EJECUTAN A 14 MILITARES DE PUPO ROMAN POR SER SUS SUBALTERNOS
Declaraciones de José René Román García, hijo de Pupo Román, Secretario de las Fuerzas Armadas. Pupo Román
fue detenido como sospechoso de ser parte del complot que eliminó a
Trujillo y fue horrendamente torturado, especialmente por Ramfis
Trujillo en persona, antes de matarlo. Ramfis Trujillo también supervisó
todo lo concerniente a la venganza de los conjurados y la ejecución de
los oficiales subalternos.
A
sus dos hijos, José René Román y a su hermano, también los detuvieron
por varios meses pero no los ejecutaron como a los demás oficiales,
obviamente porque eran hijos de una sobrina de Trujillo.
A continuación el extracto del artículo:
Señala,
que en la celda donde encerraron a su padre, había dos camas, sacaron
una y dejaron solamente la de él. Ahí se lavó la cara. “Por una hendija
que tenía la cárcel yo lo observaba, él no me veía a mí. Luego salió de
nuevo caminando hacia la Jefatura. Fue la última vez que lo vi, no volví
a verlo más”.
Como
a las cinco de la mañana fueron a buscarme y yo pensé, bueno ahora nos
toca a nosotros. Pero vi con tranquilidad que quien venía a buscarnos
era el capitán Virgilio García hijo, primo mío, hijo del general
Virgilio García Trujillo, y éste nos conduce a la Fortaleza Ozama.
De la Fortaleza Ozama, nos trasladan al otro día al
campamento 18 de Diciembre, donde estaba la jefatura del Ejército que
comandaba el general Tunti Sánchez. Ahí me quitan las insignias, nos
acusan de traidor y ordena que nos envíen a la Torre del Homenaje “hasta
que pensemos cuándo lo vamos a fusilar”, narra el ex teniente Román
García.
“En
la Torre del Homenaje es que me doy cuenta que todos los oficiales que
estamos ahí, estábamos comprometidos con papá, habíamos 16 ó 17
oficiales presos, excepto uno que murió esa noche y que lo habían
llevado herido desde Constanza, pero no sabíamos, ni supimos después
quién era”, explica José René.
“De
esos 17 oficiales y alistados, hoy solamente tres quedamos vivos,
porque después de tener un período de tiempo estando presos en la Torre
del Homenaje, todas las noches sacaban uno y lo fusilaban”, añade.
Uno
de esos oficiales, fue el escolta de Pupo Román, el teniente del
Ejército Nacional, José Manuel Núñez y Núñez y sus dos hijos, los
sargentos del Ejército Nacional Wenceslao y Jorge Taveras, fusilados
junto a los demás oficiales
que de una forma u otra estaban relacionados con el entonces Secretario
de las Fuerzas Armadas (Guerra y Marina) y familiar de Trujillo por
estar casado con una sobrina del dictador.
“Meses
más tarde, nos sacaron de la Torre del Homenaje y nos entregaron a
nuestra abuela materna, Marina Trujillo Molina, bajo arresto
domiciliario, con la advertencia de Ramfis de que si salíamos de ahí,
nos fusilaban”, relata Román García.
Agrega,
que por la mediación de un familiar muy cercano, Petán Trujillo, que
estaba distanciado de Ramfis, a petición de mi abuelo, nos consigue pasaportes
y nos manda al consulado de Estados Unidos donde nos dan visa a mí, a
mi hermano Alvaro, a mi cuñado Papito, mi esposa y mi hija y mi hermana
Lucía.Pueden leer el articulo completo en www.soldominicano.com:
El articulo se titula: La venganza de Ramfis Trujillo con los tiranicidas del 30 de mayo
Escrito por Víctor Manzueta Espaillat
Periodista
20 de Febrero, 2012
NOTA:
Hay que señalar que el fusilamiento de estos 14 militares simplemente por estar bajo el mando de Pupo Román, sospechoso entonces de ser uno de los conjurados del 30 de mayo, fue totalmente injustificado puesto que en un régimen tan peligroso, paranoico y tan controlado por los servicios de inteligencia, ningún oficial iba a correr el riesgo de revelar a sus subalternos sus planes de matar a Trujillo y dar un golpe de estado, especialmente a militares de tan bajo rango. Hacer eso en un país bajo semejante control y sistema de terror hubiera sido suicida porque aún cuando algún sargento no tuviera la intención de delatarlo, la posibilidad de que se descuidara y compartiera la información con familiares o amigos era un riesgo que no se podía permitir, especialmente cuando las consecuencias de ser descubierto eran no solo la muerte segura sino tambien días, semanas o meses de torturas. Pupo Román sabía demasiado bien lo que hubieran hecho con él (y lo que efectivamente hicieron) como para permitirse semejante descuido. Por consiguiente, es practicamente indudable que los 14 militares que fusilaron (y posiblemente mas de 14) eran personas totalmente ignorantes del complot, sin embargo perdieron la vida.
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