domingo, 1 de febrero de 2015

La explotación sexual de las adolescentes: Petán en Bonao

LOS TRUJILLOS Y LA EXPLOTACIÓN SEXUAL DE LAS ADOLESCENTES

PETAN EN BONAO

Y todas las muchachas que le gustaban, cuando él [Petán] pasaba, empezaban a esconderse, porque si le gustaba, se la llevaba y nadie lo podía meter preso”. Sra. Cita Ramírez, anciana de Bonao (M:20 S:02)    

Como todos los que han estudiado la dictadura lo saben, Bonao era el feudo privado de Petán, hermano de Trujillo, donde este ladrón y asesino desde la adolescencia tragicamente era ley, batuta y constitución. Se dice atinadamente que la población de Bonao vivió bajo una doble dictadura: La de Petán y encima la de Trujillo. No podían salir productos de Bonao a ser vendidos en el resto del país o en el exterior sin pagarle un tributo a los cobradores de Petán. Al igual que su hermano, Petán quitaba tierras bajo amenaza, tenía su propia cárcel en Bonao donde iban a parar las víctimas de sus caprichos y trataba a todos en forma prepotente y humillante. Probablemente el peor daño  que le infligió Petán al sufrido pueblo de Bonao fue la explotación sexual de las muchachas de esa región. A continuación transcribimos el testimonio de la profesora Mercedes Fernández de Bonao, hoy una dinámica anciana con una memoria prodigiosa. Animamos a los lectores a ver el video del AGN completo ya que también contiene testimonios de muchos otros atropellos (torturas, apropiaciones de tierras, etc.). El testimonio de la profesora Fernández se inicia en el minuto 15, segundo 12 (15:12) del video.

Testimonio de la Profesora Mercedes Fernández de Bonao, RD:

Esa joven hablándole de que su papá la había vendido a Petán. Y esa joven sufrió muchísimo, muchísimo, contándole a mi prima. Porque entonces él la trajo aquí a la capital engañada, diciéndole que la llevaba a una visita y la llevó a una casa y ahí le dijo “Espérame que yo vengo ahora, yo vengo ahora” y cuando quedó sola, quien salió fue Petán. Cuando ella lo vio dice que se quiso morir, que se quiso estrellar por la ventana porque estaba trancada [la puerta]. Y era una joven preciosa, pero ese papá parece que era algún servil, aunque era de los principales de allá también.

Yo recuerdo que estaba en la escuela y cuando Petán llegaba a la escuela a visitarla. Se sabía seguido porque le daban un toque a la campana y [a Petán] le gustaba ir a la hora del recreo porque, como estuvieramos, teníamos que quedarnos: si estábamos tirando la pelota ahí se quedaba uno, y si la iba a correr, ahí estaba. En ese momento se hacía un silencio único y una paralización en ese recreo que hasta nos gustaba ver como… nomás nos mirábamos viendo como uno quedó con un pie caminando, el otro que quedó arrodillado, otro que cogiendo la pelota y así sucesivamente. Hasta que volviera a sonar la campana, entonces volvíamos a movilizarnos. Porque era una dictadura por dondequiera que esa gente iba. Se oía cuando él entraba a la dirección con su bota: Pran!, pran!, pran! pran! y todo en silencio.

En esa misma acera, la [calle] Luperón, no sólo tenía a Gloria Nuñez, más para alante tenía una llamada Dislenia, después más para alante en la misma acera trajo otra de un campo por allá una familia, su mamá con las hijas y una de ellas, llamada Chachita, era de él. Y así, pero al cruzar la Padre Billini, en la misma acera, tenía otra, ahí mismito todas cerca. Y en la misma acera, esa se llamaba Negra, no sé si era Negra Jiménez, era de las familias mas importantes de Bonao, Negra. Y en casa de Negra tenía otra muchacha que busco el nombre y no recuerdo. Esa era hermosa, familia de los Paulino y Jiménez y esa se envenenó, una muchacha preciosa, yo recuerdo que siempre nos cuentan que esa…yo la conoci, esa se envenenó, no sé por qué, sería porque la tenía en casa de otra mujer de él.

Porque al lado de la señora, vivía el síndico, David Vargas, al lado de él vivía el síndico quien tuvo que envenenarse, por yo no sé, le fueron y le contaron una cosa a Petán y Petán le llamó la atención y él se envenenó, se murió. 

Tengan en mente que esta señora se está refiriendo a las jóvenes queridas que Petán tenía sólo en ese barrio que ella conocía. Cuántas amantes más habría en los demás barrios y zonas? 

Más adelante, en el min. 20 seg. 17 del video cuenta:

Un batón ballet, tenía que ser nada más de niñas, de muchachas. Y él [Petán] a veces asistía y cuando las personas veían que él miraba a una muchacha, ya le decían al papá, “Huye con ella porque te la van a quitar”. A él le llamaban el Guaraguao”.

Ver testimonio en: Victimas de la era de Trujillo: Archivo General de la Nación
 https://www.youtube.com/watch?v=Igmrn0sThec


También pueden leer el artículo titulado Petán, pervertidor sexual en la revista ¡Ahora! , No. 23, del 15 de diciembre, 1962, pág. 8.