EXTRACTO
A
continuación reproducimos la segunda parte del siguiente documento (histórico por ser de temprana data), un
artículo publicado en 1935 en la Revista Blanca (edición Nro. 315), revista
académica de Barcelona, España. Este importante documento histórico
resume algunos de los asesinatos exclusivamente politicos (por lo
menos, los conocidos) desde la llegada de Trujillo al poder en mayo de
1930 hasta (calculamos)
1933, a más tardar, dado que el artículo fue publicado el 1ro de febrero, 1935, a principios
de año y se basa en un informe anterior publicado en la revista Bohemia de Cuba, se supone que en 1934.
Realizamos una búsqueda electrónica en esta página por nombre y apellido y luego, por apellido solamente, para identificar los nombres repetidos en esta sección. Hemos subrayado y puesto en letra negrilla los nombres que NO ESTÁN REPETIDOS en esta página y con un 80-90% de seguridad podemos decir que no están repetidos en las demás secciones dedicadas a los CRÍMENES, ya que también hemos realizado búsquedas electrónicas desde algunas listas (no todas) en esas páginas para encontrar repeticiones. La mayoría de los casos en las otras tres secciones sobre crímenes son en su mayoría sobre los asesinatos en las últimas dos décadas de la dictadura, principalmente los últimos 3-4 años.
Por otro lado, no hemos podido comparar electronicamente los nombres con la lista de Albert Hicks más abajo dado que dicha lista es una copia escaneada, no digital, y es imposible realizar busquedas electrónicas en la misma. No dudamos de que la lista de Hicks contendrá algunos nombres repetidos en esta lista de la Revista Blanca.
Naturalmente, los nombres en la lista de esta revista que no están subrayados ni en negrillas son nombres repetidos en esta sección, especialmente en la lista de Luis F. Mejía (De Lilis a Trujillo).
Si bien este artículo no incluye un inventario tan amplio como el de Mejía, es, como ya dijimos, una fuente muy temprana, practicamente contemporánea a los primeros dos o tres años en que se cometieron esos asesinatos en serie y en masa. Por tanto, el documento tiene mucho valor histórico. Naturalmente, esta lista no pretende reunir a la mayoría de los asesinatos de la dictadura cometidos en esos primeros años puesto que, tal como lo señala el autor al final, la lista se limita a los asesinatos políticos, no incluye a los obreros y campesinos asesinados. De hecho, ni siquiera incluye a todos los asesinatos políticos en esos primeros 2 ó 3 años. Eso lo podemos notar en el hecho de que están faltando numerosos casos mencionados por Luis F. Mejía más arriba. Pero, repetimos, el principal valor de este documento reside en que es un testimonio muy cercano a los años en que se comentieron los primeros crímenes del régimen de terror.
Realizamos una búsqueda electrónica en esta página por nombre y apellido y luego, por apellido solamente, para identificar los nombres repetidos en esta sección. Hemos subrayado y puesto en letra negrilla los nombres que NO ESTÁN REPETIDOS en esta página y con un 80-90% de seguridad podemos decir que no están repetidos en las demás secciones dedicadas a los CRÍMENES, ya que también hemos realizado búsquedas electrónicas desde algunas listas (no todas) en esas páginas para encontrar repeticiones. La mayoría de los casos en las otras tres secciones sobre crímenes son en su mayoría sobre los asesinatos en las últimas dos décadas de la dictadura, principalmente los últimos 3-4 años.
Por otro lado, no hemos podido comparar electronicamente los nombres con la lista de Albert Hicks más abajo dado que dicha lista es una copia escaneada, no digital, y es imposible realizar busquedas electrónicas en la misma. No dudamos de que la lista de Hicks contendrá algunos nombres repetidos en esta lista de la Revista Blanca.
Naturalmente, los nombres en la lista de esta revista que no están subrayados ni en negrillas son nombres repetidos en esta sección, especialmente en la lista de Luis F. Mejía (De Lilis a Trujillo).
Si bien este artículo no incluye un inventario tan amplio como el de Mejía, es, como ya dijimos, una fuente muy temprana, practicamente contemporánea a los primeros dos o tres años en que se cometieron esos asesinatos en serie y en masa. Por tanto, el documento tiene mucho valor histórico. Naturalmente, esta lista no pretende reunir a la mayoría de los asesinatos de la dictadura cometidos en esos primeros años puesto que, tal como lo señala el autor al final, la lista se limita a los asesinatos políticos, no incluye a los obreros y campesinos asesinados. De hecho, ni siquiera incluye a todos los asesinatos políticos en esos primeros 2 ó 3 años. Eso lo podemos notar en el hecho de que están faltando numerosos casos mencionados por Luis F. Mejía más arriba. Pero, repetimos, el principal valor de este documento reside en que es un testimonio muy cercano a los años en que se comentieron los primeros crímenes del régimen de terror.
Este
documento, además, refleja la reputación
internacional de criminal abominable que dignamente, gracias a su
infatigable esfuerzo, Trujillo no tardó en granjearse en los foros
internacionales desde los primeros años de su dictadura. En forma
puntual y con precisión casi cientifica el autor describe al dictador de cuerpo entero: “bestia salida de las cloacas
políticas”, que “abochorna el género humano”, “hombre enfermo de locura
criminal”, “la bestia Quisqueyana”, “el miserable Chapita”, “esa alimaña
maldita” sus "bestiales instintos". Sin duda, esa fama excepcional que lo acompañaria toda la vida ya se habia consagrado en unos cuantos años en el poder.
Para
ahorrar
espacio hemos omitido la primera parte de este artículo porque consiste
de comentarios sobre las dictaduras en general, los cuales consideramos
interesantes y
les recomendamos a los lectores leerlos. El único cambio que le hicimos al texto que reproducimos a continuación (aparte de los subrayados y los nombres en negrillas) fue dividir los párrafos por ciudad para esquematizar los crimenes según cada ciudad. Al igual que todos los demás
textos reproducidos en este portal, no le hemos cambiado una jota al
contenido textual del articulo. Pueden descargar gratis una copia en pdf
del original de la revista en Hemeroteca Digital: Revista Blanca (Edición Núm. 315) o una copia en pdf de las dos páginas del articulo en el portal
www.cielonaranja.com.
Les recordamos a los lectores que los nombres que están subrayados y en negrita son de las victimas que no están repetidas en este portal. No hemos tenido la oportunidad de compararlos con la lista de Albert Hicks más abajo.
Les recordamos a los lectores que los nombres que están subrayados y en negrita son de las victimas que no están repetidas en este portal. No hemos tenido la oportunidad de compararlos con la lista de Albert Hicks más abajo.
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La Revista Blanca, año XIII, núm. 315, 1 de febrero, 1935
PALPITACIONES
DE SANTO DOMINGO
Los
crímenes de Leónidas Trujillo (alias Chapita) en Santo Domingo
(Págs.
112-113)
Pues bien,
retratemos algo de los espeluznantes crímenes, como así lo ofrecimos, sucedidos
en Santo
Domingo, donde una bestia, salida de las cloacas políticas, abochorna al género
humano. Leónidas
Trujillo Molina «Chapita», no tiene comparación en bestiales instintos con
otro mortal que pueda
vivir en este globo terráqueo. He aquí su historia de crímenes:
Después de
algunos crímenes, donde perdieron la vida algunos contrincantes políticos de
Leónidas Trujillo para poder llegar a la Presidencia de la República, continúa
con los siguientes: Ametrallada una manifestación de motoristas en las
inmediaciones del Parque Independencia en la cual resultaron numerosos muertos
y heridos. El periodista Emilio Reyes, fusilado en Bani a las 6. P.M. por
miembros del ejército mientras era conducido desde la capital. El señor Sully
Ulloa, ametrallado en uno de los barrios de la ciudad desde un auto con chapa
oficial, núm. 203. En ese auto iba un hermano de Trujillo. El señor Alberto
Larancuent, asesinado en el Parque Colón mientras departía con algunos amigos
sentado en uno de los bancos del paseo. Se perpetró este asesinato en las
primeras horas de la noche y se apagaron las luces de la ciudad para que
oficiales del ejército cometieran este crimen. El general Laito Guerrero, Félix
Ortiz, Juan Peña y otros más, fueron sacados a viva fuerza de la fortaleza
Ozama y pasaron por una infame masacre y torturas.
En San
Francisco de Macoris, el general Paredes, leader del Partido Nacional, los tres
hermanos Pichardo, el Licenciado Domingo O. Borges y su hijo, estudiante de 17
años, fueron alevosamente asesinados por los esbirros de «Chapita».
Santiago de los Caballeros fué escenario de uno de los crímenes más horripilantes que tiene en su haber ese hombre enfermo de locura criminal, en la persona de Virgilio Martínez Reyna, ex secretario de Estado y exquisito poeta. Se encontraba enfermo sufriendo un ataque apendicular cuando su hogar fué asaltado por un grupo de facinerosos en el mismo momento que su señora Altagracia Almanzar le pendía bolsas de agua. En su propio lecho fué acribillado a balazos y además herido por varios machetazos; y su esposa, que quiso intervenir, fué muerta también de dos tiros, estando esta señora en meses adelantados de embarazo.El estudiante Ellis Cambiaso, muerto a tiros en la alameda de la Avenida Imbert, mientras paseaba con su prometida y dos hermanas de ésta; fué sacrificado el mismo día de su examen final en el Instituto.
Santiago de los Caballeros fué escenario de uno de los crímenes más horripilantes que tiene en su haber ese hombre enfermo de locura criminal, en la persona de Virgilio Martínez Reyna, ex secretario de Estado y exquisito poeta. Se encontraba enfermo sufriendo un ataque apendicular cuando su hogar fué asaltado por un grupo de facinerosos en el mismo momento que su señora Altagracia Almanzar le pendía bolsas de agua. En su propio lecho fué acribillado a balazos y además herido por varios machetazos; y su esposa, que quiso intervenir, fué muerta también de dos tiros, estando esta señora en meses adelantados de embarazo.El estudiante Ellis Cambiaso, muerto a tiros en la alameda de la Avenida Imbert, mientras paseaba con su prometida y dos hermanas de ésta; fué sacrificado el mismo día de su examen final en el Instituto.
En la
Provincia de Espaillat, José Brache, ex secretario de Hacienda, fué asesinado
una noche en los momentos que salía del teatro acompañado de su familia. El
móvil de este asesinato fué la negociación que le hizo Brache a Trujillo de un
préstamo de veinte mil pesos. El general Aquiles Imbert, Carlos Estrella, su
hermano Luis y muchos otros, por sus actitudes oposicionistas al Gobierno de
Trujillo.
En Puerto
Plata, el rico hacendado Pulula Pelegrín. Moreno de la Cruz y más de doscientos
campesinos de esa región, fueron inmolados por la tiranía a causa de sus
protestas en contra de un Gobierno de latrocinios y crímenes.
En La Vega, Armando de los Santos, Daniel Tavera, general Félix Colón y otros murieron por la «porra» de Trujillo.
En Barahona, Moneno Matos, capitán Aquilino Carrasco, profesor Juan N. Miranda, portorriqueño; Reneiro Confesor y otros fueron víctimas de la bestia Quisqueyana.
En San Pedro de Macoris, Juan Valera y el estudiante portorriqueño Eduardo Colom Piris, cayeron en la jornada de esta provincia. Este último fué asesinado por el oficial del Estado Mayor de Trujillo, Sindulfo Minaya, quién más tarde fué asesinado también para desagraviar a la familia de Colom Piris y al pueblo de Puerto Rico.
En La Vega, Armando de los Santos, Daniel Tavera, general Félix Colón y otros murieron por la «porra» de Trujillo.
En Barahona, Moneno Matos, capitán Aquilino Carrasco, profesor Juan N. Miranda, portorriqueño; Reneiro Confesor y otros fueron víctimas de la bestia Quisqueyana.
En San Pedro de Macoris, Juan Valera y el estudiante portorriqueño Eduardo Colom Piris, cayeron en la jornada de esta provincia. Este último fué asesinado por el oficial del Estado Mayor de Trujillo, Sindulfo Minaya, quién más tarde fué asesinado también para desagraviar a la familia de Colom Piris y al pueblo de Puerto Rico.
En Monte
Cristy fueron asesinados el general Manuel Rivas, general Evangelista Peralta,
general Boba, Mayía Santil, Rafael Patino y sus dos hijos; estos últimos habían
regresado a su suelo por las garantías ofrecidas, cayendo engañados por el
miserable «Chapita».
En todos los
rincones de la nación han caído más víctimas. El general Desiderio Arias,
director del Partido Liberal, cuya cabeza separada del tronco fué llevada desde
las inmediaciones de Mao a presencia de Trujillo en la Fortaleza de San Luis
para demostrarle que sus órdenes estaban fielmente cumplidas. El general
Bencosme, el hacendado sirio Salomón Hadad, los tres hermanos Perozo: César,
escritor y publicista, Andrés, abogado y juez de la Corte de Apelación y
Faustino, profesor de Enseñanza Pública, fueron fusilados juntamente con un cuñado
de estos últimos nombrado Tiberio Santillana. David Vidal Recio, Luis Ricardo,
Abigail Montalvo, general Chucho Sosa, Olegario de Vargas, Juan Bonifacio,
Mario Mota, Lulio Alberto García y Luis Silverio Sandoval*** fueron acribillados a
balazos por negarse a cooperar con Trujillo en sus maquiavélicos y criminales
propósitos. Canin Suero, Francisco Reyes, Ramón Pereyra, Alejandro Pérez, Pedro
Linares, Amado Santana, Domingo Herrera, Ramón García, Manuel Tolentino, Rafael
Veloz y el general Luis Silverio***, gobernador de la Provincia de Samaná, se unen
a la interminable lista de los inmolados, que muchos de ellos son oficiales,
clases y soldados que se rebelaron contra ese régimen, donde la trujillada
siembra el luto y vergüenza en el pueblo dominicano.
Esta lista ha
sido recogida de la revista «Bohemia», y el trabajo lo calza la firma del
periodista Rafael Eskert. Indiscutiblemente que en esta lista no aparecen
los obreros asesinados por sus ideas de libertad, empero, no dudamos
conseguirla. Parece que el periodista, dedicado solamente a los asuntos
políticos, dejó pasar aquellos crímenes perpetrados en la persona de los
trabajadores, pues los inmolados que dejamos anotados, son por movimientos
políticos. Pero no obstante, esperamos que nuestra prensa reproduzca esta
información, para poner ante la faz del mundo los crímenes de esa alimaña
maldita que responde por Leónidas Trujillo y Molina.
(Fin del artículo)
Para descargar solo el articulo en pdf y no la revista entera pueden ir a: http://www.cielonaranja.com/trujillo-1935.pdf
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