y las divisas y le daría a Estados Unidos y a las nuevas instituciones monetarias (FMI y Banco Mundial) el consiguiente poder de devaluar las monedas nacionales cuando lo estimaran necesario o conveniente. Por cierto, para que estas iniciativas no dejaran la impronta de imposición financiera de parte de la gran potencia, Estados Unidos les "sugerían" a los gobiernos de la región a que fuesen ellos quienes solicitaban la ayuda experta de los consejeros americanos (Henry Wallich y Robert Triffin en RD) quienes luego venían con sus programas ya elaborados para realizar los cambios programados. Naturalmente, los gobiernos de estos países dependientes accedían a tal petición interesados ellos mismos de que no se les tildara de gobiernos títere y algunos también porque sabían que no les era conveniente oponerse.

Naturalmente, como siempre, la ferviente propaganda trujillista de la Era y hasta hoy en día no ha dejado de alabar esa conversión de la moneda exclusivamente como otro golpe maestro atribuible exclusivamente al genial Perínclito de San Cristobal e, incluso, como un valiente desafío nacionalista a los intereses imperiales de EUA, todo lo contrario a la realidad como hemos visto.

Ahora bien, en ese proceso de recoger los millones de dólares circulantes y convertirlos en pesos dominicanos, el Benefactor, siempre interesado en ver crecer su fortuna, logró que millones de pesos convertidos en dólares se esfumaran de la contabilidad de esa conversión masiva, una estafa de 11 millones de dólares (hoy, US$127 millones). Con sádica ironía, el monto que se esfumó fue mayor que el monto que tuvimos que pagar para saldar la deuda externa para lo cual el gobierno tuvo que recurrir al endeudamiento interno.  

(Para más detalles sobre esta estafa, ver artículo a continuación.)

Notas

1) El primer peso dominicano (metálico) existió entre 1844 y 1905 hasta que, con la primera intervención americana de 1905, Estados Unidos tomó control de las aduanas e impuso el dólar exclusivamente como la moneda de curso legal en el país. Antes de 1905 también circulaba otra moneda dominicana, el franco, la cual nunca llegó a superar el primer peso dominicano. 

2) Desde antes de la rendición de Alemania y el Japón, es decir, desde antes del fin de la Segunda Guerra Mundial, ya los expertos financieros venían diseñando los planes para la reorganización de las finanzas internacionales en el nuevo mundo de la posquerra. De hecho, la conferencia de Bretton Woods, que creó el Banco Mundial y el FMI tuvo lugar en julio de 1944, un año antes de que terminara el conflicto. 

3) En los primeros cinco años después de la segunda guerra mundial, se crearon bancos centrales en los países que todavía no tenían entidades bancarias estatales, tales como Honduras, RD, Costa Rica, Cuba, y Filipinas mientras que otros reformaron en esos años sus entidades bancarias ya existentes, tales como Guatemala, Brazil, Venezuela, Colombia, etc.



El incentivo de crear monedas nacionales en los países que aún no las tenían 
provino de Estados Unidos porque le interesaba recoger la enorme cantidad 
de dólares que circulaban en el mundo después de la segunda guerra mundial.







 
 
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LA CREACIÓN DEL PESO DOMINICANO:  LA GRAN ESTAFA DEL SIGLO

Por: Franklin Franco
Historiador

hoy.com.do
Aún hoy en día, en pleno 2010, es decir, después de casi cincuenta años de desaparecida la dictadura de Trujillo, no pocos economistas nacionales, empresarios, financistas y dirigentes políticos sostienen, tal y como dijo el aparato propagandístico del tirano en aquella época, que la creación del peso dominicano y la fundación del Banco Central de la República, constituyeron dos pasos de elevados sentidos “nacionalista y patriótico”.
En 1947, con ambos hechos Trujillo fue proclamado por los alabarderos, además de los más de 20 títulos rimbombantes ya acumulados, “Restaurador Financiero de la República”, y fue levantado también para conmemorar el hecho, un monumento que aún se conserva en el malecón de la ciudad de Santo Domingo.
Sin embargo, contrario a como piensan ciertos economistas, empresarios y dirigentes políticos hay claras evidencias que señalan en cambio, que con la creación del sistema monetario nacional, se llevó a efecto el fraude financiero más colosal entre todos los que padeció la República en el siglo pasado.
El dictador dominicano comenzó a acariciar el negocio de la creación del peso dominicano a mediados de la década de los años cuarenta, en medio del alza en los precios de nuestros principales productos de exportación (azúcar, café y cacao) a causa de la 2da. Guerra Mundial, y un año después de los Acuerdos de Bretton Woods de julio de 1944 que consolidó la supremacía del dólar en la economía mundial. Así lo expresan varios documentos consultados, entre otros un memorándum confidencial de la Embajada de Estados Unidos de fecha 2 de junio de 1945, donde se manifiesta el interés del gobierno dominicano en la contratación de un experto en asuntos monetarios (B. Vega. “Estados Unidos y Trujillo”. Págs. 82-83. Fundación Cultural Dominicana. 1982).
Pero en lugar de uno, los funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos, pusieron a disposición del gobierno dominicano, dos, ambos especialistas importantes de la Reserva Federal, el máximo organismo financiero del Estado norteamericano: fueron ellos los doctores Robert Triffin y Henry Wallich.
De los dos personajes señalados el más activo lo fue el segundo, Henry Wallich, egresado y miembro de Yale University, amigo y colaborador de los famosos Milton Friedman y Paul Samuelson. El primero fue el verdadero redactor de las cuatro legislaciones que crearon el sistema monetario y bancario de nuestro país.
Además de estos dos economistas recomendados por el gobierno de Estados Unidos, el dictador contrató al economista argentino, Raúl Prebisch, quien también fue de los artífices del sistema monetario dominicano y asesor en materia de políticas de sustitución de importaciones.
Como se recordará, el dólar norteamericano desde principios del siglo XX, proceso que se afianzó con la Primera  Intervención militar de Estados Unidos (1916-1924) se impuso como moneda circulante en nuestro país.
Pero debemos señalar que existía en circulación una pequeña proporción en moneda metálica subsidiaria nacional de reducido valor, una parte acuñada a finales del siglo XIX, la cual fue sustituida 1937, cuando fue efectuada por el gobierno de Trujillo otra emisión en moneda metálica subsidiaria que alcanzó casi un millón y medio de pesos. Fuera de esa escasa representación nacional monetaria subsidiaria, el dólar, en papel moneda, era el instrumento monetario fundamental de cambio.
Todos estos asesores contratados coincidieron en que la economía de la nación era saludable y que dada la magnitud del medio circulante en moneda extranjera (dólares), nuestro país podía fácilmente crear su sistema monetario nacional sin ningún sacrificio, mediante la simple operación del cambio de la moneda circulante por una moneda nacional.
Los asesores explicaron, además, que ese medio circulante era tan amplio que podía abarcar la suma necesaria para crear la reserva para mayor garantía de la emisión de la nueva moneda, e incluso, pagar la deuda exterior. Con claridad meridiana el doctor  Triffin lo manifiesta así: “La creciente liquidez monetaria que ha experimentado la República Dominicana a causa de la guerra, indica la conveniencia de encarar el problema monetario en sus aspectos más simples.
El momento actual ofrece la oportunidad no sólo de establecer un sistema monetario independiente, sino, como consecuencia de esa operación, el pagar inmediatamente la deuda externa”. (Informe confidencial del doctor Triffin para el Departamento de Estado. Agosto 1945. B. Vega. Estados Unidos y Trujillo. Fundación Cultural Dominicana.  Pág. 87)
Más adelante el asesor norteamericano habla más claro: “De la creación de la moneda nacional podría salir un excedente en dólares, que puede estimarse en 7 u 8 millones como mínimo”, agregando además… “podría aconsejarse el uso de ese fondo para la liquidación de la deuda extranjera”.
Sugerencia que fue aceptada y aplicada, pero de otra forma, pues el gobierno a mediados de 1947, momentos antes de la Fundación del Banco Central, como parte del paquete de medidas negociadas en Washington, pagó la totalidad de la deuda a los tenedores de bonos norteamericanos, que ascendía en ese momento, a US$9,271,855.55, mediante una hábil maniobra financiera efectuada en la banca nacional.
Para cubrir y reunir esa suma, el gobierno ordenó al Banco de Reservas, creado años antes, la compra de una emisión de bonos del Estado, por la casi totalidad de esa cifra. Es decir, que la deuda externa fue pagada utilizando los recursos en depósitos del sector privado nacional.
Siguiendo en tal virtud las recomendaciones de sus asesores, en octubre 9 de 1947, fue fundado mediante varias leyes, el sistema monetario y bancario dominicano.
Estas leyes fueron la Ley Monetaria No. 1528, la cual creó el peso dominicano, como hemos visto, y la Ley Orgánica No. 1528 del Banco Central, que originó la institución emisora de nuestra moneda y sus mecanismos de regulación, la ley General de Bancos No.1530, que estableció las normas del sistema, incluyendo la Superintendencia de Bancos, y la No. 1531, denominada “Ley de Bretton Woods”, la cual regula las relaciones monetarias nacionales con el Fondo Monetario Internacional y el Banco de Reconstrucción, hoy Banco Mundial.
En la última parte de nuestra exposición hemos expresado que con la creación del sistema monetario y bancario nacional, “se llevó a efecto el fraude más colosal entre todos los padecidos por la República en su larga historia”, y nos toca ahora comenzar a demostrarlo.
De paso les adelanto que la tarea no es fácil, pero no es cosa del otro mundo, pues solamente hay que tener en cuenta varios datos esenciales: la cantidad de dólares que circulaban en nuestro país y los depositados en los bancos al momento de la creación del sistema y contrastar esos datos con las cifras indicadas oficialmente como medio circulante. A eso vamos.
De entrada les señalo que un discurso pronunciado por Trujillo en octubre 8 de 1945, donde anuncia a la nación el plan general de la creación del sistema monetario, se expresa que: “…los bancos establecidos en el país tenían un balance en New York a la indicada fecha del 30 de junio, una suma total de $29,168,000 dólares. Adicionada esa cantidad la suma de $19,047,000 el total de divisas en dólares en favor de la República podría estimarse en $48,215,000”. (Legislación Monetaria y Bancaria de la República Dominicana. Banco Central. 1955). ¿Decía el tirano la verdad al señalar tales cifras? ¿No ocultaba nada? ¿Era mayor la suma real?
Bien llegado a este punto, es oportuno subrayar que Jesús María Troncoso Sánchez, alto funcionario del gobierno, principal ideólogo dominicano de la reforma monetaria, apenas unos cuantos meses antes, en abril de ese año, en un informe preparado para el gobierno dominicano sobre las negociaciones que se llevaban a efecto en Washington, estableció que sólo “los balances en dólares, en New York, de los tres bancos que operaban en Santo Domingo, ascendían a US$42.9 millones”. (B. Vega. “Trujillo y el Control Financiero Norteamericano”. Pág. 559).
Es de rigor apuntar sobre este último dato, que la cifra envuelve solamente, lo depositado en billetes y que no así la moneda subsidiaria, que nunca fue enviada en deposito a Estados Unidos, y que se estimó, como hemos apuntado, en menos de millón y medio de pesos; por tanto, dejamos a un lado, en la cuestión de la estafa, la moneda subsidiaria.
Pues bien: entre la suma en dólares depositada por los bancos en New York indicada por Trujillo en su discurso, y la señalada por Troncoso Sánchez, hay una diferencia de $5,315.000 dólares. ¿Fue ese el monto total de la estafa?  No lo creemos.
Pero más interesante aún es esta otra información documental, que va en la misma dirección del descubrimiento del engaño hecho a la República por Trujillo y sus asociados nativos y extranjeros. En 1955, en un artículo publicado en la revista de la Secretaría de Finanzas se señala, que el acervo total en dólares circulantes en el país, al momento de la creación en 1947 del sistema monetario y bancario dominicano, más los depósitos en los bancos, ascendía a US$60,087.174 dólares. La estafa, en tal virtud, al parecer fue mayor que la indicada anteriormente. (Ambrosio Álvarez. “Algunas palabras sobre nuestra moneda”. Secretaría de Finanzas. 1955. Pág. 17).
Teniendo en cuenta la diferencia entre la cifra ofrecida por Trujillo, cuando anunció en su discurso la creación del peso dominicano y la ofrecida por Ambrocio Alvarez, la estafa se elevaría a $11,872,174.
Por último, permítanme presentarles esta perla: En 1951, el Banco Central publicó en su boletín, por primera vez, un compendio detallado de las estadísticas monetarias nacionales entre ese último año y 1947, fecha de la fundación de esa entidad.  Agreguemos además, que en ese Boletín que resume las actividades correspondientes de enero de 1947 a diciembre, en el cuadro referente al medio circulante, se informa que su total ascendía a cuarenta y siete millones setecientos cinco mil pesos ($47,705,000).
Este dato acentúa la posibilidad de que la estafa superara los once millones de dólares. Advertimos que el peso dominicano emitido, según la ley, tenía igual valor al dólar e idéntica representación en oro que la establecida para esa moneda: 0.88671 gramo.
A decir verdad, es difícil establecer con absoluta exactitud el monto total de la estafa organizada por Trujillo y sus socios con motivo de la creación del sistema monetario nacional. En primer lugar, mucha de la documentación que se necesita para llegar a ese objetivo ha sido destruida por quienes heredaron allí el poder después de su ajusticiamiento en mayo de 1961, (no pocos de estos herederos fueron sus cómplices) y si bien es cierto que es posible que queden ciertos papeles en el Banco Central que pueden permitir el total esclarecimiento del monto real, solo algunos altos funcionarios de ese organismo tienen acceso a ellos. Según parece, el fantasma de Trujillo merodea por allí de día y de noche protegiendo celosamente bóvedas y archivos.
Hemos expresado que la creación del sistema monetario abrió al dictador posibilidades financieras amplísimas que le permitieron extender sus actividades comerciales e industriales personales. En ese mismo boletín del Banco Central antes citado, en los datos correspondientes a diciembre de 1947, apenas dos meses después de haber sido creado, aparece ya, como parte de la deuda interna pública, la compra de la empresa Salinera Nacional, C x A, de propiedad del tirano, la cual había vendido a la entidad emisora de nuestra moneda por $2,777.693.23, cuando apenas valía menos de doscientos mil pesos. (Véase cuadro estadístico del Banco Central de 1947, pero publicado en 1951, cuatro años después).
Lo anterior constituye sólo una muestra, aunque temprana, de la forma en que la tiranía utilizó el nuevo sistema monetario y bancario creado, para convertirlo en una fuente inagotable para conseguir los recursos de sus proyectos comerciales e industriales. A partir de aquí, no solo le fue posible al dictador el obtener créditos fáciles y sin ninguna garantía, sino además efectuar jugosos negocios vendiendo a los bancos creados empresas en quiebra a precios sobrevaluados, e incluso, volver a comprar esas mismas empresas ya recuperadas, a precios irrisorios.
En conclusión: El sistema monetario y bancario creado en 1947, puesto al servicio personal del tirano Trujillo, fue un factor determinante en el proceso de la acumulación de los capitales que hicieron posible que se convirtiera, apenas 10 años después, en uno de los hombres más ricos de América Latina.
Al momento de su muerte, en 1961, de todos los capitales invertidos en la industria nacional, $306,833,029, el dictador era propietario del 51% ($153,416.514). La incipiente burguesía dominicana apenas alcanzaba el 7% ($21,567,375), y el 42% (130,000,000) se encontraba en manos de inversionistas extranjeros, en su mayor parte, norteamericanos.
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El Secretario de Estado bajo Truman, James F. Byrnes, describió a Trujillo como "el más despiadado, inescrupuloso y eficiente dictador en el hemisferio" que encabezaba un régimen "completamente repulsivo". 

Al principio de la siguiente administración de Eisenhower, la embajada americana ya le había transmitido a Washington similares sentimientos y comentó sobre la "psicósis de Trujillo".