Nuevas Entradas

 NUEVAS ENTRADAS - Varios

En esta página colocamos cada semana los nuevos posts que en los próximos tres meses vamos incluyendo en las diferentes secciones de este portal y los posts que ya no caben en muchas de las secciones repletas (en las que el programa de Blogger ya no permite más textos ni imágenes). Por tanto, les sugerimos a los interesados que busquen cada semana en esta sección NUEVAS ENTRADAS la información o datos más recientes que vayamos encontrando en nuestras investigaciones. Incluiremos en esta sección también información y datos ya incluidos en diversas secciones de este portal, los cuales consideramos que, por su importancia, merecen ser reproducidos y releídos.

 

OBISPOS ATACADOS, VIVIENDA DESTROZADA POR TURBA DE TRUJILLO

Este artículo de The Catholic Trascript (20 de abril, 1961) se basa en las declaraciones del padre John Schomber al llegar a Estados Unidos. Omitimos la información que ya ha sido extensamente discutida en la prensa dominicana sobre este ataque a la rectoría de San Juan de la Maguana y la vivienda del padre Thomas Reilly y nos limitamos a traducir o resumir los datos y detalles poco conocidos.

Resumen y extractos traducidos al español:

El padre John Schomber y el padre John Kelly fueron expulsados por el régimen de Trujillo y se encontraba en la capital esperando la orden de salir del país cuando llegaron huyendo desde San Juan de la Maguana el obispo Thomas Reilly y nueve curas y monjas.

El padre Schomber declaró que una turba de 600 hombres que gritaban ‘muerte a los curas’ se metieron en el primer piso y “lo destrozaron todo - muebles, puertas, cortinas, ventanas – todo. Nuestros curas hasta tuvieron que conseguirle una camiseta, shorts y medias.”. Los curas en la casa lograron contener a la turba y evitar que subieran al segundo piso parados en la escalera con bates de beisbol.

Citamos al padre Schomber literalmente:

“En nuestra casa, los tres padres que se quedaron pasaron por el infierno. La turba entró en oleadas, 600 en el primer grupo. Destrozaron el primer piso por completo. Fue puro vandalismo. Robaron y saquearon el taller de carpintería, una estufa nueva, un contenedor de hielo, un congelador. Lo rompieron todo en el refectorio, cada ventana, cada pieza del baño, 500 sillas plegables del auditorio y hasta los tres jeeps estacionados afuera. También destruyeron todos nuestros registros de matrimonios y de bautismos hasta desde hace 100 años.”

“Si bien los padres no pudieron hacer nada en el primer piso, ellos agarraron bates de beisbol y se pararon arriba en las escaleras y se enfrentaron a los matones y atacantes pagados que trataban de completar la destrucción.”

(Fin de la cita del padre Schomber. El artículo continúa.)

“Varios policías se quedaron ahí observando la destrucción, decían los informes desde la República Dominicana. Hay una guarnición del ejército a unas cuantas yardas de la rectoría. Estos informes decían que dos veces el obispo sufró golpes de piedras y su brazo estaba muy amoratado. El obispo y dos curas se fueron de la casa y atravesaron la turba atacante hasta llegar al cuartel de policía para pedir protección. El agente militar del gobierno que estaba a cargo del área, el gral. José Alcántara, ignoró las súplicas del obispo Reilly.

Tres horas después el ejército llegó a la casa del obispo, pero para entonces la destrucción era total.

Un informe de buena fuente desde la República Dominicana dijo que dos agentes de Trujillo llegaron a San Juan de la Maguana el 8 de abril para organizar el ataque contra el obispo Reilly y sus curas.

Otro informe dijo que el gral. Bonatti Burgos del ejército dominicano admitió que el gral. Alcántara estuvo completamente a cargo de los dos asaltos en San Juan de la Maguana. También hay un informe de que al gral. Alcántara se le había otorgado una misión similar con respecto al obispo Panal.”

(Fin del extracto traducido)

Bishops Attacked, Dwelling Wrecked by Trujillo Mobs
The Catholic Transcrip
20 de abril, 1961
Págs. 1 y 8

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UN TESTIGO TODAVÍA RECUERDA EL GROTESCO SACRILEGIO DE LA CATEDRAL DE LA VEGA

Yo fui testigo fiel de ese bochornoso episodio en el templo de La Vega, la catedral. Nosotros vivíamos en un barrio llamado Guaco (hoy Soto), más o menos a dos kilómetros del parque central de La Vega, camino a Moca. Yo tenía 7 años y como siempre, los domingos me llevaban obligado agarrado de la mano de mi mamá.

Ese domingo, llegando al parque de La Vega, había unos Cocuyos de la Cordillera (así les decían) impidiendo la llegada de los feligreses, enviándolos para otra iglesia llamada San Antonio. Pero mi mamá, aún dolida con las autoridades por el asesinato de mi papá, no hizo caso y entramos por una puerta lateral porque teníamos un primo que era monaguillo de la catedral y él nos dejó entrar por esa puerta para asistir a la misa. Estando allí, presenciamos ese espectáculo infeliz, presentado y financiado por miembros del SIM. Había algunos verdugos importantes del SIM. Había una banda de cueros casi desnudas que ingresaron junto a un conjunto de músicos de güira, tambora y acordeón, a bailar con lascivia y golpes de barriga cuando monseñor Francisco Panal oficiaba la misa y le vociferaban palabras impublicables. Monseñor Panal les pidió a los feligreses que no intervinieran en su defensa.

Se decía que Víctor Alicinio Peña Rivera, un tal Dujarry y un conocido abogado que era diputado o calié, junto a otros verdugos y los llamados Jinetes, apoyaban a los pandilleros que irrumpieron en la catedral. Ahí empecé a odiar a los Trujillos, la familia de criminales.

No sé mucho cómo ni donde mataron a mi papá. Él era sargento mayor del ejército y, según me contaron, en esos días él estaba prestando servicio en Nagua, en una propiedad de los Trujillos, pero había llegado ahí solo unos días antes de que lo desaparecieran. Contaron que un sargento borracho maldijo a Trujillo porque tenía 14 años sin un ascenso, alguién sopló lo que él dijo y al otro día se inventaron dizque una rebelión y mataron a varios, entre ellos a mi papá y a su hermano gemelo que era cabo. Pero eso fue para darles una una lección de terror a los demás, no había ninguna rebelión. Dicen que Felix Bernardino estuvo metido en esa matanza de esos militares. Eso fue en 1959 y nunca supimos qué le pasó al cuerpo de mi papá ni de mi tío. Un teniente vino y le dijo a mi familia que hicieran duelo por 9 días y que no hablaran de eso. No se supo más nada.

Rafael de la Rosa
Santo Domingo, RD
3 de enero, 2021

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OTRA DE LAS FALSEDADES DE LA PROPAGANDA TRUJILLISTA

No pocas veces escuchamos o leemos expresiones como ésta:

“Le debemos al Jefe el placer de saborear nuestra cerveza Presidente.”

Porque hasta en las bebidas tienen que adulterar la historia para alabar a Trujillo.

Veamos la realidad sobre la cerveza Presidente:

La primera iniciativa de fabricar cerveza en la República Dominicana fue en 1890 cuando una empresa de New Jersey estableció una fábrica de la espumosa bebida en la capital dominicana la cual, al cabo de algunos años, tuvo que cerrar sus puertas. Antes de 1929, las cervezas de diversas marcas que se consumían en el país eran importadas desde Alemania y Estados Unidos ya que las fábricas licoreras dominicanas se limitaban a producir sólo rones y licores.

Fue en 1929 cuando otro empresario estadounidense, Charles H. Wanzer, decidió establecer con varios socios americanos una fábrica de cerveza en RD, asociándose con dominicanos para poder legalizar y registrar la empresa en el país como empresa dominicana. Se llamaría la Cervecería Nacional Dominicana, la cual operaría bajo la gerencia del estadounidense H. B. Senior y el expertizaje del maestro cervecero alemán Henry C. Gronau, quien ya había elaborado varias cervezas pioneras en Puerto Rico. Debido a la ‘ley seca’ que impusieron en Estados Unidos y en Puerto Rico, Gronau se vio en la necesidad de abandonar la isla, trasladándose primero a Haití y luego a RD. Las primeras dos cervezas que elaboró en nuestro país serían la cerveza Colón y la Reina las cuales de inmediato gozaron de buena acogida enre los consumidores dominicanos.

Bajo la nueva gerencia de C.K. Schmidt, el nuevo brewmaster Henry W. Gronau, hijo del anterior brewmaster y su mejor discípulo, elaboró una nueva cerveza bajo el nombre “Presidente” la cual también tuvo una buena acogida, como las de su progenitor anteriormente. Gronau Jr. había trabajado al lado de su padre desde niño y ya adulto llegó a superarlo en dedicación y disciplina. El exigente Gronau Jr. continuó perfeccionando la fórmula y el procesamiento de la Presidente hasta que finalmente en mayo de 1935 lanzó la Presidente Especial, cerveza que tuvo gran éxito entre los consumidores dominicanos y que poco después se convertiría en la cerveza bandera de la empresa. Fue tal su popularidad que llegaron a llamarla simplemente “la Presidente”.

Durante la segunda guerra mundial quedó interrumpida la competencia desde el extranjero por lo que la CND gozó de un gran crecimiento en la demanda. De hecho, entre 1940 y 1949 las ventas se sextuplicaron, naturalmente aumentando el volumen de producción lo que afianzó la solidez de la empresa.

Contrario a lo que pregonan los propagandistas trujillistas, Trujillo no tuvo nada que ver con el establecimiento de la empresa CND, ni con el financiamiento, ni con la iniciativa de elaborar la cerveza Presidente, ni con la fórmula ni el procesamiento, ni con el embotellamiento o la distribución de esa cerveza bandera de la CND y la favorita de los dominicanos.

Lo que les extrañaba a algunos dominicanos era que la exitosa empresa pudiese operar tranquilamente sin presiones del déspota tratando de obligar a los dueños a “vendérsela” o a convertir al Jefe en socio mayoritario, lo que era de esperarse. Pero la actitud de Trujillo frente a esta compañía fue diferente a su usual conducta hacia compañías criollas en primer lugar, porque los propietarios de la CND eran americanos. De hecho, una junta de accionistas en EUA supervisaba la dirección de la empresa y de vez en cuando visitaba las instalaciones. Otra razón es que su dueño principal, Charles Wanzer, era el presidente de la Cámara Dominicana de Comercio en Estados Unidos, hombre con nexos en Washington que había defendido los intereses del gobierno dominicano en la capital norteamericana en varias ocasiones. Trujillo tenía razones políticas para tratar a esta empresa con diplomacia. Sin embargo, los investigadores señalan que, efectivamente, Trujillo le manifestó a Wanzer que tenía interés en formar parte de la compañía, pero la propuesta fue claramente rechazada por los ejecutivos estadounidenses. Ahí fue cuando empezaron ciertas tensiones entre Trujillo y la empresa:

“Para ese tiempo también, el Presidente-Dictador Trujillo había desarrollado cierta hostilidad hacia la empresa, que por cierto estaba ubicada muy cerca de su residencia. Ante las constantes quejas de Trujillo y su familia, la empresa terminó por mudar sus facilidades. Se dice que la razón principal de la hostilidad del Presidente Trujillo fue que por un tiempo trato de adquirir cierto control de la Cervecera Nacional, pero fue rechazado por sus ejecutivos estadounidenses.” (Henry Gronau, maestro cervecero - Historia y Genealogía PR)

En 1949 Trujillo terminó haciéndole la competencia a la CND cuando autorizó la creación de la Sociedad Cervecera Antillana (SCA) de capital puertorriqueño y dominicano, entre cuyos socios figuraban el propio Trujillo y su hijo Ramfis. El canadiense Henry Gronau Jr. fundó esta nueva empresa tras tener desavenencias con los directores de la CND y bajo su breve dirección se lanzaron al mercado las marcas La Dominicana y Cibao, ambas con buena acogida entre los consumidores. Sin embargo, la voracidad incontenible del dictador por tomar control no tardó en manifestarse tal como había ocurrido con otras empresas en las que el dictador empezaba como “socio” y terminaba como el apoderado:

“A principios de la década del 1950, viendo el éxito floreciente de la empresa, el Presidente Trujillo desea obtener control de la misma. Poco a poco fueron adquiriendo la participación de algunos de los accionistas, hasta que eventualmente asume su control. Gronau decide entonces abandonar la empresa y regresa a Puerto Rico para el año 1952.” (Henry Gronau, maestro cervecero - Historia y Genealogía PR)

El cambio no favoreció a la empresa. Citamos a José del Castillo Pichardo:

“Aún apelando a prácticas desleales de comercio –como presiones en la red de distribución a través del caliesaje-, la nueva empresa no pudo competir con la CND a mediano plazo, en cuanto a tecnología, calidad, precios y preferencia del público.” (Historia de una fría – El Nuevo Diario)

Habría que preguntarse si Trujillo aportó capital alguno o capital de importancia a esta nueva compañía o si bastaba con él haberle dado el visto bueno para que pudiese operar y que, a cambio, lo aceptaran como socio. Les recordamos que no era nada raro que las empresas criollas aceptaran a Trujillo como socio sin él tener que aportar capital con el fin de evitar complicaciones con el régimen que podrían resultar en el “fracaso” de la empresa o en un “accidente”.

Como la Sociedad Cervecera Antillana tenía problemas, en 1952 la Cervecería Nacional Dominicana adquirió la SCA, empresa con que Gronau había tratado de competir en contra de sus antiguos socios. “Milagrosamente” Trujillo continuó como socio, pero ahora de la exitosa Cervecería Nacional Dominicana, tal como él lo había deseado años atrás, sin haber levantado un dedo. Esta vez no se atrevieron a excluirlo.

A partir de mejoras realizadas en la década de los sesentas y setentas bajo la dirección de James A. Stuart y su hijo, la Presidente que hoy conocemos se ha mantenido como la mejor cerveza dominicana sin par y probablemente la mejor del Caribe hasta nuestros días.

Por cierto, como nota al margen, Trujillo nunca tuvo inclinación por consumir cerveza. Su bebida favorita fue el brandy español Carlos I hasta el día de su ajusticiamiento. ¡Salud!

 

 

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 CÓMO EL “BENEFACTOR” LLEGÓ A SER UN EXITOSO EMPRESARIO

 

La mayoría de sus empresas estaban exentas de impuestos y aranceles.

Tampoco tenían que pagar las obligaciones sociales hacia los empleados.

Podían recurrir a préstamos en los bancos estatales los cuales no podían negárselos, sin importar la solvencia de la empresa. De hecho, no era nada raro que sus empresas no pagaran el préstamo.

Cuando una empresa tenía déficit, se la vendía al Estado a un precio inflado; si luego tenía ganancias, se la compraba al Estado a bajo precio.

Constantemente usaban la mano de obra de presos, soldados y empleados públicos en sus empresas, pero el Estado era el que les pagaba el salario.

Los empleados estaban obligados a tratabajar largas horas extras y fines de semana cada vez que la gerencia se lo exigía, sin paga extra.

Era peligroso hacerle competencia a las empresas de Trujillo por lo que sus empresas terminaban monopolizando cada sector industrial y cada mercado lo que les permitía subir los precios de sus productos a su antojo.

El Estado estaba obligado a privilegiar los contratos de suministros con las empresas de Trujillo en forma exclusiva al precio impuesto por la empresa.

“Cada vez que se lanzaba una nueva aventura empresarial, nunca quedaba claro si le pertenecía al Jefe o al Estado. Si la empresa registraba ganancias, era de Trujillo, si fracasaba, era del Estado.” Gral. Arturo Espaillat (1962)

Notas:

Muchas de las empresas de Trujillo estaban encabezadas por testaferros quienes figuraban como los dueños o presidentes cuando los verdaderos dueños eran Trujillo, su esposa, sus hijos, etc. Esto no significa necesariamente que la empresa se inició con el capital de Trujillo ya que comúnmente sus empresas eran financiadas por bancos estatales o habían pertenecido a los dueños originales quienes tuvieron que aceptar a Trujillo como socio (sin él tener que pagar por las acciones) y quienes al final terminaban cediéndole la empresa por completo o convirtiéndolo en el socio principal para no sufrir un accidente u otro extraño percance.

Ver detalles en CORRUPCIÓN/MONOPOLIO así como INEFICIENCIA de elgritocontenido.blogspot.com.

 

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LA VERDADERA INICIATIVA DEL MONUMENTO A LOS HÉROES DE LA RESTAURACIÓN

Sobre la idea original de construir el monumento en el Cerro del Castillo, el sociólogo y periodista santiaguero, Lic. Ramón Cabral de la Torre señala:

“Originalmente la idea nace en 1942 en la sociedad cultural Amantes de la Luz con la idea de que se formara un comité de ciudadanos para conmemorar la venidera 100 años de la República, o sea el Centenario de la Declaración de la República, del 27 de febrero del 1844 y a la vez conmemorar, loar la Batalla del 30 de Marzo por un munícipe de Santiago. (Min. 5:53)

Pero al año siguiente surgió otra idea de parte del alabancero trujillista Mario Fermín Cabral, la de dedicarle un monumento a Trujillo en dicho cerro. Naturalmente, ¿quién iba a atreverse a oponerse defendiendo el propósito original de la sociedad cultural santiaguera? Así que se impuso el proyecto trujillista. Por cierto, también fue Fermín Cabral quien había propuesto el cambio de nombre de la capital al de Ciudad Trujillo. El Lic. Cabral de la Torre continúa:

“...en 1943, el senador de la república en aquel entonces, Mario Fermín Cabral, figura que tenía mucho roce social con la sociedad de Santiago, emitió la idea de hacer un monumento a la Paz de Trujillo, ahí viene el cambio, no al Centenario de la República.” (Min. 6:36)

(Ver en YouTube: Testimonios Monumento a los Héroes de la Restauración – 5 de mayo, 2019

https://www.youtube.com/watch?v=feQI72Ud8Vk)

Naturalmente, todo proyecto que tuviera el fin de rendirle elogios a Trujillo tenía que cumplirse a cabalidad, especialmente un proyecto de tal magnitud. Así, el ingeniero Henry Gazón Bona diseñó el monumento y el ingeniero santiagués Mauricio Alvarez Perelló se encargó de dirigir la construcción que se llamaría Monumento a la Paz de Trujillo, en referencia indirecta a la sangrienta pacificación del Cibao desde que Trujillo subió al poder, en el mismo corazón del Cibao. La construcción se inició en 1944, año del Centenario de la Restauración y se inauguró a medias en 1953.

En realidad, fueron los santiagueros los que, no sólo tuvieron la idea original de rendirle un homenaje a los héroes de la Restauración con un monumento en dicho cerro, sino también los que financiaron casi toda la obra por medio de una amplia campaña de recaudación de fondos “voluntaria” entre la población que incluía hombres, mujeres y niños. El multi-millonario Trujillo no puso un centavo de su propio peculio ni lo hizo tampoco su pudiente Partido Dominicano.

Ya finalizada la construcción, en el segundo piso se exhibían los objetos históricos de la Era de Trujillo y el Gran Album de Oro en el cual se registrarían las firmas de los visitantes distinguidos. En la tercera planta había una biblioteca que incluía las obras públicas sobre la Era de Trujillo. A la entrada del Monumento se erigía una gran estatua de Trujillo, con toga universitaria y el pergamino de doctor honoris causa.

Tras el ajusticiamiento del tirano, en diciembre de 1961 la Cámara de Diputados y el Poder Ejecutivo, atendiendo a una moción del diputado santiaguero Mario Abreu Penzo, rebautizaron el monumento, retornando así al propósito que los santiagueros habían ideado originalmente para celebrar el primer Centenario de la Restauración de la República: Monumento a los Héroes de la Restauración.

Por tanto, cuando un fanático trujillista les mencione el monumento de Santiago como un ejemplo de las grandes obras logradas por el Benefactor, señálenle que, en primer lugar, la idea original de construir el monumento no fue ni de Trujillo ni de los trujillistas, que el financiamiento no fue de parte de Trujillo ni del Partido Dominicano, sino gracias al sacrificio del pueblo santiaguero y que Trujillo ni diseñó ni construyó esa obra. La única contribución que hizo Trujillo fue ponerle su nombre. Por consiguiente, el nombre que hoy lleva ese monumento del noble pueblo santiaguero es el nombre auténtico por responder a la intención original de quienes idearon el proyecto y lo financiaron.

Incluso, algunos periodistas cuentan que en medio de los actos de “inauguración” o presentación de la obra, Trujillo de repente interrumpió el recorrido que hacía dentro del edificio, acompañado por un gran séquito, y abandonó intempestivamente el evento. La versión más creíble sobre la causa del caprichoso desaire del Jefe cuenta que cuando Trujillo se encontró frente a uno de los murales de Vela Zanetti dentro del monumento, un mural que representa a un hombre con los brazos abiertos rompiendo unas cadenas, Trujillo abandonó el complejo monumental disgustado, sintiendo una crítica visual, dejando plantado en forma caprichosa todo el esfuerzo y el sacrificio económico durante nueve años que hicieron los santiagueros por concluir la obra

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 A continuación compartimos un resumen de un episodio real escrito por Juan Gabriel Lama con la colaboración de Américo Mejía. Debido a que no pudimos encontrar el artículo escrito, lo siguiente es una reseña del artículo grabado oralmente por Alcarrizos Digital. A todos ellos les agradecemos ese esfuerzo por compartir este episodio de la Era. Lo siguiente no es una transcripción literal sino una reseña del episodio.

 

Aníbal Trujillo y Yo

Juan Gabriel Lama y Américo Mejía

El autor cuenta que el negocio de su familia era un café-restaurante en La Romana llamado La C.M.Q,. el nombre de una radioermisora cubana, ubicado en un pequeño edificio.

El siguiente episodio ocurriuó en la primera mitad de la década de 1940. A Aníbal Trujillo, hermano del dictador, le gustaba ir a una finca que el Jefe tenía cerca de la capital acompañado de una caja de ron dado que era un gran consumidor de alcohol. En una de sus frecuentes borracheras en medio de un bacanal en la finca de su hermano, un brujo haitiano le prognosticó a Aníbal que él iba a ser el próximo Presidente de la República Dominicana. Prometerle eso a alguien en medio del feudo del Jefe, y en voz alta, era casi una sentencia de muerte y Aníbal de inmediato lo entendió así. A sabiendas de que el Jefe se enteraría de ese comprometedor oráculo ya que todos los empleados de la finca oyeron el prognóstico del brujo, Aníbal de inmediato salió del lugar y se fue a refugiar en casa de su madre, mama Julia, sabiendo que ella lo protegería. Dice el relato que al brujo nadie lo volvió a ver.

Al día siguiente, tras una acalorada discusión entre el Jefe y Aníbal en casa de la madre de ambos, como castigo Trujillo exilió a Aníbal a la isla Saona. Allí Aníbal se autoproclamó Gobernador de la isla y, como típico hermano del Jefe, les impuso a todos los habitantes de la isla sus leoninas condiciones. Era obligatorio compartir en forma de diezmo todo lo que generara dinero en la isla: cacería de aves, la cría de chivos, puercos, la pesca, miel de abejas, agricultura, etc.

Desde la isla Saona Aníbal de vez en cuando visitaba la ciudad de La Romana y una mañana se apareció en el restaurante C.M.Q. acompañado de un grupo de unos 40 adulones para comer y divertirse. El enorme séquito de Aníbal Trujillo colmó la capacidad del restaurante por lo que la familia propietaria tuvo que buscar sillas y mesas prestadas de los vecinos. Dice el autor que todo lo que había en el local lo consumieron vorazmente: rones, sodas, cervezas, refrescos, cigarrillos, quesos, jamón, aceitunas, galletas, salchichas, sardinas, etc., todo lo devoraron como aves de rapiña. Hacia las 5 de la tarde, borrachos y semi-borrachos empezaron a dormitar, Aníbal se quedó dormido en una cama en el patio con su guardaespaldas con ametralladora en mano sentado en una silla. Al final nadie se hizo responsible de la cuenta, nadie sabía nada, todos eran invitados y se fueron. La cuenta ascendía a $320 pesos de esa época.

Los dueños del restaurante se quedaron sin dinero para volver a surtir el negocio y poder ganarse la vida. Pasaron los días sin saber qué hacer, sin dinero y sin recibir ningún indicio de pago. Como tenían que buscar de dónde comer, decidieron escribirle una carta a Aníbal pidiéndole diplomáticamente que les informara cuál o cuáles personas lo habían invitado al restaurante, quienes deberían recoger la cuenta. Esa misma tarde se apersonó un abogado con la carta que ellos le habían enviado a Aníbal, los recriminó y dijo que tenía instrucciones de someterlos a la justicia por intento de estafa contra el hermano del Jefe. El abogado les mostró otra carta en que ellos declaraban que Aníbal Trujillo no tenía ninguna deuda con ellos. Reacios, tuvieron que firmar la carta para evitar serios problemas.

Al día siguiente, se apareció una persona con un sobre que contenía un cheque por la suma de $320 pesos. La familia y los vecinos celebraron el desenlace como si se hubieran ganado el premio. De inmediato cobraron el cheque en el Royal Bank of Canada y de regreso gastaron todo el dinero comprando las provisiones necesarias para surtir de nuevo su negocio.

Pasaban los días felices de haber recobrado la tranquilidad y la seguridad cuando de repente se presentó un mensajero del Royal Bank con el mensaje de que el gerente Johnson tenía que hablar con ellos. En la entrevista el gerente les informó que el cheque no tenía fondos. Para evitar problemas para ambos, el gerente les indicó que la mejor solución sería que la familia le pagara al banco un pagaré de $30 dólares al mes por 12 meses para un total de $360 pesos, intereses incluidos. Y así lo hicieron hasta pagar el último centavo.

Un ejemplo más de las mañas típicas de los miembros de la familia Trujillo. 

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LA PELIGROSA “LEALTAD” DE TRUJILLO

El déspota Rafael L. Trujillo resaltaba mucho ese atributo llamado “lealtad”. Como ejemplo, veamos la siguiente cita de uno de sus largos discursos:

“La lealtad es una de las más altas y edificantes cualidades humanas. Entre las prendas morales que realzan y dignifican a individuos y pueblos, ella ocupa preferente lugar. Y es que la lealtad constituye, más que una gran virtud, una gran suma de virtudes. Encierra justicia porque no se puede ser leal sin ser justo, encierra amor, porque sin amar a la familia, a la sociedad, a la patria y al mundo…”, etc, etc.

(Discurso de Rafael Trujillo en la inauguración del hospital militar Brioso Bustillos)

Ciertamente son palabras edificantes y más aún cuando son enunciadas con ese tono de profunda convicción y autética entereza con que Trujillo pontificaba sobre las virtudes morales, tal como lo hizo en esa ocasión.

Pero dejemos de lado la retórica elevada y veamos en los hechos cómo se materializaba ese noble ideal -la lealtad- que con tanta convicción moral Trujillo enunciaba en sus peroratas ante el pueblo:

- Mandaba a matar a soldados y agentes que le habían servido lealmente cuando necesitaba un cuerpo muerto, un chivo expiatorio o para cubrir su rastro, tal como el caso de Luis Fuentes Rubirosa (Chi Chi), primo de Porfirio Rubirosa. Sergio Bencosme fue asesinado a quemarropa en 1935 por un gatillero al servicio de Trujillo, acción coordinada por Porfirio Rubirosa (años después el playboy sería investigado en Nueva York por este crímen). Inmediatamente después del asesinato, Luis F. Rubirosa partió apresuradamente hacia RD donde de inmediato fue hecho oficial del ejército dominicano sin nunca haber sido militar. Pero cuando un año después un jurado de NY acusó a Luis F. Rubirosa del asesinato en primer grado de Sergio Bencosme y solicitó su extradición a NY, éste de repente desapareció para siempre y nunca más se supo de él.

- Traicionó a los 5 ó 6 colaboradores en el secuestro de Galíndez a quienes luego "accidentó" o desapareció para encubrir la participación del régimen en el secuestro. Estos son sólo varios ejemplos de este tipo de traición contra sus propios colaboradores para silenciarlos y borrar toda huella, lo que fue muy común durante los 31 años.   

- Motivado por ese singular sentido de lealtad, se acostaba con las esposas de sus leales funcionarios y, además, los presionaba para que le entregaran sus hijas si éstas eran atractivas.

- Naturalmente, también traicionó a sus tres esposas en abundantes ocasiones.

- Pero la traición no la aprendió el Benefactor desde la cima del poder, sino que acompañó al Benefactor desde antes de incursionar violentamente en la política. Trujillo traicionó su juramento militar cuando usó la autoridad que le otorgaba el uniforme para amenazar, extorsionar y robar. Traicionó a sus superiores (García y Lora) cuando recurrió a intrigas y falsedades para eliminarlos del camino y alcanzar el máximo escalafón en la Policía Nacional.

- Trujillo traicionó a Horacio Vásquez en 1930 a quien prometió serle leal, primero cuando asumió el cargo de Jefe del Ejército y, al final, cuando se arrodilló ante Vásquez y le dijo “usted es mi Presidente, usted ordene” en señal de lealtad y obediencia ante la amenaza de un derrocamiento del gobierno.

- Traicionó a los diplomáticos americanos (Charles Curtis y Moors Cabot) prometiéndoles no participar en el derrocamiento de Vásquez y defender el gobierno, lo cual no cumplió.

- Traicionó a Rafael Estrella Ureña ya en el poder y a Desiderio Arias cuando de inmediato impuso una dictadura personalista, sanguinaria y depredadora.

- Traicionó al muy leal Gral. Ludovino Fernández enviándolo a una trampa mortal ante su enemigo Ney Lluberes, lo que efectivamente le costó la vida. 

- La máxima deslealtad, naturalmente, fue cuando traicionó a la patria en 1916, uniéndose entusiasmado al ejército invasor en que se destacó por las matanzas de los gavilleros, quienes resistían al ejército invasor, y las quemas de sus humildes viviendas bajo las órdenes de los oficiales americanos.

Sin lugar a dudas Trujillo tenía un sentido muy conveniente y peligroso de lo significaba esa prenda moral llamada “lealtad”, obviamente una actitud que corría en una sola vía: lealtad obligatoria hacia él exclusivamente.

Que sirvan los anteriores párrafos de advertencia para los crédulos imberbes que a estas alturas se dejan llevar por las resonantes palabras de facinerosos hipócritas, oportunistas y charlatanes como lo fue el Perínclito de San Cristóbal. 

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Cita:

“Entre los hombres prominentes de la república se duda que nadie, sin excluir siquiera al doctor Alfonseca, es tan odiado por tan gran número de personas como Trujillo. Los eventos de la revolución demuestran que Trujillo es un hombre ingenioso, astuto y traicionero, peligroso tanto para sus amigos como para sus enemigos, desleal a su palabra y a su deber. Buscando favorecer sus propios intereses por medios buenos o malos, está determinado a ser la mano que guíe el nuevo régimen. Parece aspirar a ser un nuevo Lilís. Que Dios proteja al país si logra consolidarse en el poder.”

Charles B. Curtis
Ministro de la Legación Americana
Informe confidencial al Dpto. de Estado
7 de marzo, 1930 (Santo Domingo)

Fuente:

Trujillo, el poder del Jefe (Pte. 1)
René Fortunato – Director y Productor

 

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Revista Bohemia: La huelga de La Romana (1942)

Extracto:

Existen pocas noticias del terror desatado en estos últimos meses por Trujillo, ante el temor por la invasión, pero no es difícil imaginarse los árboles de los parques públicos cargados de cadáveres de presuntos revolucionarios. La exhibición de las víctimas, además de producir un placer morboso para el Benefactor, sirve de ejemplo para los demás, según sus propias teorías. Recordamos a este respecto el espectáculo macabro de cincuenta obreros colgados en un ingenio de la Romana, en 1942, por una tentativa de huelga.

Los cortadores de caña ganan en la República Dominicana 30 centavos por tonelada cortada y apilada. Trabajando toda una familia numerosa, padre, madre e hijos, cortan y apilan un par de toneladas en una jornada de sol a sol: es decir que toda una familia, trabajando 12 horas diarias, gana 60 centavos. En los ingenios los obreros ganan cuarenta y cincuenta centavos por una jornada sin horario. Tan monstruosas condiciones de trabajo hicieron que al iniciarse la zafra de 1942, los obreros de la Romana pidieran unas mejoras a las que no se accedió. Cundió el descontento entre los obreros y en una tentativa de huelga se mostraron reacios a empezar el trabajo. Dos horas duró el conflicto; el tiempo justo que necesitó el ejército para rodear el ingenio y disparar contra los huelguistas. Por si las fuerzas de la Romana no eran suficientes, salieron de Santo Domingo aviones de bombardeo con fuerzas especialmente adiestradas.

Durante dos días cincuenta cadáveres de huelguistas estuvieron colgados en los árboles del ingenio para que sirvieran de advertencia a sus compañeros.

Trujillo, el genio de lo ridículo
Fernando Alloza
Revista Bohemia
27 de octubre, 1947
Págs. 4, 5, 98, 106

Nota: El escritor republicano español Fernando Allazo estuvo exiliado en RD entre 1940 y 1944. Ante el repentino aborto en septiembre (1947) de la ansiada expedición de Cayo Confites, decidió exponer sus recuerdos de los cuatro años que vivió bajo la despiadada dictadura del “Benefactor” antes de lograr trasladarse a Cuba donde vivió muchos años. Éste es un extracto de un largo artículo que escribió en 1947.

Traducción:

En 1930 cuando el general Trujillo se apoderó del poder, él disolvió la Confereración de Trabajadores Dominicanos. Una manifestación de trabajadores, en su mayoría choferes, que se realizó en la plaza Santa Bárbara de la capital, fue ametrallada matando a varios trabajadores. Como resultado de las amplias protestas en todo el continente, el gobierno luego permitió que la mayoría de los sindicatos funcionaran de nuevo, pero bajo severas restricciones. 

Presidents and Peons
Recollections of a Labor Ambassador in Latin America
Serafino Romualdi - NY - 1967
Págs. 384-385

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1933: EL CORONELITO RAMIS TRUJILLO HASTA EN LOS BILLETES DE LOTERÍA

"podemos decir que publicamos este fotograbado para regocijo de nuestros lectores, porque estas cosas no causan regocijo, sino indignación. La indignación que inspiran los tiranos. He aquí dos fracciones de billetes de la Lotería Nacional Dominicana. De un lado el escudo de la patria de Duarte, Mella, Máximo Gómez, y del otro, no la recordación gráfica del Padre Bichini o de Cristóbal Colón, no, la adulación repugnante que babea junto a los tiranos, publica la “vera efigie”, bajo el rótulo de “Hombres de Mañana” del Coronel Rafaelito Leonidas Trujillo Martínez, de siete años, hijo de una querida pública del amo feroz de Quisqueya. Y basta."

Revista Bohemia
La Habana, Cuba
18 de marzo, 1934
Pág. 6 

Nota: No olvidemos que ese cargo de Coronel que tenía Ramfis a los 7 años conllevaba un sueldo mensual acorde con dicho cargo.  

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LA FERIA DE LA PAZ PARA CELEBRAR 25 AÑOS DEL RÉGIMEN TRUJILLISTA

Se inauguró la Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre el 20 de diciembre de 1955 para celebrar los 25 años en el poder del Generalísimo Trujillo. Poco después se comentaba en voz baja que fueron 25 años en que el pueblo dominicano no tuvo “paz” porque vivía aterrorizado, no sabía lo que era “confraternidad” porque imperaba una gran desconfianza entre vecinos, familiares y compañeros de trabajo, temerosos de ser chivateados, y que el pueblo dominicano estaba muy lejos de ser un pueblo libre. Pero, como todo en la Era Gloriosa, una cosa era la elevadísima retórica y algo muy diferente era la dura realidad.

No se sabe dónde originó la idea de realizar este costosísimo evento a nivel “internacional”. Trujillo tenía la costumbre de insinuar algún interés o deseo, deseo que a él no le convenía que se llegara a conocer públicamente y sus allegados rápidamente presentaban ese deseo como una idea completamente original suya para satisfacer los caprichos del “desinteresado” dictador, quien luego se mostraba sorprendido por la novedosa idea.

Por su parte, el ingeniero José Israel Cuello, gran conocedor de las etapas del desarrollo urbano del país y joven adulto durante la Era de Trujillo, comentó en el programa Revista 110 que quienes introdujeron la idea de realizar una elaborada feria internacional para celebrar el 25 aniversario de régimen fueron Cucho Alvarez Pina y la esposa del dictador, María Martínez, puesto que ambos habían adquirido amplios terrenos en la zona donde se construyó la feria y su interés era poder venderle esos terrenos al Estado, naturalmente a un generoso precio. Esto no nos sorprende ya que sabemos concretamente sobre el informe de la Embajada de EUA que señala que María Martínez le había vendido al Estado dominicano a un precio inflado en 500% el terreno donde se construyó el Estadio Trujillo en ese mismo año 1955. Precisamente el cable No. 004776 de la embajada americana al Departamento de Estado señala: “En 1955 el dictador Trujillo encargó la tarea y el estadio fue construido a un costo de 3.2 millones de pesos, incluyendo el millón de pesos pagados a María, la esposa de Trujillo, por el terreno que ella había adquirido poco antes por una quinta parte del precio.” Un negocio redondo en cuanto a los terrenos. El peso dominicano estaba oficialmente a la par con el dólar. En cuanto a la construcción del estadio y de la feria, no olvidemos que desde los años treintas se había institucionalizado el depósito en una cuenta bancaria del dictador del 10-20% de todo contrato (construcción o venta) con el Estado de parte de las empresas privadas y, según lo declarado por el embajador Romero Hernández Almánzar, quien renunció al cargo en 1959, ese soborno de Trujillo en realidad ascendía por lo menos al 50% del precio del contrato (ver en YouTube documental de CBS Trujillo, Portrait of a Dictator, min. 29:35)

La Feria le costó al Estado dominicano más de US$30 millones, una tercera parte del presupuesto nacional para 1955 (ver El Nuevo Diario, entre otros), costo que iba a profundizar marcadamente el declive económico que ya se venía registrando. De hecho, apenas un año después, el régimen trató de obtener un préstamo del Eximbank el cual le fue negado por el escándalo Galíndez aunque ya a partir de 1957 unos cinco o seis bancos le concedieron una serie de préstamos al Estado hasta 1960, en parte para balancear el presupuesto estatal y en gran parte para financiar varias empresas privadas del dictador, especialmente el enorme ingenio Río Haina.

Para colmo, semejante gasto de parte del Estado dominicano no obtuvo los dividendos esperados por los gestores del dilatado evento que duraría un año ya que, tal como lo reportó la prensa norteamericana, la Feria de la Paz fue un verdadero fracaso desde sus inicios en cuanto a la concurrencia internacional. En las imágenes que acompañan a este informe podrán ver un artículo (Trujillo's Rule Reviewed, 27/3/1959) del prestigioso editorialista americano Drew Pearson en que señala que “nobody came” (nadie asistió) y que la feria fue un “flop” (un fracaso) porque los turistas americanos no sentían ninguna atracción hacia un país sometido una dictadura como la de Trujillo.

Un artículo del Milwaukee Journal titulado Dictator Trujillo and Dr. Ornes (22 de diciembre, 1956, pág. 12), señala que se esperaba el arribo de unos 500 mil visitantes y sólo llegaron 24,000 a pesar de que la feria transcurrió durante todo un año (20 de diciembre, 1955 - 31 de diciembre, 1956). La revista Awake de los Jehovah's Witnesses, en su edición de 8/2/1958, comenta lo mismo: Que en los 125 acres de la Feria, solo se encontraban como máximo unas cuantas docenas de visitantes.

Tomen en cuenta el contraste entre 24,000 asistentes internacionales que fueron a la feria de Trujillo y los 70,000 asistentes que se habían registrado en la feria internacional de Haití de 1949 bajo el tema Festival de la Paz para celebrar el bicentenario de la capital Port-au-Prince. De hecho, algunos investigadores especulan que la feria haitiana fue motivo de emulación de parte del dictador para no quedarse a la zaga del país vecino.

El documental “Trujillo, Portrait of a Dictator” de otro reconocido periodista, Bill Leonard, comenta sobre la atmósfera tensa y pesada en RD, la cual mantenía a los turistas alejados y agrega lo siguiente sobre el fracaso internacional de la Feria de la Paz:

“Le mostrarán [al turista] la zona de la Feria, muy publicitada pero inactiva, construida para celebrar los 25 años del régimen de Trujillo, una fiesta a la cual el mundo fue invitado con mucha fanfarria pero a la cual pocos asistieron.” (min. 6, seg. 20)

Les recomendamos ver este interesante documental en su totalidad:

Trujillo, Portrait of a Dictator

(https://www.youtube.com/watch?v=tgLJCEaQP7o&t=1400s).

Por lo menos no todo se perdió ya que los principales edificios construidos para el magno evento fueron utilizados posteriormente por diversos ministerios y dependencias del gobierno. 

El único Presidente que asistió a la magna inauguración de la Feria fue el Presidente electo de Brasil, Juscelino Kubitschek, y esto porque se dice que tenía interés en acercarse al multi-millonario Trujillo.

La hija del dictador, Angelita, fue coronada la Reina de la Feria. Dos estilistas fueron importados desde Nueva York para el peinado de la reina al precio de US$1,000 cada uno (hoy, US$9,000 cada uno), más los gastos de transporte y alojamiento. Su traje, confeccionado por las hermanas Fontana de Roma, Italia, estaba lleno de piedras preciosas (rubíes, diamantes y esmeraldas), complementado por 45 metros de armiño ruso, con una cola de 22 metros. Este traje, junto a la tiara y el cetro de diamantes, costó unos $160,000 dólares en 1955 (hoy sería el equivalente de casi un millón y medio de dólares), muchísimo más que lo que costó el traje de novia de la Princesa Diana. Hasta hoy día, nunca nos han dicho a donde fueron a parar todas esas piedras preciosas que componían el traje, la tiara y todos los cetros de la reina y sus damas de honor.

Al final, el “Benefactor” obtuvo su dilatado festejo durante todo un año y el Estado dominicano se encargó de la cuenta.

 

 

 

 Traducción del recorte:

“El público americano, sin embargo, parece tener un buen sentido del olfato en lo que se refiere a dictadores porque en el apogeo de la estación turística los hoteles de Ciudad Trujillo no están colmados de turistas. Las limpias calles se ven vacías. Los policías de tránsito está parados en sus pedestales para dirigir el tráfico, pero no hay tráfico.

Al lado, en el turbulento Haití, los hoteles están abarrotados, los turistas andan explorando por todo Haití. Pero no en la República Dominicana. Por alguna razón se han mantenido lejos de la tierra del dictador. Los hoteles Jaragua y Embajador en Ciudad Trujillo son tan lujosos como cualquier hotel de Miami, pero en la actualidad, lamentablemente, la mitad de las habitaciones están vacías.

En las afueras de la ciudad está la Feria de Trujillo, hermosos edificios en un entorno cristalino al lado del mar azul. Pero nadie vino a la Feria. Fue un fracaso. Así que ahora Trujillo ha trasladado su gobierno al recinto de la Feria. Sus ministerios ahora se encuentran en ese entorno azulado.” 

(Fin de la traducción) 

Trujillo’s Rule Reviewed
Drew Pearson
The Tuscaloosa News
27 de marzo, 1959
Pág. 4

(Noten que este artículo fue publicado antes de la expedición de junio de 1959.)

 

 

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Yo también acuso - Carmita Landestoy

Extracto:

Los miembros del ejército tienen derecho de insolencia, cualquier soldado raso puede detener a un carro privado de familia y meterse dentro obligándolos a que lo lleven a tal o cual sitio, alegando como excusa que andan en una misión urgente.

Pertenecer a esta institución es actualmente un honor; están protegidos, disfrutan de innumerables ventajas sobre los demás ciudadanos, y por ser los únicos que están armados, son temidos y respetados, son la autoridad, con ellos no se juega.

Un guardia raso puede por su propia cuenta, hacer presa a cualquier persona por el simple hecho de que le oyó alguna frase que juzgó desfavorable al gobierno, y digo juzgó, porque muchas veces se ha comprobado que lo que pasó fue que no supo interpretarla.

Se recuerda el grupo de choferes que hace algún tiempo fue ametrallado frente al Parque Independencia porque como trabajadores estaban reuniéndose para protestar por el aumento del precio de la gasolina.

Se recuerda la matanza de haitianos en que millares de hombres, mujeres y niños fueron privados de la vida con una zaña peor que si se hubiera tratado de alimañas y no de seres humanos.

Se recuerda recientemente, el día 13 de marzo de 1946, un grupo de trabajadores en el ingenio azucarero “La Romana”, en la ciudad de la Romana fueron ametrallados porque quisieron levantarse en huelga para que les aumentaran el salario, que en la actualidad es solamente de unos pocos centavos al día.

En la anterior oportunidad fueron heridos varios trabajadores y resultó muerto un señor de apellido Quesada.

Resulta que todos los años, Trujillo consigue que millares de haitianos entren al país, y entonces les cobra a razón de $5.00, cinco dólares por cabeza a los ingenios azucareros, así que ese es otro de los negocios del Benefactor. Naturalmente que como los ingenios solamente pagan centavos al día a los trabajadores haitianos, también quieren pagar esa misma suma a los trabajadores dominicanos, pero como la vida se ha puesto tan cara, esos pocos centavos no les alcanzan al trabajador dominicano ni siquiera para comer.

Yo también acuso
Carmita Landestoy
Nueva York, 1946
Págs. 48, 49

Pueden leer este libro online por completo en el siguiente enlace:

https://archive.org/details/yotambinacuso00land/page/48/mode/2up