domingo, 8 de noviembre de 2015

La fundación de los Trujillos: ¿Fueron tan generosos como dicen?


LA FUNDACION DE LOS TRUJILLOS: ¿Fueron tan generosos como dicen?

El demonio está en los detalles

Varios meses después del ajusticiamiento, el gobierno norteamericano había "sugerido" en diversas reuniones que la familia Trujillo abandonase el país e insistía en que se creara una Fundación y que la familia Trujillo donara sus principales empresas a la fundación en beneficio del pueblo dominicano. En octubre le hizo saber claramente al gobierno Ramfis-Balaguer que no se levantarían las sanciones si no se cumplía con una serie de requisitos, siendo los más importantes 1) la creación de una Fundación en beneficio del pueblo dominicano, 2) la salida de los dos hermanos de Trujillo (Héctor y Petán) y 3) la creación de un gobierno de transición en coalición con la oposición democrática. Esto, más una serie de exigencias secundarias, se conocía como 'The Kennedy Plan'. Ramfis se resistía a la primera condición (usando al principio un tono diplomático), en parte para ganar tiempo con el fin de disponer por su cuenta lo que haria con las empresas. Insistía en que se levantaran las sanciones económicas lo más pronto posible alegando que de continuar, los oficiales que lo apoyaban podrían desmoralizarse y quitarle el apoyo por lo que el país caería en una guerra cvil o en una revolución. Aún más importante para él, naturalmente, si se levantaban las sanciones, él podría vender de inmediato grandes cantidades de azúcar (acumulada durante el embargo) a Estados Unidos y otros países de los 12 ingenios que él había heredado de su padre. La cuota estadounidense del azúcar que le tocaba a RD, si se levantaban las sanciones, representaba un ingreso inmediato de US$45-60 millones (hoy, unos US$360-480 millones).”

Los Trujillos eran los dueños nominales de 12 de los 15 ingenios azucareros en RD y como ellos tenían la costumbre de depositar gran parte de los ingresos de las ventas del azúcar directamente en bancos de EUA y Canadá, sin que entraran a RD, la acumulación por este concepto de muchos millones más todavía para sus cuentas en EUA, Suiza y otros países representaba un mecanismo facilísimo de aumentar su fortuna en el exterior en medio del tenso, volátil e impredecible proceso sociopolítico que rodeaba al gobierno de transición Ramfis-Balaguer. Esto explica el interés obsesivo de Ramfis para que levantaran las sanciones cuanto antes. Desde su llegada, después de haber cumplido su misión de atrapar, torturar y eliminar a la mayoría de los que ajusticiaron a su padre, Ramfis se dedicó febrilmente a extraer fondos de empresas, bancos, dependencias, etc. y a mandar dichos fondos con Víctor Sued, L. Rosemberg y otros testaferros a cuentas bancarias en el exterior (ver, entre otros, las revelaciones de su secretario César Saillant, sección LA FORTUNA de este portal), ya sea porque desde el principio tuvo la intención secreta de abandonar el país y sólo regresó para vengar a su padre y recoger todo el dinero que pudiese o por precaución, en caso de que las circunstancias se tornaran demasiado peligrosas y tuviese que irse repentinamente.

Un documento de la CIA de 1962, desclasificado en 2003, indica que después del ajusticiamiento la familia Trujillo estaba tratando de venderles las empresas de Trujillo a empresarios norteamericanos (ver documento de la CIA más abajo). En contraste, el punto 5 de dicho documento declara que la embajada americana (entonces consulado) estaba promoviendo activamente un plan para que se creara una fundación con el fin de que se pusiera parte de las empresas de la familia Trujillo al servicio del pueblo dominicano, documento que confirma lo declarado en otros documentos del gobierno americano, en las memorias de los negociadores norteamericanos (ver más abajo) y en las revelaciones de César Saillant: Que el gobierno americano tomó la iniciativa de que se creara una fundación con las empresas, no los Trujillos.  

Ante el plan presentado por el gobierno de EUA de que se creara una Fundación con las empresas de los Trujillos, Ramfis primero mantuvo la postura de que los ingenios eran de su familia y que ellos tenían el derecho de venderlos si lo deseaban. Un artículo publicado en varios periódicos (ver entre otros, The Kansas City Times, 26 de octubre, 1961, pág. 27), indica que, según algunas fuentes, la familia Trujillo estaba tratando de vender en el exterior el enorme consorcio The Haina Sugar Co. pero que, en ese polvorín político-militar del momento, ningún inversionista mostró interés. El artículo agrega que este gigantesco consorcio azucarero (nominalmente de Trujillo, pero endeudado con el Estado dominicano) estaba compuesto por 12 ingenios  (los ingenios Barahona, Consuelo, Quisqueya, Boca Chica, Santa Fe, Porvenir, Ozama, Monte Llano, Esperanza, Amistad, Río Haina y Jacarey).  El gobierno americano no cedía por lo que Ramfis luego exigió que entonces les recompensaran por entregar "sus" ingenios. Les recordamos que ese derecho de propiedad sobre los ingenios que Ramfis pretendía tener era sólo nominal, no real (ver entre otros: Propuesta de una corporación azucarerea dominicana). Después, Ramfis les sugirió (a través de Balaguer en una reunión en Nueva York con George Ball, Sub-secretario de Estado, ver último documento más abajo) que en lugar de donar los ingenios azucareros, se los podría vender al millonario George Pappas y con el dinero pagar la deuda que el gobierno dominicano había asumido para que Trujillo comprara y modernizara varios ingenios de propiedad privada suya. Naturalmente, siendo Ramfis el mandamás absoluto en el país (aunque a la postre resultó ser breve), no había garantías de que Ramfis cumpliera con ese pago de la deuda después de vender los ingenios y después de que le hubieran levantado las sanciones. La propuesta fue rechazada por el gobierno americano. Poco después, mientras todavía negociaba con los americanos sobre la Fundación y "sus" empresas, por detrás, representantes de Ramfis estaban negociando secretamente en el yate Angelita con el millonario griego George Pappas en persona para vender barato y a la carrera el consorcio de ingenios azucareros por un monto de unos US$40 millones, una ganga para Pappas (su verdadero valor antes del ajusticiamiento era de unos US$150 millones), pero con el alto riesgo de que los ingenios podrían ser posteriormente nacionalizados por futuros gobiernos ya sea porque estaban endeudados con el gobierno o por política económica. Ya habían preparado los contratos a la carrera, listos para ser firmados, cuando a última hora el señor Pappas se retiró misteriosamente de las negociaciones, (ver las Revelaciones de César Saillant). Este misterio lo aclara en sus memorias (On the Frontline of the Cold War, págs. 138-141), el negociador de Kennedy, George McGhee, al revelar que cuando le informaron que Pappas estaba negociando con Ramfis para comprarle los ingenios, McGhee exigió una reunión con el millonario griego en la cual le declaró firmemente que esa compra no encajaba con el plan de Estados Unidos y señala que Pappas de inmediato renunció a sus intenciones y desapareció del escenario. Mientras tanto, el gobierno americano le seguía aplicando al gobierno Ramfis-Balaguer la estrategia que ellos llamaban "cuota-flota", es decir, por un lado condicionar el levantamiento de las sanciones económicas al cumplimiento de las exigencias del Plan Kennedy (cuota) y, por otro lado, mantener una flotilla de barcos de guerra en las aguas cercanas a la isla (flota) y hacérselo saber como amenaza de una intervención si el gobierno Ramfis-Balaguer no accedía a las condiciones del plan norteamericano. En sus memorias (op cit. 238-241) George McGhee también comenta sobre la exigencia del gobierno americano de que se creara una fundación en beneficio del pueblo dominicano. 

Al final, reconociendo quienes son los tiburones grandes de las aguas del Caribe, Ramfis cedió pero, siempre con ese instinto simulador y oportunista de los Trujillos, hizo que de inmediato prepararan un anuncio para que fuese debidamente publicado en El Caribe y en otros medios, redactado de tal forma que transmitiese la idea de que, en un noble gesto, la familia Trujillo creaba generosamente la 'Entidad 24 de Octubre, Fundación Trujillo-Martínez" para "el mejoramiento del pueblo dominicano y como monumento a la obra gloriosa de mi padre para la felicidad de la familia dominicana.' Este cambio final en la postura de Ramfis también lo registra el artículo del Kansas City News (op. cit., pág. 27) y el Chicago Daily Tribune del 26 de octubre, 1961 (pág. 12). Sin embargo, este importante periódico, el Chicago Daily Tribune, dice que se trataba de ocho ingenios (no doce) con un valor total de US$160 millones (eso sería su valor normal, antes del ajusticiamiento). Estamos seguros de que no faltaron crédulos que quedaron maravillados por el generoso altruismo del primogénito al oír el anuncio. Es importante que los dominicanos se enteren (ver César Saillant y las memorias de diplomáticos americanos) sobre la forma despectiva en que Ramfis se refería al pueblo dominicano en privado para que juzguen si Ramfis en el fondo sentía tal aprecio por el pueblo dominicano.
 
Según lo que el mismo Ramfis confesó en privado (ver César Saillant), el consorcio Río Haina que finalmente le cedió a la Fundación valía, según él, US$100 millones. Sin embargo, estamos seguros de que el valor real de ese consorcio habia caido verticalmente desde el ajusticiamiento debido al futuro incierto del país y de las empresas de los Trujillos y al hecho de que a través de una maraña de transacciones secretas y semi-secretas entre diversos ingenios y el gobierno dominicano, y la compra, venta y reventa de diferentes ingenios entre sí, el Ingenio Río Haina terminó endeudado y Trujillo con US$50 millones más en sus cuentas privadas. A continuación compartimos un recorte del libro Propuesta de una Corporación Azucarera Dominicana, informe de Coverdale & Colpitts, págs. 22-26:





 
Como acabamos de ver, lo que Ramfis Trujillo había donado fue un consorcio azucarero que, de facto, sólo nominalmente le pertenecía a su familia puesto que estaba endeudado con el gobierno. Pero además, lo que Ramfis le donó a la fundación apenas fue una mínima parte del total de las empresas y propiedades de la familia (ver las Revelaciones... de César Saillant en sección LA FORTUNA). La realidad es que el resto de las empresas de Trujillo no fueron donadas "generosamente" por la familia Trujillo sino que fueron confiscadas por el gobierno dominicano después de la partida final del resto de la familia (Ramfis, Petán y Negro) en noviembre de 1961.


Otro ejemplo de esta farsa es la empresa Chocolatera Sanchez, la cual también fue donada a la Fundación. Sabemos que meses antes Ramfis le había hecho creer a Porfirio Rubirosa que él, Ramfis, pensaba continuar en el país al mando del poder y convenció a Rubirosa a que comprara buena parte de las acciones de la chocolatera y, según recordamos, posiblemente las acciones de otro par de empresas, todas las cuales a la postre fueron confiscadas después de la salida de Ramfis. Esto explica el odio acérrimo que de repente le tuvo Porfirio Rubirosa a Ramfis cuando éste, sin aviso previo, abandonó el poder y se fue, dejando a su suerte la inversión que hizo Rubirosa (gran parte de sus ahorros).

Pero aún con mayor cinismo, es obvio que nunca pensó abandonar sus empresas en caso de tener que irse al exilio ya que mucho antes de irse del país en noviembre, de hecho, mucho antes del ajusticiamiento, ya había hecho preparativos legales para descapitalizarlas desde el exterior, o bien, vender casi todas las empresas desde el poder absoluto que tendría cuando faltara su padre. El mismo Ramfis se lo confesó en privado a su antiguo secretario, César Saillant, ya en el exilio en París. La siguiente cita proviene de las Revelaciones a Sánchez Cabral (César Saillant):

"Ese yate pertenece a una compañía extranjera, mía, y yo tengo todos los papeles. Igual que todas mis empresas en el país: mis acciones están vendidas a una compañía extranjera —aquella que formé el año pasado— que me dio el 10% de su valor por adelantado y que más adelante, cuando yo recobre esas propiedades, me pagará el resto dejando sólo una comisión*. Yo pienso vender todas mis industrias en el país para no tener más rompederos de cabeza y poder ocuparme bien de gobernar."

Es decir que para cuando los Trujillos les "regalaron" esas empresas a la Fundación, ya esas empresas estaban o endeudadas, como hemos visto, o parcialmente descapitalizadas/vendidas a las empresas fantasmas de Ramfis en el exterior de tal forma que él, si quería, podría exigirle al gobierno dominicano, a través de sus testaferros, supuestos "dueños" de las empresas extranjeras, que se les compensara por la estatización de dichas empresas. Este traspaso previo de la propiedad todavía no lo conocían los americanos y probablemente ni siquiera el propio Balaguer. Además, observen que Ramfis ya tenía otros planes para "sus empresas" (venderlas) cuando regresara y retomara el poder desde el cual, con unos cuantos plumazos contractuales al estilo de su padre, al final podría reasumir la propiedad de esas empresas y convertir en una farsa circense la Fundación que los americanos le habían obligado a crear.

Acotamos que Ramfis le había dicho a César Saillant en París que él y Radhamés estaban tomando activamente los pasos necesarios con sus agentes leales en RD para regresar y eliminar de una vez por todas, a sangre y a fuego, todo vestigio de oposición.

Antes de George McGhee, ya otros altos funcionarios (Morrison, Murphy, luego, Bartlow Martin, George Ball) habían negociado con Balaguer y con Ramfis y este último sugería siempre que le levantaran las sanciones antes de ceder a las condiciones de los americanos. A continuación un resumen de la última entrevista entre el Secretario de Estado Adjunto, George McGhee, y Ramfis sobre la creación de la Fundación:




Observen que Ramfis se opuso a la creación de la fundación sin que se le compensara a la familia Trujillo. Ante las presiones de los representantes americanos sugirió como contrapropuesta que lo que el gobierno dominicano recibiera fueran los ingresos derivados de las ventas de azúcar cuando levantaran las sanciones y que la familia Trujillo, por aparte, vendiera sus ingenios.


También pueden leer más abajo el documento desclasificado (ver último documento abajo). Se trata de un extracto de la transcripción hecha de la reunión entre el Sub-secretario de Estado George Ball y el presidente Balaguer en el Hotel Waldorf-Astoria de Nueva York en octubre de 1961 donde se discute la destrujillización de las empresas del Jefe. Como podrán ver, una vez más el gobierno americano condiciona el levantamiento de las sanciones a la creación de la Fundación para las principales empresas de Trujillo y a la salida definitiva de los hermanos de Trujillo, Héctor y Petán. El presidente Balaguer, después de presentar la contrapropuesta de Ramfis, al final expresa diplomáticamente que probablemente Ramfis aceptaría el plan americano, pero no sabemos si Balaguer, al decir esto, estaba hablando motu propio (por su cuenta) sencillamente para quedar él bien con los americanos sin realmente saber y sin importarle lo que Ramfis de hecho pensaba hacer. Balaguer, en realidad, no tenía nada que perder con aceptar inmediatamente el Plan Kennedy de boca para fuera ya que, aunque Ramfis después lo rechazara, lo importante era que él, Balaguer, había logrado demostrarles a los altos funcionarios americanos su voluntad de cooperar con ellos sin reservas y con eso ganaba mucho: El apoyo del gobierno americano para su futuro político. Contrario a lo que Balaguer le dijo a George Ball en Nueva York y tal como los hechos lo demuestran, hasta poco antes de partir Ramfis se resistió, siempre en forma diplomática pero firme, a traspasar los ingenios y otras empresas a la Fundación propuesta por los americanos.

Este es el link de dicho documento: https://history.state.gov/historicaldocuments/frus1961-63v12/d322

En el siguiente informe desclasificado de la CIA pueden ver que al ver que no iba a poder quedarse con las empresas "de su familia" ni que llegarian a un acuerdo que fuera (según su criterio) satisfactorio para él y su familia, entonces exiguió que por lo menos le entregaran US$25 millones (hoy en 2017, US$200 millones) y no los US$10 millones (hoy, US$80 millones) que los negociadores del gobierno americano le ofrecían.  


 

Los lectores deben leer, además, los textos en la sección LA FORTUNA para que puedan conocer los muchos otros subterfugios que usó Ramfis para sacar dinero del país y esconderlo en Europa y también el lujo en que vivía en España, prueba de lo que él mismo le confesó varias veces a su secretario Saillant: que había sacado una gran fortuna, unos US$300 millones antes del ajusticiamiento y unos US$120-140 millones más después del ajusticiamiento (aparte de lo que le tocó a Radhamés).

Para los que se pregunten cómo es posible que el hijo del dictador, con cientos de millones de dólares en bancos europeos y canadienses (equivalentes a miles de millones de dólares actuales) que ya le había exprimido al país, actúe de una forma tan mezquina, fría y avara, tratando de extraer hasta el último dólar que pudiera sacarle al país, mientras estaba rodeado por un pueblo que, en su mayoría, carecía de vivienda digna, alimentos básicos, zapatos, ropa y otros artículos elementales, los lectores deben leer las revelaciones de su secretario César Saillant. En éstas se enterarán sobre la forma en que Ramfis trataba a sus empleados más humildes y cómo, mientras en París él derrochaba grandes sumas en los más caros caprichos para sí mismo, Lita Milán y sus altos consortes, se rehusaba a pagar un centavo en un dentista para un humilde chofer suyo que tenía dolor de muela, o a darle una humilde regalía de despedida a la cocinera que le había cocinado desde años atrás cuando al final la despidió (ver César Saillant). Y esto a pesar de que él nunca tuvo que pagarles el salario porque corría por cuenta del Estado dominicano, como casi todo. Deben leer, además, sobre el desprecio que él sentía hacia los dominicanos y la forma en que lo expresaba (ver declaraciones del embajador John B. Martin). Para muestra, un botón:

"Al pueblo no se le puede hacer caso; al pueblo hay que apretarlo, y mientras más, mejor. Desgraciadamente hay que reconocer que es así. Tú verás, como te dije anoche, lo que es mandar con el puño" [Ramfis se refería a sus planes de regresar pronto a RD para imponer su poder en todo el país]. Continúa César Saillant:

Y agitó frente a mí su puño cerrado.

Santo Domingo —continuó— es un pueblo que hay que acabar de castrarlo. Papá comenzó; yo terminaré. Si ningún oficial de las Fuerzas Armadas se ha apoderado del gobierno es porque no tienen capacidad; ahí lo que hay es una partida de patanes, y tú lo sabes. Lo único bueno que había eran Tuntí y Luis José, en la Aviación; en el Ejército nunca ha habido nadie que valga la pena.

Papá lo hizo todo en el país y el pueblo lo sabe; no hay nada que no haya que agradecérselo a él y yo haré que el pueblo se arrodille ante su imagen."

Ramfis Trujillo Martínez

(Ver Revelaciones a Sánchez Cabral de César Saillant)

Todo este egoísmo demuestra, además, que la postura de Ramfis después del ajusticiamiento de apoyar públicamente la destrujillización del país y la democratización eran apenas tácticas maquiavélicas ajustadas a la necesidad imperante del momento para que levantaran las sanciones y para neutralizar la enorme frustración que sentía la población, esperanzado de que con esas medidas inmediatas consolidaría su futuro político en medio de ese volátil proceso de transición. Obviamente, actuaba según sus intereses económicos y políticos, no los de un pueblo que él despreciaba.

Como comentarios finales, es menester señalar que en toda nuestra investigación, en ninguno de los documentos, libros y artículos, ni en ninguna parte de las extensas memorias de César Saillant se ha mencionado fundación alguna que proviniera de la iniciativa propia de Trujillo ni de la familia Trujillo, en absoluto. Todas las referencias a la Fundación señalan que ésta se originó exclusivamente en “El Plan Kennedy”. Se supone que los Trujillos tendrán una presunta copia del alegado testamento del Jefe, pero en todos estos años desde 2010 no la han publicado en la red. Además, los documentos y libros señalan que las empresas que Ramfis incorporó a regañadientes a la Fundación fueron sólo algunas de las 50 ó 70 empresas de los Trujillos, precisamente, empresas que comoquiera ya estaban endeudadas con el Estado y otras que ya estaban descapitalizadas o que habían sido vendidas antes o paralelamente a la creación de la Fundación. Todo esto constituye una burla y una estafa con lo cual Ramfis se despidió del país en noviembre de 1961.

Ver más sobre las empresas y la fortuna Trujillo en las secciones LA FORTUNA y CORRUPCION-MONOPOLIO y en la parte interior de ANTECEDENTES de este portal.

NOTA1: Las memorias de César Saillant se basan exclusivamente en lo que él vio y oyó hasta su último día de trabajo para Ramfis Trujillo, el 19 de noviembre, 1961 y lo que Ramfis le contó en sus conversaciones posteriores en París. Por consiguiente, hay información y datos que no aparecen en sus revelaciones. Por ejemplo, Ramfis usó a otros testaferros para sacar dinero del país y transferirlo de pais en pais, tal como Leland Rosemberg y a uno de sus primos. De esto, obviamente, Saillant no estaba al tanto.

NOTA 2: Citamos al señor Salomón Saenz, estrecho colaborador de la familia Trujillo, cuando recordaba los últimos días del dictador:

Domingo, 7 de mayo. Mientras nos preparábamos para salir rumbo a Nueva York en viaje a París donde se celebraría una serie de polo, a eso del mediodía llegó un automóvil y trajo consigo un amplio documento redactado por el Lic. Juan Contín, un reconocido jurista dominicano, donde Trujillo donaba a Radhamés la Hacienda Fundación con todas sus anexidades y una población ganadera de 63,000 cabezas de ganado. “

Minuto 0, segundo: 30
Presagio de muerte de Trujillo – YouTube
Esta enorme hacienda de Trujillo medía, según un investigador, 146,000 hectáreas.

NOTA 3: El nombre “Hacienda Fundación” de la enorme hacienda del Jefe en San Cristóbal proviene del nombre que ya tenía una de las principales propiedades que Trujillo adquirió cuando empezó a extender sus dominios en San Cristóbal. Por alguna razón, decidió dejarle el nombre original.

Entonces nos preguntamos: ¿Tenía el Jefe realmente el propósito de regalarle todas sus propiedades al pueblo dominicano, como hoy alegan, cuando ya le había donado a uno de sus hijos la enorme hacienda Fundación con sus 63,000 cabezas de ganado?

NOTA 4: En sus memorias (Trujillo en la intimidad), su hija Flor de Oro relata las reuniones en agosto con sus medios hermanos (los Trujillo-Martínez, los Lovatón y otros) sobre la repartición de la herencia y no menciona fundación alguna (ver extracto más abajo). De haber existido tal testamento del Jefe para que se creara una fundación con todos sus bienes para el beneficio del pueblo dominicano, los Trujillo-Martínez hubieran tenido el mejor de los motivos para dejar a sus medio-hermanos casi sin herencia. Pero no se habló de ninguna fundación cuando se reunieron en agosto, 1961 porque la idea de una fundación no la presentaron los americanos sino hasta finales de septiembre o principios de agosto, 1961. 

NOTA 5En la edición del 26 de octubre, 1961 (pág. 12) del Chicago Tribune se publicó la noticia de que Ramfis Trujillo le escribió una carta a Balaguer en la cual anunciaba que él le donaba ocho ingenios azucareros al gobierno. “Expertos legales calculan que el valor de las propiedades era de US$160 millones de dólares, los cuales producen el 60% del millón de toneladas que produce el país.” Ramfis le pidió al gobierno que usara el dinero para crear una fundación que llevara el nombre de “24 de Octubre Fundación Trujillo-Martínez”. El artículo señalaba que todavía quedaban en sus manos otras propiedades, tales como haciendas ganaderas, bienes raíces, etc., cuyo valor, según se ha reportado, ascendía a más de US$500 millones. Otra prueba de que no “todos” los bienes del Jefe se traspasaron a la Fundación sino que fue una quinta parte, entidad además, que como hemos demostrado, no se inspiró en una presunta voluntad benéfica del Jefe sino en la iniciativa del Plan Kennedy. Naturalmente, todas esas propiedades fueron abandonadas por la familia Trujillo cuando, al final, los que quedaban (Ramfis, Negro y Petán) se fueron también al darse cuenta de que Estados Unidos estaba dispuesto a invadir al país para sacar a todos los Trujillos y tomar el control si ellos no se iban por voluntad propia. En las palabras del propio nieto de Trujillo “todo lo que quedó no se pudo llevar.” Se supone que si hubieran podido meter el ganado, los edificios y las tierras en los aviones y los yates, también se lo hubieran llevado.
 









EXTRACTO

Documento desclasificado del Departamento de Estado sobre la reunión que tuvo lugar entre el presidente Joaquín Balaguer y el Sub-Secretario de Estado George Ball en octubre de 1961 en el hotel Waldorf-Astoria de Nueva York para discutir el futuro programa para la República Dominicana. 

De este largo memorando, extra
ímos sólo la parte que nos interesa para esta sección: La discusión sobre el futuro de las empresas y propiedades de Trujillo.


Antes de estas negociaciones en Nueva York ya los emisarios americanos le habían presentado las condiciones del Plan Kennedy al gobierno Ramfis-Balaguer entre las cuales se encontraba la creación de uan Fundación con las empresas de los Trujillos. En esta entrevista los americanos y Balaguer (representando la posición de Ramfis Trujillo) discuten las condiciones de la Fundación. Observen el lenguaje sumamente diplomatico con que le exigian los cambios a Balaguer mientras que, en los hechos, ya les habían hcho saber que no lejos de la costa se encontraba una flotilla de la armada de guerra norteamericana.

Pueden encontrar el siguiente memorando desclasificado en este link:

https://history.state.gov/historicaldocuments/frus1961-63v12/d322

------------------------------------------------

322. Memorandum of Conversation/1/
New York, October 3, 1961.
/1/Source: Department of State, Central Files, 739.00/10-361. Secret. Drafted by Hill and Ball.
PARTICIPANTS
Dr. Joaquin Balaguer, President of the Dominican Republic
The Honorable George Ball, Under Secretary of State
The Honorable George McGhee, Counselor of the Department of State
Mr. John Calvin Hill, Jr., Consul General, Ciudad Trujillo
SUBJECT
Program for the Dominican Republic

[Extracto de la exposición que le hizo el Sub-Secretario de Estado George Ball A Joaquín Balaguer]

Meanwhile he could say in general that the United States regarded the following as among the pre-conditions to the lifting of sanctions:

(1) The deconcentration of the political and economic power of the Trujillo family, including the early departure of General Arismendi and Generalissimo Hector Trujillo, and
(2) Appropriate arrangements for the disposition of the Trujillo properties.
(3) Cessation of repressive measures by the repressive groups and progress towards observance of human rights.
(4) Arrangements with the moderate opposition, such as a coalition government, and
(5) Effective action against repressive and Communist elements which sought to undermine the democratic system.

[Extracto de la respuesta de Joaquin Balaguer a las "propuestas" de George Ball]
(2) Trujillo properties.
The President [Balaguer] indicated that while the book value of the sugar enterprises was $170,000,000--$140 million for the Rio Haina complex and $30 million for the northern mills--this was exaggerated. Under present conditions a more realistic price would be $80 million. They were subject to debts owed the Dominican Government aggregating $48 million.
As a result Balaguer stated that, if the properties were sold, the Dominican people would benefit by the repayment of these debts. Ramfis proposed, he said, to dispose of the properties in the following way:
(a) He [Ramfis] proposed to sell the northern properties, on which the Government-owned Banco Agricola held a note, for $30 million to Dominican businessmen--[2 lines of source text not declassified]. The sale price would be $30 million. The purchasers, however, would not put up any money on their own. They would borrow $30 million from the Banco Agricola and repay the indebtedness owed by the northern properties to the Banco AgricolaThe transaction would thus be a "wash sale".
(b) He [Ramfis] proposed to sell Rio Haina to foreign investors for $50 million. He hinted that the purchaser would be George Pappas. Of this $50 million, $18 million would be applied to repay a note owed by Rio Haina to the Banco Central.
President Balaguer emphasized the fact that if these transactions were completed the Dominican Government would thus receive $48 million through the repayment of the notes owed by Trujillo on the sugar properties. This money could be used for badly needed public works such as the CIBAO irrigation project.
Mr. McGhee pointed out that if the transactions were undertaken as described by President Balaguer the net benefit to the Dominican Government would be only $18 million, since the $30 million repaid to the Banco Agricola would be offset by a new loan by the Banco Agricola to [less than 1 line of source text not declassifiedwho were not putting in any equity capitalThe President replied that these were "fictitious" paper transactions. Mr. McGhee asked if it might not create a more favorable impression on the opposition if the northern properties were taken over by the Banco Agricola directly. He pointed out that under the proposed arrangements [less than 1 line of source text not declassified] would in effect acquire the properties without putting up any money of their own. The President agreed that this was the case and that it might be better to have the transaction handled in the manner suggested by Mr. McGhee.[Balaguer cede.]
Mr. Ball pressed the President [Balagueras to whether he thought Ramfis Trujillo would be willing to contribute a substantial portion of his net receipts from the proposed transaction ($32 million) to a foundation. The President replied that if the properties were sold he thought that the General might be willing to give a portion of the proceeds to a foundation, mentioning the Instituto de Auxilios y Viviendas.

[Fin del extracto]
[Noten el estilo diplomático con que los Estados Unidos ejercían presión "proponiendo", "sugiriendo", lo que en realidad eran dictámenes. De rehusar estas "propuestas" el gobierno Ramfis-Balaguer se exponía a la continuación indefinida de las sanciones económicas y, peor aún, a una intervención militar, la estrategia cuota-flota.]


******************************************************************************************