miércoles, 1 de mayo de 2013

Introducción



 

AVISO IMPORTANTE

AVISO IMPORTANTE

A los lectores que tengan interés en que no se pierda esta recopilación de datos, artículos, extractos, etc. sobre el terror, explotación y la alienación que padeció el pueblo dominicano por 31 años durante la Era de Trujillo, los invitamos a que copien cada una de las secciones contenidas en este portal (especialmente las que llevan los títulos TORTURAS, CRÍMENES, ATROPELLOS, OTRAS TORTURAS, MÁS TORTURAS) y que las guarden (save) en sus computadoras para que si algún día este foro desapareciera, ustedes puedan volver a publicar toda esta información que nos ha llevado muchisimo tiempo en investigar, recopilar, editar y formatear. 

Es muy importante que no se pierda y que se perpetúe este acervo de información sobre el tormento en sangre, torturas y robo que sufrió el pueblo dominicano para que el público tenga acceso a ella indefinidamente en años futuros. No conocemos otro portal que se haya dedicado a recopilar toda la información fidedigna posible sobre la opresión extrema durante la Era que lo haya organizado de esta manera.

Inclusive, no tenemos ningún inconveniente en que publiquen hoy mismo secciones enteras de este portal puesto que la mayoría de la información que contiene nosotros mismos la hemos captado de otras fuentes y los textos que nosotros mismos hemos desarrollado con mucho gusto alentamos a los lectores a  que los reproduzcan en la red.

Instrucciones

Para copiar todo esta información y guardarla en sus computadoras, puede ir a cada sección (por ejemplo, ATROPELLOS) y hacer lo siguiente:

Sombrear desde la primera línea hasta la última línea de la sección ATROPELLOS, es decir, seleccionar de una sola vez todos los artículos (texto) contenidos en dicha sección sombreando toda la sección. (Para algunos es más fácil y rápido empezar desde abajo y sombrear hacia arriba.). Luego,

Presione Control C (Copy, para copiar todo el texto que usted ha sombreado)

Luego, abra un Word document en blanco (o cualquier otro procesador de palabras que usted use), coloque el cursor en la página en blanco y haga lo siguiente:

Presione Control V (Paste, para descargar en esa página todos el texto que usted había sombreado y copiado de ATROPELLOS). Si no logró copiarlo, repita lo anterior de nuevo. Si logró copiarlo, entonces

Presione SAVE en el programa Word. Debe guardar (save) el documento bajo el título  “Atropellos” dentro de un archivo (file) que se llame “El Grito Contenido” o lo que usted quiera nombrar dicho archivo.

Repita lo mismo para cada una de las secciones de este portal (CRÍMENES, CONTROL, TORTURAS, etc.) con un Word document separado para cada sección.

De esta forma tendrá en sus computadoras toda la información contenida en este portal, organizada de la misma manera. 

Si encuentra que sombrear toda una sección es demasiado lento y difícil, entonces puede sombrear y copiar artículo por artículo por separado (esto a la larga es mucho más lento y complicado).

Por ahora, a este portal le añadimos información cada dos o tres semanas. Por lo tanto, cada 2-3 meses sería bueno que repitieran lo mismo para que actualicen sus archivos o pueden esperar más tiempo si lo desean. Calculamos que en 2-3 meses los cambios que hagamos serán poco frecuentes. 

Les agradecemos a los lectores que decidan copiar toda esta información por su ayuda en preservar el legado de opresión, tortura y sangre con que nos marcó para siempre la dictadura trujillista durante 31 años con el fin de que las futuras generaciones conozcan su pasado y jamás sean conducidos al matadero por otra dictadura tan sanguinaria y despiadada como la de Rafael Leonidas Trujillo Molina, sus hermanos, sus hijos y sus cómplices.

Gracias por su ayuda.

1961: Radhamés acribilla a presos políticos

En una ocasión subimos el presidente Trujillo y yo al ascensor de la presidencia, y en el trayecto, luego de un breve silencio, fijó su mirada hacia mi, levantó su mano derecha y con el dedo índice se lo deslizó en forma de semicírculo alrededor de su garganta, diciendo al mismo tiempo, yo solo creo en eso. No comenté nada, y al salir del ascensor nos desplazamos por el pasillo de la segunda planta del palacio del gobierno”.

La palabra encadenada
Dr. Joaquín Balaguer (uno de los tres más cercanos colaboradores del dictador)
Taller, 1985, RD

RESUMEN 

RADHAMÉS ACRIBILLA A PRESOS POLÍTICOS 

Chicago Tribune Press Service
The Spokesman-Review , pág. 22
The Miami News, pág. 2 (sección A)
June 9, 1961

Además, el testimonio de José Perozo en El Informe, testigo presencial


Varios periódicos estadounidenses publicaron la noticia durante la segunda semana de junio, 1961 de que Radhamés Trujillo, hijo del dictador ajusticiado el 30 de mayo, Rafael Leonidas Trujillo, había acribillado con una ametralladora y matado a por lo menos unos 20 prisioneros políticos que se encontraban detenidos en la base aérea de San Isidro. Radhamés empezó la masacre tan pronto llegó a esa base militar desde el aeropuerto Trujillo cuando arribó proveniente de París junto a su hermano Ramfis. La noticia señala que no pudo seguir matando a mansalva a los otros prisioneros porque militares inmovilizaron a Radhamés y lo desarmaron por órdenes de su hermano Ramfis. Es muy probable que ya Ramfis presintiera el fin del regimen y, sintiendo un futuro incierto, queria evitar posibles represalias por asesinatos masivos innecesarios. Radhamés fue llevado a la casa de su madre donde lo mantuvieron bajo control.

Fuentes diplomáticas confirmaron esta noticia que corría por toda Ciudad Trujillo. Dado que no había ningún tipo de libertad de prensa y que todos los medios de comunicación social estaban totalmente controlados por el régimen, los dominicanos confiaban mucho más en las fuentes extraoficiales cuando se trataba de incidentes políticos o militares.

Esta noticia fue avalada recientemente en 2010 por uno de los testigos presenciales de este macabro atropello. En una entrevista televisada que le hiciera Alicia Ortega para El Informe a Juan Perozo (miembro de la conocida familia Perozo), quien era uno de los prisioneros políticos que se encontraban detenidos en la base de San Isidro, el hoy anciano nos cuenta con voz entrecortada:

“Cuando mataron a Trujillo, había un cabo que era el que repartía los medicamentos y nos dijo 'mataron al Jefe'.

"Radhamés Trujillo...Radhamés Trujillo [decía] 'pónganse de espalda!', eran ráfagas de ametralladora, ráfagas de ametralladora, ametrallando los presos políticos, No sé como no nos mataron a nosotros… Bueno, yo no quisiera llorar porque son muchos los recuerdos que tengo, muchos los recuerdos que tengo”.

Pueden leer las declaraciones de Juan Perozo en la sección TORTURAS de este blog y ver esta entrevista en YouTube: http://www.youtube.com/watch?v=chiLF0fE6HQ

1961: Dieciocho conjurados asesinados a raíz del ajusticiamiento de Trujillo

DIECIOCHO CONJURADOS ASESINADOS A RAÍZ DEL AJUSTICIAMIENTO DE TRUJILLO, EL 30 DE MAYO, 1961

(Más tres presos comunes asesinados para usar sus cadáveres como pantalla)

Con la excepción de tres que cayeron en enfrentamiento desigual en la calle (Amado García Guerrero, Juan Tomás Díaz y Antonio de la Maza) y uno que se suicidó, todos fueron vilmente torturados en los centros de tortura antes de ser eliminados. Estos asesinatos ocurrieron después del 30 de mayo hasta el 18 de noviembre.

Como casi todos conocemos las historias de la forma en que estos héroes fueron torturados y asesinados y como en la red hay gran cantidad de artículos sobre los héroes de la Gesta del 30 de Mayo, nos limitamos a rendirles un simple homenaje nombrándolos en silencio.

DIECIOCHO CONJURADOS ASESINADOS A RAÍZ DEL AJUSTICIAMIENTO DE TRUJILLO, EL 30 DE MAYO, 1961

Modesto Díaz
Juan Tomás Díaz
Miguel Ángel Báez Díaz
Amado García Guerrero
Salvador Estrella Sadhalá
Pedro Livio Cedeño
Huáscar Tejeda
Roberto Pastoriza
Luis Manuel Cáceres Michel
Antonio García Vásquez
Severo Cabral
Antonio de la Maza
Bolívar de la Maza
Mario de la Maza
Ernesto de la Maza
Pablo de la Maza
Augusto Sanchez Sanlley
Segundo Imbert Barrera                                          
Seis de los conjurados fueron transferidos a la Hacienda María donde fueron fusilados después de ser vejados por Ramfis, José León Estévez y otros. Este múltiple asesinato de los seis conjurados, ya muy conocido por todos, fue corroborado recientemente al encontrar el expediente de la extradición que el gobierno había dictado en 1962.

Parte del plan fríamente calculado por Ramfis para ejecutar este múltiple asesinato horas antes de partir en el yate Angelita, fue el asesinato por disparos en las espaldas de tres delincuentes a quienes vistieron de policía y pusieron en la guagua en que habían transportado a los seis conjurados. Estrellaron la guagua con los tres cadáveres contra un árbol para que sirviera como evidencia de la "fuga" y desaparición de los seis conjurados. Declaraciones posteriores de militares que estuvieron presentes durante los hechos del 18 de noviembre niegan totalmente esta versión. Además, recientes documentos confirman la versión de los testigos (ver artículo más abajo: Documentos prueban asesinato...).

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1961: Ejecutan a 14 militares de Pupo Román

EXTRACTO

(Aparte de los 18 conjurados ejecutados)

EJECUTAN A 14 MILITARES DE PUPO ROMAN POR SER SUS SUBALTERNOS
Declaraciones de José René Román García, hijo de Pupo Román, Secretario de las Fuerzas Armadas. Pupo Román fue detenido como sospechoso de ser parte del complot que eliminó a Trujillo y fue horrendamente torturado, especialmente por Ramfis Trujillo en persona, antes de matarlo. Ramfis Trujillo también supervisó todo lo concerniente a la venganza de los conjurados y la ejecución de los oficiales subalternos.

A sus dos hijos, José René Román y a su hermano, también los detuvieron por varios meses pero no los ejecutaron como a los demás oficiales, obviamente porque eran hijos de una sobrina de Trujillo.
A continuación el extracto del artículo:
Señala, que en la celda donde encerraron a su padre, había dos camas, sacaron una y dejaron solamente la de él. Ahí se lavó la cara. “Por una hendija que tenía la cárcel yo lo observaba, él no me veía a mí. Luego salió de nuevo caminando hacia la Jefatura. Fue la última vez que lo vi, no volví a verlo más”.

Como a las cinco de la mañana fueron a buscarme y yo pensé, bueno ahora nos toca a nosotros. Pero vi con tranquilidad que quien venía a buscarnos era el capitán Virgilio García hijo, primo mío, hijo del general Virgilio García Trujillo, y éste nos conduce a la Fortaleza Ozama.
De la Fortaleza Ozama, nos trasladan al otro día  al campamento 18 de Diciembre, donde estaba la jefatura del Ejército que comandaba el general Tunti Sánchez. Ahí me quitan las insignias, nos acusan de traidor y ordena que nos envíen a la Torre del Homenaje “hasta que pensemos cuándo lo vamos a fusilar”, narra el ex teniente Román García.
“En la Torre del Homenaje es que me doy cuenta que todos los oficiales que estamos ahí, estábamos comprometidos con papá, habíamos 16 ó 17 oficiales presos, excepto uno que murió esa noche y que lo habían llevado herido desde Constanza, pero no sabíamos, ni supimos después quién era”, explica José René.
De esos 17 oficiales y alistados, hoy solamente tres quedamos vivos, porque después de tener un período de tiempo estando presos en la Torre del Homenaje, todas las noches sacaban uno y lo fusilaban”, añade.
Uno de esos oficiales, fue el escolta de Pupo Román, el teniente del Ejército Nacional, José Manuel Núñez y Núñez y sus dos hijos, los sargentos del Ejército Nacional Wenceslao y Jorge Taveras, fusilados junto a los demás oficiales que de una forma u otra estaban relacionados con el entonces Secretario de las Fuerzas Armadas (Guerra y Marina) y familiar de Trujillo por estar casado con una sobrina del dictador.
“Meses más tarde, nos sacaron de la Torre del Homenaje y nos entregaron a nuestra abuela materna, Marina Trujillo Molina, bajo arresto domiciliario, con la advertencia de Ramfis de que si salíamos de ahí, nos fusilaban”, relata Román García.
Agrega, que por la mediación de un familiar muy cercano, Petán Trujillo, que estaba distanciado de Ramfis, a petición de mi abuelo, nos consigue  pasaportes y nos manda al consulado de Estados Unidos donde nos dan visa a mí, a mi hermano Alvaro, a mi cuñado Papito, mi esposa y mi hija y mi hermana Lucía.
Pueden leer el articulo completo en www.soldominicano.com:

El articulo se titula: La venganza de Ramfis Trujillo con los tiranicidas del 30 de mayo
Escrito por Víctor Manzueta Espaillat
Periodista
20 de Febrero, 2012
NOTA:

Victor Martinez Díaz lleva décadas tratando de averiguar con los funcionarios del gobierno, las Fuerzas Armadas y los periodistas dónde enterraron los cuerpos de su padre, el teniente E.N. José Manuel Núñez y Núñez, y de sus dos medio hermanos, los sargentos E.N. Wenceslao Taveras "Martin" y Jorge Taveras. Los tres eran militares bajo el mando directo del Jefe de las FFAA, José René “Pupo” Román. Nadie le ha dado respuesta excepto uno de los jefes militares regionales quien le contestó una carta diciéndole que lo más probable es que sus cuerpos fueron tirados al mar porque era lo que generalmente hacían, no los enterraban para no dejar evidencia en futuras investigaciones.. Estos tres militares estuvieron entre los que fueron fusilados por órdenes de Ramfis Trujillo después de la detención del general José “Pupo” Román simplemente por estar bajo el mando de éste. 

Hay que señalar que el fusilamiento de estos 14 militares simplemente por estar bajo el mando de Pupo Román, sospechoso entonces de ser uno de los conjurados del 30 de mayo, fue totalmente injustificado puesto que en un régimen tan peligroso, paranoico y tan controlado por los servicios de inteligencia, ningún oficial iba a correr el riesgo de revelar a sus subalternos sus planes de matar a Trujillo y dar un golpe de estado, especialmente a militares de tan bajo rango. Hacer eso en un país bajo semejante control y sistema de terror hubiera sido suicida porque aún cuando algún sargento no tuviera la intención de delatarlo, la posibilidad de que se descuidara y compartiera la información con familiares o amigos era un riesgo que no se podía permitir, especialmente cuando las consecuencias de ser descubierto eran no solo la muerte segura sino tambien días, semanas o meses de torturas. Pupo Román sabía demasiado bien lo que hubieran hecho con él (y lo que efectivamente hicieron) como para permitirse semejante descuido. Por consiguiente, es practicamente indudable que los 14 militares que fusilaron (y posiblemente mas de 14) eran personas totalmente ignorantes del complot, sin embargo perdieron la vida. 

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1961: Robert Reid Cabral, prefirió el suicidio ante las torturas

EXTRACTO (Este extracto ha sido parafraseado en algunas partes para simplificarlo.)


PREFIRIÓ EL SUICIDIO ANTE LAS TORTURAS

Ramón H. Román Fernández, gerente de ventas de una empresa particular y hermano de Pupo Román (ver más abajo El martirio del General Román), fue detenido el 5 de junio, 1961 por ser parte de los conjurados para tumbar a Trujillo y fue puesto en libertad el 6 de junio. Lo tiraron deshecho frente a su casa con múltiples heridas, por las torturas. “Se le veían los huecos de las descargas eléctricas”, revela el hijo.

Por temor a perder sus propias vidas, como habia ocurrido con otros doctores, los médicos se negaron a auxiliarlo. Pocos dias antes, el Dr. Manuel Durán Barrera habia sido detenido horas después de haberle prestado primeros auxilios a tres de los ajusticiadores. El Dr. Durán Barrera fue apresado y sometido a horrendas torturas (ver sección TORTURAS). Sobrevivió milagrosamente. Finalmente, el doctor Delgado Billini, pariente de Ramón Román, curó las heridas de éste.

Ramón Román había dicho que si el SIM venía a buscarlo otra vez, prefería suicidarse. Efectivamente, el 15 de junio, cuando agentes del SIM se presentaron a su residencia de la Arzobispo Nouel, se disparó en la sien con una pistola calibre 32. Su esposa describiria años después el sangriento espectáculo en el dormitorio.

La familia Román Piñeiro quedó con apenas 28 pesos. La casa fue saqueada. “Perdimos todo, no sabíamos si nos levantábamos vivos”, expresa José Ramón. El suicidio de su padre dejó en él una carga tan grande de resentimiento que enfermó. Sanó cuando conoció el valor de perdonar. Su testimonio lo publicó en el libro: “La vida que nace del perdón”.

Desdicha llega a los Román Fernández
Ángela Peña
Hoy.com.do

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EL SUICIDIO DEL DR. ROBERT REID CABRAL

El Dr. Reid Cabral, médico pediatra, les dio refugio a los ajusticiadores de Trujillo,
Juan Tomás Díaz, Antonio de la Maza, Salvador Estrella Sadhala y Marcelino Vélez Santana. Era hermano de Donald Reid Cabral, quien figuraba en el grupo político del complot contra el tirano.

Cuando agentes del SIM rodearon su casa, el doctor Robert Reid Cabral se suicidó cortándose las venas del cuello para evitar el destino seguro que le esperaba (tortura y muerte) y para evitarle complicaciones a su familia. Se desangró antes de llegar a la Clínica Internacional. Hoy el principal hospital infantil lleva su nombre. Tenía apenas 31 años de edad.

Su sentido humanitario le había llevado a crear “La casa de la Providencia", la cual ofrecía servicios gratuitos a los sectores más desposeídos de la sociedad.

El Dr. Reid Cabral estaba muy familiarizado con las horrendas torturas a que eran sometidos los presos "políticos" puesto que había arriesgado su vida varias veces en 1960 cuando, escondido en el baúl de un carro, lo llevaban a la embajada argentina donde les prestaba atención médica a las decenas de asilados que estaban hacinados en la embajada de Argentina. Estos asilados se habían metido desesperados en la embajada después de salir de los centros de tortura cuando la dictadura los soltó (temporalmente) por presiones de la OEA y la comunidad internacional. Sabían que la costumbre era "desaparecer" a los presos políticos después de que los "liberaban". El embajador, el Dr. Enrique Escobar Cello, y su familia personalmente recogían al Dr. Reid Cabral de noche y ayudaban a curar las heridas. Según las declaraciones de la propia hija del embajador argentino, María Magdalena Escobar Cello, estas heridas consistían en quemaduras de cigarrillos, uñas arrancadas de raíz, genitales destruidos o lacerados por la picana eléctrica, hematomas, electrocuciones en la silla eléctrica, etc.

La familia Escobar Cello les salvó la vida a decenas de jóvenes perseguidos por la dictadura, arriesgando sus propias vidas al darles refugio en su residencia diplomática, al salir a buscar al médico de noche y al recoger de casa en casa ropa, dinero y cartas de los familiares de los asilados antes de que éstos partieran hacia la Argentina. La familia vivió hacinada con unos 50 asilados en su residencia y en la oficina. Hasta hoy, ni el gobierno ni el pueblo dominicano han tenido un gesto de agradecimiento hacia esta solidaria y valiente familia que hizo suya la lucha del pueblo dominicano por su libertad en los dias más oscuros de la represión.

Desde estas páginas, le extendemos nuestro humilde homenaje y sincero agradecimiento a la familia Escobar Cello por salvar todas esas vidas.

Revelan crímenes de Ramfis y Radhamés

De los archivos del pasado:

Las siguientes declaraciones fueron hechas por el Dr. Manuel Durán Barrera, quien recibió y curó a tres de los ajusticiadores la noche del 30 de mayo, 1961 (a Roberto Pastoriza, Amado Garcia Guerrero e Imbert Barrera). Horas después Durán Barrera fue detenido y torturado. En prisión presenció los macabros hechos descritos a continuación, los que describió después de ser liberado tras la salida de Ramfis del pais. Pocos años después, fue embajador de nuestro pais en España.

A continuación transcribimos íntegramente el artículo de la revista Ahora, sin omisiones. 



REVELAN CRÍMENES DE RAMFIS Y RADHAMÉS

Revista AHORA, No. 687
10 de enero, 1977

Por Antonio  Espinal

Con solo mencionarse los nombres de los Trujillos o de sus aferrados servidores, muchos dominicanos que conocen los horrendos crímenes y las torturas protagonizadas por ellos tiemblan de estupor o de rabia.

Ya han pasado más de quince años del ajusticiamiento del dictador, pero hay muchos de los crímenes cometidos por él y sus seguidores que no son conocidos o al menos van conociéndose al devenir del tiempo.

Uno de esos tétricos y espeluznantes relatos lo hace un médico dominicano que relata cómo fue torturado por Ramfis y Radhamés Trujillo, así como por el jefe del Servicio Secreto.
El doctor Barrera, quien después de la liquidación del régimen de Trujillo fue embajador de la República Dominicana en Madrid, España, hace el siguiente relato bajo juramento:

“En la noche del 1 de junio de 1961 (tras el atentado contra Trujillo) tres hombres heridos llamaron a la puerta de mi casa. Los vendé sin hacerles ninguna pregunta.

“Una vez que hubieron abandonado mi casa, yo mismo fui detenido y llevado a presencia del jefe del Servicio Secreto. Allí se me informó que había ayudado a los autores del atentado contra Trujillo.
“Querían saber de mí, a dónde habían ido aquellas tres personas. Como no pude responder a sus preguntas, porque no lo sabía, fui torturado.

“Me arrancaron las uñas de los dedos de los pies con unos alicates. Después me introdujeron palillos de dientes entre las uñas de los dedos de las manos y me ataron a una especie de silla eléctrica. Me sometieron a unas descargas de corriente que paralizaron todo mi organismo.

“Seguidamente me obligaron a abrir las piernas y un hombre negro me azotó con una fusta las partes más sensibles hasta hacerme sangrar. Todas las torturas fueron presenciadas por Ramfis Trujillo, que reía y animaba a mis verdugos.

“Un poco más tarde llegó también su hermano Radhamés, en compañía de un grupo de mujeres bastante jóvenes. Todos estaban borrachos. Radhamés tomó unos periódicos y los arrolló haciendo de ellos una especie de antorcha que encendió y pegó a mi cuerpo. Esto lo hizo varias veces conmigo y con otros detenidos.

“Después Radhamés hizo que nos volvieran a encerrar en la celda llena de detenidos, todos desnudos, y ordenó que echaran sobre nosotros varios cubos llenos de hormigas. Por el agujero de la cerradura estuvo contemplando como los insectos nos atormentaban con sus picaduras.
El relato del médico figura en el capítulo titulado “La escandalosa vida salvaje de Trujillo. El filibustero de Santo Domingo” que escribiera el famoso periodista alemán Bernt Ruland en su obra “Las compañeras de los dictadores”.

Si bien esa parte de la narración del doctor Barrera es horripilante que se preparen los lectores para recibir una impresión más fuerte, con lo que hizo Luis León Estévez, el yerno de Trujillo.

“En mi presencia y mediante un rápido tajo con un cuchillo (Luis León Estévez) abrió el vientre de uno de los prisioneros y mientras la víctima gritaba de dolor, metió ambas manos por la herida y le sacó los intestinos…”

Y más adelante el médico declara bajo juramento, refiriéndose a Ramfis Trujillo:
“Un día Ramfis entró a nuestra celda y empezó a preguntarle a Miguel Baez, uno de los presos que estaba convertido en un auténtico esqueleto, por su estado de salud. Hizo que le trajesen un plato de arroz con carne.

“Baez que estaba hambriento se lo comió todo. Cuando el prisionero hubo terminado su comida, Ramfis hizo que le presentaran la cabeza de su hijo y le dijo:

“…Esa carne que tanto te ha gustado es la del cuerpo de tu hijo”. Como consecuencia de esa escena Miguel Báez sufrió un ataque cardíaco del cual falleció".

Estos relatos son un pequeño granito de arena comparados con los tantos y tantos crímenes cometidos por los Trujillos durante los ensangrentados 31 años que los dominicanos tuvieron que soportarlos. Y todavía se habla de revivir aquellos negros tiempos. 


(Hasta aquí el artíciulo de la revista Ahora

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NOTA: El connotado abogado, doctor Vincho Castillo, al ser entrevistado sobre el libro de Angelita, se refiere a este espeluznante caso de Miguel Baez Díaz. La autora del artículo, Margarita Canahuate, resume las declaraciones de Vincho Castillo:

"Báez Díaz fue objeto de torturas horribles, aseguró Vincho Castillo. Terminaron por hacerle comer la carne de su hijo muerto. Se la dieron como alimento y cuando terminó se lo hicieron saber. También dicen que esto  le produjo la muerte”.

Otras publicaciones e historiadores se han referido a este macabro martirio que sufrió Miguel Baez Díaz antes de morir. 


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Documentos prueban asesinato de ejecutores de Trujillo

Documentos prueban asesinato de ejecutores de Trujillo

Ramfis y sus colaboradores mataron uno a uno a los conjurados

Por Jesús Sanchís-EFE
5 de diciembre, 2012
Diariolibre.com.do

Noticia Comentarios (14)  Imprimir  Enviar  Favoritos   SANTO DOMINGO.- Un expediente obtenido por investigadores dominicanos ha sacado a la luz el asesinato de seis de los hombres que intervinieron en el plan para matar al gobernante dominicano Rafael Trujillo (1930-1961), una historia conocida, pero de la que hasta ahora no se habían hallado pruebas documentales.

El expediente acredita que la ejecución de Trujillo, considerado uno de los más crueles dictadores de América Latina, fue vengada en noviembre de 1961 por su hijo Ramfis, quien, junto a varios colaboradores asesinó a tiros a los seis hombres, capturados por su participación en el plan para asesinar al jefe del Estado.

El Museo Memorial de la Resistencia Dominicana ha recuperado el expediente de extradición de Ramfis y sus colaboradores en la masacre y lo presentará hoy, en forma de libro, con el título "El crimen de la Hacienda María", que alude al lugar donde fueron asesinados los seis conjurados, quienes gozan de la consideración de héroes nacionales.

La extradición del grupo nunca llegó a solicitarse a España, donde se refugiaron los cuatro prófugos, pero el expediente tiene interés porque recoge los hechos, que culminaron el 18 de noviembre con el asesinato y posterior desaparición de Pedro Livio Cedeño, Salvador Estrella Sadhalá, Luis Manuel "Tunti" Cáceres, Modesto Díaz, Roberto Pastoriza y Huáscar Tejeda.

La solicitud de extradición se dirigió contra Ramfis; Gilberto Sánchez Rubirosa; Fernando Sánchez hijo y Luis José León Estévez, pero el expediente desapareció y hasta hace poco no ha sido posible su recuperación, gracias a la labor del museo, cuya directora, Luisa de Peña, destacó el valor de los documentos, que han sido registrados por la Unesco como "Memoria del Mundo".

"La verdad siempre sale a la luz. Siempre hay alguien que cuenta, alguien que sabe, siempre queda un rastro", declaró a EFE De Peña, quien subrayó el derecho de los familiares de las víctimas "a saber qué pasó".

La responsable del museo dijo que tras conocerse la intención de la institución de hacer público este expediente sus responsables han recibido presiones y amenazas de familiares de personas que aparecen en él.

Los documentos revelan que en aquella jornada de noviembre de 1961 Ramfis y sus colaboradores mataron uno a uno a los conjurados, a quienes previamente habían sacado de la cárcel con el pretexto de llevarlos a participar en una diligencia sobre la investigación de la ejecución de Trujillo.

El plan incluyó también el asesinato de tres delincuentes a quienes se vistió de policías y cuyos cadáveres fueron colocados en el autobús en el que fueron trasladados los seis héroes para simular que éstos los habían matado y habían huido, según cuenta en la introducción del libro el historiador Franklin Franco.
El investigador alude, además, al papel del entonces presidente Joaquín Balaguer, de quien dice que "dejaba al hijo del tirano hacer y deshacer y además, guardaba silencio".

Luisa de Peña añadió al respecto que Balaguer conocía los planes de Ramfis y aun así garantizó la vida de los detenidos 24 horas antes de su muerte y desaparición. "Si Ramfis fue autor material, Balaguer fue cómplice", dijo a Efe la museóloga.
Uno de los personajes que aparecen en el expediente es Dante Minervino, quien narra en su declaración, "con frialdad que espanta (...) los últimos momentos de vida de los mártires de la hacienda María", revela el historiador.

Para este investigador, el expediente, que contiene "pasajes verdaderamente terroríficos", es "una pieza clave donde se describe uno de los capítulos más angustiosos de la vida nacional" y se refleja "con toda claridad el ambiente de absoluto desenfreno vandálico" que reinaba en el país en esa época.

La Federación de Fundaciones Patrióticas, a la que pertenece el Museo Memorial de la Resistencia Dominicana, señala en el libro que el objetivo de su publicación es "fortalecer la conciencia histórica" de la nación sobre estos hechos, acerca de los que "se han construido versiones que confunden y rayan en lo fantasioso".

La recopilación de documentos, de 500 páginas, reproduce declaraciones, interrogatorios y testimonios, actas, oficios, mandamientos de prisión, fotografías y documentos personales de los extraditables, así como el auto en el que el juez Simón Bolívar Scheker solicita al Ministerio Público la extradición, nunca tramitada.

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1961: El calvario del general Román

El calvario del general Román
Por Victor Manzueta Espaillat
Periodista  
En su carta a Sánchez Cabral, el que fuera secretario particular de Ramfis Trujillo, y ex administrador del ingenio Boca Chica, César A. Saillant Valverde, narra de cómo se enteraban los que trabajaban en la Jefatura del Estado Mayor General Conjunto que operaba en la Base de San Isidro, tanto militares como el personal civil asimilado, de la suerte que corrieron algunos de los implicados en la trama del 30 de mayo.
 “De otro de aquellos desgraciados de quien ocasionalmente nos esterábamos, a través de las indiscreciones de Pirulo (coronel Gilberto Sánchez Rubirosa) y del coronel Balcácer, era del general Román (José René Román Fernández –Pupo). Siendo un miembro de las Fuerzas Armadas, escapaba, de acuerdo con las reglamentaciones de nuestro Código de Justicia Militar, a la acción de los tribunales ordinarios, lo que ofrecía a Ramfis la oportunidad de cebarse en él impunemente. A juzgar por las atrocidades que permitía, el odio que debía sentir hacia el general Román escapa a las fantasías de la imaginación. Son hechos que no deben olvidarse mientras la justicia no haya cumplido con su deber”, expresa Saillant.
Agrega: “Varias veces oí desde mi escritorio aquellos sádicos comentarios del eficiente discípulo de Abbes (se refiere a Jhonny Abbes García el sádico y temido jefe del Servicio de Inteligencia Militar durante la dictadura de Trujillo padre), Pirulo Sánchez Rubirosa: Papá -a todo el mundo le decía papá- si tú supieras lo que le hice ayer a ese hijo de la …. (haciendo referencia a Pupo Román), lo amarré desnudo en la cama y lo cubrí con gratey. Hoy tu lo ves y es una roncha entera, parece un camarón”.
 “Y otro día: -Papá, pero qué maldito tan duro ese. Ayer le saqué las planchas, les puse un alambre por dentro, se las puse otra vez  y le di corriente (electricidad). Brincaba como un chivo. Ya yo no sé qué inventar con él”.
 “¡Ya no sabía qué inventar con él! Aquellas declaraciones eran recibidas con burlas y sarcasmos. ¡Ya no sabía qué inventar con él! Me detengo un instante buscando una palabra con qué calificar aquel sadismo, aquella barbarie, y no la encuentro. Precisamente uno de los hechos que mantenían callado a aquel personal civil, honesto y limpio, era que las barbaridades que salían de las bocas de aquellos verdugos eran tan inauditas, tan increíbles, que era fácil para uno forjarse la ilusión de que mentían”.
Saillant prosigue su relato a Sánchez Cabral, que en ese tiempo, año de 1962, era el presidente del Comité Ejecutivo de la Junta Pro Glorificación de los Héroes del 30 de Mayo de 1961, y expresa:
 “Recuerdo bien el 30 de junio de 1961. Se celebró una misa por el alma de Trujillo, que desde hacía un mes justo asistía con la mayor regularidad al pase de lista en las solitarias del Infierno. Ramfis llegó temprano a la oficina, uniformado de gala pero con el rostro tan ceñudo, tan grave, que fácilmente se leía en él que lo dominaban ideas lúgubres. Salió (Ramfis) con los jefes de Estado Mayor que lo esperaban para asistir a la misa y luego a otro acto oficial, regresando cerca de las 10 de la mañana. No olvidaré  la expresión de su rostro (de Ramfis), cuando un oficial le abrió la puerta de su despacho –a Ramfis siempre había que abrirle las puertas; en la base éste era un deber de su ayudante militar, que era en ese entonces el coronel Juan Disla Abreu, pero cuando el ayudante militar no lo acompañaba, el honor, que todos se disputaban, recaía sobre uno de los oficiales de servicio). Sin quitarse el quepis se sentó ante su escritorio y permaneció unos instantes inmóvil, con la mirada perdida, como presa de sombríos pensamientos. De repente se levantó como impulsado por un resorte y se dirigió nuevamente a la puerta.
-¡Dile al coronel Sánchez Rubirosa que venga seguido!”, ordenó.
Salieron y regresaron una hora después. Al entrar se notaba más tranquilo, como quien acaba de desprenderse de un gran peso. Algunos oficiales esperaban a Pirulo en su oficina. El les hizo una revelación:
-Nunca en mi vida había visto una pela tan bien dada como la que acaba de dar el general.
Y sin esperar que le preguntasen, les aclaró: “Le acaba de dar a Pupo una pela de película”.
Saillant, que fuera más que un allegado de Ramfis por su cercanía al ser secretario particular, un “testigo” de las crueldades, torturas y asesinatos cometidos contra los enemigos del régimen, exclama en su narración: “El calvario del general Román, sólo puede compararse al del capitán piloto Juan de Dios Ventura Simó, a quien Ramfis hacía sacar de las cámaras de torturas para que presenciase el fusilamiento de los mártires de junio de 1959 y lo obligaba a abrazar y besar los cuerpos sin vida de los ultimados”.
Saillant refiere además, que estando en París, en el mes de diciembre de 1961, Lita Milán, quien fuera esposa de Ramfis, le refirió, cómo ocurrió la muerte del general José René Román Fernández, según se lo contara a ella uno de los oficiales que gozaba de la absoluta confianza de Luis José León Estévez.
 “El día fijado para la ejecución (de Pupo), refiere Saillant Valverde, Ramfis salió de su casa acompañado por Luis José León Estévez, en ese tiempo esposo de María de los Angeles del Corazón de Jesús Trujillo Martínez (Angelita). Ramfis llevaba el revólver de Trujillo (Rafael Leónidas). Le confesó a Lita, después, que a juzgar por la mirada de alivio de Román, al verle aquella vez, comprendía que habían llegado sus últimos momentos. Su cuerpo exánime, ya casi sin vida, fue arrastrado hacia el lugar donde los verdugos esperaban para ultimarlo y manos culpables lo mantuvieron atado a algo para que se pudiera mantener en pie sin desplomarse. Aquel blanco viviente, donde sólo palpitaba ya la fuerza del espíritu, fue recibiendo los disparos que por turnos le hacían Ramfis y Luis José, poco a poco, poco a poco, a las manos, a los brazos, al hombro, a los pies, a las piernas, a las rodillas, a los muslos. Así lo fueron acribillando, con la misma impasible crueldad con que lo habían torturado. Román asistió a su propio exterminio con aquellos ojos más abiertos que nunca, sin voz ya para un quejido; nadie supo, ni él mismo quizás, en qué instante abandonó el cuerpo masacrado su alma cien veces pecadora, pero mil veces redimida en la lenta agonía del martirologio….Dios mismo, al juzgarle, le habrá visto con ojos de piedad”, termina Saillant al describir, la forma cruel y salvaje, más aún que el suplicio apache, con que Ramfis y León Estévez, dos seres sin piedad, llevaron a cabo su venganza.
El general José René Román Fernández, sufrió con entereza las crueles torturas a que se vio sometido por los más sádicos asesinos de la tiranía y fue incapaz de delatar a quienes deberían estar al tanto de la conjura en las filas militares, ni aún a los civiles que sabía participarían en la decapitación del dictador.
Murió, como sólo lo hacen los héroes y la historia, algún día lo reconocerá como uno de los mártires de la libertad del pueblo dominicano. 
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